La palabra idolatría viene de los términos griegos eidolon (forma, imagen) y latreyein (servir). La idolatría es el servicio o la adoración a las imágenes o ídolos.
Los distintos dioses paganos fueron remplazados por dioses más modernos, como son los que integran el polifacético santoral Católico-Romano. De esta manera la antigua y repudiante idolatría pasó, al cristianismo.
En el siglo X d.C, a los ídolos se les conocía con el nombre de “dioses”. Pero aprobada la canonización de los hombres y mujeres que supuestamente fueron santos por parte del Papa Juan XV, estos dioses fueron remplazados rápidamente por otra clase de dioses, a los cuales se les dio el nombre generalizado de “santos”.
Muchos siglos antes de la invención de los “santos canonizados”, la mitología nos cuenta de ídolos que eran sumamente “milagrosos”, como es el caso del dios Apolo, de quien se decía que alejaba los males ; Alexicacos, a veces identificado con Peone, era considerado el “médico de los dioses” la diosa Artemisa era protectora de la mujer y de los niños, identificada posteriormente con la diosa egipcia Istaspe; la diosa Panacea se consideraba que curaba todos los males; Palas Atenea, era protectora de la facultad visual (viene a ser la Santa lucía de los católicos); Afrodita, protectora de la vida sexual, etc. Pero el más milagroso de todos ellos fue Asclepio o Esculapio, considerado entre los griegos como el “padre de la medicina”. Sus representaciones siempre iban acompañadas de una serpiente (símbolo de los médicos) como señal de la potencia curadora del dios.
El amplísimo santoral Católico-Romano incluye una serie de “santos” a los cuales se les endilgan funciones especificas así como a los ídolos de la antigüedad que hemos mencionado. Por ejemplo se dice que el “santo” que protege a los campesinos y sus bienes es San Isidro; el “santo” que alivia la situación a las solteronas es San Antonio; los que ayudan a los chóferes son la Virgen del Carmen y San Cristóbal; el de los policías es San Lucas; el de los sastres, Santo tomas de Aquino; la que guarda los músicos es Santa Bárbara, etc.
La idolatría es algo perentoriamente prohibido por Dios. De ahí que cuando una persona es idolatra, evidentemente esta actuando en abierta rebelión contra Dios.
Éxodo 20:3-6. “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que este arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinaras a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”.
El antiguo paganismo conocido también con el nombre de mitología, se diferencia del paganismo moderno, conocido también con el nombre de Catolicismo Romano, en que aquél veneraba dioses que generalmente no correspondían a imágenes de personas que existían en la realidad. Eran “ídolos inventados”. En cambio la religión Católico Romana adora imágenes de personas que tuvieron existencia humana. Es una forma nada disimulada de adoración a los muertos, lo cual reviste las características del más crudo espiritismo. Esto es condenado por la palabra de Dios Dt 18:10-12 ”No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego , ni hechicero, ni encantado , ni adivino , ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.”
La inmensa mayoría de los Católicos no solo rezan a los ídolos(“Santos”), sino que además le colocan flores, le encienden velas, le ofrecen los niños, etc. Cuando un Católico ofrece su hijo a una imagen o escultura, lo esta ofreciendo a los mismos demonios.
Los distintos dioses paganos fueron remplazados por dioses más modernos, como son los que integran el polifacético santoral Católico-Romano. De esta manera la antigua y repudiante idolatría pasó, al cristianismo.
En el siglo X d.C, a los ídolos se les conocía con el nombre de “dioses”. Pero aprobada la canonización de los hombres y mujeres que supuestamente fueron santos por parte del Papa Juan XV, estos dioses fueron remplazados rápidamente por otra clase de dioses, a los cuales se les dio el nombre generalizado de “santos”.
Muchos siglos antes de la invención de los “santos canonizados”, la mitología nos cuenta de ídolos que eran sumamente “milagrosos”, como es el caso del dios Apolo, de quien se decía que alejaba los males ; Alexicacos, a veces identificado con Peone, era considerado el “médico de los dioses” la diosa Artemisa era protectora de la mujer y de los niños, identificada posteriormente con la diosa egipcia Istaspe; la diosa Panacea se consideraba que curaba todos los males; Palas Atenea, era protectora de la facultad visual (viene a ser la Santa lucía de los católicos); Afrodita, protectora de la vida sexual, etc. Pero el más milagroso de todos ellos fue Asclepio o Esculapio, considerado entre los griegos como el “padre de la medicina”. Sus representaciones siempre iban acompañadas de una serpiente (símbolo de los médicos) como señal de la potencia curadora del dios.
El amplísimo santoral Católico-Romano incluye una serie de “santos” a los cuales se les endilgan funciones especificas así como a los ídolos de la antigüedad que hemos mencionado. Por ejemplo se dice que el “santo” que protege a los campesinos y sus bienes es San Isidro; el “santo” que alivia la situación a las solteronas es San Antonio; los que ayudan a los chóferes son la Virgen del Carmen y San Cristóbal; el de los policías es San Lucas; el de los sastres, Santo tomas de Aquino; la que guarda los músicos es Santa Bárbara, etc.
La idolatría es algo perentoriamente prohibido por Dios. De ahí que cuando una persona es idolatra, evidentemente esta actuando en abierta rebelión contra Dios.
Éxodo 20:3-6. “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que este arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinaras a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”.
El antiguo paganismo conocido también con el nombre de mitología, se diferencia del paganismo moderno, conocido también con el nombre de Catolicismo Romano, en que aquél veneraba dioses que generalmente no correspondían a imágenes de personas que existían en la realidad. Eran “ídolos inventados”. En cambio la religión Católico Romana adora imágenes de personas que tuvieron existencia humana. Es una forma nada disimulada de adoración a los muertos, lo cual reviste las características del más crudo espiritismo. Esto es condenado por la palabra de Dios Dt 18:10-12 ”No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego , ni hechicero, ni encantado , ni adivino , ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.”
La inmensa mayoría de los Católicos no solo rezan a los ídolos(“Santos”), sino que además le colocan flores, le encienden velas, le ofrecen los niños, etc. Cuando un Católico ofrece su hijo a una imagen o escultura, lo esta ofreciendo a los mismos demonios.