Cuando Jesús Se Preocupa por Nuestra Fe
En medio de la tormenta, Pedro caminó sobre el agua… pero dudó.
Jesús le extendió la mano y le dijo:
"¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?" (Mateo 14:31).
No fue una condena, fue una invitación a crecer.
La misma que hoy nos hace a ti y a mí: pasar de una fe frágil… a una fe que mueve montañas.
⚠ Señales de una Fe Débil
- Dudas que paralizan.
- Circunstancias que eclipsan la Palabra.
- Desánimo fácil ante la prueba.
- Dificultad para obedecer lo que Dios dice.

Cómo Pasar de Poca Fe a Fe Robusta
- Vive la Palabra, no solo la escuches
(Santiago 1:22) – La Biblia fue dada para transformar vidas, no para decorar estanterías. - Deja que el Espíritu Santo te guíe
(Romanos 8:13-14) – Los hijos de Dios matan las obras de la carne y viven según el Espíritu. - Corre con paciencia, mirando a Jesús
(Hebreos 12:1-2) – Él es el autor y consumador de la fe.

Así trabaja el Espíritu cuando sembramos Su Palabra.
El Llamado
La poca fe nos roba la plenitud en Cristo.
Hoy, arrepiéntete de la incredulidad y ríndete al Espíritu Santo:
"Arrepentíos… y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2:38).
No siembres para la carne; siembra para el Espíritu.
Sométete a Dios, estudia Su Palabra, y deja que tu fe se vuelva inquebrantable.
Jesús busca seguidores firmes… ¿lo serás tú?


¿tendría que decirte: “Hombre (o mujer) de poca fe”?




