HENRY DUNANT, FUNDADOR DE LA CRUZ ROJA

Tobi

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21 Noviembre 2000
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Breves Biografías de Protestantes Célebres

Jean Henry Dunant (Ginebra 1828 - Heiden, Appenzell
1910), filántropo suizo, fundador de la Cruz Roja Internacional, fue el primero de cinco hijos de una rica y considerada familia de Ginebra. En 1853 comenzó a trabajar en un banco de la ciudad, estando convencido de que tenía el deber cristiano de usar su capacidad para triunfar en los negocios y poder así usar ese talento y riqueza en favor de los más necesitados.
Militó en su juventud en movimientos cristianos. En 1855
propició la fundación de una Asociación Mundial de la Alianza Universal de las Uniones Cristianas de Jóvenes (YMCA), creada en Londres y cuyos delegados deberían reunirse cada año en otro país, de acuerdo a un turno preestablecido. Así, la primera conferencia tuvo lugar en
París en agosto de 1855, donde aportó una valiosa contribución para que la YMCA llegara a ser el poderoso movimiento mundial que es hoy. Fue, además, el principal autor de la carta de la YMCA. (Hoy, la Alianza Mundial tiene «uniones» en más de 120 países del mundo y continúa expandiéndose).
En 1859, mientras intentaba reunirse con Napoleón III para exponerle los problemas de sus negocios en Argelia, contempló el campo de batalla de Solferino después del enfrentamiento de los ejércitos austriaco y franco-piamontés
que combatían en la guerra de unificación italiana; impresionado por aquel espectáculo de horror y por la ineficacia de los servicios sanitarios de la época,escribió Un recuerdo de Solferino, libro que publicaría en 1862. Desde entonces se lanzó a una campaña de sensibilización de los gobiernos y la opinión pública acerca de los sufrimientos de los heridos de guerra, luchando por mitigar las
consecuencias humanas de los enfrentamientos bélicos, ya que no era posible acabar con ellos. Fruto de sus esfuerzos fueron la fundación de un servicio sanitario neutral para actuar en los campos de batalla -la Cruz Roja Internacional (1863)- y la reunión de la conferencia internacional que adoptó la Convención de Ginebra sobre heridos de guerra (1864) junto con representantes de 17 países. La dedicación a esta causa humanitaria le llevó a
descuidar sus negocios, quedando totalmente arruinado en 1867.
En 1887 regresó a Suiza para ser tratado de múltiples enfermedades, viviendo recluido en un sanatorio hasta su muerte. Olvidado prácticamente por todos, en la última década del siglo varios amigos reivindicaron su figura, que vio reconocida públicamente su labor con la concesión del primer Premio Nobel de la Paz en 1901 junto con Fréderic Passy.

El 11 de mayo de 2006, la segunda cadena de Televisión Española (RTVE) emitió una película sobre la vida y obra del filántropo protestante Henry Dunant, titulada «DU ROUGE SUR LA CROIX» (Rojo sobre la Cruz) y dirigida por Dominique Othenin-Girard, que narra los dramáticos hechos de los que Dunant fue testigo en 1859, en la batalla de Solferino (Italia) y que le llevarían a fundar el movimiento de la Cruz Roja Internacional. En el retrato que se hace del personaje, se le muestra como ‘un héroe moderno’ , de ‘profundas convicciones’ pero, lamentablemente, NADA se dice acerca del «fundamento» de esas convicciones.
¿Silencio inocente…, u otro intento sutil de borrar toda huella del legado del cristianismo en Europa? La duda que planteamos es legítima, porque Henry Dunant no sólo fue un cristiano «cultural» (nacido en la Ginebra de Calvino), sino que su fe cristiana era el verdadero ‘leit-motiv’ de su vida y de su obra.