«Hemos sustituido la Biblia por la lectura de las revistas del corazón»

Bart

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24 Enero 2001
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http://www.larazon.es/noticias/noti_rel07.htm

miércoles 10 de septiembre de 2003

«Hemos sustituido la Biblia por la lectura de las revistas del corazón»

ENRIQUE ROJAS, Catedrático de Psiquiatría
Es uno de los mejores psiquiatras españoles, autor de
libros de psicología y de«autoayuda» de gran éxito, padre de familia, conferenciante e incipiente pintor.

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José Joaquín IRIARTE


El doctor Enrique Rojas está persuadido de que «una gran carencia que sufre la sociedad de nuestros días es la religión o la espiritualidad y, lo que es más grave, la falta de formación en ese sentido. Hay mucha gente que no conoce la Biblia. ¿Y qué ocurre? Pues que hemos sustituido la Biblia por las revistas del corazón. Nada más y nada, menos». Ese «nada más y nada menos» lo enfatiza para subrayar el problema. Conoce «en directo» el alma humana. Ha escrito libros, imparte clases en Nueva York y dicta conferencias en medio mundo, y escucha en su consulta las angustias, frustraciones y penas de sus enfermos. «En el mundo más desarrollado afirma los psiquiatras nos hemos convertido en médicos de cabecera. Hace cuarenta años éramos los médicos de los nervios. Hoy somos los médicos más comunes porque la desorientación de la gente es masiva». Se reafirma, en que en el mundo hay «una vuelta de lo religioso; lo he comprobado en Estados Unidos y en países como en Rusia. La gente vuelve a las iglesias después de la revolución del 17 y de la célebre frase de que la religión es el opio del pueblo».

Cambios graduales

¿Cómo es ese cambio?

Decía Arnold Tonbee que los cambios no son masivos, son graduales y segmentarios. Pero es evidente que hay una retorno a la religión. El ministerio de Educación del Gobierno francés se está planteando la importancia del hecho religioso. El 15 por ciento de la población de París es musulmana. A las seis de la tarde se oye al almuecín en Centro- europa, llamando en la mezquita a la oración. Se trata de una pirueta clave hacia la trascendencia. La vida tiene dos vertientes: la física y la metafísica. Sin la metafísica, la vida queda muy cortada.

¿Cuál es el principal trastorno psíquico del momento?

La desorientación general, mucha gente ha perdido los valores de la vida: el amor, la vida profesional, la cultura, la amistad Hay una falsificación de los grandes temas que da lugar a un hombre sin rumbo.

¿Y a qué patologías conduce?

A la depresión y a la ansiedad y, entre las dos, a los desajustes de la personalidad, que es un concepto que ha aparecido en los últimos años, de corte americano. «Personality disorder», lo llaman en Estados Unidos. Son personalidades mal estructuradas. Y ahí hay una galería que va desde una socialización de la inmadurez de la personalidad afectiva (masas de gente inmadura en el campo de los sentimientos), hasta los llamados neuróticos en el lenguaje clásico.

¿A qué se debe la degradación de la sociedad y del individuo, tan evidentes hoy día?

Hay una colección de factores: cambios acelerados (hemos cambiado más en dos décadas que en un siglo en cuanto a los grandes conceptos); la degradación de los contenidos televisivos; el postmodernismo, que ha impuesto una ética «light»; el hedonismo; la entronización del placer a toda costa; el consumismo, que lleva a tener muchas cosas pero sin tenerse a sí mismo; el permisivismo, el todo vale; la absolutización de lo relativo; y el materialismo.

Perdida de autoridad

¿Y respecto a la familia?

Se ha llegado a una democratización buena y otra mala. Se ha pasado del patriarcado al filiarcado. Hoy en las familias no mandan los padres sino los hijos. Pero, por otra parte, se ha perdido autoridad, esa autoridad que no hay que confundir con el autoritarismo.

¿Todo esto es el peaje que hay que pagar por la libertad?

Creo que la sociedad ha mejorado en muchos aspectos de una forma notable. Pero al mismo tiempo el hombre se ha deshumanizado.

Da la impresión de que que exista una «internacional» que pretenda aniquilar la familia. ¿Por qué se rompen tantos matrimonios?

Porque el matrimonio es un trabajo, es una tarea. Y en una sociedad tan hedonista, parece como si desconociéramos un dato esencial: no hay amor sin renuncias. El amor es, además, alquimia, magia, códigos secretos, complicidad, química y hechicería. Hay una metodología del amor conyugal compleja. Si eso se desconoce, se rompe el matrimonio. Yo no creo en el amor eterno. Creo en el amor que se trabaja poco a poco.

¿La culpa, en parte, no la tiene Hollywood, que ha presentado como amor lo que era sólo un romance?

Sin duda. Cuando el amor llega suele ser ciego, pero cuando se va es muy lúcido. Hay muchos amores que están construidos con materiales de derribo. Y, lógicamente, eso no tiene futuro.

Rehacer el matrimonio

¿Siempre es posible rehacer el matrimonio?

Lo importante es intentarlo. En mi libro «Remedios para el desamor» (Temas de hoy), hablo de eso. Ante una crisis conyugal se puede recomponer el matrimonio. Yo sugiero tres notas para conseguirlo: volver a empezar, el perdón (darlo y recibirlo) y su correlato de esforzarse por olvidar y, en tercer lugar, luchar por no sacar la lista de agravios del pasado. No olvidemos que lo más difícil de esta vida es la convivencia.
 
Sì, hay que volver a la escritura

Sì, hay que volver a la escritura

Interesante artìculo Bart,:cuadrado:

se menciona que actualmente existe muchos divorcio, lo interesante serìa agregar que obviamente quien està atràs de este plan es el mismo satanàs, tratando de alterar el orden que normalmente Dios ha dado para que el hombre siga adelante, como el homosexualismo por ejemplo, el ataque al matrimonio es tan fuerte que muy pocos sobrevien a ese ataque, y tal como se dice en el artìculo, al ser todo "ligth", entonces recurrir al divorcio es lo màs fàcil.

Solo agregar a lo que menciona el autor, que no es solo volver a leer la biblia, sino a buscar al Dios verdadero, para que de esa manera, el proceso de sanidad que menciona el artìculo sea totalmente completo.

Bendiciones, :angel: