hasta la muerte

David

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18 Noviembre 1998
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Y les dice: Está muy triste mi alma, hasta la muerte: esperad aquí y velad.

Mar14:34


como es posible que un hombre pueda sentir esto y como pues saldra si fuere tomado por una deprecion de esta manera



David Carreón Reyes
 
Aleluya!!!!!

Aleluya!!!!!

Juan 17:13
"Ahora vuelvo a ti, pero digo estas cosas mientras todavía estoy en el mundo, para que tengan mi alegría en plenitud.
Juan 16:21
La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser.
Lucas 10:21
En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.
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Juan 3:29
El que tiene a la novia es el novio. Pero el amigo del novio, que está a su lado y lo escucha, se llena de alegría cuando oye la voz del novio. Ésa es la alegría que me inunda.

Apocalipsis 21
1 Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar.
2 Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido.
3 Oí una potente voz que provenía del trono y decía: "¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios.
4 Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir."
 
Este versículo que cita se refiere a la inmensa angustia que sintió Jesús a pocas horas de dar su vida por toda la humanidad. Estando en el Getsemaní, allí desbordó todos sus sentimientos ante el Padre. Conociendo lo que le esperaba había una lucha en su interior, siendo puro, sin pecado, iba a dar su vida en propiciación por nuestros pecados. Ya en el Getsemaní agonizaba, sufría y lloraba. Yo al imaginar la escena no puedo más que agracecerle que murió por mí, y lo hizo porque quiso, nadie lo obligó, se entregó, se dió para salvarme a mi. Veo que le costó, le costó dolor tanto emocional como físico, pero se dió, por que me amó.

Siendo Jesús, al encarnarse, hombre, sintió la angustia que cualquiera de nosotros podemos llegar a sentir. La depresión que a muchos nos asalta, es una angustia un dolor que trastorna nuestro diario vivir. En mi caso cuando me siento afligida y tan triste, sumida en el pozo de la desesperación, lo único que me ha sacado a la superficie es mirar a Dios, y con el alma alabarle. He sabido cantar con lágrimas bañándome el rostro: Alma mía alaba a Jehová, por que si tú le alabas yo estaré en paz. Hermanos, en ese sacrificio de alabanza Dios me bendice con su paz. Dejo de fijar mi vista en mi, en mi dolor, en mi carencia y fijo mis ojos en el Altísimo y Él se hace cargo de mi causa y salgo de la angustia. ¿Que el problema que causó la angustia sigue allí? Sí, muchas veces continúa, pero ya con la ayuda de Dios, no me atormenta el porvenir, aprendo poco a poco a confiar en Él y eso trae paz.