Re: ¿Habla Hebreos 3,4 de un sabado semanal?
Estimado herald y revalador. Saludos cordiales.
Veamos este entuerto:
Si deberias escribir esas citas porque muchas iglesias adventistas sigen usando hebreos 4 para apoyar el sabado, no creo que lo hicieran si Elena White hubiera dicho que eso no servia para el Sabado:
Respondo: Fíjate como revelador rehuye comentar Hebreos 4:4,5.
"Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día:
Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.
Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo."
¿Sabes por qué?
Por la sencilla razón de que hay un especial vínculo entre el reposo sabático y el reposo espiritual que Dios quiere que tenga cada generación, un reposo del cual el sábado es símbolo.
Isaías 58:13-14 "Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Yahweh; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Yahweh; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Yahweh lo ha hablado."
Nuestro Señor Jesucristo es el reposo (Mateo 3:17) Y se oyó una voz del cielo que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco”), su reinado y territorio es el reposo, Josué no pudo introducir a Israel al reposo, ni Moisés, ni ningún otro, sólo el Señor puede introducirnos en su reposo. Este reino ya ha comenzado en forma espiritual pero todavía esperamos el día en que el gobierno del hombre llegue a su fin en la tierra y Jesucristo extienda su tabernáculo entre los hombres.
No hay problema, existen dos citas de Elena White con relación a Hebreos 4:9-11, dos citas que aparecen también en la biblia publicada por los adventistas, llamada la palabra clara, he aquí una:
[Se cita Heb. 4:9, 11] El reposo que aquí se menciona es el reposo de la gracia... Los que aprenden de Jesús su humildad y mansedumbre, encuentran reposo en la experiencia de practicar las lecciones de Cristo. No se obtiene reposo en la indolencia, el egoísmo y la búsqueda de placeres. Los que no están dispuestos a dar al Señor un servicio fiel, ferviente y amante, no encontrarán reposo espiritual ni en esta vida. (MS 42, 1901).(Tomado del CD. Rom fideocomisarios del ministerio White)
Tiempo después Elena White menciona en otro de sus escritos lo siguiente comentando hebreos 4:9-11, lo siguiente: "Es el verdadero reposo de la fe" (MB 1).
Así que la mismísima profeta de los adventistas citando hebreos 4:9-11, no dice que este reposo sea el reposo sabático semanal, sino que es el reposo de la gracia y el reposo de la fe, el reposo espiritual. Así que en este punto Elena White se gana mis respeto, en este asunto ella si dió en el clavo. Por supuesto a medias, pero dio en el clavo.
La razón de que muchos adventistas hasta la fecha (no todos por supuesto) crean que hebreos 4:9-11 habla del sábado del septimo dia se debe a los escritos del libro Sabbath Under Crossfire, 1998 del Dr. Bacchiocchi usa a Heb. 4:9 muchas veces de forma que prostituye el texto sagrado. Sin embargo la Review de 1994 desestima tal posibilidad.
"Así que queda la oferta de un reposo espiritual que Dios quiere que tenga cada generación, un reposo del cual el sábado es símbolo" (Review & Herald, publ. 1994).
Así los encargados de la Review afirmaron diciendo que el sábado era simbolo de un reposo espiritual... ¿Qué tal?
Y esto no para ahí, Hace años, este texto se usaba así. Pero, antes de que apareciera el Comentario ASD, el pastor F. D. Nichol escribió: "Si usted mira nuevamente las galeras de prueba, notará que nosotros declaramos con cierta extensión que no creemos que Hebreos 4:9 presenta un argumento válido a favor del sábado ... Hebreos no es el lugar para tratar de establecer la doctrina del sábado". (Aug. 29, 1957, Archivos ASD).
Así que su comentario dice: "El escritor de Hebreos parece usar 'katapausis' y 'sabbatismos' más o menos como sinónimos" y "Porque Josué no guió al Israel literal al reposo no es razón para que los cristianos observen el sábado".
Añaden las palabras de Ellen White: "El reposo del que se habla es el reposo de la gracia" (MS 42, 1901). "Es el verdadero reposo de la fe" (MB 1).
Con lo que cualquier lector de griego estaria de acuerdo del uso que Pablo le da a ambas expresiones en el mismo capítulo como sinónimo de lo que está hablando. Y en esto el pastor F. D. Nichol tenía razón.
He ahí la citas, y el fundamento de las cosas.
Respondo: Hay una íntima relación entre el reposo sabático y el reposo de la justificación por la fe. Por Richard M. Davidson
"
Entremos en el reposo de Dios"
Los invito a recordar un grupo de líderes poderosos y prominentes de la Biblia. Dado que fueron tan prominentes en la historia de Israel, sin duda reconocerán sus nombres: Samúa, Safat, Igal, Palti, Gadiel, Gadi, Amiel, Setur, Nahbi y Geuel.
De hecho, todavía no he encontrado un grupo de adventistas que pueda identificar estos nombres mientras los leo, antes de que agregue los dos últimos nombres de la lista: Josué (Oseas) y Caleb. Sí, estos son los nombres de los doce espías enviados por Moisés bajo las órdenes de Dios para inspeccionar la Tierra Prometida (Números 13:4-16). Diez líderes fueron un tétrico fracaso, al arrastrar a toda una generación consigo, mientras que Josué y Caleb fueron paladines de victoria y de éxito.
En las fronteras de Canaán Dios había prometido a Israel, por medio de Moisés: “Porque hasta ahora no habéis entrado al reposo [hebreo menuchah]
y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios. Más pasaréis el Jordán y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro Dios os hace heredar; y él os dará reposo [hebreo nuah] de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis seguros” (Deuteronomio 12:9, 10).
Revivamos la historia
Después de haber repartido la herencia entre las doce tribus, el autor del libro de Josué escribe este resumen poderoso y emocionante: “De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella. Y Jehová les dio reposo [menuchah] alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres” (Josué 21:43, 44).
¡El pueblo de Dios había entrado en el reposo de Dios! Es verdad, todavía tenían muchas batallas que enfrentar antes de poseer realmente la tierra en su plenitud; sin embargo, en un sentido real, la promesa de reposo en aquella tierra de leche y miel se estaría cumpliendo mientras confiaran en la promesa de Dios.
Pero la historia de Josué, que guió a Israel al reposo de Dios, no solo es una historia de un pueblo de allá lejos y hace mucho tiempo. Es nuestra historia, también.
Entrar en el reposo de Dios
Solía pensar que el cumplimiento tipológico de entrar en el reposo de Dios, como lo hicieron Josué, Caleb y el Israel leal, tendría lugar en ocasión de la Segunda Venida. Pero, de acuerdo con el libro de Hebreos, ya podemos, por fe, entrar en el reposo de Dios. Podemos experimentarlo AHORA.
En Génesis 2, sabemos que Dios descansó de sus obras el día sábado, e invitó a Adán y a Eva a descansar ese primer sábado. ¿De qué cosas descansaban Adán y Eva? ¿De sus obras? No, estaban descansando de la obra finalizada por Dios.
Así, incluso desde antes de la irrupción del pecado, existió una profunda inferencia del principio de justificación por la fe. Y Pablo extrae la implicación para los creyentes de su tiempo: “Por tanto, queda un reposo [sabbatismos, descanso sabático] para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas” (Hebreos 4:9, 10). Cada sábado, cuando descansamos de nuestra obra, proclamamos nuestra experiencia de justificación por la fe, de que no confiamos en nuestras propias obras, sino en la obra finalizada de Cristo en favor de nosotros. El sábado se convierte en la señal externa del “reposo de la gracia” (Comentario bíblico adventista, t. 7, p. 940), que los creyentes en Cristo pueden experimentar durante toda la semana.
Descanso en Cristo
El precioso pensamiento de que podemos “descansar en Cristo” por fe y tener la certeza de ser aceptados por él es una noticia maravillosa. No me atrevía a creerlo incluso como alumno de Teología en el Seminario, ni como pastor joven.
Como pastor novato, predicaba sermones llenos de Cristo, aunque desprovistos de la seguridad de que podíamos descansar en él. Pero, a través de una cadena de circunstancias maravillosas y providenciales, la sencillez y la belleza del evangelio comenzaron a revelarse ante mí. Estaba sorprendido de gozo por el claro testimonio bíblico de que podía tener la certeza de entrar en su reposo: “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna” (Juan 6:47). “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios” (1 Juan 5:13; comparar con los vers. 11, 12). “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).
Esta invitación a descansar confiadamente en la justicia de Cristo no lleva a la “gracia barata”; antes bien, “su fruto es para santidad” (Mensajes selectos, t. 1, p. 421; comparar con Romanos 6:22). Solo mientras confío totalmente en los méritos de Cristo, mi Sustituto y Seguridad, puedo obedecer verdaderamente a Dios en el espíritu al igual que en la letra de la Ley.
Otras dimensiones del descanso sabático
El apóstol nos asegura, en Hebreos 4:8 “Por tanto, queda un reposo [sabático; griego sabbatismos] para el pueblo de Dios”. Esta palabra, sabbatismos, se refiere no solo al descanso espiritual de la gracia, sino también a una observancia semanal real del séptimo día, el sábado; un descanso multidimensional disponible para el pueblo de Dios.
He descubierto siete dimensiones del descanso sabático, resaltados por varios verbos hebreos empleados en los libros de Moisés. Los invito a contemplar este descanso multifacético.
Ya hemos hablado del
descanso espiritual.
Una segunda faceta que Dios nos ofrece es el
descanso físico. En el séptimo día de la Semana de la Creación, Dios “reposó [...] de toda la obra que hizo”
(Génesis 2:2). El verbo para designar “reposó” utilizado aquí es shabbat, que significa “detenerse, cesar”.
En el cuarto Mandamiento, se nos invita a seguir el ejemplo de Dios; a detenernos, a cesar de nuestra tarea semanal.
El cuarto Mandamiento también indica que Dios descansó mentalmente, al igual que físicamente.
El verbo para “descansó” utilizado aquí no es shabbat, como en Génesis 2, sino nuach; que significa
“estar tranquilo, en un estado de reposo y paz”.
Después de crear en seis días, Dios se distendió en tranquilo reposo, regocijándose mentalmente en el mundo que había creado. El sábado nos invita a unirnos a él en este sentido del reposo y la paz reparadores.
Éxodo 31 agrega una cuarta dimensión del descanso sabático cuando dice que
Dios “cesó” (vers. 17). Este verbo literalmente significa “cubrirse de nueva vida o alma” (nephesh). Aunque Dios obviamente no estaba cansado, se cubrió de nueva vida; se renovó, experimentó el descanso emocional. Durante el sábado, Dios anhela “recargar nuestras baterías” emocionales, refrescar y restaurar nuestras almas.
Una quinta dimensión del descanso sabático es la de ser
un reposo creativo y festivo. En Éxodo 31, Dios pronunció: “Los israelitas deberán observar el sábado. En todas las generaciones futuras será para ellos un pacto perpetuo, una señal eterna entre ellos y yo” (vers. 16, NVI). Hemos de “hacer” el sábado –así como Dios hizo los cielos y la tierra– con toda la creatividad y la energía que Dios desplegó en su proceso creativo. La versión Reina-Valera 1960 capta el significado de este versículo utilizando la palabra “celebrar” en vez de simplemente “observar” el sábado. Dios nos ofrece una oportunidad, el sábado, de celebrar exuberantemente su bondad.
La sexta dimensión del sábado es que
está lleno de poder. En el pensamiento hebreo, cuando Dios bendice algo, lo habilita para cumplir la función para la que es designado. La habilitación sabática se extiende por sobre los demás días de la semana.
La séptima dimensión del descanso sabático se percibe en las palabras “Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó [o
lo hizo santo]” (Génesis 2:3).
¿Cómo santifica algo Dios? Con su presencia. El don del reposo sabático no es solo el regalo de un día, sino también el don de una Persona, que llena el día con su presencia amante.
El Santuario celestial y el reposo
En el Antiguo Testamento, el nombre principal para “reposo” [hebreo menuchah; griego katapausis] también significa “lugar de reposo”, y se equipara con el Monte Sion (la ciudad de Jerusalén), y en particular, con el lugar del Trono de Dios en el
Santuario o Templo.
Por ello, no es de extrañar que en la Epístola a los Hebreos, inmediatamente después de mencionar el descanso sabático en Hebreos 4, el autor nos invita a acercarnos “confiadamente al trono de la gracia [en el Santuario celestial, el “lugar de reposo” de Dios], para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (vers. 16). Esta no es solo una metáfora para referirse a la oración. Se nos invita a acercarnos realmente al Trono de la gracia en el Santuario celestial, por medio de la fe. Esta invitación aparece tres veces más en la epístola: Hebreos 6:19 y 20; 10:19 al 22; y 12:22 al 24. Cuatro veces se nos invita ahora, por fe, a entrar en el reposo de Dios (es decir, en su
“lugar de reposo”) en el Santuario celestial.
Estos pasajes repetidamente nos instan a considerar la posibilidad de que realmente nos acerquemos por fe al
Santuario celestial de la Jerusalén celestial.
En estos pasajes, encontramos un llamado a algo más que un servicio metafórico, de labios, para la doctrina del Santuario. Esto es lo que me gusta llamar una invitación a “la vida del Santuario”.
Cuando se enfrenten con las dificultades, con todas las presiones de la vida, pueden entrar en el reposo de Dios.
El “reposo de la gracia” es la fuente de “misericordia y [...] gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16); es “la firme ancla del alma” (Hebreos 6:19). Está vinculado con el privilegio de purificar los corazones de mala conciencia y lavar los cuerpos con agua pura (Hebreos 10:22). Está vitalmente relacionado con la celebración y la adoración gozosas en la presencia de “la compañía de muchos millares de ángeles” (Hebreos 12:22).
En una palabra,
Jesús, el Nuevo Josué, pone a nuestra disposición el cumplimiento antitípico de todo lo que estaba implícito en el reposo de Dios en la historia del antiguo Israel. Podemos acercarnos por fe a la Canaán celestial (Hebreos 12:22-24); podemos hacer guerra contra nuestros enemigos espirituales (Efesios 6:10-17); y recibir nuestra herencia espiritual (Hechos 20:32; Efesios 1:11, 14, 18); y, ¡alabado sea Dios!, disfrutamos del reposo espiritual de la gracia en su presencia (Hebreos 4:9-11).
Lo que es nuestro para que disfrutemos ahora, como una experiencia de fe de entrar en el reposo de Dios, un día alcanzará su cumplimiento final en relación con la Segunda Venida y el más allá. El autor de Hebreos señala el “reposo” de Dios no solo como una experiencia actual, sino también como una esperanza futura:
“Procuremos, pues, entrar en aquel reposo” (Hebreos 4:11).
Habrá una conquista final y literal sobre los enemigos de Dios. Disfrutaremos de nuestra herencia final (Mateo 25:34; Colosenses 3:24; Apocalipsis 21:7). Y sí, por fin entraremos en el reposo glorioso y eterno de Dios. ¡Que ese día llegue pronto! Amén.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.