«»Pueblo mío, ¡salgan ya de Babilonia!
¡Escápense de ese país!
¡Corran al frente de los que huyen!
Yo enviaré contra Babilonia
grandes naciones del norte que la atacarán,
la conquistarán y se quedarán
con todas sus riquezas.
Sus soldados son de lo mejor;
¡sus flechas siempre dan en el blanco!»
Jeremías 50:8-10 TLAI
LAS FLECHAS DE LAS NACIONES DE NORTE
CAERÁN SOBRE LAS CIUDADES DE TODO EL MUNDO
«La gran ciudad de Babilonia
quedó dividida en tres partes,
y las ciudades de todo el mundo se desplomaron.
¡Los pecados de la gran Babilonia se
agolparon en la memoria de Dios
y la ciudad tuvo que sorber como castigo
el vino del ardor de su ira!
Las islas desaparecieron
y las montañas se desmoronaron,
y se desató del cielo una granizada
tan grande que cada uno de los granizos
que caía sobre la humanidad
pesaba alrededor de cuarenta kilos.
Y la humanidad maldijo a Dios
por esa terrible plaga.»
Apocalipsis 16:19-21 NBV
EN LA ANTIGÜEDAD NO
SE PODÍA DESTRUIR UNA
GRAN CIUDAD EN UN INSTANTE,
EN LA ACTUALIDAD SE PUEDEN
DESTRUIR MUCHAS EN UNA HORA.
«¡Cuánta riqueza se perdió
en un instante!».
Los navíos y los capitanes
de las flotas mercantes,
sus tripulaciones y sus pasajeros
y todos los que viven del mar,
se pararán lejos, y al contemplar
el humo del incendio, dirán:
«¿Dónde vamos a encontrar
otra ciudad como esta?».
Y echándose tierra en la cabeza
en señal de duelo,
dirán ahogados por el llanto:
«¡Ay, pobre de la gran ciudad
que nos enriqueció
con su gran riqueza!
¡En sólo una hora desapareció…!»
Apocalipsis 18:17-19 NBV