Presidente Vladímir Putin:
Los socios occidentales ignoran los principios básicos de la economía de mercado, el libre comercio y la inviolabilidad de la propiedad privada.
Aplican políticas macroeconómicas irresponsables, como la puesta en marcha de la impresión de dinero, las emisiones incontroladas y la acumulación de deudas sin garantía.
Occidente sigue imponiendo sanciones por motivos políticos y refuerza los mecanismos de presión sobre los competidores, rompiendo los lazos de cooperación, las cadenas de transporte y logística.
Todo esto contradice el sentido común y la lógica económica elemental, va en detrimento de los intereses empresariales a escala mundial, afecta negativamente al bienestar de la población, de hecho, de todos los países.
Como resultado, los problemas de la economía mundial se están volviendo crónicos.
Hay un descenso de la actividad empresarial, un aumento del desempleo, una escasez de materias primas y componentes.
t.me
***
«”¡Ha llegado el día! ¡Ha llegado la hora!
¡Por todas partes se ve orgullo y maldad!
Crece la violencia y brota la maldad.
¡Pero de ustedes no quedará nada!
¡Ni grandes ciudades, ni grandes riquezas!
”¡Ha llegado la hora! ¡Ha llegado el día!
¡Se acabó la alegría de los que compran
y los que venden!
¡Voy a castigar a estas multitudes!
Aunque los comerciantes queden con vida,
no podrán recuperar sus mercancías.
Ya he anunciado lo que haré
con esta gran ciudad,
y nada hará que cambie de opinión:
¡nadie quedará con vida!
[…]
Tirarán a la calle su oro y su plata,
como si fueran basura.
Ese día descargaré mi ira,
y nada podrá salvarlos,
ni siquiera su oro y su plata,
pues fueron la causa de sus pecados.
Todas esas riquezas
no podrán quitarles el hambre
ni llenarles el estómago.
”Tan orgullosos estaban
de sus valiosas joyas,
que con ellas hicieron
imágenes de sus ídolos.
¡Pero yo haré que esas joyas
les den asco!
Cuando yo abandone este país,
vendrán ladrones extranjeros
y se robarán esas riquezas.
Vendrán los peores criminales
y entrarán en mi templo,
llevándose mis tesoros
y dejando el lugar inservible.
[…]
”Entonces se llenarán de angustia.
Y querrán tener paz, pero ya no habrá paz.
¡Vendrá desgracia tras desgracia!
¡Solo habrá malas noticias!
No habrá profetas
que les hablen de mi parte,
ni sacerdotes que puedan enseñarles,
ni gente capaz de dirigirlos.
El rey estará de luto,
el gobernante estará deprimido,
y todo el pueblo estará aterrado.
Los trataré tal y como ellos
trataron a los demás;
los juzgaré tal y como ellos juzgaron a otros.
Entonces reconocerán
que yo soy el Dios de Israel”».»
Ezequiel 7:10-13, 19-22, 25-27 TLAI
https://bible.com/bible/178/ezk.7.10-27.TLAI