Gloria a Dios!

Re: Gloria a Dios!

Queridos hermanos: Todo el mundo hoy celebra la llegada del nuevo pontífice, quien declara que es la piedra de la iglesia y cabeza visible de ella en la tierra. De allí su título de "papa." Pero Jesús declaró en Sn. Mateo: "Y no llaméis padre (del griego: papas) vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre (Abba), el que está en los cielos." Así que, no es ahora que tenemos padre, o papa, sino que Dios siempre ha estado por nosotros y El no muere, sino que vive por los siglos. En la oración del Padre Nuestro, Jesús no nos pide que oremos a nadie ni a nada en la tierra, sino al Padre que está en los cielos. En esta oración, Jesús no nos dice que oremos a su madre ni a otros justos, sino que sólo nos menciona a su Padre. Y ya cerca de terminar su ministerio terrenal, les volvió a decir: "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo." (Juan 14:13.) Esto es lo que enseña La Biblia, pero la tradición de la iglesia romana lo contradice, diciendo que hay que orar a María y a los santos. La Biblia declara que “hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”(1 Timoteo 2:5.) <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12.) "Respondiendo él les dijo: Hipócritas, bien profetizó Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición...invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas." (Marcos 7:6-13.) Más de un conocedor católico de La Biblia me dirá ahora: "Amigo, en este texto, Jesús se refiere a las costumbres y tradiciones de los rabinos judíos, quienes invalidaban la palabra de Dios, colocando sus ritos por encima de ella, y no se aplica a nuestras costumbres." Pero ahora agregaré: Notemos como ya habían tradiciones escritas por maestros en el tiempo de Jesús, y que éstas eran ajenas a las Sagradas Escrituras, aunque para aquellos judíos estas costumbres eran consideradas bíblicas y necesarias de cumplir, como el lavamiento ceremonial antes de comer. Notemos que apesar de ser una costumbre sana e higiénica, Jesús no la consideraba espiritual, ni un requerimiento espiritual. Jesús no la incluye junto a la Palabra de Dios. Al contrario, comienza exaltando la inspiración profética de La Biblia, mencionando un pasaje del profeta Isaías; con un "escrito está," le daba a la Biblia la autoridad y veracidad que ella tiene por encima de toda costumbre y tradición humana. Jesús no seguía las tradiciones de su época, sino la inspiración de La Biblia. Cuando fue tentado por el diablo en el desierto, se escudaba con un "escrito está de la Palabra inspirada de Dios. Jesús no se apoyaba en las tradiciones rabínicas, escritas como sagradas; siendo éstas tradiciones de su época, El no se apoyaba en ellas, ni se defendía con tales tradiciones, sino que por el contrario, se basó estrictamente en La Biblia y la exaltaba como única norma de fe y autoridad. ¿Por qué entonces los católicos de hoy siguen la tradición de los papas y no la sencilléz de la Escritura? <o:p></o:p>

Estamos de acuerdo en que se puede escribir y aconsejar como un profeta de Dios, o como un maestro, temas que nos lleven a los principios de La Biblia, siempre y cuando éstos no contradigan a la inspiración de la Escritura. Por eso “habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.” (Mateo 23:1-3.)<o:p></o:p>

En otra parte, Jesús declaró que aun en el Nuevo Testamento, “yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad.” (Mateo 23:34.) ¿Podemos creer en los profetas? Sí, El dijo que seguiría enviándolos, aun en el tiempo del fin (Hechos 2:16-21; Hechos 21:8-11; Hechos 11:27-28; 13:1-3; 1 Corintios 12:27-31) Debemos creer siempre y cuando ellos nos lleven a la Biblia, y probando si son realmente enviados por El (1 Juan 4:1-6; Hechos 17:10-11; Mateo 7:15-20.) <o:p></o:p>

La Biblia dice que uno es el Padre nuestro, El que está en los cielos, y que santificado sea SU NOMBRE, así que no podemos llamar "santo padre" al pontífice romano, ni orar a otra persona o con otras cosas aquí en la tierra, sino al Padre que está en los cielos. Cuando "uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar" Jesús "les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estáis en los cielos, santificado sea tu nombre..." (Lucas 11:1-4.) Las tradiciones romanistas del celibato, son contrarias a la Palabra de Dios: "¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne, por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre." (Mateo 19:4-6.)<o:p></o:p>

Honrado por Bill Clinton, George Bush y otros dignatarios del mundo, el papa es una figura mundial. "¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas." (Lucas 6:26.) <o:p></o:p>

Ahora, el pontífice declara que él es el sucesor de Pedro, a quien según la creencia popular, Jesús le declaró la piedra. La Biblia declara que su nombre original era Simón, un pescador de Galilea. "Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.<o:p></o:p>

Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro (del griego: Petrós, que significa: piedra de dimensión pequeña) y sobre esta roca (del griego: petrá, Roca o Peña de dimensión grande) edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." (Mateo 16:13-19.) Jesús tenía por costumbre poner un sobrenombre a cada discípulo, de acuerdo a los rasgos de carácter y personalidad de cada uno de ellos. Eligió "a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; (no dice: "a quien puso el título de papa" o "a quien pondría sobre todos como principal") La Biblia sigue diciendo allí: "a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apedilló Boanerges, esto es, Hijos del trueno..." (Marcos 3:16-17.) Tomás era "llamado Dídimo" (gemelo.) Véase Juan 11:16. A Leví le puso "Mateo" (Lucas 5:27; Mateo 9:9; Marcos 2:14.) A lebeo, le puso "por sobrenombre Tadeo." Vea Mateo 10:3. Pedro mismo declara en su carta quien es la Piedra: "Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas paa Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La Piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; y Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados." (1 Pedro 2:4-8.)<o:p></o:p>

Simón fue el primero que declaró a Jesús como el Cristo, el Mesías, el Ungido prometido de Dios a la humanidad. Es en esta primera confesión hecha por Pedro, que Jesús anuncia la edificación de su iglesia, una iglesia viva y creyente en El que es el Cristo, la roca sobre la cual cada hombre simenta su vida y su salvación. Jesús le llama por eso Pedro a Simón. ¿Quién es la roca? ¿Jesús o Pedro?<o:p></o:p>

Ya lo leímos en la Palabra de Dios. Aun los otros apóstoles al igual que Pedro, citan las Escrituras del Antiguo Testamento para confirmar que Jesús es la Piedra sobre la cual se edifica la iglesia, y presentan a Jesús en sus evangelios llamándose así mismo: "La Piedra" (Mateo 21:42; Marcos 12:10-11; Lucas 20:17-18; Salmo 118:22-23.) <o:p></o:p>

También Jesús le dijo a Pedro: "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo." (Mateo 16:19-20.) Más adelante les dijo a todos sus discípulos: "De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo." (Mateo 18:18.) ¿Por qué Jesús le dice a Pedro: Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos? Porque cuando El les preguntó quien decían ellos que era El, Pedro fue el primero que le contestó bajo la influencia del Espíritu Santo: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." Bajo esta misma influencia, Pedro fue el primero que abrió la puerta a los judíos para entrar en el reino de Dios por medio del evangelio, cuando se levantó en el día de Pentecostés, y predicó de Jesús a una gran multitud de judíos. Fue en ese día en que cayó el poder del Espíritu Santo sobre la iglesia, que Pedro "abrió la puerta" a unas 3 mil personas que se bautizaron. De esta manera comenzó la obra de evangelización de la iglesia, y por eso Jesús le dijo que le daría las llaves del reino. También usó otra llave cuando por primera véz abrió la puerta a los gentiles (no judíos) que creyeran en Jesús, cuando el Espíritu le indicó que fuera a casa de Cornelio, un centurión romano que amaba a Dios y a quien un ángel del Señor le indicó que buscase a Pedro. Así pues, vemos que Pedro fue el que inició la obra de la proclamación del evangelio tanto a judíos como a gentiles, abriéndonos a todos la puerta del camino de Cristo hacia el reino eterno. (Leamos por favor esto en Hechos capítulos 2, 10 y 11.)<o:p></o:p>

Jesús nos advirtió que la mayoría de la humanidad sería engañada, yendo por el camino espacioso y la puerta ancha que lleva a la perdición, y los millones de romanistas y cristianos que siguen las enseñanzas del papado cumplen esta profecía. (Mateo 7:13-20; 24:1-5; 11-13; 24-26.) La iglesia romana se estableció en la historia no con el llamado que hizo Pedro con El Espiritu Santo, si no a punta de hoguera, de espada, y tradición que aprendieron y transmitieron no de La Biblia, si no de sus padres. Jesús declaró que su iglesia verdadera sería perseguida y no una iglesia perseguidora. (Juan 16:1-4; Lucas 21:12.) La iglesia romana persiguió a millones por los siglos, cruzadas sangrientas, inquisiciones y el silencio del holocausto tuvieron que ser reconocidos como errores por Juan Pablo II quien hasta pidió perdón públicamente por ellos. "Por sus frutos los conoceréis" dijo El Señor. La iglesia romana, sus papas y sus tradiciones han sido un árbol que dio malos frutos durante toda la historia y por tanto los ofrece hoy, y los volverá a dar; ¿Cómo pues los líderes de este mundo y la gran mayoría de la humanidad apoya este sistema que ha durado casi 1,500 años? Porque es una religión fácil y popular. Debemos amar aun a nuestros enemigos, y no imponer nada por la fuerza, porque Dios “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” (1 Timoteo 2:4.) Amemos pues al pontífice, mas no hagamos como él enseña en contra de la inspirada Palabra de Dios.<o:p></o:p>

Franck Junior Flores<o:p></o:p>

Adventista del Séptimo Día.<o:p></o:p>

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