Ingrid Betancourt expresó hoy su deseo de viajar a México este año y visitar la Basílica de la Virgen de Guadalupe, para agradecerle su liberación tras más de seis años de cautiverio en manos de las FARC.
París.- 'Quiero abrazar y besar los pies de la virgen de Guadalupe para agradecerle mi liberación', declaró la ex candidata a la Presidencia de Colombia en entrevista con Notimex en el hotel donde se aloja en la capital francesa.
'Me fascina que me hablen de todas las vírgenes, pero la de Guadalupe la amo', agregó Betancourt, quien asegura que vivió una de las 'experiencias' más especiales de su vida la primera vez que fue a la Basílica para rezar a la virgen por recomendación de su papá.
'Yo me acerqué a esa imagen, caminé por debajo y sentí una energía que nunca he sentido en mi vida', comentó Betancourt, tras destacar que el primer lugar al que acudió en México fue a la Basílica, ya que tomó un taxi directo desde el aeropuerto tras llegar a ese país.
'No soy espiritista ni creo en esas cosas. Ese tipo de cosas no van conmigo, pero sentí una cosa que me impactó tanto', recordó la ex candidata a la Presidencia de Colombia.
'Cuando estaba en el secuestro yo trataba de conectarme con esa energía que sentí con la Virgen de Guadalupe o por lo menos con la sensación', dijo Betancourt, quien pasó más de seis años secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
'Es como una vibración fuerte, pero no puedo decir que vi luces, nada especial, no puedo decir que se me apareció la virgen no', rememoró la política colombo-francesa, liberada el pasado miércoles por el ejército colombiano junto con otros 14 rehenes.
Betancourt, quien comentó que todavía no sabe cuándo regresará a su país, expresó su deseo de ir lo más pronto que pueda a México para volver a visitar la Basílica y meditar junto a la imagen de la Virgen de Guadalupe.
'Aspiro, y yo sé que la virgen me va a ayudar, a ir pronto a México. Quisiera hacer una visita en toda América Latina, Argentina, Brasil, en algún momento, antes de navidad', apuntó.
En México y en los otros países latinoamericanos 'quiero abrazar a la gente y darles las gracias por haber orado por mí, por haberme ayudado y también para pedirles