Re: Génesis 1:26... ¡¡¡Un misterio trimitario!!!
Estimado junior. Saludos cordiales.
" 1 Juan 5:7 no aporta nada en este debate, pues es un pasaje espurio. Los manuscritos más antiguos como el Códice Sinaítico, Códice Alejandrino, Manuscrito Vaticano 1209, Vulgata Latina, Peshita Siríaca, no lo incluyen, y aparece por primera vez en manuscritos griegos posteriores y en la Recensión Clementina de la Vulgata, mucho después de la definición nicena.
De hecho, versiones católicas como las de Serafín Asuejo, Biblia de Jerusalén, Biblia Lationamericana, Nácar-Colunga y Evaristo Martín Nieto, no lo incluyen.
Se trata de una de tantas falsificaciones que ha forjado la iglesia católica para legitimar su primacía ante el mundo. No obstante, la doctrina trinitaria no necesita de falsificaciones como ésa, pues Tertuliano hace una brillante exposición trinitaria en su Contra Praxeas , y luego Atanasio de Alejandría hará una defensa no menos meritoria ante el Concilio de Nicea, sin necesidad de forjar pasajes fraudulentos como ése." (Aporte de Giovanni Cabrera)
"Cuando nuestro Cristo se levantó de los muertos y ascendió al cielo, a los gobernantes en el cielo, bajo indicación de Dios, se les ordena abrirle las puertas del cielo, para que el Rey de Gloria pudiera entrar, y habiendo ascendido, pudiera sentarse a la derecha del Padre hasta que ponga a sus enemigos por estrado de Sus pies, como se ha manifestado en otro Salmo. Porque cuando los gobernantes del cielo lo vieron feo y de apariencia deshonrosa y sin gloria, al no reconocerlo, preguntaron: “¿Quién es este Rey de Gloria?” Y el Espíritu Santo, sea por la Persona de Su Padre, o por Su propia Persona, les responde: “Jehová de los Ejércitos, él es el Rey de Gloria” (Justino Mártir, del siglo II E.C en Diálogo con Trifón, cap. 36).
Notemos que Justino reconoce la personalidad del Espíritu Santo, al describirlo como un Personaje que actúa en el escenario celestial, que habla por sí mismo y es escuchado por toda la hueste angelical. Notemos. además, que para Justino el Hijo es Jehová de los Ejércitos, el Rey de gloria".
"Y el bendito Juan, en el testimonio de su evangelio, nos da cuenta de esta Economía y reconoce la Palabra como Dios, cuando dice: «En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios». Si, pues, la Palabra estaba con Dios, y era también Dios, ¿qué sigue? ¿Diríamos que él habla de dos Dioses? Yo en verdad no hablaré de dos Dioses, sino de uno; sin embargo, de dos Personas, y de una tercera Economía, es decir, de la gracia del Espíritu Santo. Porque el Padre en verdad es Uno, pero hay dos Personas, porque también está el Hijo; y hay una tercera, el Espíritu Santo...
...En relación con el poder, por tanto, Dios es uno. Pero en relación con la economía hay una triple manifestación...
...«Id y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo». Y con esto Él mostró que cualquiera que omita a uno de estos tres, falla en glorificar a Dios perfectamente. Porque es a través de la Trinidad que el Padre es glorificado. Porque el Padre deseó, el Hijo hizo, el Espíritu manifestó. Todas las Escrituras, entonces, proclaman esta verdad" (Hipólito en Contra Noecio, 14).
Cada vez que la Biblia habla de un espíritu como sujeto, habla de una persona y no de una fuerza impersonal. Esta diferencia es fundamental para entender el concepto bíblico de “espíritu”.
Otra diferencia importante entre las personificaciones y las personas es que en la Biblia los conceptos personificados no interactúan con los seres humanos como si fueran personas conscientes, ni intervienen en la historia bíblica como personajes con ambiente, acciones y parlamento. En cambio al Espíritu Santo lo vemos interactuando con los hombres, dirigiendo (Hec 13:2, 4), corrigiendo, opinando (Hec 15:28 ), testificando (Hec 20:23), guiando (Ro 8:14), enseñando (Juan 14:26), convenciendo (Juan 16:8 ), ordenando (Hec 20:28 ), prohibiendo (Hec 16:6), y hablando a los hombres, nada de lo cual se nota en las personificaciones literarias de las Escrituras. Esto sólo puede significar una cosa: el Espíritu Santo es una persona real con identidad propia.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.