Genealogía mística del amor

irichc

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10 Agosto 2003
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boards1.melodysoft.com
¿Amamos algo porque está en nosotros o está en nosotros porque lo amamos?

Si lo amamos porque está en nosotros, ¿cómo llegó a nosotros sin amor? ¿Cómo empezamos a amar?

Es decir, se postula que amamos la imagen ideal que nos formamos de alguien; que esa imagen es nuestra propia imagen; que, en consecuencia, sin autoimagen no podemos amar.

En ese caso, si el amor depende de la autoimagen o autoconciencia, ¿pueden amar los bebés o los animales? ¿No aman éstos nunca? ¿Empiezan aquéllos a amar en un momento determinado, dando el salto, por así decirlo, del no-amor al amor? ¿Es inopinado, es azaroso ese salto?

Hasta aquí la formulación del problema.

* * *

A pesar de las aporías, creo que es posible fijar un denominador común para ambos "amores", humano y animal, que no es la proyección de una autoimagen, sino la atracción hacia aquello de lo que carecemos y consideramos innatamente como bueno. Nosotros intelectualmente, aunque no siempre con la misma distinción; los animales, irracionalmente.

Ahora admitidme la siguiente ecuación, basada en la economía de palabras: conocer es amar y amar es conocer.

Sólo podemos conocer lo positivo, de modo que no odiamos el mal porque lo conozcamos, sino porque nos priva del conocimiento de un bien mayor. Hablando con propiedad, no odiamos el mal, sino que lo queremos menos.

Dicho esto, aclaro: amar significa atraer hacia sí, y el conocimiento no es otra cosa. Es la interiorización de lo externo, el acercamiento de lo lejano o el desvelamiento de lo oculto.

Conocer y amar se dan al mismo tiempo, en un procedimiento único.

Entonces, volviendo a la problemática que nos ocupa, ¿cómo podríamos empezar a amar si nuestro amor depende de la autoconciencia y ésta sólo se forma en base a la experiencia? Habría que esperar, en efecto, a que nuestra conciencia se formara para empezar a amar.

Pero hemos convenido en que conocer y amar es lo mismo, y huelga decir que consciencia y conocimiento participan de una misma raíz etimológica.

Entonces, concluyo, conocemos y amamos gracias a ideas innatas, previas a toda experiencia, aunque la experiencia nos dé la ocasión de amar y conocer.

La idea de todas las ideas, el fundamento de su cognoscibilidad y, por consiguiente, de su ser, es Dios, el Dios del Amor y del Conocimiento.

* * *

Resolvamos una posible objeción antes de proseguir con las consecuencias de todo lo razonado.

No avanzamos nada al considerar que la tendencia al amor que manifestamos está "programada" en nuestro mapa genético.

La programación genética vendría a ser la versión empirista de las ideas innatas. Pero así como la evolución explica los genes, los genes no explican la evolución.

Los genes no son eternos, y la historia no puede rotar en ellos. En cambio, las ideas sí lo son.

Es más: el primer humano conoció y amó tanto como el último, de manera que la evolución tampoco añade nada.

La evolución explica que unos genes determinados hayan prevalecido sobre los otros. No explica, sin embargo, la tendencia de los genes a hacernos actuar, que es lo que realmente está en cuestión.

* * *

Jesucristo dijo: ama a tus enemigos, porque amar sólo a los amigos es propio de paganos y pecadores.

Este precepto, el más dulce para el hombre, no nos fuerza a nada contra natura, ya que, como hemos expuesto, no podemos más que amar todo lo que conocemos.

Jesucristo nos insta a incrementar nuestra capacidad de amar y, por consiguiente, a intensificar nuestra facultad de conocer.

Podríamos añadir: no sólo amamos todo lo que conocemos, en la medida en que lo conocemos, sino que, además, lo conocemos todo, aunque no seamos conscientes de ello.

En el mismo sentido, afirmamos que la razón es auxiliar de la revelación, y que sin ella va a la deriva. Por otro lado, la revelación sin razón, es decir, sin conocimiento, sin amor, se convierte en mera Ley, en la carnalidad y vetustez que denunciaron los cristianos en el Antiguo Testamento.

Amar es tomar contacto con el conocimiento y con nosotros mismos. Pero no mediante nuestra sola imagen, sino a través de la imagen sin imagen de Dios.

Daniel.

Foro de filosofía:

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¿de qué clase de amor estamos hablando?

amor de Dios
amor filial
amor paterno
amor sexual
amor altruista
amor social
amor por si mismo


¿usted postula el gnosticismo, verdad?
 
La Trinidad y el conocimiento

La Trinidad y el conocimiento

Hablo del amor intelectual. Y no, hasta donde yo sé no profeso el gnosticismo.

* * *

La Trinidad y el conocimiento

Aunque no es mi intención polemizar por palabras, sí tengo a bien aclararte lo siguiente:

Afirmas, a tontas y a locas, que "Se puede causar sin crear, pero el creador es causa de lo que crea". Te pregunto: ¿Puede haber una causa sin tiempo, un tiempo sin movimiento y un movimiento sin sucesión? Porque, si no puede haberla, tampoco un Dios atemporal, inmóvil y único puede ser causa de nada.

Por una razón similar, no se sigue de ningún modo que Dios "genere las verdades" ex nihilo, sino que, más bien, Él, Verdad autosubsistente y eterna, escoge entre ellas, coeternas, para componer el orden del mundo y realizarlas en el mismo.

Tenemos, pues, tres verbos: realizar, crear y causar. Dios realiza en el universo algunas de las verdades preexistentes, que integran su Sabiduría (del mismo modo que el pintor selecciona sus acuarelas entre una gama infinita de colores); crea también desde la nada y junto con el tiempo, a partir de dichas nociones previas, todas las realidades mutables. Éstas, por su condición, se despliegan continuamente y causan el sinnúmero de fenómenos comprensibles para las inteligencias limitadas.

Lo que el Padre realiza, el Hijo lo crea y el Espíritu Santo lo vincula con su primer origen.

Ahora bien, ni la realización de las ideas, esto es, el proyecto de Dios entre los infinitos posibles, ni la creación del mundo resultan accesibles a nuestra razón. Nuestro conocimiento habitual es, pues, de tercer grado, mientras que la fe es un grado superior del conocimiento en estado embrionario.

Daniel.
 
Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. (1 Corintios 1:20-25)





¿Por qué no se decide a contestar de forma personal en vez de copiar y pegar parrafos que nada tienen que ver con el tema?


¿sabe usted lo que es GNOSTICISMO?
 
Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Pues está escrito:
Destruiré la sabiduría de los sabios,
Y desecharé el entendimiento de los entendidos.

(1 Cor 1:18-19)


Me encantaría conocer su definición de GNOSTICISMO
 
"Respondió Dios a Salomón: <<Ya que piensas esto en tu corazón, y no
has pedido riquezas ni bienes ni gloria ni la muerte de tus enemigos;
ni tampoco has pedido larga vida, sino que has pedido para ti
sabiduría e inteligencia para saber juzgar a mi pueblo, del cual te he
hecho rey...>>" (2 Cro 1, 11)

"Corales y cristal ni mencionarlos, mejor es pescar Sabiduría que
perlas" (Job 28, 18).

Y dijo al hombre: <<Mira, el temor del Señor es la sabiduría, huir
del mal, la Inteligencia.>>" (Job 28,28).

"He esperado, pero ya que no hablan, puesto que se han quedado sin
respuesta, responderé yo por mi parte, declararé también yo mi saber"
(Job 32,16-17).

"Mas tú amas la verdad en lo íntimo del ser, y en lo secreto me
enseñas la sabiduría" (Sal. 51,8).

"Cordura y sabiduría enséñame, pues tengo fe en tus mandamientos"
(Sal. 119,66).

"... para aprender sabiduría e instrucción, para entender los
discursos profundos" (Prov. 1,2).

"El temor de Yahveh es el principio de la ciencia; los necios
desprecian la sabiduría y la instrucción" (Prov. 1,7).

"La sabiduría clama por las calles, por las plazas alza su voz" (Prov.
1,20).

"No he aprendido la sabiduría, ¿y voy a conocer la ciencia de los
santos?" (Prov. 30,3).

"Por tanto, el deseo de la sabiduría conduce a la realeza" (Sb. 6,20).

"Y yo me regocijé con todos estos bienes porque la sabiduría los trae, aunque ignoraba que ella fuese su madre" (Sb. 7,12).

"Concédame Dios hablar según él quiere y concebir pensamientos dignos de sus dones, porque él es quien guía a la sabiduría y quien dirige a los sabios" (Sb. 7,15).

"...porque Dios no ama sino a quien vive con la sabiduría" (Sb. 7,28).

"...porque a la luz sucede la noche, pero contra la sabiduría no prevalece la maldad" (Sb. 7,30).

"Si en la vida la riqueza es una posesión deseable, ¿qué cosa más rica que la sabiduría que todo lo hace?" (Sb. 8,5).

"Pues, por haberse apartado del camino de la sabiduría, no sólo sufrieron la desgracia de no conocer el bien, sino que dejaron además a los vivientes un recuerdo de su insensatez, para que ni sus faltas pudieran quedar ocultas" (Sb. 10,8).

"...porque la sabiduría abrió la boca de los mudos e hizo claras las lenguas de los pequeñuelos" (Sb. 10,21).

"Sabiduría escondida y tesoro invisible, ¿qué provecho hay en ambos?" (Si. 20,30).

* * *

1) El gnóstico niega la salvación por la mera fe, cosa que yo no hago. Pero tampoco la opongo al conocimiento, cosa que tú sí haces (Pablo, en cambio, habla de la "palabra de sabiduría" como carisma).

2) El gnóstico niega la encarnación de NSJC y, por consiguiente, tampoco da fe a la resurrección de la carne. Ahora bien, ¿dónde has leído afirmaciones tales en mis escritos?

3) El gnóstico concede al mal un carácter substancial, contraponiéndolo al principio del bien. Imagina a dos dioses en lucha perpetua, concibe la creación como una degradación de la esencia divina, calumnia a los profetas del Antiguo Testamento y niega la providencia en tanto que economía de la salvación. ¿Acaso he defendido yo algo semejante?

Podría continuar, pero creo que con esto basta.

Saludos,

Daniel.
 
Definitivamente este programa no acepta mis pasteos. A ver si ahora, por última vez...:

"Y dijo al hombre: 'Mira, el temor del Señor es la sabiduría, huir del mal, la Inteligencia'" (Job 28,28).

Daniel.
 
Sal 111:10 (RVR60)
10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;
Su loor permanece para siempre.

Pr 1:7 (RVR60)
7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

Pr 9:10 (RVR60)
10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría,
Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.



SABIDURÍA Término que en el Antiguo Testamento es traducción usual de la voz hebrea, khama, que tiene varios significados pero siempre, como todo el pensamiento hebreo, un sentido intensamente práctico. Significa destreza técnica (Éx 31.3, 6; Ez 27.8), aptitud en artes o sagacidad en los negocios (Job 12.2, 12), ciencia mágica (Gn 41.8), habilidad en asuntos seculares (Ez 27.8, 9), discernimiento para aconsejar (2 S 13.3), prudencia para gobernar (1 R 3.28; 4.29–34), cordura en la vida diaria y decisiones éticas. Consiste básicamente en aplicar bien lo que uno sabe a lo que uno hace, a fin de lograr un buen vivir. Deriva en ocasiones de la tradición de los padres y se desarrolla por la enseñanza (especialmente de la ley de Dios) o por la experiencia. También puede obtenerse como un don especial de Dios. No solo los gobernantes como Josué (Dt 34.9), David (2 S 14.20) y Salomón (1 R 3.9, 12) necesitan la sabiduría, sino todos en general (Pr 1.1–6).
La sabiduría tiene aspectos morales y religiosos, y se presenta como lo opuesto a la maldad (Pr 1.7; 9.10) y se extiende a toda actividad, pues el Antiguo Testamento nunca separa lo religioso de lo secular. A veces la sabiduría se relaciona estrechamente con el Espíritu de Dios, como una ciencia sobrenatural que Dios da al hombre (Gn 41.8, 38; Dt 34.9; Is 11.2–6; Dn 4.6ss).
En su sentido más amplio la sabiduría pertenece a Dios (Job 12.13; Is 31.2; Dn 2.20–23) quien la manifiesta en la creación (Pr 3.19s; Jer 10.12) y en los procesos naturales (Is 28.23–29) e históricos (Is 31.2). Es Dios el que otorga la sabiduría al ser humano (Job 28.20–28).
El rey Salomón promovió la sabiduría en Israel (1 R 4.32) de manera que durante la monarquía surgió un grupo de sabios. Ciertos pasajes como Is 29.14; Jer 8.8s; 18.18; 2 Cr 25.16s dan la impresión de que eran consejeros en la corte real y asociados (o aun identificados) con los Escribas. Los sabios, juntamente con los profetas y sacerdotes, ayudaron a moldear la vida cultural de los hebreos.
La influencia de los sabios se ve en los libros sapienciales del Antiguo Testamento (Pr, Job, Ec, y algunos salmos). También los libros Apócrifos de Sabiduría y Eclesiástico son productos posteriores del mismo movimiento. Esta literatura toma la forma de máximas o dichos cortos que cautivan la atención (Proverbios), o de monólogos (Eclesiastés) y diálogos (Job) que enfocan el significado de la existencia o la relación entre Dios y el hombre. Varios pasajes del Nuevo Testamento muestran influencia de este género literario sapiencial.
En Pr 8, algunos ven una hipóstasis de la sabiduría. En Pr 1.20–33 y 9.1–16 se personifica. Esto no era raro en el mundo antiguo, pues hay ejemplos en Egipto y Mesopotamia, que datan desde el tercer milenio a.C., en que se solía personificar cualidades como la verdad, la justicia y la inteligencia. La resistencia de los hebreos a la especulación abstracta produjo a veces que trataran ideales o cosas inanimadas como si tuvieran personalidad. Sin embargo, también es cierto que varias frases de Proverbios 8 se prestan para describir a Cristo y se usan así en el Nuevo Testamento (cf. 1 Co 1.24; Heb 1.2, 10).
El movimiento sapiencial no era un fenómeno aislado en el mundo antiguo. Israel conocía la sabiduría de sus vecinos. Partes de la Sabiduría de Amenémope (de Egipto) son muy parecidas a Pr 22.17–23.11, y la verdad es que no se sabe cuál fuera la original y cuál la derivada o si las dos dependen de una tradición cananea más antigua. Aunque los israelitas usaron formas de expresión comunes con otros pueblos, su énfasis en la sabiduría como una guía práctica basada en la revelación de Dios y en la relación personal con Él es distintamente hebreo. El énfasis en la justicia, lo opuesto de perversidad, y en el temor de Dios, solamente se explica por la ley revelada y la religión profética.
En el Nuevo Testamento, la palabra sabiduría usualmente es traducción de la voz griega sofé?a y tiene el mismo significado que tiene en el Antiguo Testamento, con la excepción del uso especializado que de ella hace Pablo. Se usa para describir la prudencia práctica en la vida (Lc 2.40, 52; Stg 1.5), la ciencia de los egipcios (Hch 7.22), la habilidad administrativa (Hch 6.3) o de interpretar sueños (Hch 7.10), y la habilidad para enseñar (Col 1.28; 3.16). Una vez más, la sabiduría es un don de Dios (Mt 12.42; Lc 21.15; 2 P 3.15), necesaria para los líderes de la iglesia (Hch 6.3) y para todos los creyentes (Ef 1.8s; Col 1.9; Stg 1.5; 3.13–17).
Pablo contrapone la sabiduría del mundo con la sabiduría de Dios en Cristo. Critica aquella sabiduría por su orgullo, su prejuicio contra Dios y su oposición a la revelación divina (1 Cr 3.18ss). Los que basan su vida en esta supuesta sabiduría fracasan en la esfera espiritual (Ro 1.22; 1 Co 1.19–22) pues la mera especulación no da base firme para la fe. Solo el Espíritu y el poder de Dios pueden dar tal base (1 Co 2.1–5).
La sabiduría de Dios, en cambio (1 Co 1.25), proveyó una salvación gloriosa (Ro 11.33; 1 Co 1.21; Ef 3.10). Esta, que parece a los hombres locura, es realmente la cumbre de la sabiduría de Dios. Así que Cristo es la sabiduría de Dios y llega a ser la fuente de sabiduría verdadera para el creyente (1 Co 1.24, 30), a fin de que este entienda la voluntad de Dios (Col 1.9), alcance la madurez espiritual (1 Co 2.6s) y consiga la dirección práctica para la vida (Ef 5.15; cf. 2 Co 1.21).

Bibliografía:
DBH, col. 1742–1747. VTB, pp. 716–721. DTB, col. 937–946. A. Colunga en Los géneros literarios de la Sagrada Escritura, Flors, Madrid, 1957, pp. 191–218.


Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.


Gnosticismo
Movimiento religioso de los primeros siglos de la era cristiana considerado herético por la Iglesia Católica Antigua , aunque no existe consenso acerca de sus orígenes. Sus raíces vienen del helenismo grecorromano.
Insistían en la salvación mediante una sabiduría secreta o gnosis. Proclamaban el conocimiento superior basado especialmente en principios filosóficos, misterios de iniciación, ciertas doctrinas cristianas y elementos de magia. Su carácter ecléctico le permitió penetrar las comunidades cristianas de los primeros siglos.
El gnosticismo se caracteriza por un dualismo ontológico, la lucha entre el Dios trascendente y un demiurgo. La creación del mundo material es el resultado de la caída de la «Sofía». Un redentor enviado por Dios trae la salvación mediante la gnosis secreta.
Algunos estudiosos hablan de tres tipos importantes de gnosticismo: mitológico, filosófico-religioso y mágico vulgar. Otros señalan particularmente su mixtura con la fe cristiana, así como con ciertas creencias orientales y judías, y su presunción de alcanzar un conocimiento intuitivo y misterioso acerca de los asuntos divinos. Debe hablarse, sin embargo, de «sistemas gnósticos» más que de gnosticismo, debido a la variedad de ideas e interpretaciones respecto a ciertos principios más o menos básicos.
En las últimas décadas se ha organizado un alto número de «iglesias gnósticas» en varios países latinoamericanos. La proliferación de sectas ha sido una constante en la historia del gnosticismo y de los sistemas gnósticos.


Ramos, Marcos Antonio, Nuevo Diccionario de Religiones Denominaciones y Sectas, (Nashville, TN / Miami, FL: Editorial Caribe Inc., Thomas Nelson, Inc.) 2000, c1998.
 
Ahi tiene INFORMACION, analícela, lea las Escrituras, y mañana o pasado cuando vuelva a entrar al foro seguiremos :D


Es que hasta ahora no le he visto más que pegar conversaciones de otros....ahora veremos si es usted capaz de razonar por si mismo.


Y le ruego que nos dé su opinion, no lo que le pegan otros en sus ¿foros?


:leyendo:



Para conocerme un poco, lease alguno de mis aportes; en muchos de ellos hago copy & paste, en otros doy mi parecer......producto del razonamiento y del estudio de la vida, pero sobre todo del conocimiento EXPERIMENTAL de Dios y de Su Palabra, al fin y al cabo, lo realmente IMPORTANTE ES ESTO ÚLTIMO....lo demás VANIDAD DE VANIDADES (lo digo por experiencia) ;)
 
Hay el enunciado: "este lápiz tiene cinco pulgadas de longitud" y el enunciado: "yo siento que este lápiz tiene cinco pulgadas de longitud", y tenemos que aclarar la relación de la gramática del primer enunciado con la gramática del segundo. Al enunciado "yo siento en mi mano que el agua está a tres pies bajo tierra" contestaríamos: "yo no sé qué significa esto". Pero el adivino diría: "es seguro que usted sabe lo que significa. Usted sabe lo que significa 'tres pies bajo tierra' y sabe lo que significa 'yo siento'". Pero yo les respondería: yo sé lo que significa una palabra en ciertos contextos. Así, yo comprendo la expresión "tres pies bajo tierra", por ejemplo, en los contextos "la medición ha puesto de manifiesto que el agua corre a tres pies bajo tierra", "si cavamos a una profundidad de tres pies vamos a encontrar agua", "la profundidad del agua está a tres pies, estimada a ojo". Pero todavía ha de serme explicado el uso de la expresión "una sensación en mis manos de que el agua está a tres pies bajo tierra".

"Podríamos preguntar al adivino "¿cómo aprendió usted el significado de la expresión 'tres pies'? Suponemos que al mostrarles tales longitudes, al medirlas, y de modos semejantes, ¿se le enseñó también a hablar de una sensación de haber agua a tres pies bajo tierra, una sensación, digamos, en sus manos?. Porque si no, ¿qué le hizo conectar la palabra 'tres pies' con una sensación en su mano?".

Wittgenstein. El cuaderno azul.

* * *

Maripaz, ¿qué te hizo conectar la palabra "Dios" con "un conocimiento experimental"? ;-)

Daniel.
 
Maripaz, ¿qué te hizo conectar la palabra "Dios" con "un conocimiento experimental"? ;-)



La Gracia de Dios; Él vino a mi vida, me mostró lo vil de mi corazón y lo transformó....de hecho, cada día lo sigue haciendo. :corazon:
 
No lo niego, pero ¿es impermeable tu inteligencia a la acción de esa Gracia? ¿Es un obstáculo a la misma? En ese caso, ¿cómo distingues la Gracia de Dios de la seducción del diablo?

En otras palabras, y volviendo al planteamiento anterior: ¿qué te hizo conectar la palabra "Gracia" con la palabra "Dios"?

Daniel.
 
La Palabra de Dios, que es viva y eficaz es la que me ayuda a discernir....y por supuesto, el Espíritu Santo que habita en mi desde el momento en que creí.


Cuando uno nace de nuevo, todo tu ser se transforma, comienza esa lucha de lo que quiero hacer, con lo que Dios desea hacer en mi vida.


Te dejo algo más para meditar......y ya si, me tengo que ir....aunque te dejo en buenas manos, hay cristianos muy bien fundamentados por aquí...seguro que más de uno te responderá





¿RELIGION O RELACION?



Si lo que se pretende es realizar una serie de ritos, que nos hagan sentirnos bien con nosotros mismos de forma momentanea, elijamos la RELIGION; por el contrario, si lo que queremos es acercarnos a Dios, la Biblia, por lo tanto, Dios mismo nos dice que el único Camino es Jesucristo.

Jesús le dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". (Evangelio de Juan 14:6)

La religión puede cambiar el exterior; pero solo Cristo puede cambiar el corazón.

En tiempos de Cristo, un hombre muy religioso llamado Nicodemo recibió las siguientes palabras de Jesús:
"De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios".
Jesús se estaba refiriendo a cambiar de vida.

¿Qué hay que hacer para cambiar?

1- Reconocernos pecadores delante de Dios.Nosotros no podemos hacer nada para salvarnos.

"Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23)
¿Qué es el pecado?..Todo lo que no sea amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.



2- Creer en Cristo como Señor y Salvador.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. (Juan 3:16-18)

3- Confesar a Cristo como Salvador y Señor de tu vida.

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. (Romanos 10:9-10)

¿Quieres que Cristo cambie tu vida, o solo deseas una religión?, ¿donde deseas pasar la eternidad, con Dios o sin Él?

Si quieres que Cristo entre en tu vida, solo es necesaria una sencilla oración, algo así:

"Señor Jesús, sé que un día moriste por mí en la cruz, para darme vida eterna, te pido perdón por todos mis pecados y te invito a entrar en mi vida; cámbiame Señor, no quiero ser un religioso más, quiero tener una relación contigo, y que tu estés conmigo por toda la eternidad. Gracias Señor por escucharme. En el Nombre de Cristo Jesús, el único Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

Si has hecho esta oración, desde lo más profundo de tu corazón, formas ya parte de la familia de Dios, me gustaría que me lo comunicaras; busca la comunión de otros cristianos y lee a menudo la Biblia. Si necesitas meditarlo o alguna aclaración, no dudes en escribirme.

Maripaz



Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. (Juan 6:68)
Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.(Hechos 5:29)
[email protected]
 
Originalmente enviado por: irichc
Para discernir es necesaria la inteligencia, ¿verdad?

Saludos, Maripaz.

Daniel.


Para discernir espiritualmente, NO


Conozco casos de deficientes mentales que han entendido y aceptado el Evangelio de Jesucristo, y muchos casos de niños, algunos entre 5-7 años también....no es INTELIGENCIA, se trata de REVELACION DE DIOS, no es nada que tengamos nosotros, el algo QUE DIOS NOS REGALA....por eso es GRACIA DE DIOS...:corazon:
 
Originalmente enviado por: Maripaz
Para discernir espiritualmente, NO


Conozco casos de deficientes mentales que han entendido y aceptado el Evangelio de Jesucristo, y muchos casos de niños, algunos entre 5-7 años también....no es INTELIGENCIA, se trata de REVELACION DE DIOS, no es nada que tengamos nosotros, el algo QUE DIOS NOS REGALA....por eso es GRACIA DE DIOS...:corazon:

Sí, y los relatos de monjes del desierto nos hablan de leones y lobas domesticadas por virtud de la fe cristiana. ¿Crees que esas criaturas, indudablemente irracionales, recibieron una especie de iluminación y fueron santas? ¿O más bien que, sobrecogidas por la mansedumbre del anacoreta, la imitaron y sometieron sus instintos a ella?

La inteligencia es, pues, mal que te pese, una potencia activa y eficaz para el conocimiento de Dios. En forma: 1) Ningún ser racional puede dejar de pensar mientras vive; 2) ningún ser racional puede pensar y no pensar al mismo tiempo; 3) ningún ser racional puede recibir la revelación sin pensar. Y añade el corolario: 4) La revelación sólo puede adquirirse racionalmente, aunque ésta esté más allá de nuestra capacidad de comprensión, inmediata o futura.

Daniel.
 
1ª Cor 2,10-16
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.