Me has escrito: "orar es hablar con Dios. Pero, ¿de qué?" -¿De qué? De El, de ti: alegrías, tristezas, éxitos y fracasos, ambiciones nobles, preocupaciones diarias..., flaquezas!: y hacimientos de gracias y peticiones: y Amor y desagravio. -En dos palabras: conocerle y conocerte: " ¡tratarse!"