Dios te bendiga Edgardo.
Bien, volvamos a Francisco.
Para cerrar, decir que no creo que Francisco haya aceptado sumisión al Papa bajo el temor de la excomulgación. Más bien el entendía era la única manera real de llevar el evangelio a los pobres en forma ordenada y pacífica.
Creo entender Edgardo, que casi te interesa pensar que Francisco era un disidente católico. Por la última frase de este párrafo podría deducir que para ti a Francisco sólo le interesaba promover el Evangelio Bíblico y nada más. Esto no es del todo equivocado porque su pasión por las Escrituras es obvia, pero en el catolicismo hay una serie de elementos que Francisco rejuveneció y les dió un empuje precioso que hoy de ninguna forma posible se pueden desligar del franciscanismo. Primero por su vivencia real no teórica y segundo por su carácter netamente "católico", veamos:
1. El ministerio de Francisco comienza a los pies de la imagen de un cristo crucificado. (Ahem!)
2. Muy hondo sentir hacia María:
Salve, Señora, santa Reina,
santa Madre de Dios, María,
que eres virgen hecha iglesia
y elegida por el santísimo Padre del cielo,
a la cual consagró Él con su santísimo amado Hijo
y el Espíritu Santo Paráclito,
en la cual estuvo y está toda la plenitud
de la gracia y todo bien.
Salve, palacio suyo;
salve, tabernáculo suyo;
salve, casa suya.
Salve, vestidura suya;
salve, esclava suya;
Salve, Madre suya y todas vosotras,
santas virtudes,
que sois infundidas por la gracia
e iluminación del Espíritu Santo
en los corazones de los fieles,
para que de infieles hagáis fieles a Dios.
3. Lo cito: "Los cálices, los corporales, los ornamentos del altar y todo lo que concierne al sacrificio, deben tenerlos preciosos.
Y si el santísimo cuerpo del Señor estuviera colocado en algún lugar paupérrimamente, que ellos lo pongan y lo cierren en un lugar precioso según el mandato de la Iglesia, que lo lleven con gran veneración y que lo administren a los otros con discernimiento. También los nombres y las palabras escritas del Señor, dondequiera que se encuentren en lugares inmundos, que se recojan y que se coloquen en un lugar decoroso.
Y en toda predicación que hagáis, recordad al pueblo la penitencia y que nadie puede salvarse, sino quien recibe el santísimo cuerpo y sangre del Señor"
4. Más citas: "Consideremos todos los clérigos
el gran pecado e ignorancia que tienen algunos acerca del santísimo cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo, y de sus sacratísimos nombres, y de sus palabras escritas que consagran el cuerpo. Sabemos que no puede existir el cuerpo, si antes no es consagrado por la palabra. Nada, en efecto, tenemos ni vemos corporalmente en este siglo del Altísimo mismo, sino el cuerpo y la sangre, los nombres y las palabras, por las cuales hemos sido hechos y redimidos de la muerte a la vida."
5. Otra cita: "Así pues, os ruego a todos vosotros, hermanos, besándoos los pies y con la caridad que puedo,
que manifestéis toda reverencia y todo honor, tanto cuanto podáis, al santísimo cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo, en el cual las cosas que hay en los cielos y en la tierra han sido pacificadas y reconciliadas con el Dios omnipotente "
6. bueno, más citas "Además, yo confieso todos mis pecados al Señor Dios, Padre e Hijo y Espíritu Santo, a la bienaventurada María, perpetua virgen, y a todos los santos del cielo y de la tierra, a fray H., ministro de nuestra religión, como a venerable señor mío, y a los sacerdotes de nuestra Orden y a todos los otros hermanos míos benditos"
7. Y qué mejor número para cerrar que el 7, y precisamente con la Obediencia, aquí es donde este hombre se "crece" (acuérdese cómo crecemos los cristianos) y casi nadie le puede alcanzar:
De la Santa Obediencia:
"Deja todo lo que posee y pierde su cuerpo el hombre que se ofrece a sí mismo todo entero a la obediencia en manos de su prelado. Y todo lo que hace y dice que él sepa que no es contra la voluntad del prelado, mientras sea bueno lo que hace, es verdadera obediencia. Y
si alguna vez el súbdito ve cosas mejores y más útiles para su alma que aquellas que le ordena el prelado, sacrifique voluntariamente sus cosas a Dios, y aplíquese en cambio a cumplir con obras las cosas que son del prelado. Pues ésta es la obediencia caritativa (cf. 1 Pe 1,22), porque satisface a Dios y al prójimo."
Atención!!!
"
Pero si el prelado le ordena algo que sea contra su alma, aunque no le obedezca, sin embargo no lo abandone. Y si a causa de eso sufriera la persecución de algunos, ámelos más por Dios. Pues quien sufre la persecución antes que querer separarse de sus hermanos, verdaderamente permanece en la perfecta obediencia, porque da su vida (cf. Jn 15,13) por sus hermanos.
Pues hay muchos religiosos que, so pretexto de que ven cosas mejores que las que les ordenan sus prelados, miran atrás (cf. Lc 9,62) y vuelven al vómito de la propia voluntad (cf. Prov 26,11; 2 Pe 2,22); éstos son homicidas y, a causa de sus malos ejemplos, hacen que se pierdan muchas almas."
Es cuanto. Con el más hondo respeto hacia mis hermanos no-católicos que pudiesen leer esto, les explico que sólo lo he copiado con la intención de mostrar las motivaciones de Francisco y de ninguna manera promover su pensamiento entre ustedes, que de por sí es contrario a sus creencias.
En el Amor de Jesús.
Gabaon.