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Si te escucho a tí leyendo en voz alta las escrituras
¿No me estás enseñando el camino de la fe?
Nop.
Romanos 10:17 - RVR1960
10:17 Así que
la fe es por el oír, y el oír, por
la palabra de Dios.
Observa lo que hacía el profeta*, 'escriba* diligente en La Ley de Moisés' y sacerdote* Esdras, y cómo, un pueblo de Dios responde ante Las* Escrituras*:
Nehemías 8:1 - RVR1960
8:1 y
se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas,
y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés,
la cual Jehová había dado a Israel. 2 Y
el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres
y de todos los que podían entender*, el primer día del mes séptimo. 3 Y
leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, 《
desde el alba hasta el mediodía,》
en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. 4 Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam. 5
Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo;
y cuando lo abrió, todo
el pueblo estuvo atento. 6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos;
y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra. 7
Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía,
hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar. 8
Y leían en el libro de la ley de Dios claramente,
y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura. 9 Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque
todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.
¡Desde el alba hasta el medio día'! El profeta, escriba diligente y sacerdote de Dios estuvo leyendo Las Escrituras desde el amanecer hasta el mediodía, 'y todos los oídos en el pueblo estuvieron atentos...y no sólo que 'estaban atentos', sino que también '¡ponían los sentidos de modo que entendiesen!'
Qué ironía, acá se llora, pero por no querer oír Las Escrituras...
Las sentencias que surgen de prejuicios suelen ser injustas
Por eso en La Ley de Dios (Las Escrituras) los prejuicios y las sentencias salen sobrando. Lo que yo diga o lo que diga Agamenón es añadidura.
Saludos