Fátima ; el milagro del sol

ricardo perales

Lo importante es la salvación de las almas.
23 Abril 2020
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Milagro del sol​







Fotografía de personas mirando al sol durante el evento, el 13 de octubre de 1917. La imagen fue tomada por Judah Ruah, fotógrafo del diario O Seculo y publicada por Ilustração Portugueza el 29 de octubre de 1917La multitud reunida en Fátima durante el «Milagro del sol»
El Milagro del sol (en portugués: Milagre do Sol), también conocido como Milagro de Fátima, fue un evento ocurrido el 13 de octubre de 1917 cuando una muchedumbre se reunió en Cova da Iria, cerca de la localidad portuguesa de Fátima, en respuesta a una profecía hecha por tres niños pastores, Lucía dos Santos, Francisco Marto y Jacinta Marto, para contemplar el sol. La profecía predecía que la Virgen María, conocida aquí bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, aparecería y realizaría milagros en la fecha señalada. Un gran número de personas que acudieron al lugar dijeron haber presenciado actividades solares extraordinarias, como ver al sol «danzar» o «zigzaguear», girar hacia la Tierra o emitir luz multicolor y colores radiantes. Según los informes, estos supuestos eventos habrían durado unos diez minutos, aunque muchos otros presentes dijeron no haber visto nada y la única fotografía del sol realizada ese día tampoco muestra nada inusual.1
Debido a que varias decenas de miles de personas, incluidos numerosos periodistas, fotógrafos y personas ateas y escépticas, acudieron a presenciar el profetizado suceso, este ha sido objeto de numerosos análisis. En términos científicos, los conocimientos actuales en astrofísica descartan la posibilidad de que el sol pudiera tener tal comportamiento y en todo caso, de haber sucedido, este fenómeno se habría tenido que ver en muchos otros lugares del mundo. Por otro lado, se subraya la posibilidad de que aquellos que dijeron haber visto «fenómenos extraordinarios» pudiera deberse a efectos ópticos producto de una exposición prolongada de la vista al sol u otros fenómenos atmosféricos.23 Algunos análisis críticos desde el punto de vista sociológico y teológico se han centrado en que no todos los presentes contemplaron el suceso y que aquellos que dijeron haberlo visto narraban relatos inconsistentes y contradictorios,4 o simplemente «vieron lo que querían ver».35

Historia[editar]​

Según el testimonio de los niños, las apariciones marianas comenzaron el 13 de mayo de 1917. La situación política en Portugal en ese momento se caracterizaba por fuertes tensiones en el plano religioso tras la reciente revolución de 1910 y los intentos de secularización del Estado y la sociedad. En parte debido a ello, se produjo una avalancha de artículos en la prensa portuguesa durante las semanas posteriores a las primeras apariciones en Fátima –la primera aparición se produjo cinco meses antes del milagro. Las reseñas en esos meses previos se caracterizaron por ser muy entusiastas o muy críticas con los sucesos, desde artículos de gran devoción y alabanzas a la Virgen María, hasta artículos que hablaban de que todo lo concerniente a las apariciones de Fátima era un fraude. A nivel científico, las supuestas apariciones no despertaron interés y no fueron objeto de estudio hasta varias décadas después. Algunos periódicos guardaron silencio sobre las apariciones para evitar difundir lo sucedido, mientras que los periódicos católicos tampoco informaron del suceso hasta meses después, ya fuera por temor a un fiasco, falta de interés o miedo a que la Iglesia saliera desacreditada.6 Una parte significativa de la jerarquía católica también dudaba por entonces de la veracidad de las apariciones y pensaba que era simple superchería.7 Debido a esto, muy pocos clérigos estuvieron presentes el 13 de octubre y numerosos sacerdotes se mostraron relativamente críticos con los testimonios recogidos.8
Una vez sucedido el evento, el obispo local abrió una investigación canónica en noviembre de 1917 para analizar los testimonios y comprobar que las supuestas apariciones de María a los niños eran compatibles con la teología católica. El sacerdote del pueblo, encargado de la investigación, estaba particularmente convencido de la existencia del fenómeno solar debido a los testimonios de reporteros seculares, funcionarios gubernamentales y escépticos.9 Los sucesos fueron aceptados oficialmente como un milagro por la Iglesia católica el 13 de octubre de 1930, cuando el obispo José da Silva declaró al milagro «digno de creencia» y permitió oficialmente el culto a Nuestra Señora de Fátima.10 El 13 de octubre de 1951, el legado apostólico Federico Tedeschini dijo ante varios millones de personas que los días 30 y 31 de octubre y 1 y 8 de noviembre de 1950, el papa Pío XII había sido testigo del milagro del sol desde los jardines vaticanos.1112 Este supuesto evento y las profecías que lo rodean han sido objeto de un profundo y duradero interés que ha tenido un impacto significativo en la devoción y prácticas de numerosos católicos.13

Cobertura por parte de la prensa[editar]​

Copia fotostática de la página 353 del semanario Ilustração Portugueza n.º 610, del 29 de octubre de 1917, que presenta un artículo titulado: Carta a alguien que pide un testimonio fuera de sospecha (Carta a alguém que pede um testemunho insuspeito), ilustrado por fotografías de la multitud contemplando el llamado «Milagro del Sol», el día 13 de octubre de ese año.
Avelino de Almeida, periodista portugués ateo, uno de los más importantes de su tiempo,14 que escribía para O Século relató el suceso así:
La hora antigua es la que vale para esta muchedumbre, que era, según cálculos desapasionados de personas cultas y completamente extrañas a influencias místicas, de treinta a cuarenta mil personas... La manifestación milagrosa, la señal visible está a punto de producirse, afirman muchos peregrinos... Y uno asiste a un espectáculo único e increíble para aquellos que no lo han presenciado. Desde lo alto de la carretera, donde se amontonan los carros y donde se hallan centenares de personas que no han tenido aliento para adentrarse en el barro, se ve a la inmensa multitud volverse hacia el sol, que está limpio de nubes, en pleno mediodía. El astro se asemeja a un disco de plata pálida y se le puede contemplar cara a cara sin ninguna molestia. Parece un eclipse. Pero he ahí que se eleva un colosal clamor y oímos que los espectadores más próximos a nosotros exclaman: "¡Milagro! ¡Milagro! ¡Maravilla!"
Ante admirados ojos de este pueblo, cuya actitud nos traslada a los tiempos bíblicos y que, presa de espanto, descubierta la cabeza, mira hacia el cielo azul, el sol ha temblado, ha realizado unos movimientos bruscos nunca vistos, fuera de todas las leyes cósmicas; el sol "ha danzado", según la expresión típica de los campesinos... Subido sobre el estribo del coche de Torres Novas, un anciano cuya estatura y fisonomía suave, y a la vez enérgica, recuerdas las de Paul Déroulède, reza, vuelto hacia el sol y con grandes voces, el credo, desde el principio hasta el fin.
Inmediatamente las gentes se preguntan unos a otros si han visto alguna cosa y qué es lo que han visto. La mayor parte confiesan que lo que han visto es el movimiento o la danza del sol; otros afirman haber visto el rostro sonriente de la Virgen, o juran que el sol ha dado una vuelta sobre sí mismo, como si fuese una rueda de fuegos artificio que ha descendido hasta quemar la tierra con sus rayos... Alguien dice, en fin, que ha visto cómo cambiaba sucesivamente de color...
Avelino de Almeida15

Análisis crítico[editar]​

Sobre el «Milagro del Sol» de Fátima, el investigador Joe Nickell señala: "No es de extrañar, los milagros del sol han sido descritos en otras apariciones marianas - en Lubbock, Texas, en 1989; la hermana Cabrini Shrine cerca de Denver, Colorado, en 1992; Conyers, Georgia, en la primera mitad de la década de 1990".16 Nickell también sugiere que los efectos de "baile del sol" descritos por los testigos de Fátima pueden deberse a efectos ópticos resultantes de la distorsión temporal de la retina causada por mirar fijamente una luz tan intensa.
El profesor Auguste Meessen del Instituto de Física de la Universidad Católica de Lovaina ha declarado que los "milagros del sol" no puede ser tomados en serio y que las observaciones descritas fueron efectos ópticos causados tras mirar fijamente al sol demasiado tiempo. Meessen sostiene que las imágenes que se generan en la retina tras mirar al sol por breves períodos de tiempo son la causa más probable de los efectos observados. También afirma Meessen que los cambios de color reportados por los testigos fueron causados muy probablemente por la saturación de las células fotosensibles de la retina.17 Meessen indica que los "milagros del sol" han sido descritos en muchos lugares donde peregrinos religiosos habían sido alentados a mirar fijamente al sol. A ese respecto, cita las apariciones en Heroldsbach, Alemania (1949) como un ejemplo, donde observaciones similares a las de Fátima fueron presenciadas por más de 10 000 personas.18 Mientras Meessen sugiere posibles explicaciones psicológicas o neurológicas de las apariciones.
Meessen señala: "Es imposible ofrecer ninguna evidencia directa a favor o en contra del origen sobrenatural de las apariciones".
Las hipótesis de efectos ópticos encuentran oposición ya que no hay evidencia de que la gente en Fátima, incluso aquellos que esperaban un milagro, estuvieran mirando el sol antes de que Lucía hablara para que lo vieran. Tampoco se reportaron personas moviendo la cabeza para engañar su visión. Las personas se centraban en la encina que era donde los niños decían que la visión aparecía.19 Esto guarda coherencia en el contexto del suceso ya que algunos observadores informaron de otros fenómenos en visitas anteriores; describían niebla luminosa y lluvia de pétalos blancos en los alrededores y por encima de ese árbol.20 Por otra parte estos relatos contradicen también la hipótesis "psicológica", los espectadores no describieron tensión al acecho de algo aterrador, sino una espera para ver algo bello como en veces anteriores. Un factor en contra de la teoría de "presión social" es que personas a varias millas de distancia, sin influencia social o psicológica, ya que no esperaban nada, también vieron al sol danzar.21
Por su parte Steuart Campbell, escribiendo en el Journal of Meteorology en 1989, postulaba que las nubes de polvo estratosférico cambiaron la apariencia solar el 13 de octubre, haciendo que fuera fácil de mirar y causando que pareciera de color amarillo, azul y violeta e incluso que pareciera que giraba. De acuerdo con este hipótesis se han descrito efectos similares en China en 1983.2223
Además del «Milagro del Sol», los videntes de Fátima indicaron que la aparición profetizó una gran señal en el cielo nocturno, que precedería a una segunda gran guerra. El 25 de enero de 1938 las luces brillantes de una aurora boreal24 aparecieron en todo el hemisferio norte, incluso en lugares tan al sur como el norte de África, las Bermudas y California. Fue el suceso más sorprendente de auroras boreales desde 1709, la gente en París y otras partes creyó que era un gran incendio y llamaron a los bomberos. Lucía, la única vidente con vida para entonces, indicó que este era el signo predicho25 y así lo informó a su superiora y al obispo por carta al día siguiente. Se le ha intentado vincular con que un mes más tarde, Hitler se apoderó de Austria y ocho meses después invadió Checoslovaquia. Aunque esos acontecimientos no precipitaron la guerra que comenzaría un año y medio después.[cita requerida]
El teólogo y periodista portugués Mário de Oliveira, quien fue sacerdote, ha escrito dos libros sobre el tema: el bestseller Fátima nunca más (1999) en donde denunció el aparente fraude de las apariciones, y acusó a la Iglesia de haber perpetrado un montaje y haber manipulado a los pastorcitos, y Fátima $. A. (2015), acerca del negocio del turismo religioso en el santuario.26 Según Oliveira «los “milagros” de Fátima fueron un instrumento perfecto para conseguir los fondos que se buscaban para restaurar las propiedades eclesiásticas y lograr que el pueblo volviera al culto» en el contexto de la secularización iniciada siete años atrás con la llegada de la República.26 A su vez, responsabilizó a la Iglesia de las muertes de Francisco en 1919 y Jacinta en 1920, ya que, según él «los curas animaron a los niños para que practicasen mortificaciones y penitencias absolutamente locas. Sus prolongados ayunos –que incluían la abstención de beber agua en pleno verano– hicieron que se encontrasen físicamente debilitados, incapaces de resistir las epidemias de la época. Murieron de neumonía y la pleuresía, respectivamente», y aseguró que «es un crimen de lesa humanidad que ha quedado impune».26

 
El milagro del sol de Fátima: 11 explicaciones descreídas, 2 creyentes y la aparición de San José
El milagro del sol fue una combinación insólita y milagrosa de una súbita inversión de la temperatura con incontables fenómenos naturales adicionales conjuntos


Por: n/a | Fuente: Cari Filii / Religión en Libertad



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En mayo pasado se cumplieron 100 años de las primeras apariciones de la Virgen en Fátima y el Papa Francisco visitó el santuario mariano para conmemorar este centenario y canonizar a dos de los videntes, los pastorcitos Francisco y Jacinta. Además de los mensajes que recibieron de María fueron testigos al igual que miles de personas más del conocido como "milagro del sol danzante" que se produjo en octubre de ese mismo 1917.

Pese a la cantidad de testigos, incluso no creyentes, se han publicado todo tipo de teorias para intentar justificar que lo que se vio no era un milagro ni nada parecido, algunas de las más absurdas. En un tono divertido, Matthew Archbold recopilaba estas supuestas explicaciones y aportaba dos basadas en la fe, recogidas todas ellas por Cari Filii News:
Hasta la prensa laicista y anticlerical lo acreditaba

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De lo que ocurrió en octubre de 2017 hay hechos irrefutables: un documento, el artículo en el gran diario portugués “O Século”, anticlerical, equivalente, por ejemplo de “El País” en la España actual. El periodista Avelino de Almeida, laicista, nada católico, que en todos sus artículos previos se burlaba de la religiosidad de Fátima, se presentó en el lugar de los hechos, donde la Virgen de Fátima había anunciado “una señal”. Explica que allí se congregaron unas 70.000 personas. Y describe:
“Ante los ojos asombrados de la multitud, cuyo aspecto era bíblico, de pie, cabezas sin sombreros, mirando con atención el cielo, el sol tembló, hizo increíbles movimientos repentinos fuera de cualquier ley cósmica, el sol ´bailó´ según la expresión de la gente”.

El bloguero católico Matthew Archbold, en su blog CreativeMinorityReport, realizó una recopilación con lenguaje divertido y ameno de cómo “los secularistas han amasado una enorme cantidad de explicaciones de por qué no deberíamos creer lo que vemos ante nuestros propios ojos. He aquí las asombrosas razones que han acumulado para que creamos que nada especial pasó en Portugal ese gran día”.

Hay que tener en cuenta que (como veremos después) también entre los católicos fieles y ortodoxos hay diversidad de opiniones sobre lo que pasó allí, pero por el momento repasemos lo que Archbold llama el “Top 10 de explicaciones científicas para Fátima”.
Escribe Archbold con humor:
10. Polvo estratosférico. Steuart Campbell, escribiendo para la edición de 1989 del Journal de Meteorología, teoriza que una nube de polvo estratosférico alteró la apariencia del sol el 13 de octubre, haciendo que fuese más fácil mirarlo y dándole una apariencia amarilla, azul, violeta y que girase. En apoyo a esta hipótesis, el señor Campbell señala que hay un sol azul y rojizo documentó en China en 1983.
9. No todos lo vieron, así que nada pasó. Curiosamente, es el argumento exactamente opuesto al de que también China lo vio por lo que no pasó. Los astrónomos, dicen, no vieron ninguna danza en el cielo en ningún lugar del mundo. El sol danzante fue un hecho regional, así que queda descartado. Podríamos preguntarnos si el hecho de que fuese un fenómeno regional significa que no pasó nada especial. Si se hubiera visto en todo el mundo habrían escrito que simplemente fue un fenómeno astronómico porque todo el mundo lo vio.
8. ¡Percepción Extra Sensorial, PES! Siempre es mi favorita. La autora Lisa Schwebel dice que el evento fue una forma sobrenatural de fenómeno extrasensorial. ¿Dios? ¡Ni hablar! ¿PES? ¡Sí! Schwebel ha dicho que a lo largo de la historia humana se han registrado varios casos de reuniones religiosas que culminan con la aparición repentina y misteriosa de luces en el cielo, así que es PES. La lógica se me escapa, pero si eres creyente en El Exorcista II, entonces esto es tan creíble como Richard Burton haciendo de cura.
7. Un falso sol. Ni siquiera sabía que este existiese pero vale la pena escucharlo. Joe Nickell, que se autodescribe como escéptico e investigador de lo paranormal, según Wikipedia asegura que la posición del fenómeno descrito por varios testigos está en un azimut y elevación erróneos para ser el sol. Propone que la causa puede haber sido un “sundog”, a veces llamado “parhelion” o “falso sol”, un fenómeno óptico atmosférico asociado con la reflexión/refracción de la luz solar por los numerosos cristalitos de hielo que componen los cirros o nubes de cirrostratos. Un “sundog” es, sin embargo, un fenómeno estacionario, quieto, y no explicaría la apariencia de “sol danzante”. Así que Nickell sugiere una explicación a este fenómeno que puede darse en una distorsión retinal temporal, causada por mirar a la intensa luz y/o el efecto de enfocar los ojos hacia delante y atrás para evitar una mirada completamente fija, combinando así imagen, post-imagen y movimiento. Así, pues, 70.000 personas movieron la cabeza y pensaron que un falso sol danzaba. ¿Los 70.000? Bastante ridículo, ¿no?
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6. ¡Nube de polvo! Paul Simons, en un artículo titulado “Secretos del Clima en el Milagro de Fátima” dice que es posible que algunos de los efectos ópticos de Fátima puedan haber sido causados por una nube de polvo del Sáhara.
5. La vieja teoría de la alucinación en masa. El autor Kevin McClure es uno de los muchos que dicen más o menos esto: la multitud en Cova da Iria esperaba ver señales en el sol, así que las vieron. Claro, pasa continuamente. McClure no tiene en cuenta que gente que estaba a millas de distancia que no pensaba para nada en el asunto también lo vio.
4. ¡OVNI! El viejo truco del artefacto alienígena que se hace pasar por una señal de Dios. También pasa continuamente, ¿no lo sabían? Curiosamente, la nave espacial resulta que viene el día exacto que los tres niños dijeron que habría un milagro. O quizá las apariciones fueron todas obra de los hombrecillos verdes. Todo eso suena mucho más realista que la explicación de la Iglesia.
3. Tormenta solar. Fue una gigantesca EMC (eyección de masa coronal). Más conocida como “luces del norte” en Portugal. Verán, las llamaradas solares emiten partículas de alta velocidad que causan las luces del norte o aurora boreal. Eso lo explica todo. Porque todos sabemos que las auroras boreales se parecen en todo a que un sol que danza.
2. Presión de los demás. Había una presión social significativa para ver un milagro así que todos se autoengañaron para creer que lo vieron. ¿Que eran 70.000 personas? Es una presión social bastante fuerte. Sobre todo para la gente que lo vio a 20 millas de distancia.
1. Un eclipse. A estos chicos no les importa contradecirse. Sería un eclipse muy, muy local. ¿no lo habrían visto los astrónomos?
Una razón de “bonus”: -1: la Evolución. Lamentablemente, esta viene del Instituto de Física de la Universidad Católica de Lovaina. La evolución nos ha dado el famoso “efecto de zoom y alejamiento”. Ocurre cuando ves una imagen a una distancia desconocida. Tu cerebro considera la posibilidad de que se acerque así que sin que lo sepas tu cerebro realiza un “zoom mental ilusorio, en que el tamaño aparente del objeto se incrementa progresivamente”.
Sucede por lo siguiente, dicen los científicos. La evolución nos fuerza a estar continuamente atentos por si se acerca algo peligroso para comérsenos, por si hemos de salir corriendo, así que nuestro cerebro hace zooms para asustarnos y salir corriendo. Cuando la idea de una aproximación no implica peligro real, el objeto vuelve a su lugar. Como el sol danzante. Asombroso. Setenta mil personas pensaron que el sol venía a comerlas. Cuando se dieron cuenta de que el sol no tenía dientes, lo devolvieron a donde pertenecía con “zooms y alejamientos”. ¡Podría ser mi teoría preferida!
Hasta aquí la selección de explicaciones desde sectores, por lo general, secularistas.

¿Un milagro natural o sobrenatural?
En 2014, el sacerdote Ryan Erlenbush, en su blog “New Theological Movement”, retoma el tema y ofrece un par de explicaciones “alternativas” católicas.
Primero establece lo que hizo el Sol según los testimonios: danzó en el cielo, se dirigió con enorme velocidad contra la tierra como si fuera a estrellarse –al parecer hubo gente que se lanzó al suelo- y de repente de forma súbita el sol volvió a estar en su lugar, dejando a la gente atónita el hecho de que su ropa, que había estado mojada por la fuerte lluvia, estaba ahora completamente seca. Se establece que incluso personas a millas de distancia vieron al sol moverse así.
Por supuesto, el Sol en sí no se movió de su sitio, el resto de los humanos del planeta no notaron nada de esto ni tampoco los observatorios astronómicos.
Ryan Erlenbush cita a un sacerdote científico prestigioso y buen conocedor de la historia y la filosofía de la ciencia, Stanley Jaki, que apunta que pudo tratarse de una combinación insólita (y milagrosa por haber sido señalada en fecha y hora por la Virgen, citada por los videntes) de inversión súbita de la temperatura con incontables fenómenos naturales adicionales conjuntos, incluyendo algunos que hemos comentado antes… Una conjunción de tantísimas variables precisamente en el día que se había congregado tanta gente esperando una señal… ¿no es un milagro?
Pero el padre Erlenbush tiene su propia teoría que prefiere a la del padre Jaki porque, simplemente, es más sencilla y más sobrenatural.
Una explicación de "tamaño más bíblico"
“La explicación del padre Jaki reduce el milagro a un evento esencialmente natural. Más aún, el número de factores naturales que habrían concurrido para hacer el fenómeno incluso remotamente posible es tan grande que lo hace del todo improbable. El padre Jaki respondería: ¡por eso es un milagro! Nosotros replicamos: ¡Entonces es más probable proponer un milagro real!”
“Por lo tanto”, continua Erlenbush, “parece más factible que un nuevo objeto se formó en el cielo, quizá a cientos de metros en el aire sobre el campo. Se llenó con una luz intensa y parece que produjo calor intenso. Esta bola atmosférica de reciente creación era movida (parece) por ángeles y es muy comparable al Pilar de Fuego o –quizá- la Estrella de Belén”.
“Proponemos que los ángeles, dirigidos por Nuestra Señora, hicieron esta bola masiva con polvo o gas que brilló tan intensa con la infusión de luz que ocultó el sol de la vista. Esta bola angélica se parecería a una nube extraordinariamente densa, que se llenó con luz de diversos colores. Este objeto les parecería ante todos en el campo y a millas de distancia, ser el sol, cayendo hacia la tierra”.
Un “mini-sol” así explica, dice Erlenbush, que el resto del mundo no notase nada y que los presentes en el lugar de los hechos quedasen tan aterrados. Así, dice Erlenbush, “no sólo tenemos un milagro, sino uno de proporciones bíblicas que nos devuelve al Éxodo y a la Luz de la revelación de los gentiles que se da en el Cristo Niño”.

Sor Lucía relataba en sus memorias otro hecho extraordinario:

La aparición de San José
Otro hecho extrardinario ocurrió aquel día y que cuenta la vidente Sor Lucía en sus “Memorias”. Tal y como recoge Cari Filii News, Aquel 13 de octubre de 1917, se apareció San José junto a la Virgen y el Niño, al final de las manifestaciones.
Más allá del debate sobre si el sol danzó, si el calor secó las ropas milagrosamente cuando unos minutos antes todos estaban empapados, si hubo una señal en el cielo que vieron miles de asistentes, la visión de San José con la Virgen y el Niño es un manifiesto a favor de la familia.
“Desaparecida Nuestra Señora en la inmensa lejanía del firmamento, vimos al lado del sol, a San José con el Niño y a Nuestra Señora vestida de blanco, con un manto azul. San José con el Niño parecían bendecir al mundo, con unos gestos que hacían con la mano en forma de cruz”, escribía Sor Lucía​
 

Recordemos que la Iglesia Católica Apostólico Romana tiene un historial de sumir la verdad por la falsedad de la idolatría, aplaudida por los creyentes como las falsas manifestaciones de la madre de Jesús y mezclar las culturas indígenas que claramente son politeístas, con las misas y creencias de santos y vírgenes y que hacen una coctel de idolatría, que alejan al verdadero Dios y a Jesucristo .​