Re: ¿Falda o pantalón? ¡Pobres de nuestras hermanas en la iglesia!
Es ridículo pensar que estos problemas de la moda femenina, las tallas, la ropa ajustada, la ropa que deja ver, etc... es cosa privada de la mujer. Es todo un problema de la sociedad en su conjunto, de hombres y mujeres.
El pudor ha dejado de pesar como el oro a no valer más que la arena. Es uno de los valores más variables de nuestra historia. En tiempos de los primeros cristianos, entre romanos y griegos, el pudor no valía demasiado, llegada la Edad Media se revalorizó un poco más, por influjo del cristianismo; pero problemente no fuese ninguna obsesión. Contra lo que muchos piensan (los que parece que aceptan ese falso axioma de que la Edad Media fue la más oscura de las edades de nuestra Historia) en el medievo existía un nivel medio de pudor, el sexo y la desnuded no eran valores excesivamente preocupantes.
Fue llegar la Edad Moderna y el enviste del puritanismo (excesivo, no el "santo") con su clímax victoriano en el siglo XIX y su contrapartida católica ultramontana lo que hicieron del pudor un valor a la altura de las más bellas virtudes, una virtud de corte, una virtud a la que estaban más obligados los burgueses y aristócratas que el vulgar pueblo llano. En el fondo se secularizó el pudor y se convirtió en una norma de etiqueta y distinción vacía de contenido real, vacía de sustancia.
Dos guerras mundiales, la crisis de todo un modelo cultural, la liberación sexual, el feminismo, el naturismo en la playa, la apoteósis de lo sensible (la belleza material y formal), etc... acabaron por trastornar lo que se vió como un valor anticuado sin fundamento.
¿Y la Iglesia se libra de estos vaivenes? Para nada. Gracias a Dios y a su grandioso plan con la humanidad, nuestras vidas cristianas no se limitan a los horarios de culto; sino que trascienden a toda nuestra vida presente (trabajo, familia, amigos, ocio, estudios...) resumiendo: a todo momento presente. Por ello, la Iglesia, debe ser Iglesia en todos los ámbitos, incluída la playa, el cine, el deporte, el trabajo, estar en un bar con los amigos... ahí el cristiano es y debe ser tan cristiano como en el más fervoroso de los momentos de su culto privado o público. Por esa razón nos afecta el mundo, porque vivimos en él y renegar de él o escapar de él sería desobedecer a Dios.
Volviendo a este tema. Probablmente tengamos algo que decir con respecto al pudor; me corrijo, obligatoriamente debemos decir algo a nuestro mundo. Es parte de nuestra gran comisión: denunciar el pecado para arrepentimiento de los pecadores, proclamar los deseos de Dios para con todos los hombres, cristianizar todo como todo lo entendemos en Cristo. ¿Qué podemos decir del pudor?
Yo creo que debemos denunciar la falta de pudor de nuestro tiempo, la sensualidad sentiva a la que nos quieren condenar, el sentimentalismo supérfluo, la belleza material y formal como única belleza, el acoso al que se someten a las mujeres que no son "perfectas", (y al de los hombres, aunque se note menos), la lujuría como esa falsa tendencia natural buena que algunos quieren pintar, la sexualidad por placer, el amor débil y supérfluo que desaparecido destruye tantos matrimonios, la publicidad tiránica de un canon imposible, la discriminación de lo que es diferente a este canon, esa supuesta "liberación" sexual que arrastra a tanta gente débil a la esclavitud de sus apetitos y que al final incluso destruye estos y los conduce al cinismo con respeto al amor y a un egocentrismo asfixiante y tiránico.