Ezequiel 22:30

12 Septiembre 2003
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Ezequiel 22:30
Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.


Recientemente un querido hermano en la fe me confesó su determinación de tirar la toalla en los caminos del Señor. En estos momentos se encuentra sumido en uno de esos debates existenciales por los cuales en cualquier ocasión el creyente pasa.

Hoy día su fe ha menguado pues al igual que Asaf el salmista se ha desilusionado al ver muchos casos de hombres y mujeres de Dios que han caído pero al parecer no han recibido, a su entender, el pago o disciplina divino por sus actos.

Esta actitud me hizo recordar también a David cuando sorprendido en su pecado Dios le permitió escoger cual disciplina (me gusta más esta palabra que castigo) prefería, David fue muy sabio y pidió caer en manos de Dios antes que en la de los hombres pues Dios es misericordioso en cambio el hombre es por naturaleza vengativo, lamentablemente así somos muchas veces queremos ser mas justos que Dios mismo.

Mi amigo cree que siendo Dios tan misericordioso al final de cuentas no vale la pena guardarse de pecar o cohibirse de lo que a uno le gusta si al final lo que cuenta es que nos humillemos y confesemos nuestros pecados y zas borrón y cuenta nueva, a su entender en su experiencia en esto se resume la vida en Cristo.

Es como decía Salomón en Eclesiastés: Nada hay nuevo del bajo del Sol, todo lo que es ya ha sido…’. Satanás usa la misma estrategia del huerto del Edén, sembrar la duda a través de una media verdad, pues aún hablando con mi amigo y explicándole lo errado de su razonamiento en lo ultimo que quedamos es en que deseaba que yo orara por el pues no encuentra la diferencia entre el que se santifica y el que se abandona a los deseos de la carne.

Así que le dije que contara con eso, yo oraría or el y le prometía ponerme en la brecha por el. Esta una expresión que siempre usamos, una frase del argot evangélico, fue entonces cuando el Espíritu me movió a buscar el significado de la misma, al estudiar el contexto de Ezequiel 22:30 he podido verificar dos cosas:


1) La frase aplica siempre y cuando la intercesión sea por el pecado, he decidido ponerme la brecha por mi amigo, hacer vallado a su alredor confiando en las promesas de mi Dios (la oración del justo puede mucho). Dios guardará sus pies del resbaladero y al igual que Asaf le mostrará que Dios no encubre pecado y que cada quien tiene la justa retribución de sus actos.

2) Lo Segundo que encontré es más trascendente aún, Ezequiel recibe un oráculo del por qué Dios castigará aun más a su pueblo, todos se habían corrompido, todos se habían desviado, habían profanado lo santa y Dios buscó por lo menos uno (me recuerda a Abraham) que clamara por la sanidad de su tierra y no lo encontró.

Esa es la realidad de nuestros días oímos de tantos casos de lideres o personas en las iglesias que caen en los pecados más viles y en vez de ponernos en la brecha nuestra actitud es la de condenación, pedir que baje fuego del cielo y consuma al pecador, pareciera que es más importante la reputación que la persona misma.

No se cuanto de ustedes al igual que yo se sentirán desconcertado por lo desacreditado que esta el evangelio en estos días, de ser así es mi oración que Dios se rebele a sus vidas y al igual que a mi les motive a ponerse en la brecha, a clamar por la sanidad de su pueblo, haciendo vallado y obrando en amor el cual cubre multitud de pecados. El día que esto suceda la iglesia resplandecerá como la luz de la aurora…

Espero que alguno se identifique con mi inquietud, es posible que muchos hayan pasado por esta experiencia de querer hacer entender a una persona lo correcto ante Dios y sentir la carga por alguna persona a quien Satanás se empeña en destruir.

Bendiciones.