Un poco de la vida de Amós:
Amós, del antiguo hebreo עמוֹס (Āmōs), que significa "carga, el que lleva la carga", fue uno de los doce profetas hebreos conocidos como los Profetas menores. Era un pastor y productor de higos1 en Tecoa, en el límite del desierto de Judá (Amos 1:1). Fue profeta en Israel y el Reino del Norte durante el reinado de Jeroboam II (783 a. C. - 743 a. C.).
Me gusta recordar el libro de Amós por esta enseñanza:
Amós 3:7-8
8 Ruge el león;
¿quién no temblará de miedo?
Habla el Señor omnipotente;
¿quién no profetizará?
Quiero citar nuevamente el primero versiculo de esta lectura de Amós, pero no tomando la versión católica sino la versión NVI (Nueva Versión Internacional) que a mi entender contextualiza de forma más correcta el diálogo sostenido por el profeta:
12 Entonces Amasías le dijo a Amós:
—¡Largo de aquí, vidente! ¡Si quieres ganarte el pan profetizando, vete a la tierra de Judá! 13 No vuelvas a profetizar en Betel, porque este es el santuario del rey; es el templo del reino.
14 Amós le respondió a Amasías:
—Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que cuido ovejas y cultivo higueras. 15 Pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”.
Es un desprecio lo que le han hecho a Amós de Judá lo han expulsado de los predios del rey de Israel y le han mandado a devolverse a la tierra de Judá, los vecinos de Israel del norte. Algo asi como Judea y Samaria.
De pronto recordamos que a Jesús le pasó lo opuesto pues decía "nadie es profeta en su tierra", pero el pueblo de Israel era especial: no eran benvenidos los profetas domésticos ni los profetas extranjeros. Un caso singular, de dura cerviz: de oidos tapados.
Lo desprecian en nombre de su supuesta indignidad "este es el santuario del rey y el templo del reino no necesitamos profetas"
Cuantas veces la religiosidad nos lleva a la arrogancia, no que la religión sea mala en si misma, sino que pertenecer a un gremio de pronto hace que se olviden los humildes origenes de los que todos provenimos: somos polvo y al polvo volveremos.
Pero los grandes hombres de DIOS fueron elegidos de la misma manera que Amós: David era pastor de ovejas y el menor de sus hermanos.
De pronto DIOS quiere burlarse de toda la sofisticación, de toda la parafernalia con la que hemos adornado y dificultado la entrada al reino al prójimo para servir a nuestra propia vanidad y egoismo (Lucas 11:52).
El profeta no lo es por linaje, por casta, ni por poder económico, sino de lo más humilde lo toma DIOS, para servir de escarmiento a la clase superior.
1Corintios 1
26 Pues considerad[a], hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne[b], ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; 28 y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es; 29 para que nadie[c] se jacte delante de Dios.
Continua...
Amós, del antiguo hebreo עמוֹס (Āmōs), que significa "carga, el que lleva la carga", fue uno de los doce profetas hebreos conocidos como los Profetas menores. Era un pastor y productor de higos1 en Tecoa, en el límite del desierto de Judá (Amos 1:1). Fue profeta en Israel y el Reino del Norte durante el reinado de Jeroboam II (783 a. C. - 743 a. C.).
Me gusta recordar el libro de Amós por esta enseñanza:
Amós 3:7-8
7 En verdad, nada hace el Señor omnipotente
sin antes revelar sus designios
a sus siervos los profetas.
8 Ruge el león;¿quién no temblará de miedo?
Habla el Señor omnipotente;
¿quién no profetizará?
Quiero citar nuevamente el primero versiculo de esta lectura de Amós, pero no tomando la versión católica sino la versión NVI (Nueva Versión Internacional) que a mi entender contextualiza de forma más correcta el diálogo sostenido por el profeta:
12 Entonces Amasías le dijo a Amós:
—¡Largo de aquí, vidente! ¡Si quieres ganarte el pan profetizando, vete a la tierra de Judá! 13 No vuelvas a profetizar en Betel, porque este es el santuario del rey; es el templo del reino.
14 Amós le respondió a Amasías:
—Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que cuido ovejas y cultivo higueras. 15 Pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”.
Es un desprecio lo que le han hecho a Amós de Judá lo han expulsado de los predios del rey de Israel y le han mandado a devolverse a la tierra de Judá, los vecinos de Israel del norte. Algo asi como Judea y Samaria.
De pronto recordamos que a Jesús le pasó lo opuesto pues decía "nadie es profeta en su tierra", pero el pueblo de Israel era especial: no eran benvenidos los profetas domésticos ni los profetas extranjeros. Un caso singular, de dura cerviz: de oidos tapados.
Lo desprecian en nombre de su supuesta indignidad "este es el santuario del rey y el templo del reino no necesitamos profetas"
Cuantas veces la religiosidad nos lleva a la arrogancia, no que la religión sea mala en si misma, sino que pertenecer a un gremio de pronto hace que se olviden los humildes origenes de los que todos provenimos: somos polvo y al polvo volveremos.
Pero los grandes hombres de DIOS fueron elegidos de la misma manera que Amós: David era pastor de ovejas y el menor de sus hermanos.
De pronto DIOS quiere burlarse de toda la sofisticación, de toda la parafernalia con la que hemos adornado y dificultado la entrada al reino al prójimo para servir a nuestra propia vanidad y egoismo (Lucas 11:52).
El profeta no lo es por linaje, por casta, ni por poder económico, sino de lo más humilde lo toma DIOS, para servir de escarmiento a la clase superior.
1Corintios 1
26 Pues considerad[a], hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne[b], ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; 28 y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es; 29 para que nadie[c] se jacte delante de Dios.
Continua...