El timo de la prosperidad
El timo de la prosperidad
Reproduzco a continuación otro fragmento del estudio de Filipenses que viene al hilo del artículo anterior y complementa otros pasajes ya incorporados en el tema EL DIEZMO ES UN FRAUDE?
Saludos
Pabloblanco
5.- El evangelio de la prosperidad.- Las ganas de salir de la miseria, de la pobreza, ó de mejorar el status económico y social, que laboriosamente y por el esfuerzo es perfectamente lícito, tiene su límite cuando el afán es tan fuerte que ciega el entendimiento y produce el ansia de querer enriquecerse, es entonces cuando la avaricia lleva a las personas a caer en el lazo de estos listos.
Una de las formulas más exitosas para sus promotores es el llamado evangelio de la prosperidad. Prosperidad para sus propagadores. A menudo desengaño, miseria y frustración para sus víctimas. Como escribió Pablo, no que haya otro evangelio, sino que algunos lo pervierten en beneficio propio para enriquecerse, ó simplemente para vivir del cuento, ó construir organizaciones de sistema piramidal en el que se benefician unos pocos a cuenta de muchos.
Quizás el ejemplo más conocido de esta perversión teológica, que ha crecido junto o en paralelo con el llamado Movimiento de la Fe, es la importante organización llamada Iglesia Universal del Reino de Dios, y en España como también en algunos otros países: Oración Fuerte al Espíritu Santo. Es una secta fundada por el brasileño Edir Macedo, un cajero de la lotería de Río de Janeiro, que ha demostrado como montarse una secta es mucho más rentable que la lotería. En 1977 se salió de la iglesia pentecostal Nova Vida, a la que había pertenecido desde su conversión diez años antes, y junto con algunos amigos abrió un local de cultos en una barriada humilde de Río. Macedo descubrió el poder de los medios de comunicación para llegar a la gente y la candidez de esta para dejarse explotar. En este breve período de tiempo, apenas 25 años, ha llegado a tener seis millones de seguidores, una cantidad superior a los Testigos de Jehová ó semejante a la de los Adventistas del Séptimo Día, que tienen más de cien años de historia y proselitismo.
Cuanto más tiempo en radio y en televisión, más dinero. Con más dinero se abren locales que a su vez se convierten en otros centros de recaudación y así crece por el sistema piramidal. Solo en el año 1999 esta organización recaudó en Brasil más de 1000 millones de dólares, lo cual requiere mucha insistencia en la petición, muchos argumentos para aflojar las carteras, y llegar a una enorme marea de potenciales ofrendantes. No es de extrañar ya que su líder enseña que la sangre de la iglesia es el dinero.
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Los que se dejan engañar, ignoran que la sangre de la iglesia, si existe algo que se puede denominar así, es el amor ágape que Dios derrama en nuestros corazones por su Espíritu Santo y que la iglesia de Laodicea, es el prototipo de una organización religiosa, rica en bienes materiales, pero bajo el diagnóstico divino es una pobre, desnuda y ciega, que ha dejado a Cristo, con su mensaje y su evangelio, fuera de sus puertas (Ap. 3:17-20).
La red de televisión brasileña Globo en un reportaje sobre esta secta emitió unas imágenes de cámara oculta en las cuales el Sr. Macedo instruía a sus ?pastores? sobre como sacar dinero a la gente, con las siguientes palabras: ¿Entienden como es esto? Si quieren ayudar, bien, y si no pueden irse al infierno. O contribuyen ó se condenan?. En todas las actividades de la secta la palabra más usada no es Dios, ni Jesucristo, ni salvación, sino dinero, diezmo, ofrenda, precio, etc. En su descargo afirmó: Yo no sigo a un Dios pobre. Si su Dios es pobre es porque sus pensamientos son pobres... La pobreza es del diablo; no de Dios.
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.... además de los objetos materiales que venden, lo peor son las ideas vertidas en las manipulaciones doctrinales con las que engañan a las gentes humildes y sencillas. Les hacen creer que si tienen fe pueden ser ricos en bienes materiales, pero como en el timo de la estampita, ellos tienen que poner primero su propio dinero, hasta que más tarde, también como en el caso del timo, se den cuenta de que el contenido es falso y para entonces ya no pueden recuperar lo invertido. Como en todos los timos se explota la codicia interior, excitándola con una buena dosis de retórica y de ejemplos falsos. Fulanito dio 1000 dólares y al poco tiempo recibió una herencia de varios millones. Menganito no dio el diezmo, y se le quemó su casa. Pero además este dar a Dios, no lo puedes administrar tú, haciéndolo llegar directamente a cualquier necesidad que conozcas ó apoyando algún ministerio diferente, sino que siempre tiene que ser entregado en la mano de los promotores, o el milagro no se producirá.
El timo de la prosperidad se le vende a los incautos con la etiqueta de la fe. Créelo y exígelo. Lo cual alguien definió muy acertadamente como la fe en la fe, no la fe en Dios. Estar plenamente convencido de que algo se va a producir si así lo crees, independiente del análisis de si corresponde a la voluntad de Dios, ó si tal cosa es buena para nuestras vidas. El argumento es: Dios es rico y quiere que nosotros también lo seamos, ¿Quién dice amén?,¿Como Dios va a querer que sus hijos sean pobres ó estén enfermo, Si el Diablo puede dar riquezas a los suyos, cuanto más nuestro Dios?; Estamos empobrecidos porque no pedimos con fe. Tú que tienes unos ahorros para comprar una casa, demuestra tu fe ofrendándolos y reclama con fe que Dios te de una casa. El timo viene acompañado de un enorme caudal de historias falsas acerca de prodigios que siempre suceden lejos y a personas que nadie conoce y, en algunas ocasiones, incluso utilizan a ganchos que aparecen delante de los asistentes como testigos presenciales de las mismas mentiras. Luego vienen las revelaciones personales. Dios me dijo en esta noche que? ó Estaba yo el otro día hablando con Dios cuando me dijo? Algunos aseguran que han ido al tercer cielo e incluso uno afirmó que cuando fue transportado a la presencia de Dios, casualmente llevaba su máquina de fotos y le hizo una foto a Dios y ahora vendía copias por 8 dólares. Y lo peor es que hay quien compra.
Si alguien es pobre, es porque es un pecador, y te vienen con el cuento de uno que nadie conoce, del que dicen que dio el 90% de sus ingresos y ha logrado amasar una gran fortuna. Predican que Jesús dijo: De cierto os digo que hay ninguno que haya dejado casa ó hermanos ó hermanas, ó padre ó madre, ó mujer ó hijos ó heredades por causa de mi y del evangelio que no reciba cien veces en este tiempo casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y heredades, con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna. (Mr. 10:29 y 30), aplicándolo para sus seguidores en la forma de: ¡Deja tu casa para el Señor y recibirás 100 en este tiempo! ¡Aleluya!. Y yo, siguiendo la misma exégesis, digo al respecto, pues deja a tu mujer y recibirás cien. (Jesús hablaba de la gran bendición de entrar a formar parte de otra familia mucho mayor, la familia de la fe, de la hospitalidad y del amor cristiano).
La insistencia machacona de estas sectas en despojar del dinero a los pobres ignorantes que les siguen, abunda en retórica, con lo cual es difícil que alguno de sus variados argumentos no consiga aflojar la cartera de las victimas potenciales: Si los drogadictos consiguen dinero para pincharse, nosotros también podemos conseguir dinero para el Señor Jesús. El diezmo pertenece a Dios, para que el diablo no pueda tocarlo. Hay una guerra adentro de cada uno de nosotros. Dios quiere que usted de, pero el diablo sujeta su billetera. Venga, venga y dé ahora. Mañana usted podría estar muerto. Si usted no paga a Dios, le está pagando al diablo. Si quieres salir de la miseria, si quieres obtener un empleo, si quieres sanar de una enfermedad debes aportar tu diezmo. Dios dijo: traed los diezmos. Cuando das el diezmo, Dios abre las ventanas del cielo y derrama bendiciones. El diezmo no es solo de un sueldo, también de su paga de jubilación o pensión. Si no aportas tu diezmo el dinero va desapareciendo porque el demonio devorador ha entrado. Si diezmas conseguirás trabajo. El diezmo no es una donación es una devolución. Honra a Dios con tus bienes. ¡Da para Dios mil dólares y recibirás 100.000 porque Dios sigue teniendo el mismo poder y siempre cumple sus promesas!.
Con tanto pedir para Dios, han convertido a Dios en un pobre mendigo insaciable.
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Si la promesa de Dios fuesen las riquezas materiales no habría enseñado Jesús sobre la dificultad de que los ricos sean salvos, ni haría un serio llamamiento para que busquemos los tesoros del cielo y no los de la tierra. Pero además esta teología convierte a Pablo, a sus colaboradores, a los mártires y a los apóstoles, qué no tenían oro ni plata, en cristianos fracasados, pues padecieron todo tipo de penalidades, a lo que se ve, por causa de su poca fe (¿?). Pero además si el apóstol Pablo lo dio todo como afirma en filipenses, ¿como es que solo recibió en este mundo penuria, necesidades y cárcel? El debía haber recibido como contrapartida millones y ser un hombre de los más ricos de su tiempo? En fin, que en este disparate no vale la pena gastar más tiempo ni espacio. Solo es el producto de lo que esta profetizado en 2?Tim. 4:4 vendrá un tiempo cuando no querrán escuchar la autentica enseñanza, en su lugar buscaran maestros quienes les complacerán al decirles solamente lo que ellos están deseando escuchar, y no solo apartaran la verdad de sus oídos, sino que se irán detrás de cuentos.
Hace poco leí la sinopsis de un libro que promueve una editorial cristiana, titulado: Prosperidad, La Voluntad de Dios para ti, que decía lo siguiente: Este libro le ayudará a conocer que Dios no solamente desea que ud prospere espiritualmente y físicamente pero también financieramente. En Salmos 35:27 dice que Dios se goza en la prosperidad de sus siervos. En 3 Juan 2 dice que Dios desea que nosotros prosperemos en todas las cosas. Pero nuestra alma (mente, voluntad, emociones) tiene que prosperar primero. Sin la renovación de nuestro entendimiento, nosotros nunca podremos caminar en los beneficios que Dios tiene para nosotros como resultado de nuestra salvación. (Romanos 12:2, Salmos 103:1-6) Este libro le ayudará a ver lo que le pertenece como una creación de Dios y le enseñará principios de la Palabra de Dios que causarán que Dios se mueva en el área económica de tu vida. Por supuesto que no se me ocurre malgastar mi dinero en comprar algo como esto. Pero si querido lector, estás buscando la prosperidad económica de tu vida, no dudes en comprarlo, seguro que ahí encontrarás una doctrina a la medida de tu ambición, y tal vez el autor una ayuda para mejorar su prosperidad personal.