¿Has paseado alguna vez por un prado en verano y has visto innumerables saltamontes apartarse a saltos de tu camino?Hay lógica en lo que dices, pero el entendimiento de lo que es Dios y lo que es Jesús y lo que somos nosotros, lo tratamos de entender acorde a lo que conocemos y asimilamos de este mundo material. Si vamos al principio nos damos cuenta de que todo lo que vemos y tomamos como realidad, existe a partir de lo que no podemos ver, el espíritu y la consciencia de Dios no es material ni visible y eso ocasiona falta de entendimiento. Cuando Dios crea al hombre crea algo material como una casa y en ella pone ese hálito de vida al cual poca importancia damos debido a que no podemos comprobar su existencia, La diferencia entre Jesus y Ustedes es que el vino con conocimiento de su origen y de lo que es y ustedes no.
Son como una gota de océano que no sabe de dónde vino ni si llegaran a unirse al oceano nuevamente. Lo que no pueden imaginar es que pueden ser parte de un océano sin dejar de ser una gota en el, pueden llegar a ser todo sin dejar de ser uno. El concepto de lo que conocemos de este reino material, no es el mismo que el del reino de los cielos. Porque creen que estamos separados del padre?
Daba la impresión de que estaban por todas partes, aunque tú no les hayas prestado mucha atención.
A fin de cuentas, parecen inofensivos e insignificantes.
Aun así, la insignificancia de los saltamontes los hace un símbolo apropiado de la humanidad.
Si bien algunos hombres afamados se consideran sumamente importantes, nuestro Creador piensa de otra manera.
En su profecia Isaías dijo: “Hay Uno que mora por encima del círculo de la tierra, los moradores de la cual son como saltamontes”. Isa. 40: 22.
La grandeza, el poder y la sabiduría de Jehová Dios lo elevan muy por encima del ámbito de los seres humanos, del mismo modo que el hombre es muy superior mental y físicamente al saltamontes.
Sin embargo, la cualidad superlativa de Dios es el amor.
Su amor inigualable lo impulsa a tomarnos en cuenta, ayudarnos y salvarnos si lo amamos y obedecemos.
Jehová nos trata con amor aunque seamos como saltamontes insignificantes.
El salmista dijo: “¿Quién es como Jehová nuestro Dios, aquel que está haciendo su morada en lo alto? Está condescendiendo en tender la vista sobre cielo y tierra, y levanta al de condición humilde desde el polvo mismo”.
Sl. 113: 5-7.
Como explica el salmo, Jehová ayuda con amor al de condición humilde.
Sí, ayuda a aquellos que humildemente ‘buscan a Dios, y verdaderamente lo hallan’. Hch. 17: 27.
Aquellos que hallan a Dios, y le sirven, incluso llegan a ser preciosos a sus ojos. Isa. 43: 4, 10.
Así que el humilde saltamontes sirve para recordarnos nuestra insignificancia y el amor de nuestro Creador todopoderoso, quien concede a los seres humanos obedientes su amistad y bondad inmerecida.