*** El hacha sin filo no corta.
Si no se le saca filo,
hay que golpear con más fuerza.
Si quieres prosperar,
tienes que saber qué hacer
y hacerlo bien.
¿De qué te sirve tener
un encantador de serpientes,
si la serpiente te muerde
antes de ser encantada?
Cuando el sabio habla,
a todos les cae bien;
cuando el tonto abre la boca,
provoca su propia ruina.
Comienza diciendo tonterías,
y acaba diciendo estupideces,
¡pero palabras no le faltan!
¿Qué va a pasar mañana?
¿Qué va a pasar después?
¡Nadie puede saberlo!
No tiene ningún sentido
que tanto trabaje el tonto,
si no sabe ni en dónde está.
¡Qué lástima da el país
que tiene un rey incapaz
y malos gobernantes
que siempre están de fiesta!
¡Ustedes son tan inteligentes,
que con mucho gusto
soportan a los locos!
¡Hasta aguantan a quienes
los tratan como esclavos
y se aprovechan de ustedes,
a quienes los engañan y desprecian,
y a quienes los golpean en la cara!
2 Corintios 11:19-20 TLAI
En país revuelto todos quieren mandar,
el inteligente y experto mantiene el orden.
El pobre que explota a otro pobre
es como aguacero que deja sin pan.
Los que violan la ley aplauden al malvado,
quienes la observan se enfrentan con él.
Ustedes no quieren aprender
ni obedecer a Dios;
no siguen mis consejos,
ni aceptan mis enseñanzas.
Por eso recibirán su merecido:
¡tendrán problemas de sobra!
¡Sufrirán las consecuencias
de sus malas decisiones
y de su mala conducta!
¡Acabarán siendo destruidos
por su necedad y por su poca atención!
Pero los que me hagan caso
vivirán tranquilos y en paz,
y no tendrán miedo del mal».
*** Dios continuó diciendo:
«¡Gente malvada,
qué mal les va a ir a ustedes!
Al acostarse hacen planes malvados;
al levantarse los llevan a cabo,
porque tienen el poder de hacerlo.
Si quieren terrenos, los invaden;
si quieren casas, se adueñan de ellas;
maltratan al dueño y a su familia,
y con engaños los echan fuera.
»Por eso yo, el Dios de Israel,
también tengo planes contra ustedes:
voy a enviarles una desgracia
de la que no podrán librarse.
Les vienen tiempos tan difíciles
que se les acabará el orgullo.
»Ustedes, jefes de mi pueblo,
deberían protegerlo
como perros guardianes;
pero parecen estar ciegos,
no se dan cuenta de nada;
parecen estar mudos,
no hacen ni dicen nada;
les gusta mucho dormir,
se pasan la vida durmiendo y soñando.
»Ustedes, jefes de mi pueblo,
son como perros hambrientos
que nunca se llenan.
Son gente que no entiende nada,
cada uno va por su camino,
siempre detrás de sus ganancias.
»Ustedes, jefes de mi pueblo, dicen:
“¡Vengan!
Vamos a emborracharnos.
Y mañana haremos lo mismo,
o beberemos mucho más”».
Isaías 56:10-12 TLAI
Porque todos vosotros
sois hijos de luz e hijos del día;
no somos de la noche ni de las tinieblas.
Por tanto,
no durmamos como los demás,
sino velemos y seamos sobrios.
Pues los que duermen,
de noche duermen,
y los que se embriagan,
de noche se embriagan.
Las palabras sabias traen aprobación,
pero a los necios,
sus propias palabras los destruyen.
Los necios basan
sus pensamientos en suposiciones insensatas,
por lo tanto,
llegan a conclusiones locas y malvadas;
hablan y hablan sin parar.
Nadie sabe a ciencia cierta
qué es lo que va a suceder;
nadie puede predecir el futuro.
Los necios se agotan tanto
con un poco de trabajo
que ni siquiera saben
cómo regresar a su casa.
¡Qué tristeza sufrirá el pueblo
gobernado por un sirviente,
cuyos líderes hacen fiesta
desde la mañana!
Dichoso el pueblo que tiene
por rey a un líder noble
y cuyos dirigentes festejan
en el momento apropiado
para trabajar con fuerza
y no para emborracharse.
Cuando veas que en una provincia
hay opresión contra los pobres,
que reina la injusticia
y se violan los derechos de los pobres,
no te sorprendas porque
a un alto funcionario
lo protege otro más alto
y a ambos los protegen
otros superiores.
Hasta el rey obtiene
su parte de ganancia.
La riqueza de un país
se la dividen entre ellos.
El rey que hace justicia
da seguridad al país;
el que solo cobra impuestos
lleva el país a la ruina.
Proverbios 29:4 TLAI
»Ustedes desprecian
al que lucha por la justicia
y al que dice la verdad;
ustedes humillan a los pobres
y les quitan el pan de la boca
al cobrarles altos impuestos.
Por eso no podrán disfrutar
de las lujosas casas que construyeron,
ni tampoco beberán el vino
de los hermosos viñedos que plantaron.
»Yo conozco todos sus pecados;
conozco sus muchas maldades.
Sé que los jueces aceptan dinero
para juzgar a favor de los malvados
y en contra de la gente inocente.
Por eso el juicio lo ganan los ricos
y lo pierden los pobres.
¡Ustedes son tan inteligentes,
que con mucho gusto
soportan a los locos!
¡Hasta aguantan a quienes
los tratan como esclavos
y se aprovechan de ustedes,
a quienes los engañan y desprecian,
y a quienes los golpean en la cara!
2 Corintios 11:19-20 TLAI
En país revuelto todos quieren mandar,
el inteligente y experto mantiene el orden.
El pobre que explota a otro pobre
es como aguacero que deja sin pan.
Los que violan la ley aplauden al malvado,
quienes la observan se enfrentan con él.