Tú, holgazán,
aprende una lección de las hormigas.
¡Aprende de lo que hacen y hazte sabio!
A pesar de que no tienen príncipe
ni gobernador ni líder que las haga trabajar,
se esfuerzan todo el verano,
juntando alimento para el invierno.
Pero tú, holgazán,
¿hasta cuándo seguirás durmiendo?
¿Cuándo despertarás?
Un rato más de sueño, una breve siesta,
un pequeño descanso cruzado de brazos.
Entonces la pobreza te asaltará como un bandido;
la escasez te atacará como un ladrón armado.
Tú, holgazán, aprende una lección de las hormigas. ¡Aprende de lo que hacen y hazte sabio! A pesar de que no tienen príncipe ni gobernador ni líder que las haga trabajar, se esfuerzan todo el verano,
Este es un artículo largo. Tómese su tiempo y léalo a trozos si es preciso. Es un artículo escrito para creyentes, y para creyentes españoles particularmente. Para personas que tienen temor de Dios y de Su Palabra, aunque contenga muchas consideraciones actuales que pueden encontrarse en los periódicos. Esta aclaración me permite no tener que extenderme en muchos aspectos que si fuese dirigido a incrédulos tendría que explicar con mucho más detalle y argumentos, que por otro lado ni entenderían ni los aceptarían aunque los entendieran.
Los creyentes que consideramos las Sagradas Escrituras, como una fuente inspirada para ser instruidos (2Ti. 3:16), sabemos que las guerras y los conflictos sociales provienen de las pasiones humanas pecaminosas, de las codicias, la envidia y las frustraciones humanas que dan ocasión al empleo de la violencia, como acertadamente dice St. 4:1,2; y de las maldades del corazón de los violentos, como dice el salmista (Sal. 140:1,2).
Este enfoque es claramente parcial sin aportar las verdaderas causas que se ocultan bajo el supuesto "juicio divino", el cual se expresa ideológicamente a modo de brocha gorda y sin advertir que las dificultades que atraviesan ciertas naciones no son solo producto de las pasiones humanas pecaminosas (que no niego que influyan), sino que pisotear la leña del árbol caído para desviar las vergüenzas de uno en el "otro" a modo de gigantesca evasiva crónica que usan los países. Tal es el caso de la leyenda negra anti-española.
No se tiene en cuenta los desarrollos históricos de los Estado-Nación
No se tiene en cuenta los intereses políticos de las naciones y sus confabulaciones.
No se tiene en cuenta el concepto de Imperio y lucha de Imperios.
Las ideas de la Revolución Francesa: libertad, igualdad y fraternidad son una entelequia en sí misma. Ni existe fraternidad entre todos los hombres, ni existe igualdad entre todos los hombres y ni existe libertad entre todos los hombres. Tan sólo existe esos principios entre una sociedad de iguales, es decir, entre un grupo oligárquico de personas (la burguesía, como todos sabemos).
Las ideologías de género y demás yerbas son productos del mundo anglosajón y especialmente de las universidades americanas. Esto se ve en un concepto muy confuso que viene de filósofo Manuel Kant y que está envenenando las sociedades actuales: el subjetivismo.
El no desarrollo de los países iberoamericanos es producto (también) de intereses supranacionales que concentran todos los avances tecnológicos (naciones con mejor tecnología o imperios) utilizando toda clase de subterfugios políticos, económicos, etc. Los intereses militares de los imperios no van a dejar que otros países avancen en tecnología.
***
Escucha, tierra:
Voy a traer a este pueblo una desgracia
que es consecuencia de sus planes malvados;
porque no hicieron caso de mis palabras,
sino que despreciaron mi ley.
Escucha, tierra: Voy a traer a este pueblo una desgracia que es consecuencia de sus planes malvados; porque no hicieron caso de mis palabras, sino que despreciaron mi ley.
Haz cuanto puedas por salvar
a los que van camino a la muerte,
porque Dios todo lo sabe
y no podrás alegar ignorancia.
¡Si no lo haces, recibirás tu merecido!
Haz cuanto puedas por salvar a los que van camino a la muerte, porque Dios todo lo sabe y no podrás alegar ignorancia. ¡Si no lo haces, recibirás tu merecido!
Resulta que algunos ponemos
a trabajar nuestra sabiduría,
nuestros conocimientos y experiencia,
¡tan solo para dejarle todos nuestros bienes
a quien nunca hizo nada para ganárselos!
¡Eso está muy mal,
y no tiene ningún sentido!
Resulta que algunos ponemos
a trabajar nuestra sabiduría,
nuestros conocimientos y experiencia,
¡tan solo para dejarle todos nuestros bienes
a quien nunca hizo nada para ganárselos!
¡Eso está muy mal,
y no tiene ningún sentido!
Así como el rico gobierna al pobre,
el que pide prestado es
sirviente del que presta.
Los que siembran injusticia
cosecharán desgracia,
y su régimen de terror se acabará.
[...]
No le robes al pobre tan solo
porque puedes hacerlo,
ni saques provecho de los necesitados en la corte,
porque el Señor es su defensor.
Él destruirá a todo el que los destruya.
[...]
No te comprometas a garantizar la deuda de otro
ni seas fiador de nadie.
Si no puedes pagar,
te quitarán hasta la cama en la que duermes.
Así como el rico gobierna al pobre, el que pide prestado es sirviente del que presta. Los que siembran injusticia cosecharán desgracia, y su régimen de terror se acabará. Benditos son los generosos,
MINISTRO COMUNISTA,
DEL GOBIERNO SOCIAL-COMUNISTA
QUIERE ELIMINAR LA CARNE
DE NUESTRA DIETA
Ahora bien, el Espíritu Santo
nos dice claramente
que en los últimos tiempos
algunos se apartarán de la fe verdadera;
seguirán espíritus engañosos
y enseñanzas que provienen de demonios.
Estas personas son hipócritas y mentirosas,
y tienen muerta la conciencia.
Dirán que está mal casarse
y que está mal comer determinados alimentos;
pero Dios creó esos alimentos
para que los coman con gratitud
las personas fieles que conocen la verdad.
Ya que todo lo que Dios creó es bueno,
no deberíamos rechazar nada,
sino recibirlo con gratitud.
Pues sabemos que se hace aceptable
por la palabra de Dios y la oración.
Ahora bien, el Espíritu Santo nos dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe verdadera; seguirán espíritus engañosos y enseñanzas que provienen de demonios. Estas persona
Un trabajador con una renta promedio dedica en España 193 jornadas de renta a cumplir con sus obligaciones tributarias.
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Lo que ocurría era que las familias
que se quedaban sin dinero
tenían que vender a sus hijos
o hipotecar sus campos,
viñas o casas para obtener dinero
para comprar comida.
Algunos ni eso podían hacer,
porque ya habían tomado dinero prestado
para pagar los impuestos
que le pagaban al rey.
La gente protestaba:
«Somos sus hermanos,
y nuestros hijos son iguales a los de ustedes.
Sin embargo, hemos tenido que vender
a nuestros hijos como esclavos
a fin de obtener el dinero
que necesitamos para vivir.
Ya hemos vendido algunas de nuestras hijas,
y no podemos pagar por su libertad,
porque nuestros campos
también han sido hipotecados a estos hombres».
Me enojé mucho cuando oí esto.
Después de pensarlo,
hablé con los ricos
y con los funcionarios del gobierno.
―¿Qué es lo que están haciendo?
—les pregunté—.
¿Cómo se atreven a pedir propiedades
en prenda como condición
para ayudar a otro israelita?
Entonces convoqué a una asamblea pública
para juzgar el asunto.
En la reunión les dije:
―Nosotros, a la medida de nuestras fuerzas,
hemos estado pagando el rescate
de nuestros hermanos judíos
que regresaron del exilio como esclavos.
¡Y ahora ustedes los están vendiendo
para que luego tengamos que volver a redimirlos!
Y ellos no hallaban qué decir.
Lo que ocurría era que las familias que se quedaban sin dinero tenían que vender a sus hijos o hipotecar sus campos, viñas o casas para obtener dinero para comprar comida. Algunos ni eso podían hacer,
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Ustedes humillan a los pobres
y les quitan el pan de la boca
al cobrarles altos impuestos.
Por eso no podrán disfrutar
de las lujosas casas que construyeron,
ni tampoco beberán el vino
de los hermosos viñedos que plantaron.
ustedes humillan a los pobres y les quitan el pan de la boca al cobrarles altos impuestos. Por eso no podrán disfrutar de las lujosas casas que construyeron, ni tampoco beberán el vino de los hermosos
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Y cuando se pongan a pensar
en el miedo que sentían, dirán:
“¿Y dónde han quedado
los que nos cobraban los impuestos?
¿Dónde están los contadores
que nos cobraban tanto dinero?”
Y cuando se pongan a pensar en el miedo que sentían, dirán: “¿Y dónde han quedado los que nos cobraban los impuestos? ¿Dónde están los contadores que nos cobraban tanto dinero?”