Hablan las paredes de Moncloa: "No tienen un plan. Son un caos y van a ciegas"
Varios funcionarios del complejo presidencial que han trabajado para distintos gobiernos describen la situación de total improvisación y auguran: "La desescalada será una ruleta rusa".
Por
Vicente Gil
27 de abril de 2020, 17:09
“Están perdidos. La desescalada es una ruleta rusa para quitarse ellos presión política. Es un peligro”.
Es la preocupante descripción que hacen fuentes solventes de Moncloa. Funcionarios del complejo presidencial -en distintos ámbitos- que asisten atónitos al día a día de la crisis. “Son un caos y van a ciegas. Da miedo”, coinciden. “Si la gente lo viera…”.
Y llaman la atención sobre un dato. ¿Cómo pueden empezar hoy lunes a hacer los test de serología que darán el mapa de la pandemia dentro de dos meses y aprobar este martes el plan de desescalada?.
“Están improvisando porque no conocen el estado real de la pandemia. Por eso hasta ahora no le han contado a nadie cómo será la desescalada ni el presidente pudo adelantarlo el sábado en televisión”, señalan las fuentes consultadas por
ESdiario.
“Se lanzan para quitarse ellos la presión política de tener encerrado al país ya dos meses en condiciones durísimas. Saben que el confinamiento no se puede alargar mucho más, que el estudio de seroprevalencia no estará, como mínimo, hasta junio y que se les acaban los apoyos políticos en el Congreso”.
El Ejecutivo dispone de previsiones actualizadas —desde distintos estamentos del estado— sobre la posibilidad de disturbios y problemas de seguridad ante supermercados o bancos si el confinamiento se alarga.
El presidente
Pedro Sánchez solo ha hablado de una desescalada “lenta y progresiva”. “No cuenta más porque no hay plan”, confirma otra de las fuentes. “Por eso, improvisan anuncios y rectifican, como con los niños”. Y hacen una apuesta: veremos también en esto más rectificaciones y cambios sobre la marcha. “Eso es lo peligroso. Cualquier mal paso, será muy grave”.
“Fue patético —dice este veterano funcionario— que lo de los niños lo vendieran como un Gobierno que escucha”. Es un Gobierno “a la deriva” —afirma— “dividido en dos o más bloques” —apunta— y “solo preocupado por la propaganda”. “Y por las filtraciones”, añade, a medios afines. “Filtraron el informe del Instituto Carlos III para poner el foco del inicio masivo del contagio en febrero y desviar la atención del 8M”. Pero son tan “burdos” -pronostica la fuente- que, al final, el informe “va a ser una prueba más de su negligencia”.
El primer muerto “oficial” por Covid en España fue el 13 de febrero, aunque se conoció públicamente el 3 de marzo. Si ese día “descubrieron” que el 13 de febrero ya había muerto una persona, las fuentes consultadas se preguntan: “¿No pudieron imaginar que durante febrero ya habían muerto muchas más?, ¿No tenían la obligación de investigarlo?, ¿Por qué ese 3 de marzo no prohibieron actos públicos y siguieron, incluso, alentando el 8M?”.
Las fuentes describen el panorama de un Gobierno con ministros que se miran con recelo y desconfían entre ellos.
“Sánchez e
Iglesias mantienen la comunicación”, dicen, pero el resto han empezado un “sálvese quien pueda” ante la cascada de querellas que pueden afectarles personalmente.
Los ministros Salvador Illa y María Jesús Montero.
“Están pidiendo papeles entre ministerios para cubrirse. Se lanzan puñaladas entre ellos”.
Salvador Illa y algunos de su equipo —cuentan— van a ser “la primera cabeza de turco”. “Si no el propio
Illa, hay gente del Ministerio de Sanidad que puede caer pronto”.
En Moncloa tienen asumido que
Pedro Sánchez y
Pablo Iglesias están usando al ministro de Sanidad como pantalla para “comerse todos los marrones”. “Se han propuesto achicharrarle hasta el infinito para cubrirse ellos todo el tiempo que puedan”. Por eso lo mantienen “por ahora” —señalan— “como a
Fernando Simón o a la directora general de Farmacia,
Patricia Lacruz”.
Las fuentes consultadas por este diario adelantan que “aún vamos a ver más escándalos en las compras de material sanitario”. “Todo está quedando registrado”, apuntan.
“Se han puesto una venda ante los muertos”. Las fuentes de Moncloa consultadas hablan —literal y conscientemente— de “blanqueo” de las cifras. “Es como si les molestaran para el relato que han llegado a creerse de una gestión inigualable en Occidente, como dijo
Adriana Lastra sin sonrojarse”.
“Esta historia de los muertos le caerá a
Illa”, pronostica una de las fuentes. “Sanidad aprovecha que los registros y el sistema judicial está obsoleto y poco informatizado para blanquear las cifras”.
“Asusta la frialdad y falta de empatía que muestran
Sánchez e
Iglesias ante el drama de miles de muertos y sus familias”, dice la más veterana de las fuentes. “No es propio de una democracia”.
Este asunto (ni luto oficial, ni banderas a media asta …) es especialmente sensible, cuentan, también entre los trabajadores de Moncloa. “Muchos nos enteramos de la muerte del compañero por la prensa. No se hizo nada. No tuvieron ni un detalle más allá del pésame”.
En el complejo de La Moncloa trabajan unas 2.000 personas e indigna también, siendo un lugar crítico de la crisis, que no se hayan hecho test a los trabajadores. “Sólo a los políticos y a las personas que están más cerca de ellos. Nada más”.
Las fuentes de Moncloa describen —a estas alturas de la crisis— a un
Pedro Sánchez “rodeado solo de palmeros”, “más inaccesible que nunca” y entregado “al marketing electoral de
Iván Redondo y a la experiencia de
Pablo Iglesias en agitación y propaganda”.
Fuente:
https://www.esdiario.com/330490374/...enen-un-plan.-Son-un-caos-y-van-a-ciegas.html