Originalmente enviado por: ermitaño
Una aclaración a Pablo Ginés: el periódico de Moon es el Washington Times, no el Washington Post.
El antisemitismo del sr. Ginés es verdaderamente sintomático de lo que pasa en el seno de la IC y de la sociedad occidental, por tanto no debería sorprendernos No deja de ser curioso que no se les ocurra nada nuevo desde los "Protocolos de los sabios de Sión" (que ya tienen más de un siglo) para anatemizar al pueblo de Israel. No estaría de más que también se hablara del lobby católico en EEUU que tiene una fuerza considerable, a pesar de la, también antigua, manía de la jerarquía católica de victimizarse para exonerarse de su propia responsabilidad, cuando las cosas vienen de cara; incluso así, no han podido evitar las consecuencias de las acciones de los depredadores sexuales que visten hábito: ciertamente las cosas caen por su propio peso, y la estructura de la IC está resquebrajándose, no tanto por los "liberales" (el complot judeo masónico. Nada nuevo bajo el sol), sino por el desplazamiento de la centralidad eclesial de Cristo a la Iglesia en sí misma como institución. Hace demasiado tiempo que la IC se alimenta de su propia historia, y se olvida de lo único que justifica su existencia, es decir, Jesucristo y su Reino. Todo lo demás es secundario después del hecho de Jesús: que los sacerdotes se puedan casar, que las mujeres puedan ser sacerdotes, que los divorciados... Es como discutir sobre el sexo de los ángeles cuando el turco estaba sitiando Constantinopla.
No es de recibo justificar las agresiones sexuales de los sacerdotes como un fruto de la "liberalidad" de los años 60 y 70: es más bien una maniobra burda para descargar de culpa a los delicuentes que han sido condenados y ya de paso, a la jerarquía como responsable directa de la ocultación de estos delitos. Una de las características del cristiano (y del católico entre los cristianos) es la de la confesión de las culpas, tanto individuales como colectivas: sólo sometidos al juicio y perdón de Cristo somos absueltos y renovados. La increencia de gran parte del pueblo católico y por ende de sus clérigos, surge cuando se tiene más miedo al escándalo y a la crítica social que al juicio del Dios vivo. Es así de simple: dime a quién temes y te diré en quién crees. Creo que la situación de la Iglesia es límite en el sentido del rearme moral y ético que pasa, como siempre, por Jesús de Nazareth.
Paz y bien.
dime a quién temes y te diré en quién crees. dime a quién temes y te diré en quién crees.
!!!!! NO SE PORQUE SE VINO A LA MENTE "SAN PEDRO NEGANDO TRES VECES" !!!!!
¿ A QUIEN TEMIA PEDRO ? ¿ A QUIEN TEMIA PEDRO ? ¿ A QUIEN TEMIA PEDRO ?