¿Es posible que la doctrina de Jesús favorezca la esclavitud y la tiranía ejercida por humanos ricos y poderosos?

DRB

Leyenda del foro
18 Diciembre 2018
1.931
482
Creo que se dice que Jesús dijo que obedecieramos a quien nos gobierna y sus leyes.

¿Está realmente esto en la Biblia? ¿Puede haberse interpretado mal?

¿Si esto fuera así podrían ser pecado todas las luchas de liberación y emancipación; y todas las revueltas y revoluciones?

¿Es posible que la doctrina de Jesús favorezca la esclavitud y la tiranía ejercida por humanos ricos y poderosos?
 
Creo que se dice que Jesús dijo que obedecieramos a quien nos gobierna y sus leyes.

¿Está realmente esto en la Biblia? ¿Puede haberse interpretado mal?

¿Si esto fuera así podrían ser pecado todas las luchas de liberación y emancipación; y todas las revueltas y revoluciones?

¿Es posible que la doctrina de Jesús favorezca la esclavitud y la tiranía ejercida por humanos ricos y poderosos?
-Los mandamientos del Señor Jesús son los mejores que la humanidad haya escuchado, pero no se han de imponer por la fuerza de las armas, sino por la razón y el ejemplo.
 
Proverbios 24:21
«Teme a Jehová, hijo mío, y al rey; No te entremetas con los veleidosos».

Eclesiastés 8:2-5
«Yo te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios. […] El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio».

Eclesiastés 10:20
«Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra».
 
FORISTA DRB:

Has planteado un tema muy instructivo, y enriquecedor.

Pero la respuesta que se dé debe estar alineada con la instrucción apostólica que redirige nuestro pensamiento a considerar que jamás el Señor enseña la esclavitud, aquí está la instrucción:

1Co7:23 Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.

Una sola advertencia, directa, bíblica y liberadora: imposible de refutar sin contradecir la Escritura misma.

Y Pablo tenía la mente de Cristo al igual que sus redimidos:

1Co_2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
 
  • Like
Reacciones: DRB
Creo que se dice que Jesús dijo que obedecieramos a quien nos gobierna y sus leyes.

¿Está realmente esto en la Biblia? ¿Puede haberse interpretado mal?

¿Si esto fuera así podrían ser pecado todas las luchas de liberación y emancipación; y todas las revueltas y revoluciones?

¿Es posible que la doctrina de Jesús favorezca la esclavitud y la tiranía ejercida por humanos ricos y poderosos?
Creo que son 2 cosas que no se deben de mezclar! A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar!

Por lo general la fe no se debe de mezclar con la política, pero si hay luchas que es moralmente y cristianamente que se deben de luchar. Libertad de culto, no al aborto, no a la esclavitud, violencia, homicidios, eutanasia, drogas, etc...

saludos
 
  • Like
Reacciones: JuandelaCruz
Cuando Jesús úsa la moneda y pregunta: de quién es la imagen?

No puedo evitar en pensar en Juan el bautista que vivía en el desierto, lejos de la influencia romana, el
Mensaje que yo leo es: si quieres vivir en esta comunidad bajo este gobierno tienes que sujetarte a sus leyes y si no te gusta pues vete para otro lado

Que hizo Moisés? Trató de cambiar a Egipto?
Simplemente se fue
 
Última edición:
"¿De quién es este rostro?" - Del César, le respondieron. "Pues dad al César lo que es del César, pero a Dios lo que es de Dios".
Lo que en nosotros es del mundo, a las leyes del mundo debe plegarse. Pero aquello de nosotros que no es de este mundo, sólo a las leyes de Dios.
Podemos estar en este mundo y navega por él SIN PERTENECER a él.
No olvidemos que no somos cuerpos 'con' un alma, sino almas con un cuerpo, y por poco tiempo.
 
-Los mandamientos del Señor Jesús son los mejores que la humanidad haya escuchado, pero no se han de imponer por la fuerza de las armas, sino por la razón y el ejemplo.

Ojalá hubiera personas que aceptaran la razón y siguieran el ejemplo; y que no fuera necesario revueltas violentas, revoluciones violentas y guerras para cambiar el mundo. Todo sería mejor si se pudiera cambiar el mundo con una revolución interior pacífica.

Pero desgraciadamente; la realidad es la que es. Muchas personas no atienden a razones, ni siguen ejemplos virtuosos.
 
Creo que son 2 cosas que no se deben de mezclar! A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar!

Por lo general la fe no se debe de mezclar con la política, pero si hay luchas que es moralmente y cristianamente que se deben de luchar. Libertad de culto, no al aborto, no a la esclavitud, violencia, homicidios, eutanasia, drogas, etc...

saludos

La fe debería ser un referente para la política. En caso contrario; el mal dominaría el mundo. Si la política, la economía, la cultura y la ciencia no tienen la guía de la religión; el mal, el pecado, el vicio, la depravación, la degeneración y la perversión se apoderarían del mundo. El mundo está como está por falta de referentes y guías de tipo espiritual y moral. Y sin que haya personas que luchen por la fe, y otras virtudes, estaría aún peor.

La libertad de culto, la oposición al aborto, la oposición a la esclavitud, la oposición al abuso de la violencia, la oposición a los homicidios, la oposición a la eutanasia, la oposición a las drogas y a otros males solo pueden combatirse si la política actuara según los ideales, las virtudes y los valores de la religión.
 
Cuando Jesús úsa la moneda y pregunta: de quién es la imagen?

No puedo evitar en pensar en Juan el bautista que vivía en el desierto, lejos de la influencia romana, el
Mensaje que yo leo es: si quieres vivir en esta comunidad bajo este gobierno tienes que sujetarte a sus leyes y si no te gusta pues vete para otro lado

Que hizo Moisés? Trató de cambiar a Egipto?
Simplemente se fue

¿Debemos sujetarnos a leyes humanas contrarias a la Ley de Dios? ¿Debemos aceptar que el pecado sea un estilo de vida y una norma social? ¿Debemos aceptar injusticias de todo tipo?

¿A dónde podemos irnos? ¿Debemos exiliarnos fuera de la sociedad moderna occidental?
 
"¿De quién es este rostro?" - Del César, le respondieron. "Pues dad al César lo que es del César, pero a Dios lo que es de Dios".
Lo que en nosotros es del mundo, a las leyes del mundo debe plegarse. Pero aquello de nosotros que no es de este mundo, sólo a las leyes de Dios.
Podemos estar en este mundo y navega por él SIN PERTENECER a él.
No olvidemos que no somos cuerpos 'con' un alma, sino almas con un cuerpo, y por poco tiempo.

¿Cómo podemos estar en este mundo sin pertenecer a él?
¿Plegarse a las leyes humanas y normas sociales humanas de este mundo no es aceptar el pecado?
¿Significa esto que debemos cumplir con leyes y normas sociales injustas contrarias a Dios; sin creer en estas leyes y normas?
¿Significa que no debemos interiorizar y hacer nuestro lo que se nos imponga; pero sin dejar de cumplir lo que se nos impone?
¿Significa que debemos aceptar y tolerar las injusticias sin dejar de creer en la justicia?

Nunca he entendido del todo que puede significar. Es un tema que siempre me ha resultado interesante y curioso. Pero, por ahora, parece muy utópico. Quizás solo sea posible durante el Reinado de Cristo en el mundo.
 
Creo que se dice que Jesús dijo que obedecieramos a quien nos gobierna y sus leyes.

¿Está realmente esto en la Biblia? ¿Puede haberse interpretado mal?

¿Si esto fuera así podrían ser pecado todas las luchas de liberación y emancipación; y todas las revueltas y revoluciones?

¿Es posible que la doctrina de Jesús favorezca la esclavitud y la tiranía ejercida por humanos ricos y poderosos?
Aquí está el contexto del mandato de Jesús de «dar al César lo que es del César»: en Mateo 22, Jesús acababa de regresar a Jerusalén por última vez y recientemente había terminado de compartir varias parábolas con la multitud. Los enemigos de Jesús vieron una oportunidad para ponerlo en aprietos delante de sus seguidores. En el versículo 17, le dicen a Jesús: «Dinos, pues, ¿qué te parece? ¿Es lícito pagar tributo al César, o no?» (NVI). Era una pregunta capciosa, y ellos lo sabían. Si Jesús respondía «No», los herodianos lo acusarían de traición contra Roma. Si decía «Sí», los fariseos lo acusarían de deslealtad a la nación judía, y perdería el apoyo de la multitud. ¿Pagar impuestos o no pagar impuestos? La pregunta estaba diseñada como una trampa sin salida.

La respuesta de Jesús es sencillamente brillante: «Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: “¿Por qué me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del tributo”. Y le trajeron un denario» (Mateo 22:18-19, NVI).

El denario era una moneda que se usaba para pagar impuestos en ese tiempo. Estaba hecha de plata y tenía la imagen del emperador con una inscripción que lo llamaba «divino». Los judíos consideraban tales imágenes idolatría, prohibida por el segundo mandamiento. Esta era otra razón por la que, si Jesús respondía «Sí», estaría en problemas. Su aceptación del impuesto como «lícito» podría haberse interpretado como un rechazo del segundo mandamiento, lo que pondría en duda su afirmación de ser el Hijo de Dios.

Con la moneda a la vista, Jesús dijo: «¿De quién es esta imagen y esta inscripción?». Los herodianos y los fariseos, diciendo lo obvio, respondieron: «Del César». Entonces Jesús puso fin a sus artimañas: «Dad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios» (Mateo 22:21, NVI). Al oír esto, los enemigos de Jesús se maravillaron y se fueron (versículo 22).

Cuando Jesús dijo: «Dad al César lo que es del César», estaba estableciendo una clara distinción entre dos reinos. Existe un reino en este mundo, y César ejerce poder sobre él. Pero hay otro reino, que no es de este mundo, y Jesús es el Rey de ese reino (Juan 18:36). Los cristianos formamos parte de ambos reinos, al menos temporalmente. Bajo el dominio de César, tenemos ciertas obligaciones que conciernen a las cosas materiales. Bajo el dominio de Cristo, tenemos otras obligaciones que conciernen a las cosas eternas. Si César exige dinero, dáselo; al fin y al cabo, es solo dinero. Pero asegúrate de darle también a Dios lo que Él exige.

César acuñaba monedas, como tenía derecho a hacerlo, y exigía algunas monedas a cambio, como era su derecho. Después de todo, su imagen estaba grabada en lo que él mismo había creado. Dios ha «acuñado» el alma humana y ha impreso su imagen en cada una de ellas (Génesis 1:27). Así que dad a César lo que le corresponde: las cosas temporales de este mundo; pero aseguraos de darle a Dios lo que le corresponde: «Ofreceos a Dios como quienes han resucitado de entre los muertos; y ofrecedle cada parte de vuestro ser como instrumento de justicia» (Romanos 6:13).

Saludos