No creo que te refieras a mis líneas, pero como no has citado y escribes justo tras mi intervención, por si acaso escribo
Nietzsche es una lectura que recomiendo enormente a todos los cristianos que se pudren en la mortificación.
En el siglo XIX en plena revolución industrial y con Europa enormemente fragmentada tras la reforma de Lutero que fue derivando en más y más enfrentamientos y guerras, se sumaron los diversos derrumbes de los sistemas imperialistas uno tras otro, que provocaron reorganizaciones brutales de la sociedad, todos estos acontecimientos hicieron a la iglesia, especialmente las cristianas, agarrarse a las tesis más fundamentalistas, especialmente aquellas doctrinas que consideran pecado simplemente vivir sobre este precioso planeta (y no conocemos otro de momento con vida inteligente).
¿Resultado?, pues Nietzsche, hijo de un pastor luterano acabó renegando del cristianismo y de Dios. Por eso escribió su obra cumbre "Así hablo zaratustra", que junto a la "Gaya ciencia" estipularon aquel famoso "Dios ha muerto". Sin embargo muchos olvidan añadir que "a causa de la inmesa misericordia de Dios, nosotros lo matamos".
Es muy bonito como lo ve el filósofo, en realidad lo que ha matado a Dios son nuestras doctrinas que han terminado por masacrar la creación de Dios, la vida que nos da y nuestra capacidad para juntos sobreponernos y elevarnos sobre nosotros mismos (superhombre) y así darnos una vida plena.
En la esencialidad del Evangelio, antes de San Juan, cuando leemos Marcos o Lucas, la vida es ensalzada, la verdadera vida. Cuando miramos a lo más puro del Evangelio, si aprendemos en verdad a amar, orar y vivir, no veo nada que no haga que la vida pueda ser plena porque lo que Jesucristo vino a darnos fueron las pistas de una hermandad humana en plenitud de amor, desgraciadamente su implementación tiene un poco ese síndrome del "comunismo", ¿quién mueve primero la ficha?
Por eso el amor a los enemigos, la igualdad, la fidelidad en las relaciones basadas en el amor como principio, y tantas otras enseñanzas acerca de Dios Padre no las vemos en toda la extensión y terminamos por ver la parte que nos interesa sin la integridad.