¿Que significa juzgar?
la RAE da una definicion que debemso considerar.
juzgar.
(Del lat. iudicāre).
1. tr. Dicho de la persona que tiene autoridad para ello: Deliberar acerca de la culpabilidad de alguien, o de la razón que le asiste en un asunto, y sentenciar lo procedente.
juzgar.
Jesucristo dijo, “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Juan 7:24)
No peca el cristiano que juzga sabiamente, “con justo juicio”. ¿Qué significa “justo juicio”? Entre otras cosas, significa:
1. Conforme a leyes y criterios establecidos por Dios, y no de acuerdo con leyes o criterios religiosos formulados por seres humanos falibles. Mucho menos, en base de pareceres u opiniones subjetivas.
2. Según hechos verificados, y no según apariencias, percepciones, prejuicios o asunciones.
3. Imparcialmente, no influyendo raza, género, rango social u otras circunstancias de tal índole.
El Espíritu Santo nos enseña a juzgar “las cosas de esta vida”. Además, que los sabios y espirituales juzguen “entre sus hermanos”. Inspira el Espíritu al apóstol Pablo a escribir a los cristianos en Corinto: “¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? Para avergonzarnos lo digo. ¿Pues, que, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?” (1 Corintios 6:1-6)
1. “…los santos han de juzgar al mundo” (Versículo 2).
a) “Los santos” son “vosotros”. O sea, son los cristianos. “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros…” No se trata de “católicos romanos”, o de “católicos ortodoxos”, beatificados como “santos” por jerarquías religiosas humanas sino de personas obedientes al evangelio puro de Jesucristo, las que andan en “santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14).
b) “Los santos” no juzgan “al mundo” actual. Dios no los autoriza a establecer en la tierra tribunales o cortes mediante los que efectuaran “juicios” a manera de jueces seculares. Ellos “han de juzgar al mundo”. “El mundo ha de ser juzgado por” ellos. En el futuro. Cuando, habiendo sido resucitados y glorificados, vengan con el “Fiel y Verdadero”, integrando “los ejércitos celestiales” de “El Verbo de Dios”, y participando con él en el juicio de las naciones existentes en el día portentoso de su Segunda Venida (1 Tesalonicenses 4:13-17; 5:1-3; Apocalipsis 2:26-28; 19:11-21). Los santos mártires del Señor, resucitados y glorificados, reciben “facultad de juzgar” (Apocalipsis 20:4-6). Cristo otorga a los apóstoles fieles la prerrogativa de “juzgar a las doce tribus de Israel”, pero no en esta vida sino cuando “os sentéis en tronos” en su reino celestial. “Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel” (Lucas 22:29-30).
2. “…hemos de juzgar a los ángeles” (Versículo 3).
a) ¿Quiénes juzgan “a los ángeles”? “Los santos” han “de juzgar a los ángeles”. La gramática y el contexto requieren esta respuesta.
b) ¿A cuáles ángeles? Se deduce que a los ángeles caídos, los que se disimularon con Satanás, perdiendo “su dignidad” al abandonar “su propia morada”. Estos están guardados “bajo oscuridad, en prisiones eternas”, justamente “para el juicio del gran día” (Judas 6).
c) ¿Cuándo han “de juzgar a los ángeles” caídos? “Los santos” no lo hacen durante su vida terrenal sino en aquel “gran día” fijado por Dios. Habiendo sido “los santos” resucitados y glorificados, juzgan no solo “al mundo” sino “a los ángeles”.
Dos ejemplos que ilustran estos juicios que han de efectuar “los santos”
(1) “Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar” (Mateo 12:41).
(2) “La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que salomón en este lugar” (Mateo 12:42).
3. El argumento del apóstol Pablo.
a) Dado que “los santos han de juzgar al mundo”, y…
b) Dado que “hemos de juzgar a los ángeles”, se deduce que…
c) Debemos ser dignos “de juzgar cosas muy pequeñas… las cosas de esta vida” (Versículos 2 y 3); de “juzgar… entre hermanos” (Versículo 5).
d) Por lo tanto, incuestionablemente, el Espíritu Santo nos enseña a juzgar “las cosas de esta vida”, aun a “juzgar entre… hermanos”, pero con esta salvedad importantísima: que no pongamos “para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia” (Versículo 6:4) sino a hermanos SABIOS. Cuando, pues, surgen conflictos “entre… hermanos” de tal naturaleza que afecten la unidad y el testimonio de la congregación, o cuando “cosas de esta vida”, aun “cosas muy pequeñas”, perturban la comunión, desvirtuando a la grey, deberíamos apelar a hermanos maduros en la fe, experimentados, llenos de sabiduría celestial, ecuánimes de espíritu, imparciales y pacientes, permitiendo e insistiendo que los tales tomen los “juicios” necesarios para evitar desgracias o desastres espirituales. Jamás debería congregación alguna tolerar que cristianos “de menor estima” emitan juicios dañinos, tengan la voz cantante en medio de disputas o revuelquen a la membresía con críticas o censuras injustas, parcializadas, malintencionadas, mal expresadas, injuriosas, menoscabadoras.
Bien espero sus prespuestas.
Bendiciones.
la RAE da una definicion que debemso considerar.
juzgar.
(Del lat. iudicāre).
1. tr. Dicho de la persona que tiene autoridad para ello: Deliberar acerca de la culpabilidad de alguien, o de la razón que le asiste en un asunto, y sentenciar lo procedente.
juzgar.
Jesucristo dijo, “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Juan 7:24)
No peca el cristiano que juzga sabiamente, “con justo juicio”. ¿Qué significa “justo juicio”? Entre otras cosas, significa:
1. Conforme a leyes y criterios establecidos por Dios, y no de acuerdo con leyes o criterios religiosos formulados por seres humanos falibles. Mucho menos, en base de pareceres u opiniones subjetivas.
2. Según hechos verificados, y no según apariencias, percepciones, prejuicios o asunciones.
3. Imparcialmente, no influyendo raza, género, rango social u otras circunstancias de tal índole.
El Espíritu Santo nos enseña a juzgar “las cosas de esta vida”. Además, que los sabios y espirituales juzguen “entre sus hermanos”. Inspira el Espíritu al apóstol Pablo a escribir a los cristianos en Corinto: “¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? Para avergonzarnos lo digo. ¿Pues, que, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?” (1 Corintios 6:1-6)
1. “…los santos han de juzgar al mundo” (Versículo 2).
a) “Los santos” son “vosotros”. O sea, son los cristianos. “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros…” No se trata de “católicos romanos”, o de “católicos ortodoxos”, beatificados como “santos” por jerarquías religiosas humanas sino de personas obedientes al evangelio puro de Jesucristo, las que andan en “santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14).
b) “Los santos” no juzgan “al mundo” actual. Dios no los autoriza a establecer en la tierra tribunales o cortes mediante los que efectuaran “juicios” a manera de jueces seculares. Ellos “han de juzgar al mundo”. “El mundo ha de ser juzgado por” ellos. En el futuro. Cuando, habiendo sido resucitados y glorificados, vengan con el “Fiel y Verdadero”, integrando “los ejércitos celestiales” de “El Verbo de Dios”, y participando con él en el juicio de las naciones existentes en el día portentoso de su Segunda Venida (1 Tesalonicenses 4:13-17; 5:1-3; Apocalipsis 2:26-28; 19:11-21). Los santos mártires del Señor, resucitados y glorificados, reciben “facultad de juzgar” (Apocalipsis 20:4-6). Cristo otorga a los apóstoles fieles la prerrogativa de “juzgar a las doce tribus de Israel”, pero no en esta vida sino cuando “os sentéis en tronos” en su reino celestial. “Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel” (Lucas 22:29-30).
2. “…hemos de juzgar a los ángeles” (Versículo 3).
a) ¿Quiénes juzgan “a los ángeles”? “Los santos” han “de juzgar a los ángeles”. La gramática y el contexto requieren esta respuesta.
b) ¿A cuáles ángeles? Se deduce que a los ángeles caídos, los que se disimularon con Satanás, perdiendo “su dignidad” al abandonar “su propia morada”. Estos están guardados “bajo oscuridad, en prisiones eternas”, justamente “para el juicio del gran día” (Judas 6).
c) ¿Cuándo han “de juzgar a los ángeles” caídos? “Los santos” no lo hacen durante su vida terrenal sino en aquel “gran día” fijado por Dios. Habiendo sido “los santos” resucitados y glorificados, juzgan no solo “al mundo” sino “a los ángeles”.
Dos ejemplos que ilustran estos juicios que han de efectuar “los santos”
(1) “Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar” (Mateo 12:41).
(2) “La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que salomón en este lugar” (Mateo 12:42).
3. El argumento del apóstol Pablo.
a) Dado que “los santos han de juzgar al mundo”, y…
b) Dado que “hemos de juzgar a los ángeles”, se deduce que…
c) Debemos ser dignos “de juzgar cosas muy pequeñas… las cosas de esta vida” (Versículos 2 y 3); de “juzgar… entre hermanos” (Versículo 5).
d) Por lo tanto, incuestionablemente, el Espíritu Santo nos enseña a juzgar “las cosas de esta vida”, aun a “juzgar entre… hermanos”, pero con esta salvedad importantísima: que no pongamos “para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia” (Versículo 6:4) sino a hermanos SABIOS. Cuando, pues, surgen conflictos “entre… hermanos” de tal naturaleza que afecten la unidad y el testimonio de la congregación, o cuando “cosas de esta vida”, aun “cosas muy pequeñas”, perturban la comunión, desvirtuando a la grey, deberíamos apelar a hermanos maduros en la fe, experimentados, llenos de sabiduría celestial, ecuánimes de espíritu, imparciales y pacientes, permitiendo e insistiendo que los tales tomen los “juicios” necesarios para evitar desgracias o desastres espirituales. Jamás debería congregación alguna tolerar que cristianos “de menor estima” emitan juicios dañinos, tengan la voz cantante en medio de disputas o revuelquen a la membresía con críticas o censuras injustas, parcializadas, malintencionadas, mal expresadas, injuriosas, menoscabadoras.
Bien espero sus prespuestas.
Bendiciones.