Es la fe una desicion personal?

15 Junio 2002
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El teólogo Lynn Anderson recuerda que en cierta ocasión un destacado novelista llegó al pequeño pueblo canadiense donde había vivido de niño. El escritor visitó a la familia de Anderson, y preguntó a Lynn:
—¿De verdad cree que la Biblia es un libro verídico? ¿Que vírgenes dan a luz y los muertos resucitan?
—Así es. Es lo que creo —respondió Lynn.
—Daría cualquier cosa por creer, porque las únicas personas que se ven realmente felices son las que afirman tener fe en lo que usted cree. Pero yo no consigo creer, porque se me interpone el intelecto.
Este argumento lo he oído muchas veces. Sin embargo, tal como respondió Anderson al periodista Lee Strobel, lo que sucede en muchos casos no es que la gente no pueda creer en Dios; es que no quiere.
En su libro The Case for Faith (argumentos a favor de la fe) Strobel pide a Anderson que le aclare lo que quiere decir. Anderson dice: "Empecé a repasar mentalmente lo que el novelista perdería si se hiciera seguidor de Jesucristo. Por ejemplo, él pertenecía a una asociación de eminentes escritores; y todos concordaban que la religión era absurda. No me cabe duda de que el orgullo profesional y el rechazo de sus colegas habrían sido un precio muy elevado que pagar."
Lamentablemente, el de este escritor no es un caso aislado. Anderson concluye: "Por detrás de las apariencias, hay voluntad de creer o no la hay." La Biblia lo corrobora. Abraham es conocido como el padre de la fe, y no porque nunca dudara, sino porque jamás dio a Dios por imposible. Josué dijo: "Escogeos hoy a quién sirváis" [Josué 24:15].
Anderson añade: "En el fondo, la fe proviene de una decisión, es algo voluntario". Y, en efecto lo es.
Mortimer Adler, uno de los más destacados intelectuales del siglo XX, confesó que le gustaría abrazar la fe cristiana, pero que ello le exigiría efectuar unos cambios excesivamente grandes en su vida. Más adelante, sin embargo, superó sus reservas y llegó a ser un creyente muy activo.
Malcolm Muggeridge, periodista que abrazó la fe en la última etapa de su vida, podría ser llamado el santo patrono de los incrédulos. De joven, predijo que su epitafio rezaría: "Aquí yace alguien cuya alma ardía en grandes deseos, y a quien a veces se le entreabrió la cortina del infinito, pero le faltó valor para aprovechar la oportunidad". Sin embargo, Muggeridge se convirtió en un cristiano devoto.
Si el lector tiene un amigo que afirma que no puede superar las objeciones intelectuales que le impiden tener fe en Dios, ahonde un poco. Averigüe qué le impide creer a su amigo. Luego, hágale ver de un modo cordial que lo que le impide tener fe no es la mente, sino el corazón.
Seguidamente, ruegue a Dios que, como Malcolm Muggeridge, su amigo tenga por fin el valor para ser consecuente.

Lo mejor y más hermoso del mundo no se puede ver ni tocar. Debe sentirse con el corazón.
Helen Keller (1880-1968)
No nos contengamos, cuando la verdad es que Dios nos ofrece maravillas, posibilidades que la fe puede hacer realidad.
¡Lancémonos de lleno! ¡Echemos mano a lo que nos ofrece! El que vacila pierde fe y con ello las muchas posibilidades que esta le ofrece.
Nuestra fe no se fundamenta en presunciones huecas ni en imaginaciones imprecisas, sino en un Dios vivo y real que siempre cumple Su palabra.
 
La palabra de Dios es muy, muy clara a ese respecto.

La inteligencia no es ningun obstaculo para ningun hombre, sino al contrario, ella les lleva a Dios.

El unico obstaculo es que el hombre ama su pecado.

pero cuando decide dejarlo y se arrepiente, entonces luz le resplandece.

"Porque la luz vino al mundo pero los hombres amaron mas las tinieblas que la Luz." Juan 3
 
Iconoclasta

¡Lancémonos de lleno! ¡Echemos mano a lo que nos ofrece! El que vacila pierde fe y con ello las muchas posibilidades que esta le ofrece.

Con esta frase has resumido la realidad de la fe.

En muchas ocasiones se confunden fe y creencias. Me explicaré:
Si alguien se le pregunta: ¿Crees que...? es una pregunta bien formulada desde la prespectiva cristiana.
Pero si la pregunta es "¿Tienes fe en tal o cual cosa?" La pregunta está mal formulada.

Bien has dicho: "¡Echemos mano a lo que nos ofrece!" puesto que lo que Di-s nos ofrece es precisamente la fe, pero hay que echar mano a esta oferta. La fe, así, no la generamos nosotros, es don de Dios. Lo que si generamos son creencias. Ahora bien, dichas creencias pueden ser generadas mediante nuestras opiniónes e incluso nuestras experiencias. Y puede que sean válidas para quien las genera.
Ahora bien, la fe, don de Di-s, tiene un solo propósito: "Que creamos en Aquel que Dios envió a nosotros" Luego es la fe en Jesucristo. Conociendo a Jesucristo, conocemos a Dios, y sabiendo aquello que como Maestro nos enseña conocemos la voluntad de Dios para nuestras vidas tanto en el presente como para el futuro.
Creencias y fe se resumen de la siguiente manera:
El cristiano no cree en su fe, en quien cree es en Jesucristo como dador y consumador de la fe.
Bendiciones y hermandad entre iconoclastas,
 
Alguien a dicho que tenemos creencias, y bien es verdad, Pero como el hombre es un ser muerto en sus delitos y pecados las creencias que el hombre tiene de Dios son creencias distorsionadas por su propio corazón. La misma Palabra nos dice que el hombre esta ciego y su voluntad libre esta siempre encaminada a hacer lo no agradable ante los ojos de Dios. Es por eso que el hombre necesita que Dios cambie su corazón. La misma palabra claramente dice que Dios no solamente da la fe sino también el arrepentimiento. Mientras esto no ocurra el hombre quedara ciego ante las cosas de Dios.
Dios llama a todos los hombres al arrepentimiento. Dios mismo dio a su hijo un determinado numero de personas desde antes de la fundación del mundo, el Hijo murió por ellos y el Santo Espíritu de Dios los encamina hacia la consumación de la vida eterna. Cristo no desperdicio ninguna gota de su Sangre. El vino a dar su vida en rescate de muchos.

Saludos
 
Para Malcom:

Para Malcom:

Originalmente enviado por: SolaGratia
Alguien a dicho que tenemos creencias, y bien es verdad, Pero como el hombre es un ser muerto en sus delitos y pecados las creencias que el hombre tiene de Dios son creencias distorsionadas por su propio corazón. La misma Palabra nos dice que el hombre esta ciego y su voluntad libre esta siempre encaminada a hacer lo no agradable ante los ojos de Dios. Es por eso que el hombre necesita que Dios cambie su corazón. La misma palabra claramente dice que Dios no solamente da la fe sino también el arrepentimiento. Mientras esto no ocurra el hombre quedara ciego ante las cosas de Dios.
Dios llama a todos los hombres al arrepentimiento. Dios mismo dio a su hijo un determinado numero de personas desde antes de la fundación del mundo, el Hijo murió por ellos y el Santo Espíritu de Dios los encamina hacia la consumación de la vida eterna. Cristo no desperdicio ninguna gota de su Sangre. El vino a dar su vida en rescate de muchos.

Saludos

Saludos hermano Malcom:

Tengo un par de preguntas que hacerle:

Usted dice:

"...Dios mismo dio a su hijo un determinado numero de personas desde antes de la fundación del mundo, el Hijo murió por ellos..."

Y la Escritura dice:
Juan
3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

¿A quiénes amó Dios? ¿Amó todo el mundo (universal) o solo a unos pocos (mundo "restringido")?

Luego, y solo si se diera el caso de que responda que Dios solo amó a algunos escogidos:

¿Los que no creen en Dios, es porque Dios no les amó y les predestinó a la condenación? (Por supuesto que con toda justicia)

Alejandro.
 
Alfarotrejos antes de contestarle me puede explicar que quiso decir con lo siguiente, me gustaría que ahondara un poco en ello:

Dices:

Luego, y solo si se diera el caso de que responda que Dios solo amó a algunos escogidos:

¿Los que no creen en Dios, es porque Dios no les amó y les predestinó a la condenación? (Por supuesto que con toda justicia)
 
¡¡¡Ya estamos de nuevo!!!
Estamos hablando de fe y creencias. La diferencia que hay entre ambas cosas. Y ya nos sale quien le añade cuestiones que no vienen al caso como arrepentimiento y demás cuestiones.
¿Con que propósito? ¿Que alguien que no tiene fe y además falsas creencias encuentre el camino que condice a la fe a fin de abandonar sus falsas creencias? En absoluto. Lo que pretende es todo lo contrario a fin de que no llegue a la metanoia. (¿Sabrá lo que es?)
Esta es la lamentable labor. La de imponer unas creencias por encima de la fe. De todas formas es lo lógico puesto que quien no tiene fe siempre esta saturado de creencias.
Como ves, hermano iconoclasta, hay muchas maneras de sembrar cizaña procurando desvirtuar lo sensato de tu mensaje.
Claro que, según mis noticias, El Señor sigiue en su trono
Que él nos bendiga
 
Para Malcom y todos:

Para Malcom y todos:

Saludos hermanos, que Dios les bendiga. Amén.

Primeramente les pido disculpas por mi intervención en este epígrafe, pues puede desvirtuar el tema aquí propuesto. Si Dios nos lo permite, continuaré con mis preguntas para el hermano Malcom en el epígrafe "LA GRACIA ES IRRESISTIBLE ...".

Además, aparte de mi intervención anterior, quiero comentar que a través de las Escrituras es más que evidente el como Dios se ha revelado por fe y para fe a todos los hombres, pero los hombres han decidido rechazar la fe que con tanto amor Dios les ofrece para su salvación.

Bien aportó el hermano Victor respecto de esto:

"Porque la luz vino al mundo pero los hombres amaron mas las tinieblas que la Luz." Juan 3


Un claro ejemplo de esto:

Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.
12:37 Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él;
12:38 para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo:
Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?
12:39 Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías:
12:40 Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los
ojos, y entiendan con el corazón,
Y se conviertan y yo los sane.
12:41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
12:42 Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga.
12:43 Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.

Muchas personas escuchan el mensaje del evangelio y "creen", pero les sucede lo mismo que a aquellos gobernantes, pues cuando entienden que para seguir a Cristo se deben tomar decisiones, cambiar costumbres e incluso amistades, prefieren "creer en el anonimato", ser discípulos "secretos" de Cristo, pues el confesar públicamente a Jesucristo tiene un costo muy alto que no están realmente dispuestos a pagar. (Desechan la gracia de Dios).

Alejandro.