¿Es la fe un regalo de Dios?

23 Agosto 2009
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Si es verdad que la fe es un regalo de Dios, las personas que no tiene fe será porque Dios no se la ha dado...
Cuando una persona tiene fe, no dice ya no quiero tener fe.

Sí, hay gente que pierde la fe, pero es porque en realidad no tenía fe, creía por costumbre. Por lo que le habían dicho que tenía que creer. Pero en cuanto se hace preguntas esa fe se desvanece. Y si no tiene fe, no puede pedir con fe volver a tener fe...
Pero también es verdad que hay personas que nunca tuvieron fe. Esas personas no la perdieron, es que Dios no se la dio. Tampoco ellas pueden pedir con fe, porque no la tienen...

¿Alguien puede poner un poco de luz en esto?
Martamaría
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Bendiciones en El Eterno

La Fe es una gracia mediante la cual Dios capacita al hombre para creer en El y confiar plenamente en sus promesas. El origen de la Fe es Dios mismo...Jesucristo es el autor y consumador de la Fe.

De la fe de la que estoy hablando es de la Fe salvadora, de la Fe viva...y si existe fe viva, pues también hay fe muerte.

La fe viva viene por el oír, y el oír por la Palabra...

Oír con los oídos no es suficiente, es necesario escuchar con un corazón y mente abierta...Con disposición de escuchar la verdad de Dios.

Si no estas dispuesto a escuchar la verdad, pues seguirás teniendo fe muerte...así de simple

Paz de Cristo
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Hablar de la Fe es tan extenso y abarca muchos enfoques

Lo podemos ver como un gracia de Dios, también como un carisma del Señor, como un fruto del Señor, como una de las virtudes teologales.

En fin la Fe abarca muchisimo.
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Dejo unas citas del Catecismo de la Iglesia Católica

35 Las facultades del hombre lo hacen capaz de conocer la existencia de un Dios personal. Pero para que el hombre pueda entrar en su intimidad, Dios ha querido revelarse al hombre y darle la gracia de poder acoger en la fe esa revelación en la fe. Sin embargo, las pruebas de la existencia de Dios pueden disponer a la fe y ayudar a ver que la fe no se opone a la razón humana.

III Las características de la fe

La fe es una gracia


153 Cuando San Pedro confiesa que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, Jesús le declara que esta revelación no le ha venido "de la carne y de la sangre, sino de mi Padre que está en los cielos" (Mt 16,17; cf. Ga 1,15; Mt 11,25). La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por él, "Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede `a todos gusto en aceptar y creer la verdad'" (DV 5).

La fe es un acto humano

154 Sólo es posible creer por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu Santo. Pero no es menos cierto que creer es un acto auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a la inteligencia del hombre depositar la confianza en Dios y adherirse a las verdades por él reveladas. Ya en las relaciones humanas no es contrario a nuestra propia dignidad creer lo que otras personas nos dicen sobre ellas mismas y sobre sus intenciones, y prestar confianza a sus promesas (como, por ejemplo, cuando un hombre y una mujer se casan), para entrar así en comunión mutua. Por ello, es todavía menos contrario a nuestra dignidad "presentar por la fe la sumisión plena de nuestra inteligencia y de nuestra voluntad al Dios que revela" (Cc. Vaticano I: DS 3008) y entrar así en comunión íntima con El.

155 En la fe, la inteligencia y la voluntad humanas cooperan con la gracia divina: "Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia" (S. Tomás de A., s.th. 2-2, 2,9; cf. Cc. Vaticano I: DS 3010).

La fe y la inteligencia

156 El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de nuestra razón natural. Creemos "a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni engañarnos". "Sin embargo, para que el homenaje de nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que los auxilios interiores del Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas exteriores de su revelación" (ibid., DS 3009). Los milagros de Cristo y de los santos (cf. Mc 16,20; Hch 2,4), las profecías, la propagación y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y su estabilidad "son signos ciertos de la revelación, adaptados a la inteligencia de todos", "motivos de credibilidad que muestran que el asentimiento de la fe no es en modo alguno un movimiento ciego del espíritu" (Cc. Vaticano I: DS 3008-10).

157 La fe es cierta, más cierta que todo conocimiento humano, porque se funda en la Palabra misma de Dios, que no puede mentir. Ciertamente las verdades reveladas pueden parecer oscuras a la razón y a la experiencia humanas, pero "la certeza que da la luz divina es mayor que la que da la luz de la razón natural" (S. Tomás de Aquino, s.th. 2-2, 171,5, obj.3). "Diez mil dificultades no hacen una sola duda" (J.H. Newman, apol.).

158 "La fe trata de comprender" (S. Anselmo, prosl. proem.): es inherente a la fe que el creyente desee conocer mejor a aquel en quien ha puesto su fe, y comprender mejor lo que le ha sido revelado; un conocimiento más penetrante suscitará a su vez una fe mayor, cada vez más encendida de amor. La gracia de la fe abre "los ojos del corazón" (Ef 1,18) para una inteligencia viva de los contenidos de la Revelación, es decir, del conjunto del designio de Dios y de los misterios de la fe, de su conexión entre sí y con Cristo, centro del Misterio revelado. Ahora bien, "para que la inteligencia de la Revelación sea más profunda, el mismo Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones" (DV 5). Así, según el adagio de S. Agustín (serm. 43,7,9), "creo para comprender y comprendo para creer mejor".

159 Fe y ciencia. "A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber desacuerdo entre ellas. Puesto que el mismo Dios que revela los misterios y comunica la fe ha hecho descender en el espíritu humano la luz de la razón, Dios no podría negarse a sí mismo ni lo verdadero contradecir jamás a lo verdadero" (Cc. Vaticano I: DS 3017). "Por eso, la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según las normas morales, nuca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que, sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son" (GS 36,2).

La libertad de la fe

160 "El hombre, al creer, debe responder voluntariamente a Dios; nadie debe estar obligado contra su voluntad a abrazar la fe. En efecto, el acto de fe es voluntario por su propia naturaleza" (DH 10; cf. ⇒ CIC, can.748,2). "Ciertamente, Dios llama a los hombres a servirle en espíritu y en verdad. Por ello, quedan vinculados por su conciencia, pero no coaccionados...Esto se hizo patente, sobre todo, en Cristo Jesús" (DH 11). En efecto, Cristo invitó a la fe y a la conversión, él no forzó jamás a nadie jamás. "Dio testimonio de la verdad, pero no quiso imponerla por la fuerza a los que le contradecían. Pues su reino...crece por el amor con que Cristo, exaltado en la cruz, atrae a los hombres hacia Él" (DH 11).

La necesidad de la fe

161 Creer en Cristo Jesús y en aquél que lo envió para salvarnos es necesario para obtener esa salvación (cf. Mc 16,16; Jn 3,36; 6,40 e.a.). "Puesto que `sin la fe... es imposible agradar a Dios' (Hb 11,6) y llegar a participar en la condición de sus hijos, nadie es justificado sin ella y nadie, a no ser que `haya perseverado en ella hasta el fin' (Mt 10,22; 24,13), obtendrá la vida eterna" (Cc. Vaticano I: DS 3012; cf. Cc. de Trento: DS 1532).

La perseverancia en la fe

162 La fe es un don gratuito que Dios hace al hombre. Este don inestimable podemos perderlo; S. Pablo advierte de ello a Timoteo: "Combate el buen combate, conservando la fe y la conciencia recta; algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la fe" (1 Tm 1,18-19). Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos alimentarla con la Palabra de Dios; debemos pedir al Señor que la aumente (cf. Mc 9,24; Lc 17,5; 22,32); debe "actuar por la caridad" (Ga 5,6; cf. St 2,14-26), ser sostenida por la esperanza (cf. Rom 15,13) y estar enraizada en la fe de la Iglesia.

La fe, comienzo de la vida eterna

163 La fe nos hace gustar de antemano el gozo y la luz de la visión beatífica, fin de nuestro caminar aquí abajo. Entonces veremos a Dios "cara a cara" (1 Cor 13,12), "tal cual es" (1 Jn 3,2). La fe es pues ya el comienzo de la vida eterna:

Mientras que ahora contemplamos las bendiciones de la fe como el reflejo en un espejo, es como si poseyéramos ya las cosas maravillosas de que nuestra fe nos asegura que gozaremos un día ( S. Basilio, Spir. 15,36; cf. S. Tomás de A., s.th. 2-2,4,1).

164 Ahora, sin embargo, "caminamos en la fe y no en la visión" (2 Cor 5,7), y conocemos a Dios "como en un espejo, de una manera confusa,...imperfecta" (1 Cor 13,12). Luminosa por aquel en quien cree, la fe es vivida con frecuencia en la oscuridad. La fe puede ser puesta a prueba. El mundo en que vivimos parece con frecuencia muy lejos de lo que la fe nos asegura; las experiencias del mal y del sufrimiento, de las injusticias y de la muerte parecen contradecir la buena nueva, pueden estremecer la fe y llegar a ser para ella una tentación.

165 Entonces es cuando debemos volvernos hacia los testigos de la fe: Abraham, que creyó, "esperando contra toda esperanza" (Rom 4,18); la Virgen María que, en "la peregrinación de la fe" (LG 58), llegó hasta la "noche de la fe" (Juan Pablo II, R Mat 18) participando en el sufrimiento de su Hijo y en la noche de su sepulcro; y tantos otros testigos de la fe: "También nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe" (Hb 12,1-2).
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

"Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno." Romanos

La fe es dada por medida a aquellos que conocen a Dios, únicamente.

Nadie puede hablar de fe o de tener fe, sino conoce a Dios, pues la fe es una dádiva de Dios para darse a conocer y dar a conocer sus obras a aquellos que en él creen.

Dios les bendice!

Greivin.
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Si es verdad que la fe es un regalo de Dios, las personas que no tiene fe será porque Dios no se la ha dado...
Cuando una persona tiene fe, no dice ya no quiero tener fe.

Sí, hay gente que pierde la fe, pero es porque en realidad no tenía fe, creía por costumbre. Por lo que le habían dicho que tenía que creer. Pero en cuanto se hace preguntas esa fe se desvanece. Y si no tiene fe, no puede pedir con fe volver a tener fe...
Pero también es verdad que hay personas que nunca tuvieron fe. Esas personas no la perdieron, es que Dios no se la dio. Tampoco ellas pueden pedir con fe, porque no la tienen...

¿Alguien puede poner un poco de luz en esto?
Martamaría



EXISTEN DOS CLASES DE FE ,,,,




EL DON DE FE ,,DADO POR DIOS ,,,Y LA FE COMO PRODUCTO O FRUTO POR EL OIR LA PALARA DE DIOS ,




DIOS DESEA QUE TODOS PROSEDAN AL ARREPENTIMIENTO PERO DIOS MISMO CONOCIENDO LOS CORAZONES SABE QUIEN DEBE HABRIR EL CORAZON PARA CREER ,,ES ENTONSES CUANDO DIOS TOCA EL CORAZON DE QUIEN EL SABE DEBE CREER ,,,
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Dejo unas citas del Catecismo de la Iglesia Católica

35 Las facultades del hombre lo hacen capaz de conocer la existencia de un Dios personal. Pero para que el hombre pueda entrar en su intimidad, Dios ha querido revelarse al hombre y darle la gracia de poder acoger en la fe esa revelación en la fe. Sin embargo, las pruebas de la existencia de Dios pueden disponer a la fe y ayudar a ver que la fe no se opone a la razón humana.

III Las características de la fe

La fe es una gracia


153 Cuando San Pedro confiesa que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, Jesús le declara que esta revelación no le ha venido "de la carne y de la sangre, sino de mi Padre que está en los cielos" (Mt 16,17; cf. Ga 1,15; Mt 11,25). La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por él, "Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede `a todos gusto en aceptar y creer la verdad'" (DV 5).

La fe es un acto humano

154 Sólo es posible creer por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu Santo. Pero no es menos cierto que creer es un acto auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a la inteligencia del hombre depositar la confianza en Dios y adherirse a las verdades por él reveladas. Ya en las relaciones humanas no es contrario a nuestra propia dignidad creer lo que otras personas nos dicen sobre ellas mismas y sobre sus intenciones, y prestar confianza a sus promesas (como, por ejemplo, cuando un hombre y una mujer se casan), para entrar así en comunión mutua. Por ello, es todavía menos contrario a nuestra dignidad "presentar por la fe la sumisión plena de nuestra inteligencia y de nuestra voluntad al Dios que revela" (Cc. Vaticano I: DS 3008) y entrar así en comunión íntima con El.

155 En la fe, la inteligencia y la voluntad humanas cooperan con la gracia divina: "Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia" (S. Tomás de A., s.th. 2-2, 2,9; cf. Cc. Vaticano I: DS 3010).

La fe y la inteligencia

156 El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de nuestra razón natural. Creemos "a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni engañarnos". "Sin embargo, para que el homenaje de nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que los auxilios interiores del Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas exteriores de su revelación" (ibid., DS 3009). Los milagros de Cristo y de los santos (cf. Mc 16,20; Hch 2,4), las profecías, la propagación y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y su estabilidad "son signos ciertos de la revelación, adaptados a la inteligencia de todos", "motivos de credibilidad que muestran que el asentimiento de la fe no es en modo alguno un movimiento ciego del espíritu" (Cc. Vaticano I: DS 3008-10).

157 La fe es cierta, más cierta que todo conocimiento humano, porque se funda en la Palabra misma de Dios, que no puede mentir. Ciertamente las verdades reveladas pueden parecer oscuras a la razón y a la experiencia humanas, pero "la certeza que da la luz divina es mayor que la que da la luz de la razón natural" (S. Tomás de Aquino, s.th. 2-2, 171,5, obj.3). "Diez mil dificultades no hacen una sola duda" (J.H. Newman, apol.).

158 "La fe trata de comprender" (S. Anselmo, prosl. proem.): es inherente a la fe que el creyente desee conocer mejor a aquel en quien ha puesto su fe, y comprender mejor lo que le ha sido revelado; un conocimiento más penetrante suscitará a su vez una fe mayor, cada vez más encendida de amor. La gracia de la fe abre "los ojos del corazón" (Ef 1,18) para una inteligencia viva de los contenidos de la Revelación, es decir, del conjunto del designio de Dios y de los misterios de la fe, de su conexión entre sí y con Cristo, centro del Misterio revelado. Ahora bien, "para que la inteligencia de la Revelación sea más profunda, el mismo Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones" (DV 5). Así, según el adagio de S. Agustín (serm. 43,7,9), "creo para comprender y comprendo para creer mejor".

159 Fe y ciencia. "A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber desacuerdo entre ellas. Puesto que el mismo Dios que revela los misterios y comunica la fe ha hecho descender en el espíritu humano la luz de la razón, Dios no podría negarse a sí mismo ni lo verdadero contradecir jamás a lo verdadero" (Cc. Vaticano I: DS 3017). "Por eso, la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según las normas morales, nuca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que, sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son" (GS 36,2).

La libertad de la fe

160 "El hombre, al creer, debe responder voluntariamente a Dios; nadie debe estar obligado contra su voluntad a abrazar la fe. En efecto, el acto de fe es voluntario por su propia naturaleza" (DH 10; cf. ⇒ CIC, can.748,2). "Ciertamente, Dios llama a los hombres a servirle en espíritu y en verdad. Por ello, quedan vinculados por su conciencia, pero no coaccionados...Esto se hizo patente, sobre todo, en Cristo Jesús" (DH 11). En efecto, Cristo invitó a la fe y a la conversión, él no forzó jamás a nadie jamás. "Dio testimonio de la verdad, pero no quiso imponerla por la fuerza a los que le contradecían. Pues su reino...crece por el amor con que Cristo, exaltado en la cruz, atrae a los hombres hacia Él" (DH 11).

La necesidad de la fe

161 Creer en Cristo Jesús y en aquél que lo envió para salvarnos es necesario para obtener esa salvación (cf. Mc 16,16; Jn 3,36; 6,40 e.a.). "Puesto que `sin la fe... es imposible agradar a Dios' (Hb 11,6) y llegar a participar en la condición de sus hijos, nadie es justificado sin ella y nadie, a no ser que `haya perseverado en ella hasta el fin' (Mt 10,22; 24,13), obtendrá la vida eterna" (Cc. Vaticano I: DS 3012; cf. Cc. de Trento: DS 1532).

La perseverancia en la fe

162 La fe es un don gratuito que Dios hace al hombre. Este don inestimable podemos perderlo; S. Pablo advierte de ello a Timoteo: "Combate el buen combate, conservando la fe y la conciencia recta; algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la fe" (1 Tm 1,18-19). Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos alimentarla con la Palabra de Dios; debemos pedir al Señor que la aumente (cf. Mc 9,24; Lc 17,5; 22,32); debe "actuar por la caridad" (Ga 5,6; cf. St 2,14-26), ser sostenida por la esperanza (cf. Rom 15,13) y estar enraizada en la fe de la Iglesia.

La fe, comienzo de la vida eterna

163 La fe nos hace gustar de antemano el gozo y la luz de la visión beatífica, fin de nuestro caminar aquí abajo. Entonces veremos a Dios "cara a cara" (1 Cor 13,12), "tal cual es" (1 Jn 3,2). La fe es pues ya el comienzo de la vida eterna:

Mientras que ahora contemplamos las bendiciones de la fe como el reflejo en un espejo, es como si poseyéramos ya las cosas maravillosas de que nuestra fe nos asegura que gozaremos un día ( S. Basilio, Spir. 15,36; cf. S. Tomás de A., s.th. 2-2,4,1).

164 Ahora, sin embargo, "caminamos en la fe y no en la visión" (2 Cor 5,7), y conocemos a Dios "como en un espejo, de una manera confusa,...imperfecta" (1 Cor 13,12). Luminosa por aquel en quien cree, la fe es vivida con frecuencia en la oscuridad. La fe puede ser puesta a prueba. El mundo en que vivimos parece con frecuencia muy lejos de lo que la fe nos asegura; las experiencias del mal y del sufrimiento, de las injusticias y de la muerte parecen contradecir la buena nueva, pueden estremecer la fe y llegar a ser para ella una tentación.

165 Entonces es cuando debemos volvernos hacia los testigos de la fe: Abraham, que creyó, "esperando contra toda esperanza" (Rom 4,18); la Virgen María que, en "la peregrinación de la fe" (LG 58), llegó hasta la "noche de la fe" (Juan Pablo II, R Mat 18) participando en el sufrimiento de su Hijo y en la noche de su sepulcro; y tantos otros testigos de la fe: "También nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe" (Hb 12,1-2).

Hola, Paxincristi. Agradezco que hayas empleado tu tiempo en buscar y escribir la respuesta que me has envíado, pero leerla no me resuelve nada.
Yo tengo ese catecismo en casa y no de adorno. Lo leí cuando creía y después, pero no me ayuda en absoluto a volver a creer.

El problema no está en creer o no lo que dice la Biblia y la Iglesia de parte de Dios. El problema está en que, cuando se pierde la fe, es porque no se puede ya creer en la existencia de un Dios personal. Y por muy razonable que sea lo que se cree por fe, como no se puede razonar con argumentos que nos lleven a una certeza, pues por más qiue se dese y se siga intentando esa fe no se recupera.

La razón pide certezas y la fe no te las da. La certeza no es fe, así que no pueden ir juntas.

Pero aunque sé que nunca la voy a recuperar, lo sigo intentanto. Y Si Dios existe, supongo que lo tendrá en cuenta, porque además, vivo como si creyera, es decir, cumpliendo los mandamientos y amando a mi prójimo y deseando creer en Dios para amarle y orar...
Martamaría
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Hola, Paxincristi. Agradezco que hayas empleado tu tiempo en buscar y escribir la respuesta que me has envíado, pero leerla no me resuelve nada.
Yo tengo ese catecismo en casa y no de adorno. Lo leí cuando creía y después, pero no me ayuda en absoluto a volver a creer.

El problema no está en creer o no lo que dice la Biblia y la Iglesia de parte de Dios. El problema está en que, cuando se pierde la fe, es porque no se puede ya creer en la existencia de un Dios personal. Y por muy razonable que sea lo que se cree por fe, como no se puede razonar con argumentos que nos lleven a una certeza, pues por más qiue se dese y se siga intentando esa fe no se recupera.

La razón pide certezas y la fe no te las da. La certeza no es fe, así que no pueden ir juntas.

Pero aunque sé que nunca la voy a recuperar, lo sigo intentanto. Y Si Dios existe, supongo que lo tendrá en cuenta, porque además, vivo como si creyera, es decir, cumpliendo los mandamientos y amando a mi prójimo y deseando creer en Dios para amarle y orar...
Martamaría

Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Este concepto aplica para todos los seres humanos hayn escuchado o no sobre Dios.

Me explico todos los seres humanos tienen el don de la fe dado por Dios. pero no todos colocan esa fe en el lugar donde debe estar.

2 Timoteo 3:15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.

¿Es un don de Dios? SI, dado a todos los seres humanos

¿Se pierde la fe? jamas, pero se desvia peligrosamente hacia otros caminos.

Proverbios 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho;
Pero su fin es camino de muerte.

Sin embargo quienes han puesto su fe en Cristo el Espíritu Santo le guía y le da las evidencias que coinfirman su fe en él

Lucas 22:31,32

"Simon, Simon, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por tí, que tu fe no falte"


 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Bendiciones en El Eterno

La Fe es una gracia mediante la cual Dios capacita al hombre para creer en El y confiar plenamente en sus promesas. El origen de la Fe es Dios mismo...Jesucristo es el autor y consumador de la Fe.

De la fe de la que estoy hablando es de la Fe salvadora, de la Fe viva...y si existe fe viva, pues también hay fe muerte.

La fe viva viene por el oír, y el oír por la Palabra...

Oír con los oídos no es suficiente, es necesario escuchar con un corazón y mente abierta...Con disposición de escuchar la verdad de Dios.

Si no estas dispuesto a escuchar la verdad, pues seguirás teniendo fe muerte...así de simple

Paz de Cristo

Si la fe es una gracia (o sea, algo gratuito) mediante la cual Dios capacita al hombre para creer en Él, el que no recibe esa gracia de Dios no está capacitado para creer en Él. Dará lo mismo lo que oiga y lo que escuche, si Dios no le ha capacitado con la gracia de la fe, no podrá creer.

Martamaría
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Si la fe es una gracia (o sea, algo gratuito) mediante la cual Dios capacita al hombre para creer en Él, el que no recibe esa gracia de Dios no está capacitado para creer en Él. Dará lo mismo lo que oiga y lo que escuche, si Dios no le ha capacitado con la gracia de la fe, no podrá creer.

Martamaría

Por lo que me escribes deduzco que no eres creyente

Una persona es creyente cuando ha recibido por la fe a Cristo como su Salvador personal.

Una persona es creyente cuando creer totalmente que Cristo murió en la cruz en su lugar, para pagar el castigo que yo merezco porque somos pecadores.

Una persona es creyente cuando cree que Cristo fue sepultado pero resucitó al tercer día y que hoy está vivo, ofreciendo vida eterna a todos los que en él creen.

Eso es ser creyente.

Una persona que cree en Cristo como Salvador depende de lo que Cristo ha hecho por él en la cruz del Calvario.

Para creer en Cristo se necesita de fe

Es una herejia lo que dices, Cristo murio por todos...pero no todos reciben esa Gracia...por no creer en El...no puedes culpar a Dios de tus pecados...no te justifiques culpando a Dios

Paz de Cristo
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Este concepto aplica para todos los seres humanos hayn escuchado o no sobre Dios.

Me explico todos los seres humanos tienen el don de la fe dado por Dios. pero no todos colocan esa fe en el lugar donde debe estar.

2 Timoteo 3:15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.

¿Es un don de Dios? SI, dado a todos los seres humanos

¿Se pierde la fe? jamas, pero se desvia peligrosamente hacia otros caminos.

Proverbios 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho;
Pero su fin es camino de muerte.

Sin embargo quienes han puesto su fe en Cristo el Espíritu Santo le guía y le da las evidencias que coinfirman su fe en él

Lucas 22:31,32

"Simon, Simon, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por tí, que tu fe no falte"



Vamos a ver.
La fe es la certeza de lo que se espera, y de lo que no se ve. Como definición, vale. Pero el que no puede tener la certeza de lo que espera, es evidente que no tiene fe.
Por ejemplo: alguien desea que la resurrección sea verdad. Pero no tiene la certeza de que vaya a ser así, y no puede creerlo por más que lo desee con toda su alma, por lo tanto no puede ESPERAR que suceda, entonces se puede decir que no tiene fe.
Y eso no es que la tenga y la haya puesto en otro sitio, es que no la tiene. Sólo tiene fe humana, pero no religiosa. Y la religiosa, cuando se ha perdido...
Martamaría
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Vamos a ver.
La fe es la certeza de lo que se espera, y de lo que no se ve. Como definición, vale. Pero el que no puede tener la certeza de lo que espera, es evidente que no tiene fe.
Primero que nada la definición de fe según la biblia es: "...la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve..." Lógicamente si no se tiene certeza de lo que se espera, es porque no se tiene fe, pues la certeza de lo que se espera es parte de la definición de fe.

Por ejemplo: alguien desea que la resurrección sea verdad. Pero no tiene la certeza de que vaya a ser así, y no puede creerlo por más que lo desee con toda su alma, por lo tanto no puede ESPERAR que suceda, entonces se puede decir que no tiene fe.

La resurrección sucederá, lo crea o no esa persona. Los muertos resucitarán, aunque nadie lo crea. Con o sin fe, los muertos resucitarán, pues es una promesa de Dios y las promesas de Dios se cumplen aunque no haya ni una persona que lo crea.

Si alguien no cree en la palabra de Dios, mucho menos en lo que él ha prometido. Definitivamente los tales son carentes de toda fe.

Y eso no es que la tenga y la haya puesto en otro sitio, es que no la tiene. Sólo tiene fe humana, pero no religiosa. Y la religiosa, cuando se ha perdido...
Martamaría
No hay tal como la fe humana o la fe religiosa. Existe la fe y punto. Esta fe es un don de Dios y el la da en la medida que quiera a quienes el ha escogido para que crean.

Dios le bendice!

Greivin.
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Si la fe es una gracia (o sea, algo gratuito) mediante la cual Dios capacita al hombre para creer en Él, el que no recibe esa gracia de Dios no está capacitado para creer en Él. Dará lo mismo lo que oiga y lo que escuche, si Dios no le ha capacitado con la gracia de la fe, no podrá creer.

Martamaría

Es así exactamente. Jesús de Nazaret ilustró esa verdad de esta manera:

41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. 42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? 43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero (Jn.6:41)

Para el hombre natural las cosas de Dios son tan incomprensibles, que Dios tiene que tomar la iniciativa de traerlo al Hijo; si Dios no hace esto, el hombre no tiene ni la menor probabilidad de hacer una decisión por Cristo. El hombre con su “libre albedrío” no puede llegar a Jesucristo, es decir, no puede creer en Jesucristo. Puede creer en cualquier otra cosa con la fe natural (con la que nacen todos los seres humanos, o casi todos) pero no puede creer en Jesucristo, la fe natural no da para eso.

Dios tiene que tomar el control y hacer una operación espiritual en la mente del hombre, preparándole así la mente para que pueda entender y recibir la fe salvadora que llega mediante la palabra del evangelio.


El cirujano en esta operación espiritual, es el Espíritu. Solo cuando el Espíritu tiene listo a esa persona, es que la fe que salva y que viene por el oír la palabra del evangelio, se hace efectiva en el hombre. Sin esta gloriosa intervención de Dios, el hombre no puede venir a Jesucristo.


Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere ἕλκω.

Ninguno puede venir a mí, si el Padre no lo arrastra con fuerza y lo trae a mí.


ἕλκω

to move an object from one area to another in a pulling motion, draw, with implication that the object being moved is incapable of propelling itself or in the case of pers. is unwilling to do so voluntarily, in either case with implication of exertion on the part of the mover.

To draw a pers. in the direction of values for inner life, draw, attract

To appear to be pulled in a certain direction, flow.

1670 ἑλκύω [helkuo, helko] v. Probably akin to 138; TDNT 2:503; TDNTA 227; GK 1816; Eight occurrences; AV translates as “draw” eight times. 1 to draw, drag off. 2 metaph., to draw by inward power, lead, impel.


A nosotros nos trajeron, no vinimos al Hijo por nuestro “libre albedrío”. Los que “vinieron” al hijo por su libre albedrío, o porque fueron sugestionados por una arenga religiosa manipuladora, son miembros de la congregación local, pero aun no son miembros de la iglesia de Cristo (Les falta el código de activación). ¡Como hay de estos casos!, sobre todo en las congragaciones donde la predicación está dirigida a hacer prosélitos de algún partido religioso, o de los planes particulares de algún líder, que busca un bolsillo más que le ayude a financiar sus proyectos.


La fe que produce Dios en el hombre, no se pierde, es permanente, y dura hasta que llegue lo perfecto, hasta que ya no se necesite.
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Vamos a ver.
La fe es la certeza de lo que se espera, y de lo que no se ve. Como definición, vale. Pero el que no puede tener la certeza de lo que espera, es evidente que no tiene fe.
Por ejemplo: alguien desea que la resurrección sea verdad. Pero no tiene la certeza de que vaya a ser así, y no puede creerlo por más que lo desee con toda su alma, por lo tanto no puede ESPERAR que suceda, entonces se puede decir que no tiene fe.
Y eso no es que la tenga y la haya puesto en otro sitio, es que no la tiene. Sólo tiene fe humana, pero no religiosa. Y la religiosa, cuando se ha perdido...
Martamaría



Que la PAZ esté contigo Martamaría.

La FÉ, es el "GRADO MÁXIMO" de la CONFIANZA en DIOS.
Y es, en ésa CONFIANZA ABSOLUTA, que se puede "obrar" conforme a la VOLUNTAD de DIOS, en cualquier circunstancia, incluso en las más adversas.....

Que DIOS te Bendiga.
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Por lo que me escribes deduzco que no eres creyente

Una persona es creyente cuando ha recibido por la fe a Cristo como su Salvador personal.

Una persona es creyente cuando creer totalmente que Cristo murió en la cruz en su lugar, para pagar el castigo que yo merezco porque somos pecadores.

Una persona es creyente cuando cree que Cristo fue sepultado pero resucitó al tercer día y que hoy está vivo, ofreciendo vida eterna a todos los que en él creen.

Eso es ser creyente.

Una persona que cree en Cristo como Salvador depende de lo que Cristo ha hecho por él en la cruz del Calvario.

Para creer en Cristo se necesita de fe

Es una herejia lo que dices, Cristo murio por todos...pero no todos reciben esa Gracia...por no creer en El...no puedes culpar a Dios de tus pecados...no te justifiques culpando a Dios

Paz de Cristo

Hola, Vayikra. Por lo que escribo no puedes decucir que no soy creyente, ya que puedo haber planteado el tema con el fin de debatirlo y ver cómo se entiende la fe. Sin conocer realmente a las personas, no se puede deducir sin correr el riesgo de equivocarse.

Luego está el concepto de fe, que no es el mismo para todos los creyentes de modo que para unos no soy creyente y para otros sí.

No sé por qué hablas de herejía y que yo sepa no he culpado a Dios de nada, ni me he justificado de nada. ¿Por qué no lees con más atención lo que escribo?

Tú misma acabas de escribir que no todos reciben esa gracia, pues si no la reciben no la pueden tener. Y si no la han recibido, tampoco se les puede culpar de no tenerla. ¿Dónde está la herejía?

Por otro lado, no queréis entender que hay gente buena que NO PUEDE CREER por más que lo desee. No vengáis encima a echar sobre su espaldas más carga que la que soportan.

Tendriais que pasar una temporada por esa oscuridad espiritual para que tuvieseis más caridad con los que no pueden creer. Así os dariais cuenta de que realmente no pueden, que no es que no quieran.
Martamaría
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Hola, Vayikra. Por lo que escribo no puedes decucir que no soy creyente, ya que puedo haber planteado el tema con el fin de debatirlo y ver cómo se entiende la fe. Sin conocer realmente a las personas, no se puede deducir sin correr el riesgo de equivocarse.

Luego está el concepto de fe, que no es el mismo para todos los creyentes de modo que para unos no soy creyente y para otros sí.

No sé por qué hablas de herejía y que yo sepa no he culpado a Dios de nada, ni me he justificado de nada. ¿Por qué no lees con más atención lo que escribo?

Tú misma acabas de escribir que no todos reciben esa gracia, pues si no la reciben no la pueden tener. Y si no la han recibido, tampoco se les puede culpar de no tenerla. ¿Dónde está la herejía?

Por otro lado, no queréis entender que hay gente buena que NO PUEDE CREER por más que lo desee. No vengáis encima a echar sobre su espaldas más carga que la que soportan.

Tendriais que pasar una temporada por esa oscuridad espiritual para que tuvieseis más caridad con los que no pueden creer. Así os dariais cuenta de que realmente no pueden, que no es que no quieran.
Martamaría

Hola Martamaria

Una pregunta directa...¿Cristo es el Rey de tu corazon?

Saludos
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Primero que nada la definición de fe según la biblia es: "...la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve..." Lógicamente si no se tiene certeza de lo que se espera, es porque no se tiene fe, pues la certeza de lo que se espera es parte de la definición de fe.



La resurrección sucederá, lo crea o no esa persona. Los muertos resucitarán, aunque nadie lo crea. Con o sin fe, los muertos resucitarán, pues es una promesa de Dios y las promesas de Dios se cumplen aunque no haya ni una persona que lo crea.

Si alguien no cree en la palabra de Dios, mucho menos en lo que él ha prometido. Definitivamente los tales son carentes de toda fe.

No hay tal como la fe humana o la fe religiosa. Existe la fe y punto. Esta fe es un don de Dios y el la da en la medida que quiera a quienes el ha escogido para que crean.

Dios le bendice!

Greivin.

Vale, la definición de fe es única. Lo que yo quiero decir es que los no creyentes tienen fe, pero no fe en Dios. Mejor dicho, no es que no confíen o no crean en lo que Dios haya prometido, lo que no pueden creer es que Dios exista, que es muy distinto de no creer en lo que los creyentes dicen que ha hecho o prometido con respecto a la Humanidad.

Y luego decis unas cosas...

La fe es un don de Dios y él la da en la medida que quiera a los que ha escogido para que crean.
Lo que quiere decir que Dios da la fe a los que él ha escogido para que crean, no a todoS, luego a los que no ha escogido para que crean, no se la ha dado y si no se la ha dado NO PUEDEN CREER. entonces ¿CÓMO SE LES PUEDE CULPAR POR NO CREER? Pues se les culpa y encima hay que creerlo...

Y si no se puede creer, pues le tachan a uno de pecador porque dicen que eres tú el rechaza la fe...Y si además le dicen que sus buenas obras no le sirven de nada...como para ir derechitos a un psiquiatra.
Martamaría
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Una respuesta concreta: El que reina en mi corazón es Jesús de Nazaret.
Martamaría

¿Y como es que dejaste que El reine en tu corazon?

Saludos
 
Re: ¿Es la fe un regalo de Dios?

Vale, la definición de fe es única. Lo que yo quiero decir es que los no creyentes tienen fe, pero no fe en Dios. Mejor dicho, no es que no confíen o no crean en lo que Dios haya prometido, lo que no pueden creer es que Dios exista, que es muy distinto de no creer en lo que los creyentes dicen que ha hecho o prometido con respecto a la Humanidad.

Y luego decis unas cosas...

La fe es un don de Dios y él la da en la medida que quiera a los que ha escogido para que crean.
Lo que quiere decir que Dios da la fe a los que él ha escogido para que crean, no a todoS, luego a los que no ha escogido para que crean, no se la ha dado y si no se la ha dado NO PUEDEN CREER. entonces ¿CÓMO SE LES PUEDE CULPAR POR NO CREER? Pues se les culpa y encima hay que creerlo...

Y si no se puede creer, pues le tachan a uno de pecador porque dicen que eres tú el rechaza la fe...Y si además le dicen que sus buenas obras no le sirven de nada...como para ir derechitos a un psiquiatra.
Martamaría


Romanos 9:16-24

19 Pero tú me dirás: «Entonces, ¿por qué todavía nos echa la culpa Dios? ¿Quién puede oponerse a su voluntad?»

20 Respondo: ¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? «¿Acaso le dirá la olla de barro al que la modeló: “¿Por qué me hiciste así?” » 21 ¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para usos especiales y otras para fines ordinarios?

22 ¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia a los que eran objeto de su castigo y estaban destinados a la destrucción?

23 ¿Qué si lo hizo para dar a conocer sus gloriosas riquezas a los que eran objeto de su misericordia, y a quienes de antemano preparó para esa gloria? 24 Ésos somos nosotros, a quienes Dios llamó no sólo de entre los judíos sino también de entre los gentiles.