es la fe un don de Dios.?

salmo51;n3199887 dijo:
Seguro.
Las obras que devienen de la fe son producidas por Dios.
De eso no hay lugar a duda alguna.
Y como decís vos uno se cura, no por el hecho de "tomar" un remedio dado, sino por el poder del remedio en si.

Lo que está en discusión acá es, porque razón, el paciente tomaría aquel poderoso remedio.

Y ambos sabemos que si no lo toma, el poder de aquel remedio, aunque sea mucho, no saldrá del frasco y el paciente morirá.
las obras de la fe son producidas en Dios pero manifestadas por nosotros por libre voluntad y de hecho muchas veces las obras son interrumpidas a menudo porque en nuestra voluntad decidimos no manifestarlas .. toda buena obra encuentra su origen en Dios mismo pero nunca las obras de Dios violan la voluntad humana ,,la obra de Dios viene a colaborrar y a trabajar en armonia con la voluntad humana ,nunca hace las cosas en lugar del individuo ,,

el Espiritu santo es nuestro ayudador no nuestro alcahuete .
 
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hectorlugo;n3200067 dijo:
pedro tuvo fe y camino sobre las aguas

porque se undio??

Dios le quito la fe que le habia dado??

y si es asi porque jesus le recrimino diciendole hombre de poca fe porque dudaste???

Poca fe no es ninguna fe.
 
nseigi;n3200363 dijo:
Poca fe no es ninguna fe.

irrelevante querido hermano


sea poca o mucha o ninguna fe fue a pedro a quien Jesucristo le recrimino ,,,


no a Dios por lo mucho o lo poco...
 
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interesante mensaje
 
les sujiero que lean complete el studio , esta muy bien explicado en especial cuando explica la diferencia entre la fe como (doron) y la fe como (jarismas) charisma del Espiritu Santo


la fe como un don es dado a todos los hombres aun a los que no son creyentes y es neutral y unversal ,certesa de lo que se espera y conviccion de lo que no se ve .

, la fe como charisma es solo dada a los nacidos de Nuevo y es una experiencia espiritual girando solo en torno a la fe verdadera .

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Salud y bendición en la paz de Cristo.

Hay que ENTENDER y DIFERENCIAR que la VERDADERA FE SE FUNDAMENTA en la VERDAD de DIOS QUE ES CRISTO y ES ÚNICA... por lo tanto... la FE o CONFIANZA que se FUNDAMENTA en MENTIRAS y FALSEDADES... NO ES la FE VERDADERA de la que HABLAN las ESCRITURAS.

Los INCRÉDULOS e IMPÍOS PUEDEN CREER y CONFIAR en la MENTIRA como si FUESE VERDAD... pero esta NO ES la FE VERDADERA de la que nos hablan las ESCRITURAS.

Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
 
La fe no es un don de Dios.

La fe viene por el oír y se puede tener fe en cualquier cosa.
Es la certeza de lo que se espera sin verlo.


Eva oyó a la serpiente y tuvo fe, porque no había forma alguna de que Eva supiera la verdad.
Jamás lo había probado.
Se apoyó en las palabras del diablo.
Le creyó.
Ahora para ella aquel árbol era bueno para alcanzar sabiduría.
Oyó la mentira y esa mentira se volvió un piso donde pararse.
Y de la misma forma que Pedro caminó sobre las aguas, Eva fue derechito al árbol a arrancar uno de sus frutos.
Su fe vino por el oir.
 
No es que los ateos no vieron a Dios.
Oyeron que Dios no existe y prestaron sus oídos a eso.
Su certeza de que Dios no existe les vino del oír porque ninguno de ellos recorrió todo el universo para buscarle y se volvió con las manos vacías.
La fe de los ateos está soportada en palabras.

Todo lo que
no se puede ver y comprobar por vista se sostiene por fe y la fe se apoya en palabras.
Palabras que pueden ser verdaderas o falsas.
 
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Ese no es el tema central de esta discusión. A mí no me gusta desviarme del tema central. Sorry.

Bendiciones.
Resumiendo
¿Crees que la fe es un don de Dios?
Es el tema de este epígrafe, puedes responder con confianza, no te desviarás a ningún lado
 
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No. Nadie puede tener fe ni verdadero arrepentimiento si Dios no se lo da, y si Dios lo da entonces eres salvo. Ahora, creer y arrepentirse es una obra de Dios, que es sobrenatural. ¿Qué hace el hombre en esto? Eso es un misterio de fe. La soberanía de Dios y la libertad humana son misterios de fe, debemos ser respetuosos y hacer lo que nos dice Dios, sabiendo que incluso esto es de Dios y punto.
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Salud y bendición en la paz de Cristo.

EN REALIDAD ALGO TENEMOS que HACER aunque NO SEA MÁS que ACEPTAR la VOLUNTAD de DIOS... aunque EN ESTO TAMBIÉN DIOS DA el QUERER y el HACER (Filipenses 2:13; Juan 6:44 "Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere;...")... COMO PASÓ con MARÍA cuando el ÁNGEL le ANUNCIÓ que SERÍA MADRE del MESÍAS... que AUNQUE DEBIÓ PENSAR que la PODRÍAN REPUDIAR al QUEDAR EMBARAZADA... pues YA ESTABA COMPROMETIDA con su FUTURO MARIDO. Y AÚN ASÍ NO SE RESISTIÓ a DIOS y SE HUMILLÓ ante su VOLUNTAD... DECLARANDO: "HÁGASE CONMIGO CONFORME A TU PALABRA"... es decir... CONSINTIÓ PERSONALMENTE con su LIBRE ALBEDRÍO en que la VOLUNTAD de DIOS SE CUMPLIESE en SU VIDA.

Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
 

Sobre el tema hay varios versículos que deben ser tomando en cuenta​

Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Gálatas 5:6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

1 Corintios 13:2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.

1 Corintios 13:13
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

Las puertas de la salvación se abrieron el día que supe que Dios me amaba y saber eso fue mi meta para salvarme y mi fe obro por el amor de Dios .

1 Juan 4:19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

 
En el siguiente episodio (Marcos 9:19-24. NTV) un hombre tenía una fe diminuta, débil, insuficiente, pero pidó a Cristo que le ayudara a tener fe.
Podemos tener la seguridad de que Dios nos dará fe como un regalo, si la deseamos y pedimos por ella.

Un hombre de la multitud tomó la palabra y dijo:
—Maestro, traje a mi hijo para que lo sanaras. Está poseído por un espíritu maligno que no le permite hablar. Y, siempre que este espíritu se apodera de él, lo tira violentamente al suelo y él echa espuma por la boca, rechina los dientes y se pone rígido. Así que les pedí a tus discípulos que echaran fuera al espíritu maligno, pero no pudieron hacerlo.
Jesús les dijo «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho».
Así que se lo llevaron. Cuando el espíritu maligno vio a Jesús, le causó una violenta convulsión al muchacho, quien cayó al piso retorciéndose y echando espuma por la boca.
—¿Hace cuánto tiempo que le pasa esto?—preguntó Jesús al padre del muchacho.
—Desde que era muy pequeño—contestó él—. A menudo el espíritu lo arroja al fuego o al agua para matarlo. Ten misericordia de nosotros y ayúdanos si puedes.
—¿Cómo que “si puedo”?—preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree.
Al instante el padre clamó:
—¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!
 
La fe es 'un don de Dios' (Ef.2:8) pero no como se creen muchos que sea como un caramelo que te regalan para endulzar tu boca... La fe es la Vía por la que se llega al Reino Celestial. El mundo (me refiero al mundo religioso, inclúyase cualquier denominación religiosa), queriendo hallar a Dios 'lo busca' donde no va a encontrarlo, en 'iglesias', 'salones del reino', 'sinagogas', 'mezquitas', etc etc etc. En esto pone todo su empeño y deposita 'su fe' creyendo estar en el camino correcto, puesto que allí, donde se acercó, lo alimentan con 'leche adulterada', la beben con ansiedad y de este modo envenenan su suerte...
Cuando digo que 'la fe' es la Vía por la que se llega al Reino Celestial, no es porque de mí lo digo sino porque así está escrito (Ro. 3:22-31; 10:17; 16:26; Gl. 1:23; 2:16; 3:8-26; Filp. 1:27; Col. 1:23; 1 Ti. 3:9; 4:1-6; 2 Ti. 3:15; 4:7; He. 6:12; 12:2; Jud. 1:3; Ap. 14:12) en Su Palabra, pero no tenéis incentivo en buscar en ella y os atropelláis corriendo a escuchar la mentira provocando a celos al Señor que nos dice: 'Buscadme y viviréis' (Am. 5:4), le buscáis sí, pero donde Él no va a ser hallado, le buscáis donde campea por su respeto el error. ¿Por qué perecemos? Por falta de conocimiento (Os. 4:6)

'La fe', es 'Su Palabra'

Romanos 10:8
[8]Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:

El que tenga cerilla en los oídos que se los limpie...(AH. 23:1)

S. Lucas 18:8
[8]Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
 
Reflexiones Fe

La fe es un don gratuito
A veces se tienen tesoros que no somos capaces de valorar, la fe es un gran tesoro, las dificultades ponen a prueba nuestra fe, y de nada sirve una fe muerta sino viva.


Por: P. Eusebio Gómez Navarro | Fuente: Catholic.net



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La fe es gratuita y la respuesta también es libre. La fe es un gran tesoro. Tenemos tesoros que no somos capaces de valorar. Es como el que tiene una avioneta arrumbada en un oscuro garaje, llena de polvo y telarañas, que nunca ha usado. La avioneta está ahí sin sospechar lo que es. Cree que es un trasto más del garaje, como la estantería llena de botes o ruedas viejas. Y un día viene alguien y la saca, la limpia, le engrasa el motor, le llena el depósito de gasolina, arranca… y ¡a volar!

¿Os imagináis lo que sentiría la avioneta si fuese capaz de sentir? Creo que lo más grande no sería la emoción de notar el viento de frente con fuerza o de ver pasar a gran velocidad los bosques, los montes y las colinas desde lo alto…, sino descubrir de repente lo que en realidad era, aquello para lo que fue creada… ¡Para volar!

Existe además la fe religiosa, la fe en Dios, en Jesús. El creyente vive de la fe. Vivir la fe es más importante que hablar de ella, y quien oye hablar de ella sin fe, no descubre nada, es como un ciego al que le explican cómo es la luz. Jesús no hace muchas preguntas a sus oyentes, no les exige admitir verdades, sino que les dice: ¿Creéis que puedo hacer esto? ¿Os fiáis de mí? . ¿Por qué no me creéis? ; etc.


Muchas personas, cuando les preguntamos si creen, nos hablan de una fe apoyada en el ambiente, en la tradición: Siempre se ha hecho así; Mi familia ha sido siempre católica…. Y reducen su fe a los sacramentos, que tienen más un tinte social que de expresión de fe. Y sin embargo, sabemos que la auténtica fe cristiana brota de una experiencia de Dios, exige creer en Él y una respuesta personal. No basta con creer lo que otros digan, ni siquiera con creer a los curas.

Queremos que la fe sea un seguro de vida ante el dolor o ante los problemas. Ser creyente supone asumir todos los valores personales, familiares y sociales con su realidad actual y sus expectativas de futuro. Jesús no imponía nada, invitaba a seguirlo. Es verdad que a nadie adulaba o pretendía engañar con falsas promesas. Habla de las exigencias del seguimiento, pero en cualquier caso uno es libre de aceptar. Y quien lo siga tendrá la alegría del que ha encontrado un gran tesoro.

Quien tiene fe, ve a Dios en todos los acontecimientos y en todas partes. La fe no es visión, no es conocimiento ni seguridad. La fe es vivir con la firme convicción de que estamos en manos de Dios, que es a la vez Amor y Poder. La fe es desprendernos de nuestras ansiedades y temores, de nuestras dudas y desesperaciones. La fe es un salto, un impulso, un intento, un no aferrarse a las seguridades. La fe es un don, no se gana a puños. Jesús mandará a sus discípulos a dar testimonio de su fe, a anunciar lo que habían visto, oído y vivido (1 Jn 1, 1-4).

La fe, como la esperanza y el amor, puede crecer o perderse. Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. ¿Cómo crecer en la fe? Respirando el amor y el poder de Dios.

A veces somos víctimas del miedo, de la duda, de la inseguridad… Y a nuestra mente se asoman pensamientos negativos: no soy…, no puedo…, no quiero. Y esto nos debilita la fe, nos roba las fuerzas y nos quita la paz. La fe se conoce, se profundiza, se defiende, se alimenta y se transmite. Se alimenta con la Palabra de Dios, con la oración, con la confesión periódica, con la eucaristía. El cristiano debe defenderla sin miedo, propagarla y testimoniarla.

La fe es un don gratuito que nos ha hecho Dios. Dios nos amó primero (1 Jn 4, 19). Nosotros hemos de acogerla, cultivarla, hacer fructificar esos talentos. La fe es un don que exige una respuesta humana.

A veces esta respuesta resulta difícil, ya que en muchos momentos nos encontramos en situaciones complicadas que no sabemos cómo resolver, o en momentos difíciles de asumir, o en circunstancias duras, y la vida no es fácil: una enfermedad o la muerte de un ser querido… Cuando las cosas van mal, tendemos a hundirnos, a ponernos tristes, y es entonces cuando deberíamos confiar más en Dios, en los momentos de duda, por la noche, cuando estés cansado y desanimado, cuando aparentemente nada tiene sentido y te sientes confuso y frustrado.

Aunque no sepas adónde lleva el camino, dondequiera que estés y sientas lo que sientas, ¡Dios lo sabe! Y no temas, porque Jesús es tu luz y tu fuerza. Yo soy la luz, el que me sigue no andará en tinieblas (Jn 12, 46).

La fe es un tesoro que hemos recibido de Dios, de la Iglesia y de nuestra familia. Y que algunos no han sabido o no han querido conservar y engrandecer. Sin ella no nos salvamos (Mc 16,16). Según san Juan, la fe consiste en creer en Jesucristo (Jn 3, 15); en recibirlo (1, 12); en escucharlo (5, 40), en seguirlo (8, 12); en permanecer en Él (15, 4-5), en su palabra (8, 31), en su amor (15, 9). Y así es como por la fe conocemos a Dios. Creer en El evangelio es condición indispensable para entrar en el Reino (Mc 1, 15).


La fe en Jesús realiza milagros (Mt 13, 58), sana y salva (Mc 5, 34). Por eso sin la fe es imposible agradar a Dios (Hb 11,6), y quien persevera en ella, obtendrá la vida eterna (Mt 10,22). Por supuesto que nadie está obligado a creer, es un acto libre y amoroso que sólo el hombre es capaz de hacer.

Lo que la Escritura nos dice es que Dios nos llama, pero sin coaccionar a nadie. Es la fe la que nos lleva a abandonarnos en las manos de Dios, pues sabemos de quién nos fiamos, Y dejamos nuestra suerte en sus manos, seguros y ciertos de que su bondad y misericordia nos acompañan todos los días de nuestra vida.


Las dificultades ponen a prueba nuestra fe y esperanza. La fe nos da nuevos ojos, para ver con los ojos de la fe a Jesús como lo vieron los discípulos. Guiarse por la fe es confiar en Dios, creer en lo que dice y hace. La fe compromete nuestra vida con lo que creemos.

No sirve una fe muerta, sino viva (St 2,14-26), por las obras y no por la fe se justifica la persona (St 2,24). Y la fe tiene que estar encarnada en el aquí, en nuestra historia. Es una pena ver como en pueblos cristianos se da una gran incoherencia. Para que sea viva necesita alimentarse de la palabra, de la oración y sacramentos y fortificarla en la vida.

El crecimiento de la fe es un proceso, como lo es el amor y la esperanza.