Apreciado David
Apreciado David
Continuación Respuesta a Mensaje # 51:
2 – Dices no poder entender cómo algunos nombres puedan cambiarse tan a la ligera. Tendrías toda la razón si te refirieras a las distintas versiones que presentan los grupos mesiánicos; me consta que no es así, sino que –por ejemplo-, cuestionas la forma que usamos con el nombre “Jesús”. Quien ahora te lee, fácilmente querrá preguntarte: -¿Quién es esa Mirian a la que se le apareció el Ángel? Que yo y otros percibamos de inmediato que te refieres a María, no quiere decir que todos sepan que aludes a la madre de Jesús. De hecho, conozco muchas Mirian en mi país que ni remotamente piensan que su nombre tenga algo que ver con la virgen. Los no especialmente instruidos pensarán que te equivocaste o que ignoras algo que hasta los analfabetos saben. Si hablaras de la hermana de Moisés, en cambio, la diferencia no se notaría pues pocos podrían recordar su nombre (del común del pueblo hablamos).
Ahora, si quieres ahondar en el significado del nombre que nosotros llamamos como “Jesús”, por supuesto que la forma hebrea permite percibir la riqueza que entraña. El texto de Mt 1:21 que suele citarse y explicarse para las fiestas navideñas en toda la cristiandad, basta para retener el significado esencial: “porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Existe pues un conocimiento general de que el nombre Jesús se relaciona con la salvación.
Yo sé lo que mi nombre significa; sin embargo, la mayoría de los Ricardo con los que me he encontrado no lo sabían, y quedaron gratamente sorprendidos al enterarse. Creo que en la hispanidad no hallarás a muchos para los que el nombre de Jesús nada signifique. Aunque la noción de muchos se distraiga con las imágenes que toda la vida han visto, el concepto de que Él es el Salvador que nació de la virgen, fue crucificado, sepultado, resucitado y ascendido a los cielos, está más que extendido. Por pobres y rudimentarias que sean las ideas que de Él se tengan, incluso por los no creyentes, el nombre y la persona de Jesús se asocia a la de la salvación.
Nunca nos hemos enterado que Dios Padre hubiera protestado porque los pueblos del mundo hubieran expresado de distinta manera el nombre de su Hijo. Yo hubiera intervenido inmediatamente si en el colegio se le hubiera modificado el nombre a un hijo mío. Del “nombre que es sobre todo otro nombre…el nombre de Jesús” (Flp 2:9-11) nunca nos hemos enterado que el Padre haya denunciado que le fuera cambiado, modificado y desvirtuado por los mismos cristianos que se dicen sus discípulos.
No somos nosotros sino recientemente otros quienes se han tomado esa libertad de pronunciar ese nombre como mejor les parezca.
En próximo mensaje procuraré concluir con mis respuestas.
Apreciado David
Continuación Respuesta a Mensaje # 51:
2 – Dices no poder entender cómo algunos nombres puedan cambiarse tan a la ligera. Tendrías toda la razón si te refirieras a las distintas versiones que presentan los grupos mesiánicos; me consta que no es así, sino que –por ejemplo-, cuestionas la forma que usamos con el nombre “Jesús”. Quien ahora te lee, fácilmente querrá preguntarte: -¿Quién es esa Mirian a la que se le apareció el Ángel? Que yo y otros percibamos de inmediato que te refieres a María, no quiere decir que todos sepan que aludes a la madre de Jesús. De hecho, conozco muchas Mirian en mi país que ni remotamente piensan que su nombre tenga algo que ver con la virgen. Los no especialmente instruidos pensarán que te equivocaste o que ignoras algo que hasta los analfabetos saben. Si hablaras de la hermana de Moisés, en cambio, la diferencia no se notaría pues pocos podrían recordar su nombre (del común del pueblo hablamos).
Ahora, si quieres ahondar en el significado del nombre que nosotros llamamos como “Jesús”, por supuesto que la forma hebrea permite percibir la riqueza que entraña. El texto de Mt 1:21 que suele citarse y explicarse para las fiestas navideñas en toda la cristiandad, basta para retener el significado esencial: “porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Existe pues un conocimiento general de que el nombre Jesús se relaciona con la salvación.
Yo sé lo que mi nombre significa; sin embargo, la mayoría de los Ricardo con los que me he encontrado no lo sabían, y quedaron gratamente sorprendidos al enterarse. Creo que en la hispanidad no hallarás a muchos para los que el nombre de Jesús nada signifique. Aunque la noción de muchos se distraiga con las imágenes que toda la vida han visto, el concepto de que Él es el Salvador que nació de la virgen, fue crucificado, sepultado, resucitado y ascendido a los cielos, está más que extendido. Por pobres y rudimentarias que sean las ideas que de Él se tengan, incluso por los no creyentes, el nombre y la persona de Jesús se asocia a la de la salvación.
Nunca nos hemos enterado que Dios Padre hubiera protestado porque los pueblos del mundo hubieran expresado de distinta manera el nombre de su Hijo. Yo hubiera intervenido inmediatamente si en el colegio se le hubiera modificado el nombre a un hijo mío. Del “nombre que es sobre todo otro nombre…el nombre de Jesús” (Flp 2:9-11) nunca nos hemos enterado que el Padre haya denunciado que le fuera cambiado, modificado y desvirtuado por los mismos cristianos que se dicen sus discípulos.
No somos nosotros sino recientemente otros quienes se han tomado esa libertad de pronunciar ese nombre como mejor les parezca.
En próximo mensaje procuraré concluir con mis respuestas.