En otro epígrafe se viene debatiendo el asunto de que no hay necesidad alguna de modificar el término castellano “Dios”, y acá procuraré defender con el aporte de todos cuantos piensen igual, que Jesús, Cristo o Jesucristo es tan correcto ahora como siempre lo fue.
Por supuesto que todo forista es dueño y señor de expresarse como mejor le parezca, pero es también sensato hacerlo del modo que todos entiendan lo que decimos, sin confusión ni inútiles malentendidos que llevan a estériles discusiones.
Hace trescientos años atrás, raramente escribían algo los cristianos hispanos si no daban muestras de una cultura superior con alguna que otra sentencia en latín. Al siguiente siglo vinieron los románticos, y esta vez eran los versos en francés que le daba categoría a la prosa castellana. Ahora acontece entre los “cristianos a medias”, que imaginan escribir de un modo más piadoso y correcto si hebraízan los nombres propios y los saludos.
Si alguien me desea la paz, ¡bien! Pero no será más pacífica esa paz si me saluda con el ¡Shalom!
Si viajo a Israel andaré con el ¡Shalom! en la boca, pero aquí en el Foro parecerá una vana ostentación de estar en posesión de una lengua sagrada que nos permite decir y escribir de una más santa, buena y exacta manera.
Algunos todavía creemos que haciendo buen uso del español que hablamos más de cuatrocientos millones de personas en el mundo, podemos expresarnos de manera más que conveniente.
Por supuesto, cuando la discusión llega al terreno de la lingüística se ha de recurrir necesariamente a la etimología, filología y cuanto pueda desentrañar el significado oculto en lenguas antiguas; pero de no ser necesario, ¿a santo de qué decir en latín, griego o hebreo lo que podemos decir en castellano?
Por ahora reafirmo: Jesús, Cristo y Jesucristo son nombres correctos y apropiados para designar a nuestro Señor y Salvador, el Hijo de Dios.
Por supuesto que todo forista es dueño y señor de expresarse como mejor le parezca, pero es también sensato hacerlo del modo que todos entiendan lo que decimos, sin confusión ni inútiles malentendidos que llevan a estériles discusiones.
Hace trescientos años atrás, raramente escribían algo los cristianos hispanos si no daban muestras de una cultura superior con alguna que otra sentencia en latín. Al siguiente siglo vinieron los románticos, y esta vez eran los versos en francés que le daba categoría a la prosa castellana. Ahora acontece entre los “cristianos a medias”, que imaginan escribir de un modo más piadoso y correcto si hebraízan los nombres propios y los saludos.
Si alguien me desea la paz, ¡bien! Pero no será más pacífica esa paz si me saluda con el ¡Shalom!
Si viajo a Israel andaré con el ¡Shalom! en la boca, pero aquí en el Foro parecerá una vana ostentación de estar en posesión de una lengua sagrada que nos permite decir y escribir de una más santa, buena y exacta manera.
Algunos todavía creemos que haciendo buen uso del español que hablamos más de cuatrocientos millones de personas en el mundo, podemos expresarnos de manera más que conveniente.
Por supuesto, cuando la discusión llega al terreno de la lingüística se ha de recurrir necesariamente a la etimología, filología y cuanto pueda desentrañar el significado oculto en lenguas antiguas; pero de no ser necesario, ¿a santo de qué decir en latín, griego o hebreo lo que podemos decir en castellano?
Por ahora reafirmo: Jesús, Cristo y Jesucristo son nombres correctos y apropiados para designar a nuestro Señor y Salvador, el Hijo de Dios.