Querido Hermano,
Nosotros los seres humanos dejamos de ser niño al comenzar el discernimiento entre el bien y el mal. No hay una edad definida en decir "tiene 13 años por tanto ahora es juzgado como adulto". Dios conoce el corazón de cada uno y Él sabe cuando se deja de ser niño.
Ahora, viendo su pregunta, el tema del pecado original no tiene asidero bíblico, es una doctrina católica inventada. Si lo pensamos el único pecado original existente podria ser la envidia que tuvo lucifer de Dios queriendo ser como Él. Por tanto no hay nada que limpiar en el caso de un niño, por que la sexualidad fue dada por Dios al hombre para su reproducción. Dios dijo lo siguiente:
Génesis 1:26-35
26 Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen,[a] conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra».
27 Y creó Dios al hombre[c] a su imagen,[d]
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.[e]
28 Los bendijo[f] Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra».[g]
29 Después dijo Dios: «Mirad, os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, así como todo árbol en que hay fruto y da semilla. De todo esto podréis comer.[h]
30 »Pero a toda bestia de la tierra, a todas las aves de los cielos y a todo lo que tiene vida y se arrastra sobre la tierra, les doy toda planta verde para comer».
Y fue así.
31 Y vio Dios todo cuanto había hecho, y era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana del sexto día.
Ese fue el dia anterior al que descansó. Por tanto Dios creo a Adán y Eva, estos designó como marido y mujer, por tanto no hay pecado en que ellos tuvieran relaciones sexuales. Si vemos mas la Biblia, nos aclara que el hombre como la mujer tienen deberes conyugales, veamos las escrituras:
1 Corintios 7 (Reina-Valera 1995)
1 Corintios 7:1-17
1 [a] Acerca de lo que me habéis preguntado por escrito, digo: Bueno le sería al hombre no tocar mujer.
2 Sin embargo, por causa de las fornicaciones tenga cada uno su propia mujer, y tenga cada una su propio marido.
3 El marido debe cumplir con su mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con su marido.
4 La mujer no tiene dominio sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido dominio sobre su propio cuerpo, sino la mujer.[c]
5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración. Luego volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
6 Pero esto lo digo más como concesión que como mandamiento.
7 Quisiera más bien que todos los hombres fueran como yo;[d] pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.[e]
8 Digo, pues, a los solteros[f] y a las viudas, que bueno les sería quedarse como yo;
9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.[g]
10 A los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor,[h] que la mujer no se separe del marido;
11 y si se separa, quédese sin casar o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.
12 A los demás yo digo, no el Señor, que si algún hermano tiene una mujer que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.
13 Y si una mujer tiene marido que no es creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone,
14 porque el marido no creyente es santificado por la mujer; y la mujer no creyente, por el marido. De otra manera vuestros hijos serían impuros, mientras que ahora son santos.[j]
15 Pero si el no creyente se separa, sepárese, pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a vivir en paz nos llamó Dios.
16 ¿Qué sabes tú, mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, marido, si quizá harás salva a tu mujer?
17 Pero cada uno viva según los dones que el Señor le repartió y según era cuando Dios lo llamó: esto ordeno en todas las iglesias.