El Maestro le preguntó a sus discípulos:
¿ Cuándo creen ustedes que termina la noche y comienza el día ?
Uno le respondió:
Cuando a lo lejos puedo distinguir un pino de un ciprés.
Otro dijo:
Cuando puedo ver la silueta de las montañas lejanas en el horizonte.
Y otro:
Cuando llego a distinguir las curvas del camino entre las colinas.
El Maestro les respondió:
Nada de eso es suficiente para anunciar el día.
Mientras no puedas descubrir en el rostro del hombre que está a tu lado los rasgos de tu hermano,
seguirá siendo de noche dentro de tu alma.
¿ Cuándo creen ustedes que termina la noche y comienza el día ?
Uno le respondió:
Cuando a lo lejos puedo distinguir un pino de un ciprés.
Otro dijo:
Cuando puedo ver la silueta de las montañas lejanas en el horizonte.
Y otro:
Cuando llego a distinguir las curvas del camino entre las colinas.
El Maestro les respondió:
Nada de eso es suficiente para anunciar el día.
Mientras no puedas descubrir en el rostro del hombre que está a tu lado los rasgos de tu hermano,
seguirá siendo de noche dentro de tu alma.