Entre canallas anda el juego... de la muerte

18 Noviembre 1998
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blogs.periodistadigital.com
Fuente: Cor ad cor loquitur

Entre canallas anda el juego... de la muerte

El último pleno del ayuntamiento de Sevilla asistió a un debate de lo más interesante entre el alcalde socialista de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín y el portavoz del Partido Popular, Juan Ignacio Zoilo. Todo empezó cuando los comunistas sevillanos de IU-CA propusieron que el ayuntamiento de la capital andaluza se manifestara a favor de que se considere que las adolescentes de 16 años puedan tener autonomía a la hora de abortar. Es lo que tiene la izquierda. Cuando todo el mundo está preocupado por la crisis, ellos se empeñan en que las clínicas abortistas no sufran el menor menoscabo en sus economías.

El caso es que el popular Zoilo, armado de razón, le echó en cara al alcalde que la Junta de Andalucía haya aprobado hace tres meses un decreto para limitar el acceso de los menores a la cirugía estética y sin embargo los socialistas quieren ahora que esas mismas menores puedan abortar sin límite alguno. De hecho, el propio Monteseirín se manifestó contra ese punto de la ley de aborto en un programa de Sevilla Televisión. Como quiera que este país no es tanto una democracia como una partitocracia donde todos los que se dedican a la política tienen que obedecer, sí o sí, a lo que mandan los jefes, el alcalde sevillano se la ha tenido que embaular y votar a favor de algo sobre lo que él se mostró en contra. Y claro, el popular vio el cielo abierto y se lanzó a la yugular del alcalde con una serie de preguntas muy oportunas: “¿Una niña de 16 años no está preparada para votar o para que le extirpen la apendicitis, pero sí lo está para abortar? ¿Es aceptable que ustedes pongan límites para quitarse un trozo de nariz y no para quitarse una vida? ¿Por qué en televisión dijo usted que no estaba de acuerdo y ahora vota a favor? O mentía en televisión, o miente ahora".

Pero cuando, como es el caso de Juan Ignacio Zoilo, uno está en un partido que durante su etapa en el gobierno no movió ni un dedo para acabar con la lacra del aborto, lo mejor que puede se hacer es quedarse calladito. Y es que Monteseirín puso a Zoilo ante la evidencia de la hipocresía y la poca vergüenza de los populares al querer aparecer ante la sociedad como los defensores de la vida. Las palabras del alcalde de Sevilla al portavoz popular merecen pasar a los anales de la historia: “Si usted considera, señor Zoido, que un feto es una persona humana, es que usted y los suyos son unos canallas. Ustedes dicen que el aborto es un crimen, y si lo consideran así, son ustedes subjetivamente unos criminales porque han permitido el aborto durante el tiempo que han gobernado". Daría dinero por saber qué cara puso el popular al escuchar semejante verdad. Lo que sí sé es su patética respuesta: “no he dicho que el feto sea una persona porque para eso tiene que nacer, pero sí digo que es una vida y nosotros estamos del lado de la vida. ¿Usted de qué lado está?”

No, mire, don Juan Ignacio, su alcalde tiene razón. Ustedes no están al lado de la vida. Ustedes no han hecho nada en contra del aborto cuando gobernaron. Es más, ustedes aprobaron la píldora abortiva. Ustedes tienen un presidente de partido que dice estar la mar de feliz con la actual ley, esa por la que se llevan a cabo más de cien mil abortos cada año en este país. Y encima usted dice que un feto no es una persona, lo cual puede ser cierto a nivel jurídico-civil (aunque ojo, el feto es objeto de derecho, por ejemplo a la hora de heredar), pero no tiene nada que ver con lo que se está debatiendo. Ustedes los populares se han creído que pueden sacar “cacho” electoral con el asunto del aborto, pero no tienen el menor atisbo de autoridad moral para oponerse a lo que los socialistas quieren. Y ese es el drama de este país. Que los dos partidos mayoritarios son abortistas y sólo se diferencian en la intensidad de su adhesión a la cultura de la muerte.

En España, la batalla entre la vida y la muerte en el ámbito de los partidos con representación en las instituciones se juega entre canallas. Canallas son los socialistas que quieren más abortos y canallas son los populares que se conforman con los abortos actuales. Ambos son la misma escoria moral. Ambos merecen el mayor de los desprecios de aquellos que consideramos que estamos ante algo tan importante, que marca la diferencia entre una sociedad civilizada y otra abocada a la desaparición. Y es que una sociedad que manda a sus hijos al cubo de la basura de las clínicas abortistas no merece sobrevivir.

Luis Fernando Pérez Bustamante
 
Re: Entre canallas anda el juego... de la muerte

Fuente: InfoCatólica

El alcalde de Sevilla echa en cara al PP su hipocresía ante el aborto
"Si considera que un feto es una persona humana, usted y los suyos son unos canallas"

(Alberto García/Abc/InfoCatólica) El alcalde de Sevilla, Alfreso Sánchez Montesirín, ha acusado de hipocresía ante el aborto al portavoz del Partido Popular en el ayuntamiento de la capital andaluza. En un debate por la propuesta de IU-CA para que el ayuntamiento sevillano se mostrara a favor de la autonomía para abortar de las menores de 16 años, el popular Juan Ignacio Zoilo echó en cara a Monteisirín que la Junta de Andalucía ponga impedimentos a los menores para hacerse la cirujía estética y no para «quitar una vida». La respuesta del alcalde fue inmediata: «Si usted considera, señor Zoido, que un feto es una persona humana, es que usted y los suyos son unos canallas. Ustedes dicen que el aborto es un crimen, y si lo consideran así, son ustedes subjetivamente unos criminales porque han permitido el aborto durante el tiempo que han gobernado».

La propuesta presentada por el grupo IU-CA al Pleno del Ayuntamiento «para que se reconozca la autonomía en la decisión de las menores a partir de los 16 años sin que sea necesaria ninguna autorización externa para practicarse una intervención voluntaria del embarazo» colocó al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, en un callejón sin salida. Si votaba a favor, lo haría en contra de su propia opinión, expresada en el programa «Ojos que nos ven» de Sevilla Televisión, donde reconoció no estar de acuerdo con este apartado de la nueva Ley del aborto. Pero si votaba en contra, abriría una herida en su partido, ideólogo e impulsor de esta iniciativa. Atosigado por tal espada de Damocles, el alcalde estaba abocado a caer en la incoherencia, por lo que finalmente claudicó ante su partido y se contradijo para no incurrir en una imperdonable insumisión. Aceptó la propuesta de IU, aunque trató de limpiar su imagen añadiendo una enmieda que borraba la frase «sin que sea necesaria ninguna autorización externa». Pero el texto finalmente apoyado por el alcalde es inequívoco: «Que se reconozca la autonomía en la decisión de las menores a partir de los 16 años».

Ante esta postura, el portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido, anunció el voto en contra de su partido y le recordó a Monteseirín sus palabras acerca de este tema en la citada entrevista televisiva. «Quieren ustedes llegar a donde ni siquiera ha llegado Bibiana Aído. ¿El aborto es un derecho y que un profesional decida no practicarlo es un delito? ¿Una niña de 16 años no está preparada para votar o para que le extirpen la apendicitis, pero sí lo está para abortar?», cuestionó Zoido, quien también recordó al alcalde que la Junta de Andalucía aprobó hace tres meses «un decreto para limitar el acceso de los menores a la cirugía estética», por lo que se preguntó: «¿Es aceptable que ustedes pongan límites para quitarse un trozo de nariz y no para quitarse una vida? ¿Por qué en televisión dijo usted que no estaba de acuerdo y ahora vota a favor? O mentía en televisión, o miente ahora». Estas aseveraciones, que levantaron la ovación de los vecinos de la Plaza Alianza que asistían al Salón de Plenos, provocaron la airada respuesta de Monteseirín: «Si usted considera, señor Zoido, que un feto es una persona humana, es que usted y los suyos son unos canallas. Ustedes dicen que el aborto es un crimen, y si lo consideran así, son ustedes subjetivamente unos criminales porque han permitido el aborto durante el tiempo que han gobernado». Sin matizar más la cuestión, el alcalde, que a estas alturas ya había logrado que gran parte del público abandonara la sala con la maledicencia entre los dientes, ofreció su versión del asunto: «Mi opinión es la reflejada en una televisión y en la enmienda incorporada por el PSOE a esta propuesta, pero usted, señor Zoido, no ha querido enterarse. Una persona de 16 años que se queda embarazada y decide seguir adelante, ¿puede ser obligada por sus padres a que aborte? A mí, como padre, me gustaría que para una cosa y para la otra mi hija me consultara, pero la decisión tiene que ser de ella. Yo no estoy a favor del aborto, pero no me siento con el derecho de decirle a una mujer que tome una decisión que va a marcar su vida. No comparto que esa mujer tenga que esconderse para abortar, ni que tenga que irse a Londres o ponerse en manos de una curandera».

En medio de este enzarzamiento quedó la edil del partido que había presentado la propuesta, la comunista Josefa Medrano, quien espetó a Zoido que «veo que no se reúne usted con muchas mujeres» y le reprochó que «las feministas estamos hartas de que las decisiones que nos afectan sean tuteladas por otros». Además, Medrano puso en duda la «defensa de la vida que hace el señor Zoido, porque 300.000 muertos en Irak fueron provocados porque su partido apoyó la guerra». Este argumento hizo brotar un bullicio en el Salón que se incrementó con la última inferencia de la concejal de IU: «Zoido habla de que no se puede votar con 16 años, pero no dice que con esa edad las mujeres sí se puede trabajar en McDonald´s o en Hipercor para que las exploten».

El portavoz del PP obvió estas opiniones y se limitó a contestar a Monteseirín que «no he dicho que el feto sea una persona porque para eso tiene que nacer, pero sí digo que es una vida y nosotros estamos del lado de la vida. ¿Usted de qué lado está?». Tal vez Gómez de Celis le dio la respuesta cuando citó a Séneca: «Si el hombre no sabe a qué puerto se dirige, ningún viento le es favorable».
 
Re: Entre canallas anda el juego... de la muerte

Fuente: Fides et Ratio

La ruindad de la política española

El debate en que se enzarzó el Alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, con el jefe de la oposición Juan Ignacio Zoido, muestra el nivel ético en el que se mueve la política no sólo sevillana, sino española: ninguno.

Monteseirín tiene razón cuando recuerda al PP la incoherencia con la que se ha movido en el tema del aborto: sí, pero no; estoy en contra pero no rectifico lo anterior.

El PP está incapacitado moralmente a levantar la bandera a favor de la vida ya que, durante sus ocho años de mandato, se mostró inane a la hora de adoptar cualquier resolución contraria al aborto. Esta es su vergüenza y así la ha sacado a relucir el réprobo alcalde de Sevilla.

Esto, por otra parte, no quita la grave responsabilidad que tiene el hombre – masa que ocupa la poltrona sevillana. Él milita en el partido que está llevando a cabo la revolución axiológica con la complacencia del pueblo. Que precisamente él, se dirija a su opositor en esos términos no es más que el cinismo llevado a su máxima expresión. Especialmente él, que está siempre presto y dispuesto a coger la vara en la primera procesión que pase por la puerta del Ayuntamiento.

La política española necesita regeneración, pero no una regeneración que venga de arriba, sino de abajo. Pero, ¿será posible cuando se está minando, disolviendo en definitiva la moral social?

Cuenta Esopo que habiendo pedido unas ranas un rey a Zeus, este les envió un leño a la charca. Viendo los anfibios que el palo estaba quieto, comenzaron a subirse encima y a despreciarlo. Indignadas, recurrieron a Zeus pidiéndole otro monarca y el dios, irritado, les envió una serpiente que se las comió a todas.

Algo hay que hacer porque a los españoles, como a las ranas, los políticos nos están devorando.

Isaac García Expósito
 
Re: Entre canallas anda el juego... de la muerte

Moralmente esta destruido el PP.

El Aborto
El 11 M
La Unidad de Espana como Nacion.

Entre otras cosillas mas.

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Ya solo es un complemento del PSOE, quien liderea con sus apendices rufianes minoritarios la Cultura de la Muerte.