Entonces David se levanto de la tierra, y se lavo y se ungió, y
cambio sus ropas, y entro en la casa de Jehová, y adoro.
II Samuel 12:20.
cambio sus ropas, y entro en la casa de Jehová, y adoro.
II Samuel 12:20.
El hijo de David murió a causa del pecado de David. Es cierto que
David se había arrepentido, y siendo hombre de oración había ayunado
y orado fervientemente por la vida de su hijo. No obstante, murió.
Otro hombre, con espíritu menos humilde, ignorante de la disciplina
divina, fácilmente se habría ofendido y abrigado resentimiento hacia
el Señor. David no hizo tal cosa. Cuando fue informado de la muerte
de su hijo, de inmediato se levanto y adoro. A veces Dios tiene que
vindicar su propia santidad de esta manera, llevando a sus siervos
hasta el mismo sufrimiento de fuego. La gran prueba en ese momento,
es la reacción de ellos hacia la soberana mano de Dios. Sin duda
David sintió el dolor profundamente, de lo contrario, no hubiera sido
humano. Pero cuando finalmente reconoció que este era el trato de
Dios para con el y que no había cambio, se inclino y adoro al Señor.
¿Podríamos nosotros proceder de igual forma si nos enfrentamos con
esta situación? Esta fue una de las cosas que caracterizo a David
como el hombre que tenía un corazón "conforme a Dios".
David se había arrepentido, y siendo hombre de oración había ayunado
y orado fervientemente por la vida de su hijo. No obstante, murió.
Otro hombre, con espíritu menos humilde, ignorante de la disciplina
divina, fácilmente se habría ofendido y abrigado resentimiento hacia
el Señor. David no hizo tal cosa. Cuando fue informado de la muerte
de su hijo, de inmediato se levanto y adoro. A veces Dios tiene que
vindicar su propia santidad de esta manera, llevando a sus siervos
hasta el mismo sufrimiento de fuego. La gran prueba en ese momento,
es la reacción de ellos hacia la soberana mano de Dios. Sin duda
David sintió el dolor profundamente, de lo contrario, no hubiera sido
humano. Pero cuando finalmente reconoció que este era el trato de
Dios para con el y que no había cambio, se inclino y adoro al Señor.
¿Podríamos nosotros proceder de igual forma si nos enfrentamos con
esta situación? Esta fue una de las cosas que caracterizo a David
como el hombre que tenía un corazón "conforme a Dios".