Karolusin dijo:
Como le dije a ALEJANDRO RIFF
Uno de ellos es mi amigo JESUS
"Así que, no os congojéis por el día de mañana..."
Me parecer, estimado Karolusin, que usted (por lo menos en este tema) está un poco "fuera de sintonía"..
Nos cita Mateo 6:34, pero no aplica en este caso. El Maestro está hablando del las preocupaciones carnales y mundanas. Leámoslo al principio del capítulos (alguna vez escuché "Un texto fuera de contexto, es un pretexto")
"Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido.." (Mateo 6:25)
Y como si fuera poco, escuchemos decir a Jesús:
"No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas." (Mateo 6:31-33)
Y luego viene el versículo mencionado por usted:
"Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal." (Mateo 6:34)
Si realmente desea saber que dice SU AMIGO JESÚS al respecto del tema central del epígrafe (El Rapto), debería prestarle atención cuando enseña lo siguiente...
(...lo dejo en su compañía. Que Dios lo bendiga)
PARABOLA DE LAS DIEZ VÍRGENES
(Mateo 25:1-13)
"Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir." (Mateo 25:1-13)