Ok, ok, saludos a todos.
Existe una sola resurrección, unos para ser juzgados en sus pecados y otros para recibir vida eterna. Pero todos seremos juzgados, finalmente. Veamos:
"Porque es necesario que todos NOSOTROS comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo" (2Co.5:10)
"...porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo." (Ro.14:10)
"En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio...." (1Jn. 4:17)
Estos versículos dicen textualmente que todos seremos juzgados, aún los cristianos; pero que la Iglesia debe estar confiada en ese día, pues sabe que ha resucitado para vida eterna.
"Y ví a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras" (Ap.20:12)
Aquí vemos que se abren los libros que hablan de las obras de cada uno, cristiano o no; pero aparte se menciona otro libro: el libro de la vida, el cual enlista a todos los verdaderos cristianos fieles de cada comunidad, de cada denominación e iglesia a lo largo de la historia. No se menciona este libro entre los otros, sino que es mencionado aparte. Ahí cada uno será juzgado por sus obras; los cristianos para recibir la corona de su recompensa por el servicio a Cristo, y por su fidelidad y sus frutos; los incrédulos, para recibir el justo pago por sus pecados.
No hace falta ser suspicaz para darse cuenta de que sí se habla de ser juzgado por sus obras, pero el libro de la vida nos pondrá en la confianza de que sean cuales sean esas obras, nuestro juicio es para vida eterna, solamente por la fe en Cristo Jesús, pues "Ninguna condenación hay para los que estamos en Cristo Jesús..." (Ro.8:1). Está de mas hacer notar que en el libro de la vida no hay aparentes cristianos, ni convertidos nominales, pero previendo la pregunta ahí está la respuesta.
No hay segundas oportunidades; solo se elige en esta vida. No hay balanzas que determinen si fuimos mas malos que buenos y esas cosas; al igual que en el Éxodo, solo la marca de la sangre del cordero nos librará de la muerte eterna. Si hay que elegir hay que hacerlo ahora; después, solo aguardaremos con esperanza el juicio donde el abogado que tenemos para con el Padre nos abra la puerta a la vida eterna; y los que se negaron a aceptar a Jesucristo aguardarán que sus obras los declaren a condenación.
Reciban un saludo.
