Estimados hermanos:
El aguijón de Pablo, se menciona en la Escritura como una situación muy particular y propia de Pablo, no se sugiere en ninguna otra parte desde la formación de la iglesia de Cristo, que algún otro creyente hubiese padecido de un aguijón en la carne, como fue la experiencia de Pablo. Pablo lo menciona como algo “especial”, si pudiéremos decir.
Esto mismo, nos permite vislumbrar, que no podemos asociar el aguijón de Pablo con los padecimientos que el tuvo que experimentar; con las cárceles, azotes, necesidades etc. etc. este tipo de padecimientos no es propio de Pablo, hubieron muchos cristianos, una gran mayoría, que sufrió situaciones similares a Pablo, y aún más graves que las que Pablo sufrió, que les llevaron tempranamente a la misma muerte; muchos fueron encerrados en cárceles, atormentados, afligidos, azotados, y aún peor…muertos.
Si Pablo se hubiera referido a ese tipo de padecimientos como “su aguijón”; entonces tendríamos “montones” de aguijones; …más todavía saltándonos a varios apóstoles que sufrieron como Pablo, y aún la muerte como Esteban, Santiago etc. llegamos al Apocalipsis, donde se testifica que prácticamente la iglesia de Cristo o mejor dicho todos los salvados; “han venido de grande tribulación”; esto sencillamente sugeriría que el aguijón de Pablo no tendría ninguna particularidad, si millones, “incontables” también llevaban el mismo aguijón. El escritor sigue la vida de Pablo, pero si se hubiera relatado los padecimientos de la gran mayoriía de los cristianos, especialmente en la persecución, tendríamos referencias de muchos aguijones.
Me inclino a creer, como lo dije en mi aporte anterior, que el aguijón de Pablo era una enfermedad que le menoscababa en su integridad o capacidad física y que inevitablemente o intencionalmente le llevaba a depositar toda su confianza y capacidades en Dios, a reconocer que era tan humano como todos los demás y eso no le permitía enaltecerse o considerarse como superior a otro hombre; Dios no le estaba revelando ni haciendo uso de su vida porque el fuera mejor que otro; era solo porque Dios en su soberanía le había llamado a servir en su obra.
En ocasiones Dios nos enseña a ver quienes somos en realidad, cuan frágiles podemos ser, a pesar de existir una elección o propósitos de Dios a favor de nuestras vidas. Isaac, fue burlado en lo que el había puesto su confianza, en sus propios sentidos; …le engañaron en su gusto por la buena comida, en el tacto, y su razonamiento. David, de vez en cuando “sentía el olor de la majada”, recordando de donde Dios le había llamado.
Pablo tuvo que reconocer en medio de su grandes triunfos, que era solo un mortal …y frágil mortal, que dependía, a pesar de sus revelaciones, solo de Dios; y tuvo que reconocer que estuvo a punto de morir, antes de terminar su tarea, porque había puesto su confianza en sus propias capacidades o sentidos y no en Dios, que “levanta a los muertos” (2 Cor. 1:8 )
Dios les bendiga