En memoria de Juan Huss, asesinado por traducir la biblia.

MiguelR

Cristiano independiente📑
23 Junio 2019
10.725
1.716
Siempre es bueno recordar la historia para conocer mejor nuestro presente, sobre cómo en los siglos pasados muchos valientes fueron martirizados y perseguidos por traducir la biblia y desenmascarar todas las mentiras religiosas de la época, tal como sucede también en la actualidad ante tantas falsas traducciones.

MiguelR

__________________________________________________________________________________________________________________________


Harry Freedman
Para BBC History Magazine

fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48373910

JAN (JUAN) HUSS

huss.jpg

En 1402, el sacerdote checo recién ordenado, Jan Hus, fue designado a un púlpito en Praga para ministrar en la iglesia.
Inspirado por los escritos de Wycliffe, que ahora circulaban en Europa, Hus usó su púlpito para hacer campaña en favor de una reforma administrativa y contra la corrupción de la iglesia.

Al igual que Wycliffe, Hus creía que la reforma social sólo podía lograrse mediante la alfabetización.
Darle a la gente una Biblia escrita en el idioma checo, en lugar del latín, era un imperativo. Hus reunió a un equipo de eruditos y en 1416 apareció la primera Biblia checa. Fue un desafío directo para aquellos a quienes llamó "los discípulos del anticristo" y la consecuencia era previsible: Hus fue arrestado por herejía.

El juicio de Jan Hus, que tuvo lugar en la ciudad de Constanza, es uno de los más espectaculares de la historia.
Fue más parecido a un carnaval: casi todos los peces gordos de Europa asistieron.

juicio.jpg

Llegó un arzobispo con 600 caballos; 700 prostitutas ofrecieron sus servicios; 500 personas se ahogaron en el lago; y el Papa se cayó de su carruaje y aterrizó en un montón de nieve.

El ambiente era tan estimulante que la eventual convicción de Hus y su brutal ejecución debieron parecer un anticlímax. El condenado fue quemado en la hoguera.

hoguera.jpg

Su muerte galvanizó a sus partidarios en la revuelta. Sacerdotes e iglesias fueron atacados, las autoridades tomaron represalias. En pocos años, Bohemia entró en guerra civil.


Todo porque Jan Hus tuvo el descaro de traducir la Biblia.
 
La mayoría en este foro desconoce toda la historia sangrienta y de persecuciones a lo que se enfrentaron muchos hombres de Dios, por el sólo hecho de traducir la biblia, y que ésta fuera leída por todos, no sólo por la élite sacerdotal.

Porque el dominio social y político lo ejercían a través de la ignorancia de la sociedad.

Ignorancia que aún predomina en la actualidad cuando leemos todas las malas traducciones de la mayoría de versiones bíblicas, malas traducciones que la "antigua y medieval ICAR" se encargó de mantenerlas en el tiempo a costa de mucha sangre inocente derramada.
 
  • Like
Reacciones: Daniel Flores
El juicio y la ejecución de Jan Huss no se produjeron solo por traducir la Biblia al idioma común de la población para que tuviera acceso a ella; también fue condenado por su manera de interpretarla, al margen de la autoridad eclesiástica católica.

Desgraciadamente; la Iglesia Católica ha tenido grandes defectos y ha cometido grandes excesos. Pero esto no justifica criticarlo todo y querer ser tan diferente a la Iglesia Católica como sea posible; como hacen muchos protestantes.

La Biblia ha sido traducida tantas veces y en muchos casos de forma tan tendenciosa (al servicio de una ideología o doctrina o interpretación concreta) que no podemos estar seguros del todo de cual es la versión más correcta.
 
  • Like
Reacciones: Jima40 y César Ortiz
El juicio y la ejecución de Jan Huss no se produjeron solo por traducir la Biblia al idioma común de la población para que tuviera acceso a ella; también fue condenado por su manera de interpretarla, al margen de la autoridad eclesiástica católica.
Efectivamente no fue sólo por traducirla para que todos tuvieran acceso a la lectura, sino también para dejar al descubierto que el fuego del infierno y el purgatorio era una vulgar mentira de aquella época.

Si Juan Huss viviera en nuestra época, todos le daríamos la razón....solamente quienes creen tener algún tipo de autoridad lo rechazarían nuevamente.

Desgraciadamente; la Iglesia Católica ha tenido grandes defectos y ha cometido grandes excesos. Pero esto no justifica criticarlo todo y querer ser tan diferente a la Iglesia Católica como sea posible; como hacen muchos protestantes.
Esos grandes defectos es lo que ha conllevado a grandes y graves errores doctrinales y de traducción en la actualidad.

Tanto las biblias católicas como protestantes son un fiasco de manipulaciones.

La Biblia ha sido traducida tantas veces y en muchos casos de forma tan tendenciosa (al servicio de una ideología o doctrina o interpretación concreta) que no podemos estar seguros del todo de cual es la versión más correcta.
Es correcto, por esta razón nosotros como buenos creyentes que tomamos en serio nuestra salvación, debemos tratar de aprender a revisar los manuscritos griegos para que no nos metan gato por liebre (como dicen)

Lamentablemente la antigua ICAR inquisidora manipuló por varios siglos la biblia y cuando Casiodoro de Reina también quiso restaurar la verdad de las traducciones, sufrió por igual la persecución de la inquisición quedando hasta nuestros días una traducción protestante espuria de la RV cambiada bajo amenaza de muerte por su asistente Cipriano de Valera en 1609....y no fue sino en pleno sisma de los siglos 14 y 15 con el surgimiento de la imprenta, cuando Martín Lutero logró impulsar que todos pudieran leer la biblia en Europa.
 
  • Like
Reacciones: Daniel Flores
No voy a hablar ni siquiera de Huss, solo del bulo acerca de la condena de traducir la Biblia a lenguas vernáculas:

"

Se trata de la supuesta ignorancia de los pueblos de Europa en materia bíblica antes de la "reforma" protestante, tal y como se afirma en la lección 34 de la Sección I (pág. 5.8), donde se dice a propósito de la Edad Media, la «Edad de las tinieblas», que dicha ignorancia se debía a estar escrita la Biblia «sólo en idiomas antiguos, como el latín y el griego. La Biblia estaba sólo disponible, mayormente, en latín, y el hombre corriente de entonces no estaba más versado en latín que el operario de una fábrica de Ford en la actualidad»; y «un poco antes de la Reforma, algunos comenzaron a traducir la Biblia a lenguas europeas (…) a pesar de la terrible oposición y persecución».

1) La Edad Media comienza en el siglo V d.C., a contar desde el año de la caída de Roma. En dicha época la mitad occidental del antiguo imperio romano, dominada por los bárbaros, hablaba latín y disponía de una excelente versión de la Biblia: la Vulgata de San Jerónimo; la mitad oriental del imperio, que sobrevivió hasta que los turcos conquistaron Constantinopla en el siglo XV, hablaba griego y podía leer en esa lengua tanto en Nuevo Testamento como el Viejo (este último en varias versiones, como la de los LXX); de suerte que en la Edad Media el pueblo tenía un conocimiento amplísimo de las Escrituras.

2) La Biblia se traducía a las lenguas vernáculas muchos siglos antes de la pseudo-reforma de Lutero, Calvino y compañía, pues:

a) Los santos católicos Cirilio y Metodio tradujeron la Biblia al búlgaro antiguo en el siglo IX, ¡en plena Edad Media, la «Edad de las tinieblas»! (cf. Lengua y Literatura Latinas I, autores varios, UNED, Madrid, 1986, pág. 32, e Iniciación a la fonética, fonología y morfología latinas, José Molina Yébenes, Publicacions Universitat de Barcelona: Barcelona 1993, pág. 4); así, los búlgaros podían leer la Biblia en su lengua.
b) El obispo Ulfilas (arriano, no católico), evangelizador de los godos de Dacia y Tracia, tradujo la Biblia al gótico pocos años antes de que San Jerónimo acabara la Vulgata, de suerte que cuando llegaron las «tinieblas» medievales ¡los godos podían leer la Biblia en su lengua materna! (cf. José Molina Yévenes, op. cit., pág. 5; Esteban Torre, Teoría de la traducción literaria, Ed. Síntesis, 1994, pág. 24, y UNED, op. cit., pág. 32).

c) El monje católico Beda el Venerable tradujo al anglosajón o inglés antiguo el Evangelio de San Juan poco antes de su muerte, acaecida en el año 735, o sea: ¡en plena Edad Media, «la Edad de las tinieblas»! (cf. Esteban Torre, op. cit., pág. 24).

d) El gran historiador Giuseppe Riciotti, autor de obras meritísimas como Vida de Jesucristo (Ed. Luis Miracle, Barcelona 1978) e Historia de Israel (Ed. Luis Miracle, Barcelona 1949), nos informa en su introducción a la Sagrada Biblia de que, en Italia, «la Biblia en lengua vulgar era popularísima en los siglos XV y XVI», y de que «desde el siglo XIII se poseen» traducciones italianas de la Biblia, aunque «se trata de traducciones parciales», es decir, aunque se trata de traducciones de los libros sagrados más memorables y accesibles, pues a nadie, excepción hecha de unos cuantos eruditos, le interesaba, p. ej., el elenco interminable y fastidiosísimo de las genealogías del libro de los Números (tomado de sì sì no no, n. 70, abril 1998, pág. 7).

e) La obra Historia de la Literatura I (Antigua y Medieval) (autores varios, UNED, Madrid, 1991, pág. 103) nos informa de lo siguiente tocante a las versiones castellanas de la Biblia: «hallamos en el siglo XIII otro grupo de obras formado por las traducciones de la Biblia que se realizaron en este periodo. Ya en la primera mitad del siglo nos encontramos con el primer texto conservado que se incluye en este grupo: la Fazienda de Ultramar. Pese a que algunos han querido retrasar su redacción hasta mediados del siglo XII, no parece, por su lengua, que fuere escrita en fecha tan temprana. No es una simple versión de la Biblia. Contiene, junto a la propia traducción (realizada, al parecer, no directamente de la Vulgata sino de una traducción latina del siglo XII efectuada sobre los textos hebreos), otra serie de materiales: descripciones geográficas, relatos tomados de la antigüedad clásica… Parece que pretende ser una especie de guía para los peregrinos que viajaban a Tierra Santa. Mediante estas traducciones de la Biblia se consiguió que personas que sabían leer en su propia lengua pudiesen recibir más directamente las enseñanzas religiosas. Las versiones eran también aprovechadas para lectura en voz alta realizada en grupos reducidos. La Iglesia española de la época no era muy partidaria de las Biblias romances, y de hecho en el Concilio de Tarragona de 1233 llegó a prohibir su lectura. Pese a ello la traducción de las Escrituras no fue abandonada, se desarrolló ampliamente a lo largo del siglo XIII y las Biblias romanceadas fueron leídas incluso por los reyes de la época».
Está claro: mucho antes de Calvino y Lutero, el pueblo castellano leía la Biblia en su lengua. La enorme extensión de las traducciones castellanas muestran que el derecho prohibitivo del Concilio Tarraconense o no se aplicó o enseguida cayó en desuso. Dicha decisión conciliar tenía su explicación: antes de autorizar la lectura de una versión había que mirar si acaso estaba bien hecha, sin falseamientos del texto sagrado. La escasa calidad literaria de las versiones junto con el aditamento de otros materiales no era de lo más a propósito para alejar toda sospecha; pero no se persiguió a nadie por traducir la Biblia al castellano, lo cual es muy significativo.

f) «La Edad Media presenció el florecimiento en Francia de un gran número de traducciones de la Sagrada Escritura a todas las lenguas y dialectos de Oc y de Oil [para todas las antiguas versiones francesas nos remitimos a: P. C. Chauvin, La Bible depuis ses origines jusqu’à nos jours]. Se poseen algunas que se remontan al siglo XII e incluso a finales del XI. En el siglo XIII, la Universidad de París presentó una traducción de ambos Testamentos que hizo ley durante mucho tiempo. Con todo, aparecieron otras versiones francesas, particularmente en el siglo XIV. Una de ellas, la de Guyart Desmoulins, de finales del siglo XIII pero actualizada tocante al estilo, se imprimió desde 1478 en cuanto al Nuevo Testamento, y en su totalidad en 1487» (Daniel Raffard de Brienne, Traductor, Traditor. Les nouvelles traductions de l’Écriture Sainte, en la revista Lecture et Tradition, julio-agosto de 1986).

Lutero se jactaba de haber sido el primero en traducir la Biblia al alemán, pero ya el heresiarca Calvino le recordó que dicho honor no le pertenecía; en efecto, sabemos que el fraile editó en 1522 el Nuevo Testamento, y en 1532 lo restante, y que «se ha dicho de esta versión, con gran falta de verdad histórica, que era la primera versión alemana en lengua vernácula, cuando para entonces sólo en Alemania había catorce versiones en lengua erudita y cinco en lengua corriente. Además había muchas versiones parciales, como del Nuevo Testamento, de los Salmos… (cf. Janssen: Geschichte des deutschen Volkes seit dem Ausgang des Mittelalters, 8 vv., Friburgo, 1883-1893, tomo I, pág. 51)» (Francisco J. Montalbán, S.I., Los Orígenes de la Reforma Protestante, Razón y Fe, Madrid 1942, pág. 129).

g) El gran historiador Ricardo García-Villoslada nos informa también de las versiones germánicas de la Biblia antes de Lutero: «Muchos opinan que la obra principal de Martín Lutero en su vida fue la traducción de la Sagrada Escritura al idioma de su pueblo. No cabe duda que la versión vernácula de la Biblia y la divulgación de la misma, ofreciéndola como única norma de fe, jugó un papel importantísimo en la fundación y establecimiento de la Iglesia luterana. Exagerando sus méritos, por otra parte innegables, solía repetir que en la Iglesia, antes de él, nadie conocía ni leía la Biblia (Tischr. 3795 III 690; ibid., 6044 V 457 y otros muchos lugares). Hoy el lector se ríe de tan injustas aseveraciones, dictadas por la pasión. Recuérdese lo que dijimos de la lectura de la Biblia cuando Fr. Martín era novicio en Erfurt. Francisco Falk ha contado no menos de 156 ediciones desde la invención de la imprenta hasta 1520 (F. Falk, Die Bibel am Ausgange des Mittelalters [Maguncia 1905] 24). Sebastián Brant comienza su conocido poema Nave de los locos (1494) con estos versos: `Todos los países están hoy llenos de Sagrada Escritura -y de cuanto atañe a la salud de las almas-, de la Biblia’, etc. Traducciones alemanas de toda la Sagrada Escritura existían no pocas antes de Lutero, por lo menos catorce en alto alemán y cuatro en bajo alemán, sin contar las versiones parciales, salterios, evangeliarios, etc. En el siglo XIV se hizo en Baviera una traducción total, que el impresor alsaciano Juan Mentelin hizo estampar en Estrasburgo en 1466, y que con algunas modificaciones fue reimpresa trece veces antes de que apareciese la de Lutero, llegando a ser como una Vulgata alemana, según Grisar. (Puede consultarse la gran edición de W. Kurrelmeyer, Die erste deutsche Bibel [Tubinga 1903-15], 10 tomos con el texto primigenio y las correcciones de las 13 ediciones posteriores. Véase también W. Kurrelmeyer, The Genealogy of the Prelutheran Bibles, en The Journal of Germanic Philology, 3,2 [1900] 238-47; W. Walter, Die Deutsche Bibel: übersetzung des Mittelalters, Braunschweig 1889-92)» (García-Villoslada, Martín Lutero, BAC, Madrid 1976, t. II, pág. 399).

h) También se puede mencionar la traducción de la Biblia, en la Edad Media, a otras lenguas indoeuropeas, como el armenio (cf. UNED, op. cit., pág. 30 y Molina Yébenes, op. cit., pág. 4), hecha en el siglo V, ¡el siglo en que comienza la «Edad de las tinieblas»!
"
 
  • Like
Reacciones: Jima40
1) La Edad Media comienza en el siglo V d.C., a contar desde el año de la caída de Roma. En dicha época la mitad occidental del antiguo imperio romano, dominada por los bárbaros, hablaba latín y disponía de una excelente versión de la Biblia: la Vulgata de San Jerónimo; la mitad oriental del imperio, que sobrevivió hasta que los turcos conquistaron Constantinopla en el siglo XV, hablaba griego y podía leer en esa lengua tanto en Nuevo Testamento como el Viejo (este último en varias versiones, como la de los LXX); de suerte que en la Edad Media el pueblo tenía un conocimiento amplísimo de las Escrituras.
1.- La Vulgata no era de acceso libre para el pueblo
2.- Todos hablaban latín, pero solamente unos pocos tenían acceso a las escrituras.
3.- Es falso que el pueblo tuviera un conocimiento de las escrituras "por leerla"....su conocimiento se basaba en lo que le decían los lideres religiosos


a) Los santos católicos Cirilio y Metodio tradujeron la Biblia al búlgaro antiguo en el siglo IX, ¡en plena Edad Media, la «Edad de las tinieblas»! (cf. Lengua y Literatura Latinas I, autores varios, UNED, Madrid, 1986, pág. 32, e Iniciación a la fonética, fonología y morfología latinas, José Molina Yébenes, Publicacions Universitat de Barcelona: Barcelona 1993, pág. 4); así, los búlgaros podían leer la Biblia en su lengua.
b) El obispo Ulfilas (arriano, no católico), evangelizador de los godos de Dacia y Tracia, tradujo la Biblia al gótico pocos años antes de que San Jerónimo acabara la Vulgata, de suerte que cuando llegaron las «tinieblas» medievales ¡los godos podían leer la Biblia en su lengua materna! (cf. José Molina Yévenes, op. cit., pág. 5; Esteban Torre, Teoría de la traducción literaria, Ed. Síntesis, 1994, pág. 24, y UNED, op. cit., pág. 32).

c) El monje católico Beda el Venerable tradujo al anglosajón o inglés antiguo el Evangelio de San Juan poco antes de su muerte, acaecida en el año 735, o sea: ¡en plena Edad Media, «la Edad de las tinieblas»! (cf. Esteban Torre, op. cit., pág. 24).

d) El gran historiador Giuseppe Riciotti, autor de obras meritísimas como Vida de Jesucristo (Ed. Luis Miracle, Barcelona 1978) e Historia de Israel (Ed. Luis Miracle, Barcelona 1949), nos informa en su introducción a la Sagrada Biblia de que, en Italia, «la Biblia en lengua vulgar era popularísima en los siglos XV y XVI», y de que «desde el siglo XIII se poseen» traducciones italianas de la Biblia, aunque «se trata de traducciones parciales», es decir, aunque se trata de traducciones de los libros sagrados más memorables y accesibles, pues a nadie, excepción hecha de unos cuantos eruditos, le interesaba, p. ej., el elenco interminable y fastidiosísimo de las genealogías del libro de los Números (tomado de sì sì no no, n. 70, abril 1998, pág. 7).

e) La obra Historia de la Literatura I (Antigua y Medieval) (autores varios, UNED, Madrid, 1991, pág. 103) nos informa de lo siguiente tocante a las versiones castellanas de la Biblia: «hallamos en el siglo XIII otro grupo de obras formado por las traducciones de la Biblia que se realizaron en este periodo. Ya en la primera mitad del siglo nos encontramos con el primer texto conservado que se incluye en este grupo: la Fazienda de Ultramar. Pese a que algunos han querido retrasar su redacción hasta mediados del siglo XII, no parece, por su lengua, que fuere escrita en fecha tan temprana. No es una simple versión de la Biblia. Contiene, junto a la propia traducción (realizada, al parecer, no directamente de la Vulgata sino de una traducción latina del siglo XII efectuada sobre los textos hebreos), otra serie de materiales: descripciones geográficas, relatos tomados de la antigüedad clásica… Parece que pretende ser una especie de guía para los peregrinos que viajaban a Tierra Santa. Mediante estas traducciones de la Biblia se consiguió que personas que sabían leer en su propia lengua pudiesen recibir más directamente las enseñanzas religiosas. Las versiones eran también aprovechadas para lectura en voz alta realizada en grupos reducidos. La Iglesia española de la época no era muy partidaria de las Biblias romances, y de hecho en el Concilio de Tarragona de 1233 llegó a prohibir su lectura. Pese a ello la traducción de las Escrituras no fue abandonada, se desarrolló ampliamente a lo largo del siglo XIII y las Biblias romanceadas fueron leídas incluso por los reyes de la época».
Está claro: mucho antes de Calvino y Lutero, el pueblo castellano leía la Biblia en su lengua. La enorme extensión de las traducciones castellanas muestran que el derecho prohibitivo del Concilio Tarraconense o no se aplicó o enseguida cayó en desuso. Dicha decisión conciliar tenía su explicación: antes de autorizar la lectura de una versión había que mirar si acaso estaba bien hecha, sin falseamientos del texto sagrado. La escasa calidad literaria de las versiones junto con el aditamento de otros materiales no era de lo más a propósito para alejar toda sospecha; pero no se persiguió a nadie por traducir la Biblia al castellano, lo cual es muy significativo.

f) «La Edad Media presenció el florecimiento en Francia de un gran número de traducciones de la Sagrada Escritura a todas las lenguas y dialectos de Oc y de Oil [para todas las antiguas versiones francesas nos remitimos a: P. C. Chauvin, La Bible depuis ses origines jusqu’à nos jours]. Se poseen algunas que se remontan al siglo XII e incluso a finales del XI. En el siglo XIII, la Universidad de París presentó una traducción de ambos Testamentos que hizo ley durante mucho tiempo. Con todo, aparecieron otras versiones francesas, particularmente en el siglo XIV. Una de ellas, la de Guyart Desmoulins, de finales del siglo XIII pero actualizada tocante al estilo, se imprimió desde 1478 en cuanto al Nuevo Testamento, y en su totalidad en 1487» (Daniel Raffard de Brienne, Traductor, Traditor. Les nouvelles traductions de l’Écriture Sainte, en la revista Lecture et Tradition, julio-agosto de 1986).

Lutero se jactaba de haber sido el primero en traducir la Biblia al alemán, pero ya el heresiarca Calvino le recordó que dicho honor no le pertenecía; en efecto, sabemos que el fraile editó en 1522 el Nuevo Testamento, y en 1532 lo restante, y que «se ha dicho de esta versión, con gran falta de verdad histórica, que era la primera versión alemana en lengua vernácula, cuando para entonces sólo en Alemania había catorce versiones en lengua erudita y cinco en lengua corriente. Además había muchas versiones parciales, como del Nuevo Testamento, de los Salmos… (cf. Janssen: Geschichte des deutschen Volkes seit dem Ausgang des Mittelalters, 8 vv., Friburgo, 1883-1893, tomo I, pág. 51)» (Francisco J. Montalbán, S.I., Los Orígenes de la Reforma Protestante, Razón y Fe, Madrid 1942, pág. 129).

g) El gran historiador Ricardo García-Villoslada nos informa también de las versiones germánicas de la Biblia antes de Lutero: «Muchos opinan que la obra principal de Martín Lutero en su vida fue la traducción de la Sagrada Escritura al idioma de su pueblo. No cabe duda que la versión vernácula de la Biblia y la divulgación de la misma, ofreciéndola como única norma de fe, jugó un papel importantísimo en la fundación y establecimiento de la Iglesia luterana. Exagerando sus méritos, por otra parte innegables, solía repetir que en la Iglesia, antes de él, nadie conocía ni leía la Biblia (Tischr. 3795 III 690; ibid., 6044 V 457 y otros muchos lugares). Hoy el lector se ríe de tan injustas aseveraciones, dictadas por la pasión. Recuérdese lo que dijimos de la lectura de la Biblia cuando Fr. Martín era novicio en Erfurt. Francisco Falk ha contado no menos de 156 ediciones desde la invención de la imprenta hasta 1520 (F. Falk, Die Bibel am Ausgange des Mittelalters [Maguncia 1905] 24). Sebastián Brant comienza su conocido poema Nave de los locos (1494) con estos versos: `Todos los países están hoy llenos de Sagrada Escritura -y de cuanto atañe a la salud de las almas-, de la Biblia’, etc. Traducciones alemanas de toda la Sagrada Escritura existían no pocas antes de Lutero, por lo menos catorce en alto alemán y cuatro en bajo alemán, sin contar las versiones parciales, salterios, evangeliarios, etc. En el siglo XIV se hizo en Baviera una traducción total, que el impresor alsaciano Juan Mentelin hizo estampar en Estrasburgo en 1466, y que con algunas modificaciones fue reimpresa trece veces antes de que apareciese la de Lutero, llegando a ser como una Vulgata alemana, según Grisar. (Puede consultarse la gran edición de W. Kurrelmeyer, Die erste deutsche Bibel [Tubinga 1903-15], 10 tomos con el texto primigenio y las correcciones de las 13 ediciones posteriores. Véase también W. Kurrelmeyer, The Genealogy of the Prelutheran Bibles, en The Journal of Germanic Philology, 3,2 [1900] 238-47; W. Walter, Die Deutsche Bibel: übersetzung des Mittelalters, Braunschweig 1889-92)» (García-Villoslada, Martín Lutero, BAC, Madrid 1976, t. II, pág. 399).

h) También se puede mencionar la traducción de la Biblia, en la Edad Media, a otras lenguas indoeuropeas, como el armenio (cf. UNED, op. cit., pág. 30 y Molina Yébenes, op. cit., pág. 4), hecha en el siglo V, ¡el siglo en que comienza la «Edad de las tinieblas»!
"
Todas las traducciones que se describen aquí (a excepción de la traducción de Lutero) nunca llegaron a ser publicadas y leídas por el pueblo; La traducción hecha por Calvino fue quemada hasta la última copia por la inquisición.

Hay que tener en cuenta que tener una biblia en la época medieval era solamente accesible para reyes y nobles, pues la imprenta al principio no existía y cuando fue inventada, muy pocos tenían acceso a las copias.

De manera que es totalmente falso que todo el pueblo leyera la biblia en la edad media de las tinieblas, pues cualquier monje erudito que hiciera alguna traducción tenía que pasar primero por las manos de la antigua ICAR inquisitoria, y si no cumplían sus nefastas mentiras doctrinales, eran consideradas una herejía...de esta manera, la antigua ICAR se resguardaba de mantener sus mentiras doctrinales y es por esto que el 100% de reformistas bíblicos fueron sacerdotes católicos.
 
  • Like
Reacciones: Daniel Flores
No voy a hablar ni siquiera de Huss, solo del bulo acerca de la condena de traducir la Biblia a lenguas vernáculas:
Con respecto a Huss,

Estás de acuerdo en las enseñanzas de Huss sobre el hecho de que, era una falsa enseñanza bíblica "el pago de indulgencias por las almas en el purgatorio"????

El sacerdote Huss fue condenado a muerte no solamente por atreverse a traducir la biblia, sino también por contradecir las mentiras doctrinales católicas de la época.
 

Hay que tener en cuenta que tener una biblia en la época medieval era solamente accesible para reyes y nobles, pues la imprenta al principio no existía y cuando fue inventada, muy pocos tenían acceso a las copias.

Supongo que es culpa de la Iglesia que la imprenta no fuera inventada antes y que fuera tan caro copiar a mano 1300 páginas de texto.

Y claro, la imprenta fue inventada justamente en Alemania unos añitos antes de la "reforma" de Lutero. Éste no tiene ningun mérito sino haber estado en el lugar correcto el momento correcto.

En oriente de Constantinopla desde donde se gestó el Cristianismo Ortodoxo la lengua era griega, justamente el lenguaje de las traducciones bíblicas primitivas ¿de que secretismo me hablas? ¿Crees que el latín era una forma de dificultar el acceso a las escrituras en occidente?

El latín era el lenguaje del imperio romano y el segundo lenguaje de sus provincias dominadas, un lenguaje común y accesible por la mayoria como lo es el inglés hoy dia.
 
  • Like
Reacciones: Jima40
Supongo que es culpa de la Iglesia que la imprenta no fuera inventada antes y que fuera tan caro copiar a mano 1300 páginas de texto.

Y claro, la imprenta fue inventada justamente en Alemania unos añitos antes de la "reforma" de Lutero. Éste no tiene ningun mérito sino haber estado en el lugar correcto el momento correcto.

En oriente de Constantinopla desde donde se gestó el Cristianismo Ortodoxo la lengua era griega, justamente el lenguaje de las traducciones bíblicas primitivas ¿de que secretismo me hablas? ¿Crees que el latín era una forma de dificultar el acceso a las escrituras en occidente?

El latín era el lenguaje del imperio romano y el segundo lenguaje de sus provincias dominadas, un lenguaje común y accesible por la mayoria como lo es el inglés hoy dia.
A ver, al parecer tu subjetividad no te dejará entender que la gente no tenía acceso a las escrituras bíblicas en la época medieval...comprendes! A eso me refiero, aquí no se está diciendo si el pueblo conocía o no un idioma o si sabía leer y escribir, me refiero a que en la época medieval la gran mayoría no tenía acceso a tener una biblia en su casa.
 
  • Like
Reacciones: Daniel Flores
Supongo que es culpa de la Iglesia que
Es culpa de tu extinta iglesia inquisitoria que....

Asesinaran a un inocente como Juan Huss:

1.- Por realizar una traducción bíblica
2.- Por enseñar que el pago de indulgencias por las almas en el purgatorio es una total mentira.
 
  • Like
Reacciones: Daniel Flores
"
Mito segundo

En la Edad Media «la mayoría de las personas no sabían leer ni escribir. Así que estaban `a oscuras’ por lo que respecta a toda clase de conocimiento, ya que no podía ser comunicado» (Lección 34 de la Sección I, pág. 5.8).

Veamos lo que nos dice sobre este asunto esa ciencia llamada Historia: «En la Edad Media, como en todas las épocas, el niño va a la escuela. Por lo general, es la escuela de su parroquia o del monasterio más cercano. En efecto, todas las iglesias tienen una escuela: a ello obliga el Concilio de Letrán de 1179, y en Inglaterra, país más conservador que el nuestro, todavía puede verse la iglesia junto a la escuela y el cementerio. Muchas veces son fundaciones señoriales las que garantizan la instrucción de los niños; Rosny, una pequeña aldea a orillas del Sena, tenía desde comienzos del siglo XVIII una escuela que había fundado hacia el año 1200 su señor Gui V Mauvoisin. Otras veces se trata de escuelas exclusivamente privadas; los habitantes de un poblado se asocian para mantener a un maestro que toma a su cargo la enseñanza de los niños. (…)También los capítulos de las catedrales estaban sometidos a la obligación de enseñar dictada por el Concilio de Letrán (Nota 1: En cada diócesis, dice Luchaire, aparte de las escuelas rurales o parroquiales que ya existían… los capítulos y los principales monasterios tenían sus escuelas, su personal de profesores y alumnos. La societé française au temps de Philippe Auguste, pág. 68). El niño entraba en ellas [en las escuelas] a los siete u ocho años de edad, y la enseñanza que preparaba para los estudios universitarios se extendía a lo largo de una década, lo mismo que hoy, de acuerdo con los datos que proporciona el abad Gilles el Muisit. Varones y niñas estaban separados; para las niñas había establecimientos particulares, tal vez menos numerosos, pero donde los estudios alcanzaban a veces niveles muy altos. La abadía de Argenteuil, donde se educó Eloísa, proporcionaba el aprendizaje de la Sagrada Escritura, letras, medicina y hasta cirugía, aparte del griego y el hebreo, que introdujo Abelardo. En general, las escuelas daban a sus alumnos nociones de gramática, aritmética, geometría, música y teología, que les permitían acceder a las ciencias que se estudiaban en la Universidad; algunas incluían alguna enseñanza técnica. La Histoire Littéraire menciona como ejemplo la escuela de Vassor en la diócesis de Metz, donde al mismo tiempo que aprendían la Sagrada Escritura y las letras, los alumnos trabajaban el oro, la plata y el cobre (Nota 2: L. VII, c. 29; registrado por J. Guiraud, Histoire partiale, histoire vraie, pág. 348). (…) En esta época los niños de las diferentes clases sociales se educaban juntos, como lo atestigua la conocida anécdota que presenta a Carlomagno irritado contra los hijos de los barones, que eran perezosos, contrariamente a los hijos de los siervos y los pobres. La única distinción que se hacía era la de la retribución, dado que la enseñanza era gratuita para los pobres y de pago para los ricos. Veremos que esa gratuidad podía prolongarse mientras duraran los estudios y también extenderse al acceso al título, puesto que el ya mencionado Concilio de Letrán prohíbe a las personas cuya función era dirigir y controlar las escuelas `que exijan a los candidatos al profesorado una remuneración para que se les otorgue el título’. Por otra parte, en la Edad Media había poca diferencia en la educación que recibían los niños de diferente condición; los hijos de los vasallos más humildes se educaban en la mansión señorial junto a los del señor, los hijos de los burgueses ricos estaban sometidos al mismo aprendizaje que el del más humilde artesano si querían atender a su vez el comercio paterno. Ésta es sin duda la razón por la cual hay tantos grandes de origen humilde: Suger, que gobernó Francia durante la cruzada de Luis VII, era hijo de siervos; Maurice de Sully, el obispo de París que hizo construir la iglesia de Nôtre-Dame, nació de un mendigo; San Pedro Damián fue porquero en su infancia, y Gerbert d’Audrillac, una de las luces más fulgurantes de la ciencia medieval, fue también pastor; el papa Urbano VI era hijo de un zapatero de Troyes, y Gregorio VII, el gran Papa de la Edad Media, de un pobre cabrero. A la inversa, muchos grandes señores son letrados cuya educación no debió diferir en mucho de la de los clérigos:Roberto el Piadoso componía himnos y secuencias latinas; Guillermo IX, príncipe de Aquitania, fue el primero de los trovadores; Ricardo Corazón de León nos dejó poemas, lo mismo que los señores de Ussel, de Baux y muchos otros; para no hablar de casos más excepcionales como el del rey de España Alfonso X» (Régine Pernoud, A la luz de la Edad Media, Ed. Juan Granica, Barcelona 1988, págs. 115-118).
Todo lo anterior, pura historia, nos presenta un cuadro de la Edad Media muy distinto del dibujado por la mitología protestante: la instrucción era vastísima, todo el mundo tenía acceso al conocimiento de las Escrituras, y la cultura era gratuita para los pobres (lo contrario de lo que ocurre en nuestro mundo protestantizado). ¿Dónde están, pues, las «tinieblas» medievales? Tan sólo en la mente de los mitógrafos protestantes.
"

Creo que son escritos de Luis Fernandez Perez Bustamante
 
  • Like
Reacciones: Jima40
El juicio y la ejecución de Jan Huss no se produjeron solo por traducir la Biblia al idioma común de la población para que tuviera acceso a ella; también fue condenado por su manera de interpretarla, al margen de la autoridad eclesiástica católica.

Desgraciadamente; la Iglesia Católica ha tenido grandes defectos y ha cometido grandes excesos. Pero esto no justifica criticarlo todo y querer ser tan diferente a la Iglesia Católica como sea posible; como hacen muchos protestantes.

La Biblia ha sido traducida tantas veces y en muchos casos de forma tan tendenciosa (al servicio de una ideología o doctrina o interpretación concreta) que no podemos estar seguros del todo de cual es la versión más correcta.

Solo hay una Biblia con ese concepto y no es la que hemos leído a los que usted llama protestantes y esa única Biblia es la Del Nuevo Mundo de los testigos de Jehová y es contemporánea y por lo menos hasta los años 1990 que tenia algún contacto seguían con la Reina Valera de 1960.​

Los católicos romanos cómo siempre justifican el pecado creyendo que Dios avala sus Papas cuando ni uno ha confesado conocerlo y menos a Jesucristo.​

 
"
Mito segundo

En la Edad Media «la mayoría de las personas no sabían leer ni escribir. Así que estaban `a oscuras’ por lo que respecta a toda clase de conocimiento, ya que no podía ser comunicado» (Lección 34 de la Sección I, pág. 5.8).

Veamos lo que nos dice sobre este asunto esa ciencia llamada Historia: «En la Edad Media, como en todas las épocas, el niño va a la escuela. Por lo general, es la escuela de su parroquia o del monasterio más cercano. En efecto, todas las iglesias tienen una escuela: a ello obliga el Concilio de Letrán de 1179, y en Inglaterra, país más conservador que el nuestro, todavía puede verse la iglesia junto a la escuela y el cementerio. Muchas veces son fundaciones señoriales las que garantizan la instrucción de los niños; Rosny, una pequeña aldea a orillas del Sena, tenía desde comienzos del siglo XVIII una escuela que había fundado hacia el año 1200 su señor Gui V Mauvoisin. Otras veces se trata de escuelas exclusivamente privadas; los habitantes de un poblado se asocian para mantener a un maestro que toma a su cargo la enseñanza de los niños. (…)También los capítulos de las catedrales estaban sometidos a la obligación de enseñar dictada por el Concilio de Letrán (Nota 1: En cada diócesis, dice Luchaire, aparte de las escuelas rurales o parroquiales que ya existían… los capítulos y los principales monasterios tenían sus escuelas, su personal de profesores y alumnos. La societé française au temps de Philippe Auguste, pág. 68). El niño entraba en ellas [en las escuelas] a los siete u ocho años de edad, y la enseñanza que preparaba para los estudios universitarios se extendía a lo largo de una década, lo mismo que hoy, de acuerdo con los datos que proporciona el abad Gilles el Muisit. Varones y niñas estaban separados; para las niñas había establecimientos particulares, tal vez menos numerosos, pero donde los estudios alcanzaban a veces niveles muy altos. La abadía de Argenteuil, donde se educó Eloísa, proporcionaba el aprendizaje de la Sagrada Escritura, letras, medicina y hasta cirugía, aparte del griego y el hebreo, que introdujo Abelardo. En general, las escuelas daban a sus alumnos nociones de gramática, aritmética, geometría, música y teología, que les permitían acceder a las ciencias que se estudiaban en la Universidad; algunas incluían alguna enseñanza técnica. La Histoire Littéraire menciona como ejemplo la escuela de Vassor en la diócesis de Metz, donde al mismo tiempo que aprendían la Sagrada Escritura y las letras, los alumnos trabajaban el oro, la plata y el cobre (Nota 2: L. VII, c. 29; registrado por J. Guiraud, Histoire partiale, histoire vraie, pág. 348). (…) En esta época los niños de las diferentes clases sociales se educaban juntos, como lo atestigua la conocida anécdota que presenta a Carlomagno irritado contra los hijos de los barones, que eran perezosos, contrariamente a los hijos de los siervos y los pobres. La única distinción que se hacía era la de la retribución, dado que la enseñanza era gratuita para los pobres y de pago para los ricos. Veremos que esa gratuidad podía prolongarse mientras duraran los estudios y también extenderse al acceso al título, puesto que el ya mencionado Concilio de Letrán prohíbe a las personas cuya función era dirigir y controlar las escuelas `que exijan a los candidatos al profesorado una remuneración para que se les otorgue el título’. Por otra parte, en la Edad Media había poca diferencia en la educación que recibían los niños de diferente condición; los hijos de los vasallos más humildes se educaban en la mansión señorial junto a los del señor, los hijos de los burgueses ricos estaban sometidos al mismo aprendizaje que el del más humilde artesano si querían atender a su vez el comercio paterno. Ésta es sin duda la razón por la cual hay tantos grandes de origen humilde: Suger, que gobernó Francia durante la cruzada de Luis VII, era hijo de siervos; Maurice de Sully, el obispo de París que hizo construir la iglesia de Nôtre-Dame, nació de un mendigo; San Pedro Damián fue porquero en su infancia, y Gerbert d’Audrillac, una de las luces más fulgurantes de la ciencia medieval, fue también pastor; el papa Urbano VI era hijo de un zapatero de Troyes, y Gregorio VII, el gran Papa de la Edad Media, de un pobre cabrero. A la inversa, muchos grandes señores son letrados cuya educación no debió diferir en mucho de la de los clérigos:Roberto el Piadoso componía himnos y secuencias latinas; Guillermo IX, príncipe de Aquitania, fue el primero de los trovadores; Ricardo Corazón de León nos dejó poemas, lo mismo que los señores de Ussel, de Baux y muchos otros; para no hablar de casos más excepcionales como el del rey de España Alfonso X» (Régine Pernoud, A la luz de la Edad Media, Ed. Juan Granica, Barcelona 1988, págs. 115-118).
Todo lo anterior, pura historia, nos presenta un cuadro de la Edad Media muy distinto del dibujado por la mitología protestante: la instrucción era vastísima, todo el mundo tenía acceso al conocimiento de las Escrituras, y la cultura era gratuita para los pobres (lo contrario de lo que ocurre en nuestro mundo protestantizado). ¿Dónde están, pues, las «tinieblas» medievales? Tan sólo en la mente de los mitógrafos protestantes.
"

Creo que son escritos de Luis Fernandez Perez Bustamante

Todos nos hemos dado cuenta en que han terminado los católicos romanos, como tu siendo una mala copia de los pentecostales y lo que indica que han perdido el rumbo por falta de materia espiritual y no saben como comprar aceite para sus lamparas porque en verdad viven en oscuridad y sin un dialoguito con tu creador y en tal caso un teléfono descompuesto y siempre hay tiempo de darse cuenta de sus errores e ir a donde el pentecostalismo es una verdad y no un concepto fantasioso nacido de la envidia.​

 

Todos nos hemos dado cuenta en que han terminado los católicos romanos, como tu siendo una mala copia de los pentecostales y lo que indica que han perdido el rumbo por falta de materia espiritual y no saben como comprar aceite para sus lamparas porque en verdad viven en oscuridad y sin un dialoguito con tu creador y en tal caso un teléfono descompuesto y siempre hay tiempo de darse cuenta de sus errores e ir a donde el pentecostalismo es una verdad y no un concepto fantasioso nacido de la envidia.​


El Espíritu Santo no tiene originales y copias, va adonde quiere e inspira a quien quiere y nadie tiene el derecho a arogarse su exclusividad.
 
  • Like
Reacciones: Jima40
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,[a] espíritu es.

7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
 
  • Like
Reacciones: Jima40
El Espíritu Santo no tiene originales y copias, va adonde quiere e inspira a quien quiere y nadie tiene el derecho a arogarse su exclusividad.

Ya sabes dónde arreglan tu teléfono descompuesto y es una buen invitación porque no miento y no tengo necesidad de mentir, que puedes tener una verdadera relación con Jesucristo .​

 
Que fastidio que ya van a empezar a lanzarse prejuicios unos con otros....sr. rey pacifico deje de estar señalando a los católicos, si no tiene nada que aportar al tema entonces no participe, con todo respeto se lo digo.
 
  • Like
Reacciones: César Ortiz
Que fastidio que ya van a empezar a lanzarse prejuicios unos con otros....sr. rey pacifico deje de estar señalando a los católicos, si no tiene nada que aportar al tema entonces no participe, con todo respeto se lo digo.

El que levanto prejuicios es usted, porque los responsables de la muerte de Jan Hus fue la misma Iglesia Católica Romana, con su sequito de muerte, para impedir la evangelización del pueblo con una Biblia que pudieran leer y ha sido la gran obra de Dios, porque la Palabra de Dios no puede estar presa y por más que se quemó vivo a todo aquel que tradujo la Biblia a distintos idiomas y se lo persiguió como a perros como a Reina y Valera con la traducción al castellano , la Biblia es el libro más editado y traducido a más idiomas de todos los libros del hombre .​

 
Buenas, lamento la muerte de Juan uss y de la muchos mas que en el pasado fueron sentenciados a muerte por la iglesia. Por tratar de defender la Fe, la iglesia cometió exesos muy graves, es cierto.

Una cosa es la doctrina y los principios morales que pregona la iglesia los cuales vienen desde el concilio de Roma (382 dc) y otra cosa es la contaminación que tienen algunos de sus miembros que no los deja vivir plenamente en las dos cosas anteriores.
 
Última edición: