Re: Elena G. de White en Jupiter y Saturno
los aficionados a los platillos volantes dicen que a enoc se lo llevó un ovni. observo que gabriel es de esos que creen que a enoc se lo llevó un ovni.
la pitonisa dijo que cuando estuvo en saturno y jupiter lo vio allí
¡Sigues en la ignorancia!
1.- A Enoc Dios se lo llevó.
Lee: "Y Enoc anduvo con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó." Génesis 5:24.
"Por la fe, Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto tuvo testimonio de haber agradado a Dios." Hebreos 11:5.
En consecuencia lo de tu ovni, es otra de tus tantas mentiras.
2.- Ellen White habla de otros mundos, los que se encuentran más allá de nuestro Sol.
En uno de ellos vio en visión a Enoc.
El Señor me mostró en visión otros mundos. Me fueron dadas alas y un ángel me acompañó desde la ciudad a un lugar brillante y glorioso. La hierba era de un verde vivo y las aves gorjeaban un dulce canto. Los moradores de aquel lugar eran de todas estaturas; eran nobles, majestuosos y hermosos. Llevaban, la manifiesta imagen de Jesús, y su semblante refulgía de santo júbilo, como expresión de la libertad y dicha que en aquel lugar disfrutaban. Pregunté a uno de ellos por qué eran mucho más bellos que los habitantes de la tierra, y me respondió: "Hemos vivido en estricta obediencia a los mandamientos de Dios, y no incurrimos en desobediencia como los habitantes de la tierra." Después vi dos árboles, uno de los cuales se aprecia mucho al árbol de vida de la ciudad. El fruto de ambos era hermoso, pero no debían comer de uno de ellos. Hubieran podido comer de los dos, pero les estaba vedado comer de uno. Entonces el ángel que me acompañaba me dijo: "Nadie ha probado aquí la fruta del árbol prohibido, y si de ella comieran, caerían." Después me transportaron a un mundo que tenía siete lunas; donde vi al anciano Enoc, que había sido trasladado. Llevaba en su brazo derecho una esplendente palma, en cada una de cuyas hojas se leía escrita la palabra: "Victoria." Ceñía sus sienes una brillante guirnalda blanca con hojas, en el centro leía: "Pureza." Alrededor de la guirnalda había piedras preciosas de diversos colores que resplandecían más vivamente que las estrellas y, reflejando su fulgor en las letras, las magnificaban. En la parte posterior de la cabeza llevaba un moño que sujetaba la guirnalda, y en él estaba escrita la palabra: "Santidad." Sobre la guirnalda ceñía Enoc una corona más brillante que el sol. Le pregunté si aquel era el lugar adonde lo habían transportado desde la tierra. El me respondió: "No es éste. Mi morada es la ciudad, y he venido a visitar este sitio." Andaba por allí como si estuviese en casa. Supliqué a mi ángel acompañante que me dejara permanecer allí. No podía sufrir el pensamiento de volver a este tenebroso mundo. (Primeros Escritos, Págs. 39 y 40)
En ningún segmento de la cita se nos da el nombre del lugar en el que se encontraba, excepto que eran mundos no caídos de los cuales ella, únicamente se remite a describir su entorno. No puedes encontrar en ningún lugar de lo descrito la palabra Júpiter o Saturno lo cual nos descorre un poco más el velo en cuanto a descubrir las disfrazadas intenciones tuya como acusador y difamador.