Re: EL VERDADERO TEMPLO DE DIOS
Hola Martir.
He vuelto a leer y analizar mejor, y tienes razón, la batalla ocurrió después de Cristo, pero no creo que tanto como 1980, te diré porqué.
Primero que nada, la batalla en el cielo puede tener una aplicación doble, por un lado puede ser la primera batalla que se libró en el cielo cuando satanás se reveló (Ezequiel 28:16). Pero esta aplicación sería solamente secundaria, ya que de lo que se está hablando es de la batalla en la cual el fué expulsado definitivamente del cielo, y esto fué recién después de Cristo (dC).
Fíjate en lo siguiente, Dios dice que Lucifer era perfecto desde que fué creado hasta que se halló en él maldad (Ezequiel 28:15), ocasión en que fué echado del santo monte de Dios (vers. 16).
Pero en esa ocasión no fué echado definitivamente del cielo, vemos eso en el caso de Job, que satanás lo acusaba de honrar a Dios porque Dios le daba todo (Job 1:9-10). Así que satanás seguía teniendo acceso al cielo y era el "acusador de nuestros hermanos" (Apoc. 12:10) (claro que no solo en el caso de Job, es solo un ejemplo).
Pero después de la ascención de Cristo, satanás fué echado finalmente del cielo. Ésto sucedió en algún momento entre la ascención de Cristo y la huída de la mujer al desierto por 1260 días ó 42 meses (Apoc 12:13)
La clave de esto es saber cuando comienza y cuando terminan los 1260 días.
Examinemos un poco.
Este período de 1260 días se menciona siete veces y en tres diferentes maneras en los libros de Daniel y Apocalipsis: 1260 días (Apoc. 11:3; 12:6), 42 meses (Apoc. 11:2; 13:5) y 3 tiempos y medio (Dan. 7: 25; 12:7; Apoc. 12: 14).
El problema es que estos días no pueden ser literales por el siguiente motivo:
Un año literal tiene 365 días y un mes literal en el calendario judío tenía 29 o 30 días.
Por lo tanto, si hacemos el cálculo:
3.5 años: 3.5 x 365 = 1277.5 días.
42 meses: (21x29)+(21x30) = 1239 días
En ninguno de los casos es igual a 1260 días, pero vemos que en todos los casos se refiere al mismo período de tiempo, por lo tanto tiene que haber otra explicación.
Fíjate que si tomamos a todos los meses como de 30 días, y a los años como de 360 en vez de 365, encaja perfectamente.
42 meses: 30 x 42 = 1260 días.
3.5 años: 360 x 3.5 = 1260 días.
Por lo tanto esos años, y meses, precen ser "simbólicos" y no literales (solares o lunares), por lo tanto sus días también tienen que ser simbólicos.
Si buscamos en la Biblia, encontraremos que anteriormente, en Núm. 14:34 y en Eze. 4:6, Dios uso días para simbolizar años, y vice versa, en profecías "simbólicas".
Pero hay más, vayamos al libro de Daniel:
En Daniel 8:1-14, Daniel tiene una visión, luego en el versículo 15 dice que trataba de comprenderla, y en el versículo 16-19 Gabriel le viene a explicar la visión porque es para "el tiempo del fin".
Luego del versículo 20 al 25 le explica gran parte de la visión, pero en el versículo 26 le dice que guarde la visión de las tardes y mañanas porque "es para muchos días".
¿Cuál era la visión de las tardes y mañanas?: vers. 14
"Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado."
Luego de eso, Daniel queda "quebrantado" y "enfermo" a causa de la visión, "y no la entendía". (vers. 27) Ahora, ¿qué visión no entendía? Si gabriel le había dado una explicación clarísima, que hasta un niño la entendería. La única parte de la visión que no se le explicó fué la de las 2300 tardes y mañanas.
Resumiendo: Daniel tiene una visión: Gabriel le explica la visión hasta "el príncipe de los príncipes", o sea, Jesús. Pero lo de las tardes y mañanas le dice que es "para muchos días". O sea que sería para mucho despés de Cristo. Y Daniel no entendía, especialmete la visión de las tardes y mañanas.
Sigamos.
En el siguiente capítuo, Daniel se pone a revisar las profecías de Jeremías acerca de los 70 años de las desolaciones de Jerusalém. O sea, Daniel entendió bién la visión, era simple, las desolaciones se cumplirían en 70 años y listo.
Luego, hasta el versículo 19 ora por su pueblo. Y luego viene Gabriel a enseñarle la visión (vers. 23). ¿Qué visión? La de Jeremías Daniel había entendido, y gran parte de la otra también, menos la de las 2300 tardes y mañanas.
¿Y qué le dice? "Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad" (vers. 24)
O sea que, de los 2300 días, setenta semanas (ó 490 días) estaban determinadas sobre su pueblo. Y "que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas".
La salida de la orden ocurrió entre julio y septiembre del 457 a.C en el 7mo. año de Artajerjes (Esd. 7: 1-26). Y Jesús fué bautizado en el otoño [del hemisferio norte (julio-setiembre)] del año 27 d.C. ¡Exáctamente 483 años después del decreto! (69 semanas = 483 días, ¿serían semanas de años?)
(fíjate que no existe el año cero, se pasa del -1 al 1)
A este tiempo se refirió Jesús cuando declaró: "El tiempo se ha cumplido" (Mar. 1: 15)
La palabra que aquí se traduce "semana", shabua', describe un período de siete días consecutivos (Gén. 29: 27; Deut. 16: 9; Dan. 10: 2). En el seudoepigráfico Libro de los Jubileos, al igual que en la Mishna, se usa shabua' para indicar un período de siete años.
Evidentemente aquí se trata de semanas de años y no semanas de días, pues en el cap. 10: 2-3 cuando Daniel quiere especificar que las semanas a las que allí se refiere son semanas de siete días, el hebreo dice explícitamente "semanas de días". Las 70 semanas de años serían 490 años literales.
Luego de las 62 (+7) semanas (o sea 69 semanas) "se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario".(vers. 26) Sabemos que Cristo fué crucificado tres años y medio después de su bautismo, y que también Jerusalém y el templo fueron destruídos.
Y en el versículo 27 aclara bién los sucesos de la última de las setenta semanas: "Y por otra semana confirmará el pacto con muchos", eso terminó con el rechazo definitivo de los gobernantes judíos hacia Jesús como el mesías al apedrear a Esteban en el 34 dC, o sea exáctamente 490 años después del decreto, o sea 70 semanas de años.
"A la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda". A la mitad de la última semana, o sea, en el año 31 dC, Cristo fué crucificado, y el velo del templo se razgó de arriba a abajo (Mat. 27:51), indicando que "cesaban el sacrificio y la ofrenda" porque Cristo había sido el sacrificio que todo eso prefiguraba.
Así que se cumple todo perfectamente.
Ahora, si las 70 semanas de años, están cortadas de los 2300 días, los 2300 días no pueden ser días, sinó años también, y deben empezar juntamente con las 70 semanas, o sea, en el 457 aC.
Eso nos lleva a octubre de 1844, momento en que no ocurrió nada, en la tierra por lo menos, porque la frase "y el santuario será purificado" se refiere al celestial.
Los milleritas esperaban el regreso de Cristo para esa fecha porque entendían que el "santuario" era la tierra. Y para ser "purificado" tendría que venir Jesús por segunda vez. A eso se le llamó el chasco de 1844.
Lo bueno es que eso estaba profetizado también, lo del chasco.
¿Recuerdas esta escena?
"6 Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas?
7 Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas.
8 Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?
9 El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin." (Daniel 12:6-9)
Ahora presta bién atención al momento en que se abren las palabras que estaban cerradas:
"1 Vi descender del cielo a otro ángel fuerte...
2 Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra...
5 Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo,
6 y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más" (Apoc. 10:1,2,5,6)
En ese momento fueron abiertas las palabras del librito de Daniel, y termina "el tiempo" profético más largo que se encuentra en la Biblia, las 2300 tardes y mañanas.
¿Y qué pasó con eso?
"8 La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.
9 Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.
10 Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.
11 Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes." (Apoc. 10:8-11)
Ésto es lo que ocurrió a los que interpretaron ese tiempo, parecía dulce ver que Cristo vendría en 1844, pero cuando no vino (después que lo hubo comido) fué amargo, porque "aparentemente" no ocurrió nada. Pero recuerda que Gabriel dijo: "La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera"
Por algo dijo eso el ángel, porque sinó parecería todo un engaño, ya que de todas esas profecías de tiempo, es la única que tuvo un cumplimiento "celestial", que no pudo ser comprobable. Y por eso dice: "Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes" (Apoc. 10:11) O sea, el mensaje no debería parar con el chasco, porque la profecía era verdadera, era otra cosa lo que estaba mal.
En 1844 empieza la purificación del santuario, o la expiación, o el juicio, es lo mismo:
"6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.
9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;
11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús." (Apoc. 14:6-12)
Ésta ultima, es una característica del último remanente de Dios, el remanente que anuncia su juicio y predica el evangelio eterno. Éste remanente guarda los mandamientos de Dios, y tienen la fé de Jesús.
Los mandamientos de Dios están muy relacionados con el juicio, ya que la expiación ocurre en el lugar santísimo del santuario celestial, donde está el arca del pacto, y adentro están los Diez Mandamientos.
Leamos lo que vé Juan específicamente en la hora del juicio:
"18 Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y a destruir a los que destruyen la tierra
19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo." (Apoc. 11:18-19)
Dentro del santuario terrenal estaban los Diez Mandamientos, la inmutable ley moral de Dios para todos los hombres en todas las edades. Ningún creyente en Dios en el tiempo de los judíos podía imaginarse el arca sin pensar inmediatamente en los Diez Mandamientos.
La visión de Juan del arca celestial comprueba elocuentemente que en las últimas horas de la tierra la gran ley moral de Dios será el centro del pensamiento y de la vida de todos los que se esfuerzan por servir a Dios en espíritu y en verdad.
Bueno, sigamos con lo que no interesa. Los 1260 días (¿o años?)
Estos días comenzaron en el año 538 de nuestra era cuando el obispo de Roma fue hecho, por decreto de Justiniano y por el derrocamiento de las potencias arrianas opositoras, "Cabeza de todas las Santas Iglesias" y "Verdadero y Eficaz Corrector de Herejes."
Continuaron hasta 1798, cuando Pío VI fue llevado prisionero por el general Berthier y el poder del papado sobre los gobiernos de Europa quedó quebrantado. (¿La bestia herida de muerte?)
La persecución contra la iglesia no continuó durante todos los 1260 años. Dios, usando de misericordia con su pueblo, acortó el tiempo de tan horribles pruebas.
Al predecir la "gran tribulación" que había de venir sobre la iglesia, el Salvador había dicho: "Si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados." (S. Mateo 24: 22.) Debido a la influencia de los acontecimientos relacionados con la Reforma, las persecuciones cesaron antes del año 1798.
El Señor abrevió la tribulación por causa de los escogidos. Dos cosas importantes ocurrieron para quebrar el poder de esta persecución: (1) La creciente influencia de la Reforma sobre Europa, que iluminó a los príncipes acerca del verdadero cristianismo, y (2) la apertura del Nuevo Mundo a los oprimidos de todas las naciones.
Los gobernantes de Europa vieron a sus súbditos más concienzudos abandonarlos para irse a América, y vieron que era necesaria la tolerancia para retenerlos.
El primer gobernante de influencia que obro en este sentido fue María Teresa, emperatriz de Austria, quien en 1776 abolió la tortura en sus estados hereditarios, lo cual fue seguido por el edicto de tolerancia de su hijo, el emperador José II, el 22 de junio de 1781.
En 1776, las colonias unidas de Norteamérica se declararon estados libres e independientes; y así se abrió un refugio para los oprimidos de todas las naciones. "Y la tierra ayudó a la mujer." (Apoc. 12:16)
El oscurecimiento del sol iba a ocurrir "en aquellos días, después de aquella aflicción" (Marcos 13:24), "después de la tribulación." (Mateo 24:29)
Como la tribulación cesó hacia 1776, y los días terminaban en 1798, quedamos reducidos a un breve periodo de 22 años para ver la aparición de la primera de estas señales. Por lo tanto, por muchos obscurecimientos del sol que hayan ocurrido en lo pasado, o puedan ocurrir en lo futuro, esta profecía no queda afectada por ellos. La profecía señala un obscurecimiento del sol que debe haberse realizado entre 1776 y 1798, habiendo de ser más cercano a la primera fecha que a la última.
En cumplimiento de la predicción de nuestro Señor, el 19 de mayo de 1780 ocurrió un muy notable obscurecimiento del sol, que se extendió por la parte oriental de Norteamérica y fue notado por muchos eruditos y escritores. A él se refiere el Webster's Unabridged Dictionary (diccionario completo de Webster), el cual, después de dar la fecha del acontecimiento dice: "La verdadera causa de este fenómeno notable es desconocida." El ganado volvió a casa, las aves subieron a sus palos, los hombres y mujeres lloraban y se lamentaban, creyendo que había llegado el día del juicio.
A la noche siguiente, aunque era luna llena, hubo tales tinieblas que, según las palabras de cierto escritor, "una hoja de papel blanco, mantenida a pocas pulgadas de los ojos, era tan invisible como el terciopelo más negro." A veces, cuando se veía la luna, era roja como sangre. (Apoc. 6:12.)
La última señal de la serie fue la lluvia de estrellas o meteoros, más gráficamente descrita en Apocalipsis 6:13. Esta señal se cumplió con la gran lluvia meteórica del 13 de noviembre de 1833, que fue visible en la mayor parte de la tierra.
Y para ir concluyendo, la batalla en el cielo tiene que haber sido entre la ascención de Cristo y el año 538 dC.
Hay mucho más de profecías, pero ya es tarde y debo dormir, pero por ahora te voy diciendo que te fijes como en Daniel 12:11-12 se habla de 1290 días y 1335.
Los 1290 están estrechamente relacionados con los 1260. Y fíjate que si terminan juntos, y seguimos "hasta 1335 días" llegamos hasta 1843. (fecha importante en relación con el gran despertar en norteamérica con relación a la "supuesta" segunda venida en 1844)
Bendiciones.