EL VERDADERO ORIGEN CELESTIAL DE JESÚS

Salmos 1

Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio...
4 Julio 2012
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El Verdadero Origen Celestial de Jesús


Analizando detenidamente Mateo 1:18-25, es posible aclarar algunos conceptos claves en cuanto al nacimiento de Jesús y su origen celestial, diferenciándolo claramente de un nacimiento natural o una fecundación común.

El Matrimonio Según la Biblia

Mateo afirma que María estaba "desposada con José", y posteriormente se refiere a José como su "marido" (Mateo 1:19). Esto deja en claro que "desposada" no implica un simple compromiso, sino que ya existía un pacto matrimonial legítimo.

En Génesis 2:24, Dios establece el matrimonio en dos etapas:

  • Pacto Matrimonial: Un compromiso voluntario y público, celebrado mediante votos, que convierte legalmente a dos personas del sexo opuesto en esposos.
  • Unión Física: La posterior unión física que sella la relación, volviéndolos una sola carne.
Pablo confirma que una unión física por sí sola (sin pacto previo) no crea un matrimonio legítimo, sino que constituye fornicación (1 Corintios 6:16). Por lo tanto, María ya era esposa legal de José antes de convivir físicamente con él.

El Milagro de la Concepción de Jesús

La frase "se halló que había concebido del Espíritu Santo" (Mateo 1:18) implica sorpresa, inmediatez y una señal sobrenatural. Este milagro excluye completamente una fecundación humana natural (óvulo-espermatozoide). Jesús no surge de la unión de María y José, ni de María y el Espíritu Santo en una forma similar a una fecundación natural. Jesús fue formado directamente por Dios en el vientre de María. Lo engendrado en ella es propiedad exclusiva del Espíritu Santo (Mateo 1:20), lo que indica que Jesús es plenamente celestial en su origen.

Jesús: El Verbo Hecho Carne

El Evangelio de Juan enfatiza: "Y aquel Verbo fue hecho carne" (Juan 1:14), no que "habitó en carne" ni que "tomó carne". Esta precisión bíblica nos muestra que Jesús es Dios mismo en carne humana, no una vida nueva surgida del aporte genético de María. Jesús dijo claramente: "Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo... Yo soy el pan vivo que descendió del cielo" (Juan 6:33, 51).

El Segundo Hombre es del Cielo

Pablo afirma categóricamente que el primer hombre (Adán) era "de la tierra", mientras que Jesús, el "segundo hombre", es "del cielo" (1 Corintios 15:47). Esto confirma que Jesús no es un producto de la línea genética de Adán ni descendiente biológico de María, sino que es una nueva creación, el nuevo Adán proveniente directamente del Padre.

Conclusión

Jesús no es fruto de una fecundación natural ni comparte la propiedad de su vida con ningún ser humano. Su encarnación es un acto milagroso de Dios, quien siendo Espíritu (el Verbo), se hizo carne humana sin perder ni alterar su identidad divina original.

Así, Jesús cumple literalmente con las Escrituras que dicen: "He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros" (Mateo 1:23).

En resumen, Jesús es verdadera y completamente Dios venido del cielo y también verdadero y completamente hombre, no por descendencia genética humana, sino por un acto sobrenatural directo de Dios mismo.
 

Teología de la Sustitución Real y Nueva Creación​

El Verbo hecho carne y el Hombre del cielo

La sustitución real y la nueva creación en Cristo


La Teología de la sustitución real y nueva creación enseña que Jesús vino a sustituir verdaderamente al hombre pecador y a encabezar una humanidad nueva.

En la cruz, Cristo asumió literalmente el lugar del pecador, muriendo en su lugar y cumpliendo la sentencia de muerte que pesaba sobre la humanidad (TEOLOGÍA DE LA SUSTITUCIÓN REAL Y NUEVA CREACIÓN por Salmo51 | Foro Cristiano).

Dios no “arregla” ni mejora al viejo hombre caído, sino que lo reemplaza por una nueva humanidad incorruptible en Cristo.

La salvación entonces no consiste en mejorar gradualmente nuestra vieja naturaleza, sino en participar de una nueva creación por la muerte y resurrección de Jesús.

Cristo es llamado en la Escritura el “segundo hombre” y “último Adán”, porque en Él Dios inició una humanidad totalmente nueva que resuelve definitivamente el problema del pecado.

“El Verbo fue hecho carne”


El apóstol Juan declara: “el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros” (Jn 1:14).
Esta frase enfatiza que el Verbo de Dios asumió nuestra humanidad de forma plena y real.
NO aparentó ser hombre ni tampoc “habitó en” un cuerpo, sino que se hizo carne verdaderamente.

Desde esta perspectiva, la carne de Cristo no fue producto de la descendencia adámica ni de la genética de María, sino que resultó de un acto creativo directo de Dios.
En otras palabras, su aparición en el mundo no fue el producto de una unión entre lo divino y lo humano, donde el Verbo divino habitó un cuerpo humano provisto por carne humana existente, sino una conversión directa de aquel Verbo divino en un hombre nuevo pleno.

Jesús es plenamente humano, pero su humanidad es nueva, sin la contaminación de aquella corrupción adquirida por la humanidad existente, corrompida por el pecado original o de origen.

Así, el Verbo eterno asumió carne inmaculada por creación divina y no por la impecabilidad de María, para poder vivir y morir como verdadero hombre en lugar nuestro.
Solo vinendo al mundo de esta manera como un nuevo hombre sin pecado podía ser un sustituto eficaz que enfrentara la muerte por todos nosotros.

La fecundación humana no genera "cuerpos humanos" sino "seres humanos vivos"


La naturaleza extraordinaria de la concepción de Jesús nos revela que Él no procede de fecundación humana ni de la simiente caída de Adán.

Según Lucas 1:35, María concibió por obra del Espíritu Santo, sin intervención de varón.
Pero incluso en cuanto a María, la Teología de la Sustitución Real interpreta que Jesús no tomó carne pecaminosa de ella, sino que su cuerpo fue formado milagrosamente por Dios en su vientre.
María aportó el vientre para que Cristo naciera “bajo la ley” como verdadero hombre (Gál. 4:4), pero no aportó la corrupción de Adán.
De este modo, Jesús viene enteramente “del cielo” y su origen humano nuevo es completamente divino, semejante a un nuevo Adán.

Pablo afirma que “el primer hombre [Adán] es de la tierra, terrenal; el segundo hombre [Cristo], es del cielo” (1 Co 15:47).

Como “hombre del cielo”, Cristo no hereda nuestra naturaleza caída, aunque ciertamente asume la humanidad plena de Adán que de hecho fue creada por Dios y no es de existencia eterna.

Así es como Jesús, aunque verdadero hombre, es sin pecado o sea santo (Lc 1:35), pudiendo ser el Nuevo Hombre que inicia la nueva creación.

De igual manera que el primer Adán es fue formado directamente por Dios del polvo, el último Adán es hecho directamente por Dios del Verbo divino.

Esta interpretación evita la necesidad de postular que María fuera concebida inmaculada, ya que Cristo no necesitó de su carne para venir al mundo sino que directamente vino al mundo EN carne por la intervención de Dios mismo.

Así, Jesús es totalmente humano, hijo de mujer, pero a la vez su humanidad proviene de Dios y no de la voluntad de la carne humana (cf. Jn 1:13).
 
¿Qué quieres decir? ¿Crees que Jesús ya era un adulto cuando su madre lo concibió por un milagro?
 
¿Qué quieres decir? ¿Crees que Jesús ya era un adulto cuando su madre lo concibió por un milagro?
No entendí tu pregunta pero entre las cosas que entregó el Verbo para venir en carne se encuentra su memoria y todo su conocimiento.
O sea que aunque descendió vivo del cielo y la vida estaba en él y nunca lo abandonó, al nacer en este mundo, estaba en el mismo estado de conocimiento que un bebe humano.
Debió aprender a caminar y sus músculos a sostener su peso.
Tampoco se oye ni se ve cuando se es un bebe recién nacido.
Fue desarrollándose y conociendolo todo desde su nueva condición humana.
Debió escucharlo todo y aprender de lo que escuchaba de sus padres y del mismo Dios.
Tuvo también que aprender a obedecer y fue creciendo como cualquiera de nosotros.
Vino al mundo en el estadio de embrión humano y fue implantado como todo embrión humano al útero materno donde se desarrolló la placenta que le permitiría nutrirse y crecer.
 
Si no entendiste mi pregunta te la vuelvo a preguntar de otro modo:

¿crees que Jesús ya era un ser adulto cuando su madre humana lo concibió en su vientre? ¿O crees que solo era una pequeña célula que tuvo que desarrollarse y convertirse en un feto que sería un bebé al nacer?

Parece que tienes una idea extraña de un Jesús adulto bajado del cielo y metido dentro de una humana, no la de un bebé que se tiene que formar desde el principio.
 
Dejame explicartelo mejor...
  1. Jesús creció y se desarrolló como cualquier ser humano
    Lucas 2:52:

    "Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres."
    Esto claramente indica un desarrollo progresivo, tanto físico como mental y espiritual, como todo niño que nace y crece naturalmente.
  2. Jesús experimentó aprendizaje y obediencia
    Hebreos 5:8:

    "Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia."
    Jesús aprendió por experiencia propia lo que es obedecer. No vino con una memoria preexistente ni conocimiento previo a su nacimiento.
  3. Se sometió al desarrollo humano normal
    Lucas 2:40:

    "Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él."
    Esto refuerza que la sabiduría y fuerza vinieron a Jesús de manera progresiva y no repentina ni milagrosamente implantada en Él como adulto.
  4. Se vació voluntariamente de privilegios divinos
    Filipenses 2:6-7:

    "El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres."
    Jesús abandonó voluntariamente ciertos atributos divinos como omnisciencia absoluta, omnipresencia y su memoria preexistente, tomando genuinamente una forma humana que debía crecer y aprender.
Estos puntos respaldan con claridad bíblica que Jesús realmente experimentó una infancia y desarrollo humano genuino y completo.
 
No parece que estés interesado en dialogar normalmente.
No voy a leer discursos impersonales.
Ahora entiendo por qué nadie más está participando en tus temas.
 
¿crees que Jesús ya era un ser adulto cuando su madre humana lo concibió en su vientre? ¿O crees que solo era una pequeña célula que tuvo que desarrollarse y convertirse en un feto que sería un bebé al nacer?
Un espermatozide es un pequeña célula lo mismo que lo es un óvulo aunque no dejan de ser células
Cuando se juntan en la fecundación natural derivan en lo que se llama cigoto, huevo o semilla humana.
Esta es la primera instancia de la vida humana propiamente dicha y es muy pero muy diminuta.
Tanto que no se ve a simple vista.
Saludos.
 
No parece que estés interesado en dialogar normalmente.
No voy a leer discursos impersonales.
Ahora entiendo por qué nadie más está participando en tus temas.
Estoy interesado en dialogar pero no entiendo tu pregunta y creo que la he respondido mas que suficientemente y en todos los aspectos posibles y sin faltarte el respeto.

Ahora si tu pregunta era si Dios había metido en María a un hombre maduro de unos 90 kilos y 1,80 metros de altura entonces mi respuesta es: NO.
 
Jesús comenzó a existir como humano de la forma más humana que puede habersele ocurrido a Dios: tomar una parte de María y una parte del Jesús del cielo y formar esa primera cosita que fue creciendo dentro de la pancita de María. Tuvo que recibir algo humano para poder formarse y crecer como humano. Pero tú pareces negar que él haya tenido algo de su madre y haber sido colocado "completo" ahí.

Si ese hubiera sido el caso, la naturaleza humana de Jesús no era realmente humana. La Biblia dice que Jesús tuvo que hacerse un humano como sus hermanos, y eso requiere que haya tenido una parte humana procedente de su madre, no que ella fuera usada como simple incubadora.
 
Jesús comenzó a existir como humano de la forma más humana que puede habersele ocurrido a Dios: tomar una parte de María y una parte del Jesús del cielo y formar esa primera cosita que fue creciendo dentro de la pancita de María.
Primero que nada.
Jesús no empezó a existir porque ya existía.
Tampoco Jesús es una naturaleza y muchos menos un cuerpo.
Jesús es el Verbo divino hecho hombre.
Y su forma humana le fue hecha por Dios al igual que la forma humana de Adán.
Y no tomó nada terrenal.
El primer hombre sale de la tierra pero el segundo hombre descendió del cielo.

Negar que vino en carne es anticristo.
Tampoco Jesús es un semidios mitológico. El hijo de un Dios con una mujer humana.
Todo Jesús es el Verbo hecho hombre.
No hay nada agregado que alguien mas le provea.
Y si Jesús saliera de alguna manera de Maria ya no podría ser el Verbo Eterno.

Tuvo que recibir algo humano para poder formarse y crecer como humano.
La humanidad es un forma de vida.
Es como un molde que traspasa su forma a lo que se vierte en su interior.
Pero luego el molde se quita y lo que queda es solamente lo vertido pero con esa forma especial.
En este segundo molde de hombre Dios virtió al VERBO VIVO.
Adán no salió de algo humano y fue verdaderamente hombre.

Pero tú pareces negar que él haya tenido algo de su madre y haber sido colocado "completo" ahí.
No es que parezca negarlo.
Jesús nada tomó de María y es Dios el que lo deja mas que claro.

Si ese hubiera sido el caso, la naturaleza humana de Jesús no era realmente humana.
Este es un error conceptual tuyo con el que yo no te puedo ayudar.
Adán no fue nacido de la carne y era carne.
Tampoco tuvo madre ni nació de un óvulo.
Mucho peor.
En este caso Dios si lo creó completamente maduro y desarrollado porque cuando le sopló vida no tuvo que pasarse uno o dos años arrastrándose hasta aprender a caminar.

La Biblia dice que Jesús tuvo que hacerse un humano como sus hermanos, y eso requiere que haya tenido una parte humana procedente de su madre, no que ella fuera usada como simple incubadora.
El Verbo fue hecho verdaderamente humano como nosotros.
No hay mucho mas para decir.
 
Supongo que cuando no hay entendimiento mutuo, es mejor ponerse de acuerdo en una sola cosa: no entendemos las cosas escritas de la misma manera.

No creo que la gente tenga que aceptar tu manera de ver, o la mía. El que lea la Biblia entenderá lo que Dios quiere que entienda.

Te deseo un bonito día. Y un consejo: esfuérzate por ser más humano y menos automático en los diálogos. Para hablar con autómatas ya están las IA.
 
Supongo que cuando no hay entendimiento mutuo, es mejor ponerse de acuerdo en una sola cosa: no entendemos las cosas escritas de la misma manera.
Primero deberíamos ver si ambos partimos de las mismas fuentes.
Personalmente yo solo acepto como texto inspitrado a los 66 libros del canon evangélico. No acepto como inspirados los apócrifos.
Y si no tengo problemas específicos me basta con la trducción Reina Valera 1960.
No creo que la gente tenga que aceptar tu manera de ver, o la mía.
Estoy completamente de acuerdo.
El que lea la Biblia entenderá lo que Dios quiere que entienda.
Amén.
Te deseo un bonito día.
En Buenos Aires ahora lleve pero igual para mi es un bonito día.
Muchas gracias.
Y un consejo: esfuérzate por ser más humano y menos automático en los diálogos. Para hablar con autómatas ya están las IA.
Yo soy humano y como humano cometo mucho errores de ortografía y de sintaxis.

Hace esta prueba.
Escribí lo que se te ocurra y despúes pegaselo a cualquier IA y pedile que te escriba lo mismo pero bien escrito sin agregarle ni quitarle nada.
Que no invente ni teatralice.
Es un poco mas avanzado que usar un corrector.

Ahora una persona que participa en el foro pero el español no es su lengua materna y arrastra muchos errores puede escribir su respuesta en su propio idioma y pedirle a una IA que se lo escriba en español sin modificar lo dicho y te queda bárbaro.

Saludos.
 
EL ANTICRISTO
  1. ¿Quién es el anticristo? (1 Juan 2:22-23)
    Juan afirma claramente que el anticristo es quien niega que Jesús es el Cristo. El Cristo (Mesías) es aquel prometido, que viene de Dios mismo para cumplir la salvación. Esta negación implica rechazar la divinidad de Jesús, su origen celestial, y su unidad esencial con el Padre.
    El versículo dice que quien niega al Hijo tampoco tiene al Padre, porque el Padre y el Hijo están esencialmente unidos. Afirmar al Hijo implica necesariamente reconocer que Jesús procede directamente del Padre, no de la carne ni de la voluntad humana.
  2. Confesar que Jesucristo ha venido en carne (1 Juan 4:2-3)
    Aquí Juan establece una prueba específica para identificar doctrinas falsas. Cuando dice que Jesucristo ha venido en carne, no es simplemente que Cristo tuvo un cuerpo físico, sino que enfatiza especialmente su preexistencia como el Verbo eterno (Juan 1:1) que verdaderamente se hizo carne (Juan 1:14). La importancia de esto radica en afirmar claramente que:
    • Cristo existía desde siempre, como Dios (preexistencia eterna).
    • Cristo se hizo carne (no "habitando en" carne ni "adoptando" un cuerpo ajeno).
    • Su carne es suya propia (vino "en carne"), creada milagrosamente por Dios mismo y no por reproducción natural.
    • Por tanto, quienes niegan este milagro, que Jesucristo vino directamente del cielo, sin intervención humana natural, niegan la esencia del evangelio y se ubican en la posición del anticristo.
  3. Engañadores que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne (2 Juan 7-9)
    Aquí Juan insiste con más fuerza aún en esta idea. El anticristo, dice, es quien niega esta venida celestial en carne. Es decir, cualquier doctrina que sostenga que Jesús fue meramente humano, o que tuvo origen terrenal ordinario a partir de María (o José), estaría negando la esencia misma del milagro de SU CONCEPCIÓN. Negar esto es negar la doctrina de Cristo, y quien hace eso, según Juan, no tiene a Dios.

Conclusión:​

El punto crucial está precisamente en la concepción virginal:
  • Jesús es verdaderamente Dios venido del cielo, no simplemente un ser humano excepcional.
  • El Verbo no habitó un cuerpo humano preexistente, sino que se hizo carne milagrosamente.
  • El Espíritu Santo no fecundó naturalmente a María usando sus óvulos. Jesús es enteramente EL VERBO hecho carne implantado directamente en el vientre de María por una obra sobrenatural divina.
Por lo tanto, doctrinalmente, quien sostenga que Jesús tuvo una concepción humana natural (usando a María biológicamente como origen), está indirectamente negando que Jesús vino del Padre celestial.
Y esta sería, según Juan, una negación peligrosa que lo coloca bajo la categoría del anticristo.

La Escritura respalda con mucha fuerza la doctrina de la concepción virginal verdadera y la venida EN carne del Verbo Eterno en la persona de Jesucristo.