Isaias 58:3-10
Ustedes dicen: "¿Por qué hemos ayunado, y tú no lo ves? ¿Por qué nos hemos humillado, y tú no haces caso?"
Pues en el día de su ayuno buscan su propia conveniencia y oprimen a todos sus trabajadores.
Ustedes ayunan para contiendas y riñas, y para herir con un puño malvado. No ayunen como hoy, para que se oiga en lo alto su voz.
¿Acaso es ése el ayuno que yo escogí para que un día se humille el hombre?
¿Es acaso para que incline su cabeza como un junco, y para que se acueste en cilicio y ceniza?
¿Llamaran solo a esto ayuno y día aceptable al SEÑOR?
¿No es más bien éste el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo?
¿No es para que partas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante?
Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez; delante de ti irá tu justicia; y la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.
Entonces invocarás, y el SEÑOR responderá; clamarás, y El dirá: "Heme aquí." sucederá si quitas de en medio de ti el yugo, el amenazar con el dedo y el hablar iniquidad, y si te ofreces al hambriento, y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía.
Y el SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos; serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan.
Y los tuyos reedificarán las ruinas antiguas; levantarás los cimientos de generaciones pasadas, y te llamarán reparador de brechas, restaurador de calles donde habitar. [/I]
Ustedes dicen: "¿Por qué hemos ayunado, y tú no lo ves? ¿Por qué nos hemos humillado, y tú no haces caso?"
Pues en el día de su ayuno buscan su propia conveniencia y oprimen a todos sus trabajadores.
Ustedes ayunan para contiendas y riñas, y para herir con un puño malvado. No ayunen como hoy, para que se oiga en lo alto su voz.
¿Acaso es ése el ayuno que yo escogí para que un día se humille el hombre?
¿Es acaso para que incline su cabeza como un junco, y para que se acueste en cilicio y ceniza?
¿Llamaran solo a esto ayuno y día aceptable al SEÑOR?
¿No es más bien éste el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo?
¿No es para que partas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante?
Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez; delante de ti irá tu justicia; y la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.
Entonces invocarás, y el SEÑOR responderá; clamarás, y El dirá: "Heme aquí." sucederá si quitas de en medio de ti el yugo, el amenazar con el dedo y el hablar iniquidad, y si te ofreces al hambriento, y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía.
Y el SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos; serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan.
Y los tuyos reedificarán las ruinas antiguas; levantarás los cimientos de generaciones pasadas, y te llamarán reparador de brechas, restaurador de calles donde habitar. [/I]