El Vaticano admite por primera la falta de acción del papa Pío XII ante al Holocausto

toni

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El Vaticano admite por primera la falta de acción del papa Pío XII ante al Holocausto judío

EP | AFP



CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano ha admitido por primera vez las limitaciones de la acción en favor de los judíos del papa Pío XII, acusado por algunos historiadores de "silencios" culpables durante la Segunda Guerra Mundial, según informa la prensa vaticana.

"Pío XII no tuvo, probablemente, el temple de un profeta", afirmó 'Civiltá cattolica', prestigiosa revista bimestral de los jesuitas italianos controlada por El Vaticano, en su número de este viernes.

Pío XII, Sumo Pontífice de 1939 a 1958, "estaba 'subjetivamente' convencido de haberse expresado con 'fuerza' respecto a la masacre de los judíos en su famoso mensaje navideño de 1942", destaca la publicación.

En dicho mensaje, el Papa aludió "a los cientos de miles de personas que, sin haber cometido falta alguna, a veces sólo por razones de nacionalidad y origen, son destinadas a la muerte o al deterioro progresivo", pero sin citar explícitamente a los judíos.

Ciertos historiadores judíos denunciaron ese mensaje como "uno de los puntos más sombríos del pontificado" de Pío XII. Informaciones llegadas a la Santa Sede en la época confirman que en 1942, Pío XII y sus colaboradores estaban perfectamente al tanto de las deportaciones y masacres de judíos.

"Eran noticias de considerable importancia, incluso cuando, de alguna manera, se procurara minimizar su alcance ya fuera por un espíritu de prudencia excesiva o simplemente porque se pensara que eran más bien exageradas", afirma la publicación.

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Ay,ay,ay,...Toni
Me temo que vamos a ser testigos de tres excomuniones por parte de nuestro dilecto Luis Fernando. (Inquisidor por vocación)

Primero la tuya por atreverte a publicar eso en los foros.

En segundo lugar a 'Civiltá cattolica', por publicar verdades comprometidas.

La tercera será para mi (a mucha honra) por agradecerte esta aportación.

Un abrazo Toni
 
Si revisamos solo en este foro la defensa desmesurada que han hecho de PIO XII en cuanto a este tema, veríamos hasta que punto estos defienden la institución que ahora los deja con el traserillo al aire.... pobrecillos!!

Un saludo mi estimado Tobi y felices fiestas!!
 

http://www.lavanguardia.es/web/20030110/133699665.html

Costa-Gavras denuncia el silencio de la Iglesia católica durante el nazismo

LA VANGUARDIA - 03.16 horas - 10/01/2003

Llega a España “Amen”, en el que el director griego critica la pasividad de la jerarquía católica ante los informes que daban cuenta del holocausto

DIEGO MUÑOZ

MADRID. – Constantin Costa-Gavras (Arcadia, 1933), el director griego que vive en Francia desde los años cincuenta y que ha encarnado mejor que ningún otro realizador europeo el rol de director comprometido con la realidad y, consecuentemente, el género de cine político, vuelve por su fueros más sólidos con la película “Amen”, en la que se atreve no sólo a cuestionar sino, más aún, a poner en la picota a la Iglesia católica por su papel pasivo frente al nazismo y su silencio frente a la muerte en la cámara de gas de millones de judíos.

“Amen” llega a España precedida del escándalo que provocó en el festival de Berlín, donde tuvo su primera proyección pública. Posteriormente ha pasado por la Seminci de Valladolid, pero ya con los ecos de la polémica más templados.

¿Qué cuenta “Amen”? Pues nada menos que la historia de un oficial de las SS, ficticio pero basado en un personaje real, y la de un joven sacerdote jesuita que emprenden una lucha en Berlín y Roma para evitar el genocidio del pueblo judío. Pretendían que tanto las jerarquías católicas de Alemania como de Roma, sobre todo el Santo Padre de los católicos, a la sazón el Papa Pío XII, denunciaran públicamente los crímenes nazis. Según cuenta la película, no lo lograron.

Hurgar en esta herida del pasado no ha gustado nada a la jerarquía católica actual. Ya desde el cartel mismo de la película ha visto en ella una provocación: muestra el símbolo nazi de la cruz gamada fusionada con la cristiana, donde aparece la foto del actor que encarna al oficial de las SS (Ulrich Tukur) en el ángulo superior y en el inferior la del sacerdote (interpretado por el actor y director francés Mathieu Kassovitz).

El impacto inicial fue tal que el propio Costa-Gavras se vio obligado durante la Berlinale a emitir un comunicado sobre el anuncio de la película que no tiene desperdicio: “Si me paro a pensarlo, me da la impresión de que el cartel de ‘Amen’ no transmite ningún mensaje provocador. La Iglesia aceptó que la cruz conviviera durante más de diez años con el sistema nazi. El cartel es fiel reflejo del problema que plantea la película y que ha sido objeto de estudio por parte de muchos historiadores: la pasividad, y por tanto, la responsabilidad del Vaticano en el genocidio de judíos y gitanos a manos de los nazis”.

“Nos sumergimos en las entrañas de la historia –continúa Costa-Gavras– y eso siempre se presta a interpretaciones divergentes, pero también nos da la oportunidad de ex-presarnos con total libertad. Es justo decir que el Vaticano abrió sus archivos a una comisión de historiadores de reconocido prestigio e integridad. Y eso justifica la existencia del problema y por lo tanto de su estudio.”

“No creo –finaliza este director especializado en dos asignaturas nada corrientes en la historia de la cinematografía mundial: la denuncia de los abusos de la clase política (“Z”, “La confesión”, “Estado de sitio”, “Desaparecido”) y la pervivencia del fascismo en la sociedad actual (“La caja de música”, “El sendero de la traición”)– que el cartel de ‘Amen’ encubra ningún mensaje delictivo ni que su difusión constituya un delito de difamación a un grupo religioso, sea cual sea. En los últimos tiempos, algunos cristianos han utilizado o permitido que la cruz de Cristo esté presente en situaciones despreciables, sin despertar reacciones de indignación por parte de los jefes de la Iglesia.”

Aunque dirigida y escrita (junto con Jean-Claude Grumberg) por Costa-Gavras, la producción de la película ha sido francesa: Claude Berri. Resulta curioso que tanto “Amen” como “El pianista”, de Polanski, hayan sido financiadas por el cine francés, aunque se hayan rodado en lengua inglesa para lograr audiencia en el mercado de Estados Unidos. Ambas abordan el tema del holocausto judío y no sería extraño que también ambas lograran estar entre las finalistas a los Oscar, que se conocerán próximamente.

En “Amen” es peor aún el terror que no se ve que el que se muestra. “Quiero terminar con el olvido de unos hechos que no deberían permanecer ocultos. Hay una responsabilidad cierta, aparte de la moral o ética, del Vaticano ante los crímenes cometidos”, afirma Costa-Gavras.


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http://www.lavanguardia.es/web/20030110/133699682.html

El origen de “Amen” está en la historia real de Kurt Gerstein, el “espía de Dios”

LA VANGUARDIA - 03.16 horas - 10/01/2003

La obra en la que se basa el filme de Costa-Gavras fue denunciada por el Vaticano al publicarse, para luego ser ignorada

Madrid. (Redacción.) – La película “Amen”, de Costa-Gavras, está basada en la obra teatral “Der Stellvertreter”, escrita por Rof Hochhuth en 1963 y que fue denunciada por el Vaticano al publicarse, para luego ser ignorada. Pero el origen de la obra, y por tanto de la película, tiene como fuente la vida real de Kurt Gerstein, un oficial de las SS que intentó avisar al Vaticano de los crímenes nazis sin lograr eco.

Kurt Gerstein –encarnado en la película por el actor Ulrich Tukur– decidió, según sólidos testimonios, convertirse en “espía de Dios” en lugar de abandonar su puesto en las SS y huir de la Alemania nazi para así, permaneciendo en territorio alemán, poder informar al mundo del “corazón del mal”.

Lo cierto es que el sorprendente personaje, ingeniero y médico a la vez, que pertenecía no a la Iglesia católica sino a la confesante (una fracción de la Iglesia protestante que se opuso al nazismo), fue capaz de alistarse como voluntario de las SS en 1940 y, sólo un año después, llegó a ser jefe del Servicio Técnico Sanitario, puesto desde el que averiguó cómo los nazis exterminaban a cientos de miles de prisioneros judíos con el gas ziklon B.

Desde ese momento contactó con diplomáticos suecos (el barón Von Otter) primero, de Estados Unidos y del Vaticano después, para denunciar el genocidio. Entre finales de abril y mayo de 1945 fue detenido por tropas francesas en Rottweil cuando iba camino de entregarse a las tropas americanas, según dijo en su defensa. Fue entonces cuando redactó en tres idiomas (alemán, inglés y francés) el “Informe Ger-stein” sobre las atrocidades que había presenciado en Treblinka y Belzec. Ha pasado a la historia por este informe pero, antes, el 25 de julio de 1945, apareció ahorcado en su celda. ¿Suicidio o asesinato? Condenado a la nada, la historia ha acabado absolviéndole.

 
Gracias Bart..

Es imposible tapar el sol con el dedo.

Shalom aleijem!!!
 

Así es Tony. Siempre que les es posible están aliados con los poderes de este mundo, es su forma de detentar el poder. Nunca excomulgaron a Adolfo Hitler, ni a Franco, ni a Pinochet, ni a ningún dictador sanguinario. A franco lo llevaban en los actos religiosos bajo palio, cómo si fuera una divinidad.

Ahora quieren entrar en la O.N.U. cómo miembro de pleno derecho.

Bendiciones

Bart

 
Originalmente enviado por: Bart

Así es Tony. Siempre que les es posible están aliados con los poderes de este mundo, es su forma de detentar el poder. Nunca excomulgaron a Adolfo Hitler, ni a Franco, ni a Pinochet, ni a ningún dictador sanguinario. A franco lo llevaban en los actos religiosos bajo palio, cómo si fuera una divinidad.

Ahora quieren entrar en la O.N.U. cómo miembro de pleno derecho.

Bendiciones

Bart


Amén, amén

Bendiciones,
Bakunin
 
Originalmente enviado por: Bart

Así es Tony. Siempre que les es posible están aliados con los poderes de este mundo, es su forma de detentar el poder. Nunca excomulgaron a Adolfo Hitler, ni a Franco, ni a Pinochet, ni a ningún dictador sanguinario. A franco lo llevaban en los actos religiosos bajo palio, cómo si fuera una divinidad.

Ahora quieren entrar en la O.N.U. cómo miembro de pleno derecho.

Bendiciones

Bart


Vaya cosas que dices... :D :D :D igual un día de estos los vemos canonizados y todo...

¡Adonai yevarj otja!
 

http://www.abc.es/sociedad/noticia.asp?id=163610&dia=hoy

Edith Stein pidió a Pío XI en 1933 que defendiese a los judíos de Alemania

JUAN VICENTE BOO. CORRESPONSAL

La santa denunciaba en su misiva que el gobierno de Hitler instrumentalizaba el cristianismo para ganar complicidad en el abuso contra los judíos

ROMA. «Como hija del pueblo judío y de la Iglesia católica», la profesora Edith Stein se dirigió por carta al Papa Pío XI ya en 1933 para pedirle «que la Iglesia de Cristo haga oir su voz» contra la persecución de los judíos en Alemania, iniciada once días antes con la «jornada antijudía» del primero de abril. El documento -cuya existencia se conocía por un escrito autobiográfico de 1938, cuando era ya carmelita- es el primer gran hallazgo de los historiadores en los Archivos Vaticanos, que han adelantado la apertura de la sección correspondiente a los años 1929-1939 para estudiar los años de ascenso del régimen nazi.

La breve carta de la profesora de filosofía impresiona por su clara percepción del desastre que se avecinaba: la persecución de los judíos, la sucesiva de los cristianos y el juicio de la historia sobre quienes permaneciesen callados. Cuatro años más tarde, Pío XI publicó la encíclica «Mit Brennender Sorge» contra el nazismo, preparada en parte por su secretario de Estado, Eugenio Pacelli, quien le sucedería como Pío XII. Pero en 1993, Hitler y su Gobierno, con mayoría de miembros protestantes, se presentaban como cristianos e instrumentalizaban el cristianismo para ganar complicidad en el abuso contra los judíos.

«Un Gobierno que se dice cristiano»

Edith Stein describe el comienzo de la persecución y añade que «lo que está sucediendo proviene de un gobierno que se dice cristiano. No sólo los judíos sino también miles de fieles católicos de Alemania -y, pienso, de todo el mundo- esperan desde hace semanas que la Iglesia de Cristo haga oir su voz contra esos abusos en nombre de Cristo». «La idolatría de la raza y del poder del Estado, pregonada cada día a las masas por la radio, ¿no es una clara herejía? Esta guerra de exterminio contra la sangre judía, ¿no es un ultraje a la santísima humanidad de nuestro Salvador, de la santísima Virgen y de los Apóstoles?, subraya en su nota Edith Stein.

La filósofa y pedagoga advierte en su carta que «como hijos fieles de la Iglesia tememos lo peor para la imagen mundial de la Iglesia. Continúa prolongándose un silencio que, a la larga, no pacificará al gobierno alemán. La guerra contra el catolicismo se libra con sordina y con sistemas menos brutales que los empleados contra los judíos, pero no de modo menos sistemático. No pasará mucho tiempo antes de que ningún católico pueda conservar un empleo a menos que se someta a las condiciones del nuevo régimen».

La profesora Angela Ales Bello, especialista en la santa alemana, destacó la «conciencia de continuidad» entre judaismo y cristianismo que manifiesta la carta. Era una realidad olvidada que se redescubriría tan sólo en el concilio Vaticano II a nivel teórico y en el pontificado de Juan Pablo II, a nivel práctico. El estudio de los documentos vaticanos llevará años, pero los historiadores confían en seguir encontrando nuevas joyas que ayuden a conocer mejor un período crítico de la historia del mundo.

Edith Stein (Teresa Benedicta de la Cruz), muerta a causa de su fe en el campo de exterminio de Auswitz en 1942, fue nombrada hace unos años por Juan Pablo II copatrona de Europa, junto a Santa Brígida de Suecia y Santa Catalina de Siena.

 

http://www.aurora-israel.co.il/aurora/paginas/articulos.asp?id=916352441

Domingo 23 de Febrero de 2003

Apertura de los archivos vaticanos

Dr. Moisés Gerber


Larga y dura fue la lucha del pueblo judío y aún de personalidades no judías, de raigambre democrática, para que el Vaticano abriera sus archivos secretos al escrutinio de la opinión pública mundial. Gira especialmente en torno a la personalidad y gestión del Papa Pío XII, a quien se considera antisemita en muchos sectores, quien no hizo, por lo menos, lo posible para frenar a la bestia nazi y salvar a judíos de sus garras. Fue diplomático en la Alemania nazi, con sedes en Berlín y Munich, y luego Secretario de Estado del Vaticano, para ser ungido Papa en 1939, hasta su muerte en 1958

Se estima inconcebible que ante tanta tragedia que fue el Holocausto y tanta pasividad se esté gestando todavía la beatificación de dicho Papa. La apertura de los archivos sería para estudiosos, con la intención, según se dice en el Vaticano, de silenciar las campañas "calumniosas" contra el mismo. Su archivista sostiene que no habrá revelaciones chocantes. Pero investigadores judíos y católicos consideran que los documentos y demás papeles pueden dar respuesta a interrogantes que ensombrecen la gestión de Pío XII, así como sobre el antisemitismo en la etapa anterior de la Segunda Guerra Mundial. Además, si nada especial pueden revelar y estando todo supuestamente cubierto por la honestidad y la santidad, ¿por qué tanta resistencia a dicha apertura?

Desde luego que la tarea de los investigadores no será nada fácil y mucho menos sacar conclusiones de millones de documentos que hay que confrontar, en función de su temática, sus fuentes y sus contenidos. Cubren, entre otras cosas, las relaciones del Vaticano en los años anteriores al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Pío XII, que nació en Roma el 2 de marzo de 1876 como Eugenio Pacelli, ha sido descrito por historiadores y judíos como antisemita, que no se sirvió de su autoridad pontificia para detractar la tortura y el exterminio de millones de judíos.

En 1999 anunció el Vaticano la formación de un equipo de expertos judíos y católicos para examinar material publicado de sus archivos, que arroje más luz sobre las actitudes de dicho Papa. En un informe preliminar del equipo en el 2000 se describe a dicho pontífice como ocupado en frivolidades diplomáticas, mientras en el Vaticano llovían informes sobre atrocidades nazis. Además planteó 47 preguntas incisivas, con cuyas respuestas se podía seguir adelante. Finalmente, detuvo su tarea en el 2001, sosteniendo que era imposible sin más documentos de los archivos continuar con la tarea.

Es de no creer, por lo tanto, que ante tanta tragedia del pueblo judío haya resistencia vaticana para arrojar luz sobre la misma. Y si la compromete y, con más razón, a una figura como un Papa, en la persona de Pío XII, justificación demás para abrirse a la investigación, para que resplandezcan la luz y la verdad. Especial atención requerirá la gestión de la Doctrina de la Fe, que podría iluminar el clima ideológico en la Europa de aquellos tiempos. Importan, entre otros, los documentos vaticanos sobre racismo, fascismo, nazismo y eugenesia. No se trata de una campaña de persecución, ni cosa que se le parezca, contra el Vaticano en general y Pío XII, en particular.

Van muchos años desde el Concilio Ecuménico Vaticano II, que decretó y preparó el ilustre Juan XXIII, quien se valió de la Tabla de Proposiciones del eminente historiador judío Jules Isaac. Creemos oportuno reproducir algunas fundamentales, ya que su totalidad nos insumiría mucho espacio. Helas aquí:

(I) - La religión cristiana es hija de la judía. El Nuevo Testamento cristiano se edificó sobre la base del Antiguo de los judíos. Por este solo motivo, el judaísmo debe inspirar respeto.

(II) - Jesús fue en su vida humana un judío, un simple artesano judío. Es un hecho que ningún cristiano tiene el derecho a ignorar.

(III) - Tales como podemos conocerlas por los Evangelios, judía era la familia de Jesús, judía era María su madre, judías sus amistades y parentela. Proclamarse antisemita y cristiano es querer unir el ultraje a la veneración.

(VII) - Suele afirmarse que en el momento de la llegada de Cristo, la religión judía, degenerada, era un legalismo sin alma. Pese al mismo y sus excesos, todo atestigua en esa época la intensidad y profundidad de la vida religiosa en Israel.

(XVI) - En toda la cristiandad, desde hace 1.800 años, se enseña corrientemente que el pueblo judío, plenamente responsable de la crucifixión, cometió el crimen inexplicable de deicidio. No hay acusación más sangrienta y, efectivamente, no hay otra que haya hecho correr tanta sangre inocente.

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Después de éste y tantos otros documentos que llaman a la concordia y la paz entre los pueblos, con repudio de todas las manifestaciones racistas, nos encontramos con que la iglesia católica se niega a abrir sus archivos a una investigación de una comisión de notables judíos y cristianos, para que no haya dudas sobre el largo período del reinado pontificio de Pío XII. No hace bien a la paz y la justicia universales. Fomenta, por el contrario, la suspicacia, que tanto daño hace.

 
> (2) <> EL PAPA PIO XII GUARDÓ CONSCIENTEMENTE SILENCIO ANTE EL HORROR DEL NAZISMO
____________________________________________________

<< Madrid, 20-02-2003 (C.Alterna/ICPress).- La semana pasada fueron abiertos a los investigadores los archivos vaticanos del periodo 1922-1939. Lamentablemente, no se incluyen los años de la II Guerra Mundial, los más controvertidos. Numerosos historiadores, católicos incluso, ponen en tela de juicio la postura de la Iglesia católica ante el régimen nazi. Se ha cuestionado especialmente la figura de Pío XII. El jueves pasado, los diarios italianos Corriere de la Sera y La Repubblica publicaron documentos que comprometen a Pio XI y Pio XII.>>

=== Se trata de dos cartas remitidas al Vaticano por una monja carmelita y un sacerdote jesuita, ambos alemanes, ambos gaseados en campos de concentración y ambos elevados a los altares: Santa Edith Stein y San Freidick Muckerman. Stein escribió a Pio XI en 1933, poco antes de la llegada de Hitler al poder al papa Pio XI: `La responsabilidad recae también en los que callan´.

=== En 1934, Muckerman se dirigió en estos términos al cardenal Pacelli (que cinco años después se convirtió en Pio XII): `¿Por qué no actúa la Iglesia? Quizás vendrá una catástrofe, quizás vendrá una guerra´. Pacelli jamás contestó. De hecho, sus críticos, que son legión, le llaman el Papa del silencio.

=== Muchos historiadores acusan a Pacelli de `complicidad´. Otros argumentan, para defenderle, que Pio XII calló para evitar mayores males, cosa que no acaba de convencer a muchos estudiosos. Su antecesor, Pio XI, había escrito en última instancia una encíclica contra el nazismo, pero murió antes de hacerla pública. Pio XII la metió en un cajón para siempre.

=== La monja Stein decía en su misiva: `Desde hace semanas somos en Alemania testigos de un desprecio total de la justicia, los derechos humanos y la caridad. Muckerman fue martirizado por los nazis en el campo de exterminio de Dachau. Ahora se comenta que Juan Pablo II quiere llevar a los altares a Pio XII
 
Por lo visto los caatólicos no desean entrar es este epígrafe.
El asunto es harto delicado y más si el actual papa ptretende canonizar a Pio XII. El que, por lo visto no dijo "ni pio"
 

http://www.icp-e.org/noti_int.htm#3170

Los archivos vaticanos de 1922 a 1939 revelan la estrategia de silencio de la Iglesia frente al ascenso del nazismo
SIGUEN LAS OPINIONES SOBRE LOS SILENCIOS DE PÍO XII ANTE EL NAZISMO

Roma, 25 de febrero de 2003

Los historiadores y los vaticanistas se han puesto a navegar compulsivamente entre los archivos de la Santa Sede, ahora que están disponibles los documentos relativos al periodo de 1922-1939. Los años delimitan esencialmente la trayectoria de Eugenio Pacelli, unas veces como nuncio en Berlín y como secretario de Estado del Vaticano, otras como el Papa que asistió desde el trono de Roma a la expansión del nazismo y a la II Guerra Mundial.

Pues bien, los primeros hallazgos y las primeras revelaciones dejan la cuestión más o menos donde estaba. Hay historiadores que dicen haber encontrado nuevas pruebas que «incriminan» el comportamiento de Eugenio Pacelli (Pío XII), mientras que otros aseguran haber acreditado el modo en que el Vaticano ayudó a los judíos perseguidos.

El debate internacional no puede sustraerse a la aparición de algunos manuscritos inéditos. Por ejemplo, el memorial de un sacerdote jesuita que acudió a monseñor Pacelli para denunciar los primeros síntomas del Holocausto germano y los peligros que se avecinaban. El padre Friedrich Muckermann, en efecto, redactó una carta estremecedora el 16 de noviembre de 1934, cuando el futuro Pío XII desempeñaba el cargo de Secretario de Estado del Vaticano después de haber ocupado el puesto de nuncio en Berlín.

«El nazismo es una religión que trabaja con una dinámica revolucionaria y que se desarrolla sobre la base de los instintos subhumanos. Y por eso tenemos delante un fenómeno de violencia demoníaca ( ) Los nazis conducen una guerra mortal al cristianismo. ¿Por qué a la Iglesia le falta el coraje? ¿Por qué se ha callado frente a la opinión pública tras los delitos del 30 de junio -la noche de los cuchillos largos-? Roma fracasará si no advierte el peligro de Hitler. Quizá vendrá una catástrofe, quizá vendrá una guerra».

La premonición del padre Muckermann se hizo realidad cinco años más tarde. El mismo terminó prisionero en el campo de concentración de Dachau y padeció en persona hasta la muerte todas las atrocidades que monseñor Pacelli no quiso escuchar o no pudo resolver.

EL SILENCIO: ¿PRUDENCIA O INDIFERENCIA?

Y es que los historiadores de uno y otro signo tienden a señalar que la verdadera estrategia de Pío XII radicó en el silencio. La profesora italiana Emma Fattorini sostiene que decidió callarse para evitar que se multiplicara la persecución de los cristianos. El vaticanista Marco Politi, en cambio, cree que el Papa Pacelli pudo pecar de pasividad e indolencia, pero descarta el mito que le atribuye haber jugado el papel de un pontífice sometido a Hitler.

El pecado del silencio ha adquirido la mayor acepción histórica a través de los documentos autógrafos de Edith Stein, una mártir judía convertida al catolicismo que murió en Auschwitz en 1942 y que había puesto en conocimiento de la Iglesia con enorme antelación las atrocidades del régimen hitleriano cuando nadie las valoraba.

De hecho, la apertura de los archivos vaticanos relativos al periodo 1922-1939 ha servido para rescatar textualmente la carta que Stein remitió al Papa en el año 1933. En ella se advierte del exterminio judío, se menciona categóricamente la destrucción de los valores cristianos y se lamenta la pasividad de la Iglesia católica.

Pero, en cualquier caso y pese a los nuevos datos, sigue sin ser fácil llevar a cabo una reconstrucción histórica completa del puzzle que comprende el periodo 1922-1939. Entre otras razones porque muchos documentos desaparecieron de la nunciatura de Berlín. Pero también porque la perspectiva histórica aún no ha adquirido una posición neutral, desprovista de los valores sentimentales y trágicos que se añaden a posteriori, cuando ya resulta evidente la catástrofe que supuso el régimen nazi.


El Mundo. / ICPRESS
 
http://www.periodistadigital.com/religiondigital/object.php?o=9218


Por su interés, Periodista Digital reproduce a continuación el siguiente artículo

Domingo, 14 de septiembre de 2003

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MUNDO

Todos los muertos de monseñor Tiso gritan al Papa

Los judíos piden que se excuse por las atrocidades que consintió el cura, quien fue presidente de Eslovaquia


RUBEN AMON

BRATISLAVA.- El maritologio personal de Juan Pablo II ha incorporado dos nuevas voces. La primera corresponde a Vasil Hopko (1904-76), un obispo envenenado en los tiempos del régimen comunista. La segunda, Zdenka Schelingová, fue una monja que murió torturada después de haber urdido la fuga de un sacerdote prisionero.

La beatificación de ambos mártires alimenta la respuesta de Karol Wojtyla a las atrocidades del comunismo, pero la comunidad judía de Eslovaquia agradecería que la ceremonia dominical, última etapa del viaje pontificio, tuviera en consideración el papel genocida de un monseñor católico aliado del nazismo.

Se llamaba Josef Tiso (1887-1947), desempeñó la presidencia del Gobierno durante seis años (1939-45) y promovió la deportación de decenas de miles de judíos hacia los campos de exterminio nazis. Especialmente cuando entraron en vigor las leyes raciales y discriminatorias del llamado Códice hebreo (1941).

Las cifras demuestran que 57.837 judíos eslovacos fueron deportados en 1942 y que únicamente 300 sobrevivieron al genocidio. Josef Tito promovió un epílogo a las normas de pureza étnica, entre las que se encontraba la eliminación de la población gitana de Eslovaquia gracias a los métodos de exterminio de Hitler.

El plan del monseñor católico sirvió para enriquecer la tesorería del régimen nazi, entre otros motivos porque un acuerdo bilateral establecía que el régimen colaboracionista y títere de Bratislava se comprometía a pagar 500 marcos por cada una de las cabezas sacrificadas en los campos de concentración germanos.

¿Por qué el Vaticano se mantuvo ajeno al comportamiento de Josef Tiso? ¿Es cierto que Pío XII prefirió abstenerse de intervenir? Unas y otras cuestiones vienen a cuento porque un historiador alemán, Hans Jakob Stehle, ha encontrado una serie de documentos que ponen en evidencia la pasividad de la Santa Sede.

Llama la atención una carta, redactada en 1942, por monseñor Domenico Tardini, llamado a convertirse en el secretario de Estado de Juan XXIII. «Podemos entender que la Santa Sede no esté en condiciones de influir sobre Hitler pero ¿quién puede comprender que no sea capaz de detener a un sacerdote?», se preguntaba Tardini mientras el padre Tiso proseguía con los planes de deportación y exterminio.

La caída de Hitler y el hundimiento del Estado marioneta de Eslovaquia pusieron fin a la limpieza étnica. Tiso intentó refugiarse en Austria y en Alemania, pero los soldados norteamericanos consiguieron arrestarlo en el exilio y lo pusieron a disposición de un tribunal checoslovaco que emitió la sentencia de muerte en 1947. Fue entonces cuando el Papa Pío XII intentó mediar en la salvación del genocida, esta vez argumentando que un sacerdote católico no podía morir ejecutado en la horca. Fue inútil; el presidente checo Edvard Benes firmó la ejecución después de un proceso judicial de 138 días.

'Mea culpa'

El caso Tiso ha reaparecido en la actualidad eslovaca a cuenta de la visita de Juan Pablo II. No sólo porque la comunidad judía de Bratislava, una de las más antiguas de Europa, espera que el Santo Padre se avenga a entonar el mea culpa. También porque el hipotético testimonio pontificio serviría de excusa para reavivar la cuestión de los bienes que el presidente genocida expropió a la comunidad hebrea.

El Gobierno actual se ha comprometido a hacerlo de manera progresiva y a normalizar las relaciones entre las distintas confesiones religiosas que conviven en Eslovaquia. Los católicos constituyen la inmensa mayoría (72%), tal como pudo contemplarse ayer en el transcurso de la misa en Kosice (al este de Bratislava).

Unos 150.000 fieles compartieron una explanada gigantesca, mientras el Papa intentaba mantener el tipo en el altar mayor. Las condiciones de salud parecen haber mejorado, pero el viaje de cuatro días en territorio eslovaco es devastador como pocos: implica seis vuelos aéreos, varios desplazamientos en coche y media docena de ceremonias públicas. Incluida la misa organizada en honor del obispo Hobko y la hermana Shelingova, cuya proclamación elevará a 1318 la cifra de beatos elevados por Juan Pablo II en casi 25 años de pontificado.

 
Asunto grave

Asunto grave

Mmmm necesitamos voces católicas para saber su opinión, porque este es un tema de extrema gravedad.
¿Qué cristiano se congregará con ellos sabiendo esto?
Suponiendo que si no opinan es porque asienten...
 
Re: Asunto grave

Re: Asunto grave

Originalmente enviado por: Seelah
Mmmm necesitamos voces católicas para saber su opinión, porque este es un tema de extrema gravedad.
¿Qué cristiano se congregará con ellos sabiendo esto?
Suponiendo que si no opinan es porque asienten...

Yo, Inés me congregué con "ellos" y empecé a investigar las acusaciones de los ateos y demás lectores tuertos ( por que leen con un sólo ojo lo que les conviene) A ver leete esto hermanito cristiano
solo tienes que leer TODA la información que hay disponible. Sabes hermanito cristiano siempre le digo al Señor que lindo este foro, cada vez me vuelve más y más católica. Mis bendiciones en el Sagrado Corazón de Jésús y el Inmaculado Corazón de María.


"El rabino, David G. Dalin sostiene en un artículo publicado en The Weekly Standard (Washington, 26 febrero 2001) "El Talmud enseña que ‘quien salva una vida, la Escritura lo cuenta en su haber como si hubiera salvado todo un mundo’. Pío XII cumplió esta sentencia talmúdica más que cualquier otro dirigente del siglo XX, cuando estaba en juego el destino de los judíos europeos. Ningún otro Papa ha sido elogiado por tantos judíos, y al hacer así no se engañaron. Su gratitud, así como la de toda la generación de supervivientes del Holocausto, testifica que Pío XII fue, en sentido genuino y profundo, un gentil justo".

Ya antes de la muerte de Pío XII circuló la acusación de complicidad con los nazis. Pero era una campaña de propaganda comunista, que quedó anulada por la oleada de elogios dedicados por judíos y no judíos al Papa con ocasión de su fallecimiento. Las acusaciones volvieron en 1963, a raíz del estreno de la obra teatral El vicario, de Rolf Hochhuth. En ella se pinta al Papa preocupado ante todo por las finanzas vaticanas, y por ello indiferente a la suerte de los judíos. Con el estreno de Amen, la última película del director francés Costa-Gavras, el debate ha vuelvo a los medios de comunicación. Ofrecemos un resumen del artículo de Dalin (1).
¿Por qué ahora se presentan de nuevo los viejos cargos contra Pío XII? Las razones, señala Dalin, no son claras a primera vista. Por eso investiga el fenómeno analizando nueve obras recientes sobre Pío XII y los nazis, todas ellas publicadas en los últimos años (2).

Cuatro de esos libros –los de Blet, Marchione, Rychlak y McInerny– son defensas de Pío XII. De los otros, dos –los de Wills y Carroll– presentan los cargos contra Pío XII como parte de una crítica contra la Iglesia católica en general. La conclusión de Dalin es que los defensores del Papa cuentan con más pruebas que los acusadores. Esto vale en especial para el libro de Ronald Rychlak, Hitler, the War and the Pope (ver servicio 171/00), que –a juicio de Dalin– es el mejor de todos.

Denuncias de católicos descontentos

Dalin señala una circunstancia común a varios autores que sostienen la culpabilidad de Pío XII. "Curiosamente, casi todos los que insisten hoy en esa dirección, desde los ex seminaristas John Cornwell y Garry Wills hasta el ex sacerdote James Carroll, son católicos lapsi o descontentos. Para los líderes judíos de la generación anterior, la campaña contra Pío XII hubiera sido un shock. Durante y después de la guerra, muchos judíos bien conocidos –Albert Einstein, Golda Meir, Moshe Sharett, el rabino Isaac Herzog e innumerables otros– expresaron públicamente su gratitud a Pío XII. En su libro Tres Papas y los judíos, de 1967, el diplomático Pinchas Lapide, que fue cónsul de Israel en Milán y entrevistó a supervivientes italianos del Holocausto, declaró que Pío XII ‘contribuyó a salvar al menos 700.000 judíos, probablemente incluso 860.000, de una muerte segura a manos nazis’".

Una discusión interna

Es cierto que los esfuerzos del Papa para evitar la guerra fracasaron y que incluso algunos católicos estaban infectados de antisemitismo. "Pero hacer de Pío XII el blanco de nuestro rechazo moral contra los nazis, e incluir el catolicismo entre las instituciones deslegitimadas por el horror del Holocausto, manifiesta no entender la historia. Prácticamente ninguno de los libros recientes sobre Pío XII y el Holocausto trata de Pío XII y el Holocausto. El verdadero tema es una discusión interna sobre el rumbo de la Iglesia de hoy, y el Holocausto es simplemente el mayor garrote disponible que los católicos liberales pueden usar contra los tradicionalistas". Según ese esquema, "el tradicionalismo de Juan Pablo II estaría unido al supuesto antisemitismo de Pío XII; el mantenimiento de la autoridad vaticana estaría en línea directa con la complicidad en el exterminio nazi de los judíos".

Desde un punto de vista judío, prosigue Dalin, es inadmisible semejante uso del Holocausto, con fines partidistas, en un debate ajeno. Y sobre todo, añade, cuando, como en este caso, "se distorsiona el testimonio de los supervivientes del Holocausto y se extiende de modo abusivo a otras figuras la condena que ha de recaer en Hitler y los nazis". Así pues, "¿cómo no objetar nada ante tan monstruosa equiparación moral y uso interesado del Holocausto?".

Doble rasero

"La técnica usada en los recientes ataques a Pío XII es simple. Se trata de leer los datos favorables [a Pío XII] del peor modo posible y de someterlos a la crítica más estricta, mientras que los datos no favorables se aceptan sin problemas". El autor señala algunos ejemplos de este mecanismo en los libros que comenta. Así, Susan Zuccotti descarta el testimonio de un sacerdote, según el cual el obispo de Asís, mientras sostenía una carta en la mano, dijo que Pío XII le había escrito para que ayudara a los judíos durante la redada hecha por los ocupantes alemanes en 1943. Zuccotti rechaza esa prueba porque el testigo no llegó a leer la carta, y afirma que el obispo pudo engañarle. En cambio, la misma autora otorga crédito a un diplomático alemán, quien en 1967 declaró haber enviado información sobre el planeado pogrom al embajador nazi ante el Vaticano y añadió que "suponía" que este la había transmitido a la Santa Sede.

De esta suposición ajena concluye Zuccotti que el Papa tuvo conocimiento directo y previo de lo que se planeaba. Y eso, pese a que otro testimonio, el de la princesa Enza Pignatelli Aragona, afirma que las primeras palabras de Pío XII al recibir la noticia de la redada fueron: "¡Pero si los alemanes habían prometido no tocar a los judíos!".

"Con este doble rasero –comenta Dalin–, tales autores llegan fácilmente a dos conclusiones previamente tomadas. La primera es que la Iglesia católica comparte la responsabilidad por el Holocausto (...). Y la segunda es que la culpa del catolicismo se debe a ciertos aspectos de la Iglesia, representados ahora por Juan Pablo II".

No hubo "silencios"

Es cierto que Pío XII tuvo detractores judíos durante la controversia producida por El vicario, la obra teatral de siete horas escrita por el izquierdista Rolf Hochhuth, antiguo miembro de las juventudes hitlerianas, y también durante el inicio del proceso de beatificación, en 1965. Se le acusaba de que "su anticomunismo le había llevado a ver a Hitler como un baluarte contra los rusos". Con las informaciones que tenemos ahora de las barbaridades soviéticas, parece que esa obsesión no era tan equivocada.

De todas formas, las pruebas muestran otra cosa sobre la percepción de Pío XII. "En 1942, por ejemplo, dijo a un visitante: ‘El peligro comunista existe, pero ahora el peligro nazi es más serio’". Se opuso a bendecir la invasión de Rusia por Hitler y a mediados de los años 20 había intentado llegar a acuerdo diplomático con los bolcheviques.

El autor cita varias obras escritas por judíos en las que se defiende la memoria de Pío XII. De ellas, la más influyente continúa siendo el libro de Lapide. Subraya que las nuevas pruebas que se han añadido en los 34 años desde que fue escrito confirman "tanto que Pío XII no estuvo callado como que nadie en su época pensaba tal cosa". Michel Tagliacozzo, el líder de los judíos romanos durante el Holocausto, sentencia: "Tengo una carpeta abierta en mi mesa en Israel titulada ‘Calumnias contra Pío XII’... Sin él, muchos de nosotros no estaríamos vivos".

En el artículo se ofrece un sumario de algunas acciones y declaraciones llevadas a cabo por Pío XII, antes y durante la guerra, de las que no hay huellas en los recientes libros que le atacan. Dalin pone en evidencia que en algunos casos se da una errónea comprensión histórica, pues se espera del Papa que usara el lenguaje que nosotros hubiéramos usado hoy. Esa mala interpretación no la tuvieron sus contemporáneos, como muestran, por ejemplo, algunos textos del New York Times. Dalin subraya, sobre todo, que los propios nazis consideraban a Pío XII un "Papa pro judío", como lo llamaba un panfleto que elaboró el Ministerio de la Propaganda, dirigido por Joseph Göbbels, y del que se distribuyeron diez millones de ejemplares.

¿Habría servido una excomunión?

"Cuando se piensa qué acciones debería haber realizado Pío XII, muchos –yo entre ellos– desearíamos que hubiera decretado una excomunión explícita". Era claro que los nazis de origen católico, habían caído, de hecho, en excomunión automática, y que Hitler se consideraba a sí mismo, mucho antes de llegar al poder, como anticatólico. Sin embargo, cree Dalin, "una declaración papal habría podido tener algún efecto positivo".

"Pero es posible que las cosas no hubieran sido así. Don Luigi Sturzo, fundador de la Democracia Cristiana, señaló que las últimas veces que se había pronunciado una excomunión contra un jefe de Estado, ni Isabel I ni Napoleón cambiaron su política. Y hay razón para creer –como afirma Margherita Marchione– que el resultado hubiera sido una violenta represalia, la pérdida de muchas más vidas judías, especialmente aquellas que estaban entonces bajo la protección de la Iglesia, y una intensificación de la persecución a los católicos".

En este sentido, Dalin cita algunos testimonio de judíos que vivieron los hechos y que apoyan esta tesis, y recuerda el episodio de Holanda: la represión que siguió a una carta pastoral en la que los obispos condenaban el trato que se daba a los judíos. "En este contexto, uno podría preguntarse: ¿y qué podría haber sido peor que el asesinato de seis millones de judíos? La respuesta es la matanza de cientos de miles más. Y fue para salvar a esos por lo que trabajó el Vaticano. La suerte de los judíos italianos se ha convertido en uno de los principales tópicos contra Pío XII: el fracaso del catolicismo en su propia casa, que supuestamente pone en evidencia la hipocresía de toda pretensión de autoridad moral por parte de un Papa moderno. (...) Pero queda el hecho de que mientras aproximadamente un 80% de los judíos europeos murieron durante la II Guerra Mundial, el 80% de los judíos italianos se salvaron".

Queda asimismo un testimonio como el del Card. Pietro Palazzini, que en 1985 recibió en Israel el título de "gentil justo", como se llama a los no judíos que salvaron vidas judías durante el Holocausto. Al aceptar el honor, el cardenal subrayó que "el mérito es por entero de Pío XII, que nos ordenó hacer todo lo que estuviera en nuestra mano para salvar a los judíos de la persecución".

Un "gentil justo"

Dalin ofrece un elenco de testimonios de judíos contemporáneos que reconocen la firme oposición de Pío XII a la ideología nazi, y añade un detalle significativo: el 26 de mayo de 1955, la Orquesta Filarmónica de Israel viajó a Roma para ofrecer un concierto de reconocimiento al Papa. Si esa orquesta nunca tocó obras de Wagner, por considerarlo "el compositor de Hitler", sería muy sorprendente que viajara a Roma, a costa del gobierno israelí, para rendir un homenaje al "Papa de Hitler" (título del libro de Cornwell).

Dalin advierte que negar el testimonio de las personas que vivieron los acontecimientos es perturbador, "pues equivale a negar la credibilidad de su testimonio y de su juicio personal sobre el mismo Holocausto".

El artículo de Dalin concluye así: "El Talmud enseña que ‘quien salva una vida, la Escritura lo cuenta en su haber como si hubiera salvado todo un mundo’. Pío XII cumplió esta sentencia talmúdica más que cualquier otro dirigente del siglo XX, cuando estaba en juego el destino de los judíos europeos. Ningún otro Papa ha sido elogiado por tantos judíos, y al hacer así no se engañaron. Su gratitud, así como la de toda la generación de supervivientes del Holocausto, testifica que Pío XII fue, en sentido genuino y profundo, un gentil justo".



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(1) El artículo íntegro se puede consultar en la siguiente dirección de Internet: http://www.theweeklystandard.com/content/public/articles/000/000/000/413mmxmn.asp
(2) John Cornwell, Hitler’s Pope (ver servicios 127/99 y 134/99); Pierre Blet, Pius XII and the Second World War (Pie XII et la Seconde Guerre Mondiale d’après les archives du Vatican); Garry Wills, Papal Sin; Margherita Marchione, Pope Pius XII: Architect for Peace; Ronald J. Rychlak, Hitler, the War and the Pope; Michael Phayer, The Catholic Church and the Holocaust, 1930-1965; Susan Zuccotti, Under His Very Windows; Ralph McInerny, The Defamation of Pius XII; James Carroll, Constantine’s Sword.

:beso: :beso: :angel:
 
Re: El Vaticano admite por primera la falta de acción del papa Pío XII ante al Holocausto

Re: El Vaticano admite por primera la falta de acción del papa Pío XII ante al Holocausto

Parece que Inés, no desea ver lo que el Vaticano ha confesado:





Originalmente enviado por: toni
El Vaticano admite por primera la falta de acción del papa Pío XII ante al Holocausto judío

EP | AFP



CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano ha admitido por primera vez las limitaciones de la acción en favor de los judíos del papa Pío XII, acusado por algunos historiadores de "silencios" culpables durante la Segunda Guerra Mundial, según informa la prensa vaticana.

"Pío XII no tuvo, probablemente, el temple de un profeta", afirmó 'Civiltá cattolica', prestigiosa revista bimestral de los jesuitas italianos controlada por El Vaticano, en su número de este viernes.

Pío XII, Sumo Pontífice de 1939 a 1958, "estaba 'subjetivamente' convencido de haberse expresado con 'fuerza' respecto a la masacre de los judíos en su famoso mensaje navideño de 1942", destaca la publicación.

En dicho mensaje, el Papa aludió "a los cientos de miles de personas que, sin haber cometido falta alguna, a veces sólo por razones de nacionalidad y origen, son destinadas a la muerte o al deterioro progresivo", pero sin citar explícitamente a los judíos.

Ciertos historiadores judíos denunciaron ese mensaje como "uno de los puntos más sombríos del pontificado" de Pío XII. Informaciones llegadas a la Santa Sede en la época confirman que en 1942, Pío XII y sus colaboradores estaban perfectamente al tanto de las deportaciones y masacres de judíos.

"Eran noticias de considerable importancia, incluso cuando, de alguna manera, se procurara minimizar su alcance ya fuera por un espíritu de prudencia excesiva o simplemente porque se pensara que eran más bien exageradas", afirma la publicación.

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Re: Re: Asunto grave

Re: Re: Asunto grave

Ines. En vez de copiar lo que dicen las webs interesadas sería mucho mejor, en el caso que desearas conocer la verdad cosa que dudo, remitirte a lo que ha reconocido el mismo Vaticano.
El contubernio Pio XII - Hitler se inició siendo el cardenal Pacelli Nuncio en Berlín. Fue testigo de la noche de la "rotura de cristales" cuando los nazis asaltaron y rompieron los cristales de todos los comercios judios. Entonces la vox Pacelli brillo por su ausencia.
 
hermano cristiano

hermano cristiano

en vez de leer como un tuerto debería rogar al Señor le abriera los ojos y leería todos los testimonios y todo le sería claro. Un abrazo en Cristo.
Inés
 
¿El acusado tiene algún derecho a hacer oir su voz?


Señor Lapide, estoy seguro de que en el futuro se pensará que yo podía haber hecho más, y claro que podía haberlo hecho. Pero lo que he hecho por salvar judíos, es una realidad". Pio XII Navidad de 1944 entrevista a Pinchas Lapide

El profesor judío Pinchas Lapide, que fue cónsul de Israel en Milán y director del servicio de prensa del gobierno israelí, es uno de los investigadores que han estudiado la actitud de Pío XII respecto a los judíos. Cuando se desencadenó la polémica a raíz de la publicación en 1963 de la obra de Rolf Hochhuth, El Vicario, Pinchas Lapide saltó a la palestra con su libro Roma y los judíos (2). Poco antes de su fallecimiento en 1997 y con motivo de la reedición del libro, hizo unas declaraciones, junto con su mujer Ruth, historiadora y experta en judaísmo, a la revista alemana PUR-Magazin.


¿Por que la fuente Vaticana que citan habría de decir algo diferente a lo que dijo el mismo "acusado"?

Pero el profesor Lapide también testimonia otras declaraciones que permiten a los acusadores ponderan la voz del "acusado".

¿ Les interesa oirlas? ¿Las tomaran en cuenta en sus juicios sobre el "acusado" ?

En la entrevista, Lapide recuerda que Pío XII, cuando todavía era el nuncio Pacelli en Múnich, había contribuido durante la Primera Guerra Mundial a salvar judíos en Palestina. En 1917, el turco Dachomal-Pascha había planeado una masacre de los judíos en Palestina, como se había hecho con los armenios. El asunto llegó a conocimiento de Mons. Pacelli, quien habló con las autoridades de Múnich para que intervinieran en Berlín en favor de los judíos. Entonces los alemanes tenían estrechas relaciones con los musulmanes otomanos. Las instrucciones pertinentes llegaron al general alemán Von Valkenhayn en Jerusalén, y así se pudo evitar la masacre.

Y durante la II Guerra Mundial, ¿hizo mucho Pío XII por los judíos? "Sí -responde Lapide-. En cualquier caso, más que cualquier otra iglesia cristiana o institución de la Europa de entonces, ya sea del Este o del Oeste". Su mujer Ruth corrobora: "Las Iglesias evangélicas, el Comité Internacional de la Cruz Roja, hicieron infinitamente menos de lo que hizo Roma para salvar judíos".


Claro, diran los misericordiosos jueces, pero pudo haber hecho mas...

si, claro, los pecados de omisión existen

claro, y por ellos también somos juzgados

obvio, TODOS SEREMOS JUZGADOS Y CON LA MISMA MIRADA CON QUE JUZGAMOS A NUESTROS HERMANOS NI MAS NI MENOS. De ahi la importancia de leerlo todo, escrudiñarlo todo y quedarse con lo bueno.

Mis bendiciones hermanos cristianos jueces


Inés