http://www.epos.nl/ecr/ (Pag. 11)
EL TERCER MISTERIO DE FÁTIMA:
¿El atentado contra el Papa?
¿Cómo y, sobre todo, cuándo desaparecerá este mundo? Los profetas bíblicos como Joel y también Daniel y el apóstol Juan en Patmos han hablado con un lenguaje muy expresivo sobre el fin de esta tierra pecadora. Sangre, fuego, azufre, dragones y monstruos y el anti-Cristo: son señales de los tiempos a las cuales hemos de prestar mucha atención. Muchos en las iglesias de todos los tiempos no tuvieron lo suficiente en cuenta las profecías bíblicas. Se dieron a especulaciones sobre la hora, la manera cómo, sobre el desarrollo preciso de los hechos en ese momento del cambio.
En el tiempo de la Reforma tuvieron lugar las predicciones de Nostradamus. Un par de siglos antes, Joaquín de Fiore, un discípulo de Francisco de Asís, decía saber el momento preciso del fin del mundo. También más tarde los fanáticos y videntes, como Emmanuel Swedenborg, "vieron" lo que según las Escrituras incluso el Hijo de Dios no sabe; sólo Su Padre.
Los cristianos de todos los siglos buscaron respuestas más evidentes a sus preguntas. Y con razón, en este aspecto, la Virgen María en la Iglesia Católica desempeñó un importante papel, con frecuencia sin la aprobación oficial del Vaticano. El número de apariciones de María y de profecías son incalculables. A veces tan variopintas que el Papa y la misma Iglesia Católica casi no sabían que responder. Otras "apariciones y revelaciones" de María que recibieron algunos laicos como Señora y Madre de todos los pueblos, fueron reconocidas por Roma. Uno de los pronósticos marianos más célebres fueron la serie de encuentros que tuvieron lugar con una joven pastorcita cerca de Lourdes. Desde 1857 Bernadette Soubirous comunicó los mensajes de la dama luminosa con vestido azul, en el sur de Francia cerca de la frontera de los Pirineos. Bernadette con el tiempo se metió monja y fue declarada santa. Su cuerpo embalsamado aún está expuesto en una caja de cristal en Nevers.
María en Fátima
Tal vez menos conocida, pero también un importante centro de peregrinación, es el lugar portugués de Fátima, donde la Virgen María dicen se apareció a tres pastorcillos. El 13 de mayo (mayo es el mes de María) y el trece de los meses siguientes hasta el trece de octubre de 1917 se les apareció, a Lucía dos Santos, que aún vive, y a sus primos Francisco y Jacinta. Tres presagios misteriosos les hizo María y también les predijo la pronta muerte de los niños. Francisco y Jacinta sí murieron muy jóvenes, pero Lucía dos Santos todavía vive. Ahora es una monja de 94 años que no hace mucho recibió la visita del Papa. Y con su aprobación el Papa ahora ha dado a conocer el tan esperado y temido "tercer misterio de Fátima". Para quienes esperasen un pronto final del mundo a fuego y trueno, (guerra y violencia) fue el mensaje algo decepcionante, para otros tal vez un alivio. María el 13 de mayo de 1917 ya habría previsto que al Papa actual el 13 de mayo de 1981 casi le matan a disparos.
Ahora el octogenario Papa, como es sabido, es un gran venerador de María. En el año 2000, año santo, el Papa visitó Fátima y declaró beatos a los dos pastorcillos muertos. La anciana monja Lucía en el convento de Coimbra aún no recibió ese título: sólo los muertos pueden ser declarados beatos o santos y el Papa en este caso ha hecho uso de sus facultades.
Tres misterios
¿Pero, por qué visitó este lugar de peregrinación y por qué tiene apego a ese tercer misterio que María habría proclamado en Fátima? Echemos una mirada a la historia. Desde el 13 de mayo de 1917 María se habría manifestado cada mes hasta octubre de ese año. En el llamado "primer misterio de Fátima" se vaticina –así se cree- el fin del la primera guerra mundial, que en realidad terminó en noviembre de 1918, después de cientos de miles de muertos en ambos lados. En el "segundo misterio" María predijo el final de comunismo en Rusia. En octubre de 1917 estalló la revolución comunista, seguida por la toma del poder por Lenin, Stalin y por los otros presidentes con mucha sangre en sus manos. Después de Brezjnjev y Gorbatsjov llegó el fin al reino de "los zares rojos", apenas hace diez años.
El Papa polaco, que en 1978 tomó posesión como sucesor de Juan Pablo I (de quien se dice que fue envenenado por miembros de la Curia), era un acérrimo enemigo del comunismo, en Polonia cuando era arzobispo, pero también más tarde como Papa. De ahí que en 1981 cuando el turco Mehmet Ali Agca disparase contra el Papa se creía que detrás de todo eso estaba la KGB. El Papa siempre apoyó al partido de la oposición "Solidaridad" presidido por el sindicalista Lech Walesa, que fue presidente en lugar del comunista general Jaruzelski.
¿Pero qué tiene que ver esto con la Virgen María de Fátima del año 1917? Fueron tres los misterios que anunció Maria. Dos de ellos ya hace tiempo fueron revelados: la guerra y el comunismo. Pero el tercer misterio seguía siendo un misterio. Muchos libros se escribieron con "revelaciones" unos de una manera otros de otra. Había una cierta unanimidad: que el misterio trataría de la pronta aparición de una conflagración mundial y la destrucción del mundo. Toda clase de conjeturas apocalípticas con sangre y fuego, una posible tercera guerra mundial, las bombas atómicas y muchas otras cosas: todo esto lo habría predicho María.
Porque el misterio era tan terrible, así se pensaba, los papas rehusaban descubrirlo. Pero en el año santo papal, en el cual nuevamente se pueden ganar indulgencias por hacer una peregrinación, también se desveló el tercer misterio, más de 83 años desde que hubiese sido contado a los tres niños. Lucia dos Santos ha estado de acuerdo con eso y ella permanece a su avanzada edad de acuerdo con su visión de cuando era una niña de diez años. En medio de todo eso hay algo extraño con el descubrimiento del secreto. Los niños "vieron" a la Virgen María en 1917. Pero fue en 1930 cuando el obispo de Leiria en Portugal declaró que las apariciones eran "dignas de confianza". Oficialmente estas revelaciones de María no son un dogma de fe obligatorio de la Iglesia Católica. Muchas de las así llamadas apariciones de la Virgen son consideradas por el Vaticano, en primer lugar, como piadosas devociones populares. La iglesia Católica a veces no sabe muy bien qué aconsejar: reconocerlas es difícil, pero rechazar totalmente este culto devocional tampoco se quiere. Pero el Papa Pablo VI, casi medio siglo más tarde de las apariciones de "Fátima", visitó ese lugar, y ahora este Papa Juan Pablo II acaba de visitarlo.
El Papa como mártir
El tercer misterio es también misterioso en otro sentido. Es decir, el 3 de enero de 1944, casi 27 años después de las supuestas apariciones, Lucía dos Santos que entonces era una monja de 34 años, puso por escrito su testimonio. Apuntó, en la visita del obispo, que María comenzó sus apariciones el 13 de mayo de 1917, pero que este misterio fue comunicado el 13 de julio de 1917. Los tres niños, según Lucía, vieron junto a la Virgen a un ángel con una espada flameante en su mano izquierda. Las chispas prendían fuego al mundo, pero se apagaban cuando tocaban el resplandor de la Virgen. El ángel apunta a la tierra y clamó fuerte por tres veces: ¡haced penitencia! Lucía, Jacinta y Francisco vieron entonces en medio de una gran luz, un obispo vestido de blanco, posiblemente el Papa. Él y otros obispos y religiosos trepaban por una empinada montaña con una gran cruz hasta la cima. En la cima de la montaña bajo la cruz le mataron los soldados con armas de fuego y flechas y después de él murieron también todos los obispos y la gente que había subido a la montaña. Bajo la cruz estaban dos ángeles con unas rociaderas de cristal en sus manos, en las que recogían la sangre de estos mártires muertos y rociaban las almas que ascendían hasta el trono de Dios en el cielo.
¿Qué sabía el Papa?
Así el relato de Lucía en 1944. El informe fue sellado, más tarde enviado al Vaticano y guardado a buen recaudo por el Santo Oficio. Lucía había anotado que después de 1960 el contenido podía darse a conocer, ya que antes podría no entenderse una tal revelación. Pero el Papa Juan XXIII, el hombre del Concilio Vaticano II, desde 1960 conocía el contenido del misterio del testimonio de Lucía y los papas después de él tampoco lo revelaron. ¿Por qué no?
Cuando el Papa actual en 1978 ocupó su puesto, según algunos también vio el contenido. Al menos, eso aseguró el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls. Pero el Secretario del cardenal Ratzinger, mgr. Tarcisio Bertone, dijo acerca de la notificación oficial del tercer misterio el 26 de junio del 2000, que el Papa había tenido conocimiento de este misterio después de que el 13 de mayo de 1981 fuese tiroteado y herido muy gravemente. A todo esto está muy claro que el Papa actual parte de la suposición de que María en 1917 vaticinó el atentado a su vida, pero también que ella fue la que evitó que encontrase la muerte. El Papa no ha dado a conocer el mismo el tercer misterio. Aunque en Fátima dejó entrever a grandes rasgos de que se trataba. Eso se lo dejó a su cardenal de confianza Ratzinger, que en un documento de 40 páginas explica que el tercer misterio no se refiere a una destrucción futura del mundo a sangre y fuego, sino a un hecho que sucedió en el pasado: el 13 de mayo de 1981, el intento de asesinato del Papa.
El 24 de abril del 2000 la monja Lucía reconoció, un par de semanas antes de su encuentro con el Papa en Fátima, que la explicación del departamento para la doctrina de la fe, era la adecuada.
No tiene fácil explicación
La visión de la que nos habla Lucía no encaja con el atentado del Papa: éste no es tiroteado por soldados, tampoco murieron con él otras personas.
En ninguna parte de la Biblia encontramos indicaciones más detalladas para revelaciones, profecías sobre el final de los tiempos o sobre asuntos concretos como el atentado contra un (supuesto) sucesor de Pedro, que nos llegaría por medio de mensajeros especiales del cielo. Jesús informa a Sus discípulos sobre la venida del Espíritu Santo, que les guiará a toda la verdad.
En toda la Palabra revelada de Dios no encontramos en parte alguna que se nos hable de una misión especial de María ni de mensajeros extras del cielo.
Por eso haremos muy bien si nos apartamos de todas estas supuestas revelaciones y permanecemos fieles a la Palabra de Dios, como Jesús Mismo hizo.
H.H.J. van As
EL TERCER MISTERIO DE FÁTIMA:
¿El atentado contra el Papa?
¿Cómo y, sobre todo, cuándo desaparecerá este mundo? Los profetas bíblicos como Joel y también Daniel y el apóstol Juan en Patmos han hablado con un lenguaje muy expresivo sobre el fin de esta tierra pecadora. Sangre, fuego, azufre, dragones y monstruos y el anti-Cristo: son señales de los tiempos a las cuales hemos de prestar mucha atención. Muchos en las iglesias de todos los tiempos no tuvieron lo suficiente en cuenta las profecías bíblicas. Se dieron a especulaciones sobre la hora, la manera cómo, sobre el desarrollo preciso de los hechos en ese momento del cambio.
En el tiempo de la Reforma tuvieron lugar las predicciones de Nostradamus. Un par de siglos antes, Joaquín de Fiore, un discípulo de Francisco de Asís, decía saber el momento preciso del fin del mundo. También más tarde los fanáticos y videntes, como Emmanuel Swedenborg, "vieron" lo que según las Escrituras incluso el Hijo de Dios no sabe; sólo Su Padre.
Los cristianos de todos los siglos buscaron respuestas más evidentes a sus preguntas. Y con razón, en este aspecto, la Virgen María en la Iglesia Católica desempeñó un importante papel, con frecuencia sin la aprobación oficial del Vaticano. El número de apariciones de María y de profecías son incalculables. A veces tan variopintas que el Papa y la misma Iglesia Católica casi no sabían que responder. Otras "apariciones y revelaciones" de María que recibieron algunos laicos como Señora y Madre de todos los pueblos, fueron reconocidas por Roma. Uno de los pronósticos marianos más célebres fueron la serie de encuentros que tuvieron lugar con una joven pastorcita cerca de Lourdes. Desde 1857 Bernadette Soubirous comunicó los mensajes de la dama luminosa con vestido azul, en el sur de Francia cerca de la frontera de los Pirineos. Bernadette con el tiempo se metió monja y fue declarada santa. Su cuerpo embalsamado aún está expuesto en una caja de cristal en Nevers.
María en Fátima
Tal vez menos conocida, pero también un importante centro de peregrinación, es el lugar portugués de Fátima, donde la Virgen María dicen se apareció a tres pastorcillos. El 13 de mayo (mayo es el mes de María) y el trece de los meses siguientes hasta el trece de octubre de 1917 se les apareció, a Lucía dos Santos, que aún vive, y a sus primos Francisco y Jacinta. Tres presagios misteriosos les hizo María y también les predijo la pronta muerte de los niños. Francisco y Jacinta sí murieron muy jóvenes, pero Lucía dos Santos todavía vive. Ahora es una monja de 94 años que no hace mucho recibió la visita del Papa. Y con su aprobación el Papa ahora ha dado a conocer el tan esperado y temido "tercer misterio de Fátima". Para quienes esperasen un pronto final del mundo a fuego y trueno, (guerra y violencia) fue el mensaje algo decepcionante, para otros tal vez un alivio. María el 13 de mayo de 1917 ya habría previsto que al Papa actual el 13 de mayo de 1981 casi le matan a disparos.
Ahora el octogenario Papa, como es sabido, es un gran venerador de María. En el año 2000, año santo, el Papa visitó Fátima y declaró beatos a los dos pastorcillos muertos. La anciana monja Lucía en el convento de Coimbra aún no recibió ese título: sólo los muertos pueden ser declarados beatos o santos y el Papa en este caso ha hecho uso de sus facultades.
Tres misterios
¿Pero, por qué visitó este lugar de peregrinación y por qué tiene apego a ese tercer misterio que María habría proclamado en Fátima? Echemos una mirada a la historia. Desde el 13 de mayo de 1917 María se habría manifestado cada mes hasta octubre de ese año. En el llamado "primer misterio de Fátima" se vaticina –así se cree- el fin del la primera guerra mundial, que en realidad terminó en noviembre de 1918, después de cientos de miles de muertos en ambos lados. En el "segundo misterio" María predijo el final de comunismo en Rusia. En octubre de 1917 estalló la revolución comunista, seguida por la toma del poder por Lenin, Stalin y por los otros presidentes con mucha sangre en sus manos. Después de Brezjnjev y Gorbatsjov llegó el fin al reino de "los zares rojos", apenas hace diez años.
El Papa polaco, que en 1978 tomó posesión como sucesor de Juan Pablo I (de quien se dice que fue envenenado por miembros de la Curia), era un acérrimo enemigo del comunismo, en Polonia cuando era arzobispo, pero también más tarde como Papa. De ahí que en 1981 cuando el turco Mehmet Ali Agca disparase contra el Papa se creía que detrás de todo eso estaba la KGB. El Papa siempre apoyó al partido de la oposición "Solidaridad" presidido por el sindicalista Lech Walesa, que fue presidente en lugar del comunista general Jaruzelski.
¿Pero qué tiene que ver esto con la Virgen María de Fátima del año 1917? Fueron tres los misterios que anunció Maria. Dos de ellos ya hace tiempo fueron revelados: la guerra y el comunismo. Pero el tercer misterio seguía siendo un misterio. Muchos libros se escribieron con "revelaciones" unos de una manera otros de otra. Había una cierta unanimidad: que el misterio trataría de la pronta aparición de una conflagración mundial y la destrucción del mundo. Toda clase de conjeturas apocalípticas con sangre y fuego, una posible tercera guerra mundial, las bombas atómicas y muchas otras cosas: todo esto lo habría predicho María.
Porque el misterio era tan terrible, así se pensaba, los papas rehusaban descubrirlo. Pero en el año santo papal, en el cual nuevamente se pueden ganar indulgencias por hacer una peregrinación, también se desveló el tercer misterio, más de 83 años desde que hubiese sido contado a los tres niños. Lucia dos Santos ha estado de acuerdo con eso y ella permanece a su avanzada edad de acuerdo con su visión de cuando era una niña de diez años. En medio de todo eso hay algo extraño con el descubrimiento del secreto. Los niños "vieron" a la Virgen María en 1917. Pero fue en 1930 cuando el obispo de Leiria en Portugal declaró que las apariciones eran "dignas de confianza". Oficialmente estas revelaciones de María no son un dogma de fe obligatorio de la Iglesia Católica. Muchas de las así llamadas apariciones de la Virgen son consideradas por el Vaticano, en primer lugar, como piadosas devociones populares. La iglesia Católica a veces no sabe muy bien qué aconsejar: reconocerlas es difícil, pero rechazar totalmente este culto devocional tampoco se quiere. Pero el Papa Pablo VI, casi medio siglo más tarde de las apariciones de "Fátima", visitó ese lugar, y ahora este Papa Juan Pablo II acaba de visitarlo.
El Papa como mártir
El tercer misterio es también misterioso en otro sentido. Es decir, el 3 de enero de 1944, casi 27 años después de las supuestas apariciones, Lucía dos Santos que entonces era una monja de 34 años, puso por escrito su testimonio. Apuntó, en la visita del obispo, que María comenzó sus apariciones el 13 de mayo de 1917, pero que este misterio fue comunicado el 13 de julio de 1917. Los tres niños, según Lucía, vieron junto a la Virgen a un ángel con una espada flameante en su mano izquierda. Las chispas prendían fuego al mundo, pero se apagaban cuando tocaban el resplandor de la Virgen. El ángel apunta a la tierra y clamó fuerte por tres veces: ¡haced penitencia! Lucía, Jacinta y Francisco vieron entonces en medio de una gran luz, un obispo vestido de blanco, posiblemente el Papa. Él y otros obispos y religiosos trepaban por una empinada montaña con una gran cruz hasta la cima. En la cima de la montaña bajo la cruz le mataron los soldados con armas de fuego y flechas y después de él murieron también todos los obispos y la gente que había subido a la montaña. Bajo la cruz estaban dos ángeles con unas rociaderas de cristal en sus manos, en las que recogían la sangre de estos mártires muertos y rociaban las almas que ascendían hasta el trono de Dios en el cielo.
¿Qué sabía el Papa?
Así el relato de Lucía en 1944. El informe fue sellado, más tarde enviado al Vaticano y guardado a buen recaudo por el Santo Oficio. Lucía había anotado que después de 1960 el contenido podía darse a conocer, ya que antes podría no entenderse una tal revelación. Pero el Papa Juan XXIII, el hombre del Concilio Vaticano II, desde 1960 conocía el contenido del misterio del testimonio de Lucía y los papas después de él tampoco lo revelaron. ¿Por qué no?
Cuando el Papa actual en 1978 ocupó su puesto, según algunos también vio el contenido. Al menos, eso aseguró el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls. Pero el Secretario del cardenal Ratzinger, mgr. Tarcisio Bertone, dijo acerca de la notificación oficial del tercer misterio el 26 de junio del 2000, que el Papa había tenido conocimiento de este misterio después de que el 13 de mayo de 1981 fuese tiroteado y herido muy gravemente. A todo esto está muy claro que el Papa actual parte de la suposición de que María en 1917 vaticinó el atentado a su vida, pero también que ella fue la que evitó que encontrase la muerte. El Papa no ha dado a conocer el mismo el tercer misterio. Aunque en Fátima dejó entrever a grandes rasgos de que se trataba. Eso se lo dejó a su cardenal de confianza Ratzinger, que en un documento de 40 páginas explica que el tercer misterio no se refiere a una destrucción futura del mundo a sangre y fuego, sino a un hecho que sucedió en el pasado: el 13 de mayo de 1981, el intento de asesinato del Papa.
El 24 de abril del 2000 la monja Lucía reconoció, un par de semanas antes de su encuentro con el Papa en Fátima, que la explicación del departamento para la doctrina de la fe, era la adecuada.
No tiene fácil explicación
La visión de la que nos habla Lucía no encaja con el atentado del Papa: éste no es tiroteado por soldados, tampoco murieron con él otras personas.
En ninguna parte de la Biblia encontramos indicaciones más detalladas para revelaciones, profecías sobre el final de los tiempos o sobre asuntos concretos como el atentado contra un (supuesto) sucesor de Pedro, que nos llegaría por medio de mensajeros especiales del cielo. Jesús informa a Sus discípulos sobre la venida del Espíritu Santo, que les guiará a toda la verdad.
En toda la Palabra revelada de Dios no encontramos en parte alguna que se nos hable de una misión especial de María ni de mensajeros extras del cielo.
Por eso haremos muy bien si nos apartamos de todas estas supuestas revelaciones y permanecemos fieles a la Palabra de Dios, como Jesús Mismo hizo.
H.H.J. van As