Espero sea útil esta pequeña colaboración. Antorm
EL TEMOR DE DIOS
Sumamente importante es tener temor de Dios, y notorio lo poco que se oye de la necesidad de conocerlo y tenerlo. Cabe hacer notar la diferencia entre el temor del hombre y el temor de Dios.
Se oye de muchos temas en las predicaciones, necesarios todos, pero poco del temor de Dios. Sería bueno saber porqué, pero el interés radica en la importancia que tiene para todo ser humano el conocerlo, y tenerlo.
Es interesante pensar que si Adán y Eva hubieran tenido temor de Dios no habrían pecado desobedeciendo. Adán tuvo miedo después de desobedecer, por el peso de la culpa y el castigo que sabía que le vendría, pero antes no tuvo temor de Dios. Puede decirse que como no conocía la muerte no tenía temor de Dios.
Como la obediencia está ligada al temor de Dios, nos permite eso pensar que en el jardín de Edén hubo falta de temor de Dios. Sin temor de Dios es imposible que haya obediencia, pero no parece prudente tratar de averiguar porqué fue así, porque las cosas reveladas son para nosotros, pero las cosas secretas pertenecen a Dios. (Deut.29:29)
Los que tienen mente criminal o de criminal parecen no tener temor de ser encarcelados, y aun ni de la pena de muerte, precisamente por no tenerlo cometen las faltas. El temor, o más bién el miedo les viene después, por eso andan huyendo.
En el libro Romanos, de la Biblia, capítulo 3 y versículos 10 al 18 se nos dice cual es la condición del hombre que no tiene temor de Dios; el pasaje termina con: “No hay temor de Dios delante de sus ojos.” Si llegamos a entender que la falta de temor de Dios es la causa de todos los males, nos daremos cuenta de la importancia de tener ese temor.
La codicia ciega los ojos. y el entendimiento. El deseo de riquezas, de poder, de fama, y de la mujer ajena, parecen ser los principales motivos de la codicia. Generalmente van juntos riquezas y poder. Las leyes, las de Dios y las de los hombres se violan por falta de temor de Dios.
Dios dice lo que Su temor es, y lo que hace: Proverbios 1:7: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová, los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.”; en 14:27 dice: “El temor de Jehová es manantial de vida Para apartarse de los lazos de la muerte.” En el 16:6 dice: “Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.”.
Dios quiere que tengamos temor de él para nuestro bien, para que nos vaya bien. En Deuteronomio 5:29 dice: “¡Quién diera que tuvieran tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!” En Salmos 34:11 dice: “Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñaré.”
La violencia y la maldad van en aumento, y muchos sufren las consecuencias; todo por la falta de temor de Dios. Como en el cuento de los cerditos donde el carnicero mataba cada día uno, muchos dicen: “A mí no me tocó.” Más propio sería decir: No me ha alcanzado todavía. Esto es con el fin de invitar a que se medite en la necesidad de buscar tener temor de Dios; para que ese temor nos lleve a la sabiduría. En Proverbios 2:1-5 dice: 1) “Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, 2) Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, 3) Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; 4) Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, 5) Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.” Es interesante notar que el temor de Dios lleva a la sabiduría, y la sabiduría lleva al temor de Dios.
Es evidente que cada vez hay menos valores en la sociedad, que la violencia y la maldad aumentan, y están incontenibles y ya casi incontrolables en todo el mundo. Para los que conocen la Palabra de Dios es notorio que la causa es la falta de Temor de Dios. La humanidad está hoy como en los días de Noé cuando no quisieron darse cuenta de las advertencias, hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos: Mateo 24: 38 y 39.
Jesús murió por todos para librarnos del lago de fuego al que van a ser arrojados Satanás y sus ángeles, pero libra solo a los que quieren ser librados, pero solo quieren ser librados los que conocen la palabra de Dios, y por ella tienen temor de Dios. El conocimiento de Dios y de Jesucristo quita el miedo a los hombres, y produce el benéfico temor de Dios: Mateo 10:28.
Es tan importante el temor de Dios que el rey David dijo en sus últimas palabras, refiriéndose a Jesucristo que vendría: (2ª de Samuel 23:2-4): “El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, Y su palabra ha estado en mi lengua. El Dios de Israel ha dicho, Me habló la Roca de Israel: Habrá un justo que gobierne entre los hombres, Que gobierne en el temor de Dios.”
En Hebreos 5:7 dice: “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.” Por esto último podemos ver que la principal demanda de Dios, desde Génesis hasta Apocalipsis, es la obediencia; que la obediencia está íntimamente ligada al Temor de Dios, y que la obediencia es imposible sin el Temor de Dios.
La Palabra de Dios está llena de enseñanza y mandamientos acerca del temor de Dios: Hechos 9:31: “Entonces todas las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.” En 2ª Corintios 7:1 dice: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” Definitivamente con y en el temor de Dios el hombre obedece a Dios y se aparta del mal.
Por todo esto amigo lector, si alguien te invita a leer la Biblia hazle más caso que a mil que te digan que no; aunque te digan que es un libro como todos; que fue escrito por hombres, y que “es mejor vivir y gozar la vida antes que se acabe”. Lee la Biblia, porque aunque aquí en la tierra puedes “gozar la vida” por un tiempo. ¿Dónde vas a pasar la eternidad? Mejor aun: ¿Dónde quieres pasar la eternidad? Este ‘quieres’ tiene sentido, porque tú eres el que decide donde quieres pasar la eternidad: En vida, luz y alegría por creer en Jesucristo, o en muerte, oscuridad y dolor por creer el engaño del Diablo, el cual insinúa que no hay infierno.
FIN.
Antonio Ramírez Mendoza.
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