Apreciado Greivin
Apreciado Greivin
Agradezco tu testimonio, pues aporta algo importante a lo que pretendo con este epígrafe.
Lo hecho, hecho está y ya no tenemos cómo revertir esta situación con el hijo de Rick Warren.
Tampoco se trata de juzgar buscando desprestigiar a un siervo de Dios, eficazmente usado en su ministerio para inspirar muchas vidas.
Sin embargo, recuerdo que muchos famosos evangelistas han tenido que confesar y lamentar, que su dedicación al ministerio les llevó al involuntario descuido de su familia, principalmente de los hijos, ya que la esposa muchas veces acompañaba al predicador en sus giras.
En este caso de Mateo Warren, comencé por manifestar mi extrañeza en cuanto a qué hacía un arma de fuego en casa de un predicador; si la familia lo sabía, y de ser así si no consideraba el riesgo.
Y yo me preguntaba de esta manera, dando por descontado que un joven soltero, severamente enfermo, viviría con sus padres.
Pues no era así, Mateo vivía en su propia casa, y hasta tenía su propio empleo, como si fuese un hombre normal.
Esto ya no me preocupa, sino que me alarma.
Ahora dice Warren que muy pocos allegados conocían la real situación de su hijo.
He comprobado cómo algunos ministros son muy celosos en ocultar ciertos íntimos dramas familiares, temiendo que eso pudiera afectar su prestigio. Si bien hay situaciones que no es necesario ni conveniente ventilar, un siervo de Dios debiera dar el ejemplo de la utilidad práctica de la hermandad cristiana cuando podemos orar todos juntos por lo que aflige a un hermano o familia. Incluso, entre tantos, siempre puede haber alguien que puede aportar de sí mismo algo más que pueda contribuir positivamente a la situación.
No es un honor tener a un familiar o amigo en prisión; sin embargo se dice de Pedro cuando estaba preso: "la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él" (Hch 12:5).
Yo doy por seguro que la casa de Rick Warren debe ser suficientemente amplia cómo para haber acomodado en ella a su hijo. Nadie, en su estado, puede vivir solo, pues la misma soledad potencia su depresión. En caso que los padres, en razón de sus frecuentes viajes debieran ausentarse ¿no podía pasar temporalmente a estar con alguno de sus hermanos? En el peor de los casos, seguramente que la familia estaba en condiciones de pagarle una clínica donde pudiera estar hospedado y atendido. Que no se haya hecho algo así es a lo que no le encuentro explicación.
Cordiales saludos