Textos:
"Ustedes también, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo" 1 Pedro 2: 5.
"Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a Él sea la gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén." Apocalipsis 1: 5
Estos y otros textos del Nuevo Testamento nos hablan del sacerdocio del pueblo de Dios, la Iglesia. No es un sacerdocio individual sino colectivo, de todo el pueblo.
El concepto de sacerdote según el modelo del Antiguo Testamento no fue adoptado por la iglesia primitiva; no se mencionan sacerdotes en la iglesia del Nuevo Testamento.
La razón es muy clara: el principal oficio de los sacerdotes del Antiguo Testamento era servir al altar, donde se ofrecían múltiples sacrificios. esto ya no tiene lugar en el Nuevo Testamento, donde hay un solo sacerdote, Jesucristo, para un solo sacrificio, el sacrificio de si mismo en la cruz.
Jesucristo es el único y Sumo Sacerdote del Nuevo Testamento, lo atestigua toda la carta a los hebreos, porque él, con una sola ofrenda, hizo perfectos para siempre a los santificados (Hebreos 10:14). No tuvo Jesús necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer muchos sacrificios, porque él lo hizo una vez para siempre, ofreciendose a sí mismo (Hebreos 7: 27).
Con el sacrificio de Crsito no queda lugar para nuevos sacrificios, porque el suyo fue suficiente y perfecto; ni queda tampoco lugar para otros sacerdotes, porque ya no tienen nada que ofrecer, ya que Jesús, con su propia sangre, obtubo eterna redención ( Hebreos (9: 12).
Cristo, es entonces, el único y Sumo Sacerdote del Nuevo Pacto, pero en él y por él, todo su cuerpo, la iglesia, es un cuerpo sacerdotal, y todos los miembros de su cuerpo participan del sacerdocio de la Cabeza.
Es en este sentido que Pedro dice que somos edificados como sacerdocio santo (1 P. 2: 5); y que Juan dice que nos hizo sacerdotes para Dios, su Padre (Ap. 1: 5).
El poder principal de los cryentes como miembros del cuerpo sacerdotal es que tiennen acceso directo a Dios, sin necesidad de otros intermediarios. El creyente tiene derecho a acercarse a Dios, hablarle a Dios, pedirle a Dios, sin necesidad de recurrir a otros intermediarios y sin necesidad de recurrir a ningún medio físico.
Dice Pablo en Efesios: Por medio de él(Cristo, tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre (Ef. 2: 18); y en Romanos: por él tenemos entrada por la fe a esta gracia (Rom. 5: 2). Sólo Jesús es el mediador necesario entre Dios y los hombres, y por medio de él, el creyente se puede acercar confiadamente a Dios: Acerquémonos confiadamente al trono de la gracia (Heb. 4: 16).
El creyente tiene también el oficio y la obligación de ofrecer sacrificios espirituales, como dice Pablo: Les ruego que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios (Ro. 12:1).
Ésta es una obligación individual de cada creyente, el cual tiene que llevar una vida de crecimiento en santidad y servicio. Los creyentes deben vivir una constante obediencia y dedicación a Dios, a ejemplo de Cristo el Sumo sacerdote. Es así como los crsitianos viven el sacerdocio de Cristo, del cual participan como miembros de la iglesia.
No es, pues, un sacerdocio de ritos y ceremonias; no es un sacerdocio de clase, que ponga aparte un grupo, como era el sacerdocio levítico; ni es tampoco un sacerdocio individual. es un sacerdocio espiritual, común a todos los bautizados; y un sacerdocio que tiene su cumplimiento y realización en Cristo y por Cristo, el Sumo Sacerdote.
El mejor momento del sacerdocio eclesial es cuando toda la congregación local se une en adoración a Dios por Jesucristo, y pide por todas las necesidades del pueblo. es entonces cuando esa congregación actúa como pueblo sacerdotal.
Sabia usted estas verdades?
"Ustedes también, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo" 1 Pedro 2: 5.
"Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a Él sea la gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén." Apocalipsis 1: 5
Estos y otros textos del Nuevo Testamento nos hablan del sacerdocio del pueblo de Dios, la Iglesia. No es un sacerdocio individual sino colectivo, de todo el pueblo.
El concepto de sacerdote según el modelo del Antiguo Testamento no fue adoptado por la iglesia primitiva; no se mencionan sacerdotes en la iglesia del Nuevo Testamento.
La razón es muy clara: el principal oficio de los sacerdotes del Antiguo Testamento era servir al altar, donde se ofrecían múltiples sacrificios. esto ya no tiene lugar en el Nuevo Testamento, donde hay un solo sacerdote, Jesucristo, para un solo sacrificio, el sacrificio de si mismo en la cruz.
Jesucristo es el único y Sumo Sacerdote del Nuevo Testamento, lo atestigua toda la carta a los hebreos, porque él, con una sola ofrenda, hizo perfectos para siempre a los santificados (Hebreos 10:14). No tuvo Jesús necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer muchos sacrificios, porque él lo hizo una vez para siempre, ofreciendose a sí mismo (Hebreos 7: 27).
Con el sacrificio de Crsito no queda lugar para nuevos sacrificios, porque el suyo fue suficiente y perfecto; ni queda tampoco lugar para otros sacerdotes, porque ya no tienen nada que ofrecer, ya que Jesús, con su propia sangre, obtubo eterna redención ( Hebreos (9: 12).
Cristo, es entonces, el único y Sumo Sacerdote del Nuevo Pacto, pero en él y por él, todo su cuerpo, la iglesia, es un cuerpo sacerdotal, y todos los miembros de su cuerpo participan del sacerdocio de la Cabeza.
Es en este sentido que Pedro dice que somos edificados como sacerdocio santo (1 P. 2: 5); y que Juan dice que nos hizo sacerdotes para Dios, su Padre (Ap. 1: 5).
El poder principal de los cryentes como miembros del cuerpo sacerdotal es que tiennen acceso directo a Dios, sin necesidad de otros intermediarios. El creyente tiene derecho a acercarse a Dios, hablarle a Dios, pedirle a Dios, sin necesidad de recurrir a otros intermediarios y sin necesidad de recurrir a ningún medio físico.
Dice Pablo en Efesios: Por medio de él(Cristo, tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre (Ef. 2: 18); y en Romanos: por él tenemos entrada por la fe a esta gracia (Rom. 5: 2). Sólo Jesús es el mediador necesario entre Dios y los hombres, y por medio de él, el creyente se puede acercar confiadamente a Dios: Acerquémonos confiadamente al trono de la gracia (Heb. 4: 16).
El creyente tiene también el oficio y la obligación de ofrecer sacrificios espirituales, como dice Pablo: Les ruego que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios (Ro. 12:1).
Ésta es una obligación individual de cada creyente, el cual tiene que llevar una vida de crecimiento en santidad y servicio. Los creyentes deben vivir una constante obediencia y dedicación a Dios, a ejemplo de Cristo el Sumo sacerdote. Es así como los crsitianos viven el sacerdocio de Cristo, del cual participan como miembros de la iglesia.
No es, pues, un sacerdocio de ritos y ceremonias; no es un sacerdocio de clase, que ponga aparte un grupo, como era el sacerdocio levítico; ni es tampoco un sacerdocio individual. es un sacerdocio espiritual, común a todos los bautizados; y un sacerdocio que tiene su cumplimiento y realización en Cristo y por Cristo, el Sumo Sacerdote.
El mejor momento del sacerdocio eclesial es cuando toda la congregación local se une en adoración a Dios por Jesucristo, y pide por todas las necesidades del pueblo. es entonces cuando esa congregación actúa como pueblo sacerdotal.
Sabia usted estas verdades?